Me resultó difícil, no ir a acompañarla esta noche, sabia que ella me esperaba, como siempre con la ventana de su habitación abierta. Pero tenía que empezar a despegarme y desaparecer de su vida.
Era duro, pero no dudé que mi decisión era lo mejor que le podía ofrecer. Le devolvería a su vida anterior, sabía que le iba a afectar mucho que yo me fuera y de esa manera, haciéndola pensar que ya no le quería, quizás eso mismo le daría fuerzas para seguir adelante y así no tener que preocuparse por mi infierno sin ella.
En mi casa Jasper y Alice se marcharon a Denali de inmediatamente después, de decidir lo que todos íbamos ha hacer, Esme y Rose empacaron las cosas para marcharnos lo antes posible, el camión de mudanza había llegado a primera hora del día, Carlisle había ido al Hospital a presentar su renuncia, iba a argumentar que le habían ofrecido un puesto en otro hospital que no pudo rechazar en la ciudad de Los Ángeles. Y Emmett me acompañaba a todos lados no quería que estuviera solo.
- Tengo que ir al Instituto- Dije mientras entraba al Volvo.
- No es necesario que hagas eso hoy- Me dijo Emmett.
- Créeme Emmett mientras antes mejor.
- Todavía te puedes arrepentir Edward, hay tiempo.
- No, ya esta decidido y no hay vuelta a tras.
Se quedó viéndome pensando que yo no iba a ser capaz de romperle el corazón a Bella y no quería que le hiciera tanto daño, el también se había encariñado con ella y prefería que la llevara conmigo a donde fuera, si yo no la quería transformar. Mientras yo aceleraba por la carretera.
Esperé a Bella, cuando la vi no tenia buena cara, en sus ojos había una gran preocupación, estaba especialmente distraída, eso no me gusto, pero trate de no mirarla directamente a los ojos y mostrarme más distante que nunca, tanbien el silencio fue mi aliado, solo hable para susurrarle la respuesta que un maestro le había preguntado sobre uno de sus libros favorito en clase y ella ni se había percatado y después volví a mi indiferencia.
La mañana transcurrió muy rápido, ella parecía afectada por mi comportamiento, yo sabia que le molestaba, pero me concentré en no prestarle atención. En el almuerzo siguió con la sección de fotos esta vez le pidió a Jessica que se encargara de aquello. Luego la acompañe a su coche sin decir nada. Y luego subí al mío y me largue a conducir, no quería nada, solo desaparecer. El peso que llevaba por dentro, era horrible, como podía estar haciendo eso. Me odie a mi mismo. Seguí conduciendo y empezó a oscurecer y me di cuenta de que estaba muy lejos de forks. Pensé entonces que era mejor hacer aquello mañana, ni siquiera quería pensar el nombre para describir lo que iba a hacer, y regrese.
Solo un día más me dije, quise ir a su casa, pero preferí no ir y aguantarme las ganas de verla, de tocarla, de abrazarla y pedirle perdón por comportarme así con ella.
Llegue a mi casa de noche, ya no habían cosas se las habían llevado todas. Entré y no había nadie, supuse que andaban de caza, me senté en el suelo frente a la ventana de la sala tendría tiempo para encontrar las palabras que decirle sin dañarle tanto, pero cuales serian; “Bella, ya no te amo”- es muy probable que crea que es una broma de mal gusto, -“Mi corazón nunca te ha pertenecido”- No, sabría que le mentía - Un “Lamento que haber perdido tiempo contigo, no eras mas que un juego”- No demasiado cruel.- “Me di cuenta que nunca te amé”- Algo así. Talvez. – Eres humana, yo no por eso no puedo amarte mas”- Definitivamente no- “Ya no quiero estar con alguien como tu, eres muy frágil para mi”- Tampoco.- Un “No te convengo”
Sabía que hacer esto no era fácil, alomejor me tardaría horas en convencerla, o talvez solo hacerla que dudar de mi amor. Todavía me preguntaba si una vez teniéndola en frente, sería capaz de romperle el corazón al amor de mi existencia, de destrozar su propio amor hacia mí. De algo estaba seguro, tenía que ser convincente.
Era insoportable, tener que mentirle a ella. Y pensar que yo hubiera sido capaz de matar sin ningún remordimiento a quien se atreviera a hacerla pasar por ese dolor, que ni yo mismo podía soportar.
Las horas empezaron a pasar, las ganas de verla se hacían mas grandes, me podía conformar con solo verla y sentir su olor, estaba desesperado. Me pregunte como me la iba a arreglar cuando ya le digiera adiós y no tuviera mas excusas para ver esos ojos otra vez.
De pronto oí entrar a Esme, le mire, me vio y puso cara de tristeza. Quizás que expresión tenia mi rostro.
- Hijo mío. – Dijo cuando se acercaba a mí.- Cuanto estas sufriendo.- Me acogió
en sus brazos.
No pude decir nada. No me salía ninguna palabra.
- Sabes cuando mi pequeño hijo, murió en mis brazos, me sentí igual que tú ahora ese pequeño angelito era mi vida, y entiendo perfectamente que tu quieres lo mejor para Bella, pero dejarla no es lo mejor para ti, me preocupa que va a pasar contigo después, ya sabes que cuentas con toda nuestra familia y no te quiero perder, no soportaría perder a otro hijo, tu felicidad es ella, no hagas esto hijo, es demasiado tu sacrificio.
- Te quiero mamá. Pero no puedo – Es lo único que pude decirle, Esme siempre tan preocupada por mi. Me entristeció aun mas el verla triste por mí.
Dicen que a veces pesa mas la razón que el corazón, y mi razón era Bella, no importaba mi corazón congelado. Todo lo que iba a hacer era por ella, por su bien, por su vida y para que fuera feliz otra vez.
Le dije a Esme que les dijera a todos que hoy nos iríamos. Que no quedaba mucho más.
No podía seguir postergando lo que debía hacer.
Durante el trascurso del día en el instituto, seguí ignorándole, me resultaba más fácil o más bien dicho me resultaba con más naturalidad, que antes eso me sorprendió un poco.
La noté nerviosa, pero con un poco de firmeza y decisión, la acompañe a su auto y cuando me di cuenta de que quería hablar, yo me adelanté.
-¿Te importaría si voy a verte hoy? -Le pregunté un poco interesado
- Claro que no.
-¿Ahora? -Pregunté ansioso de nuevo mientras abría la puerta delantera.
-Sí, claro -Me respondió-. Sólo iba a echar una carta para Renée en el buzón de correos que hay de camino. Nos vemos allí.
Recogí la Carta para su madre. -Yo lo haré -Dije con calma-Y aun así llegaré antes que tú.
Le dedique la ultima sonrisa la que sabía que le encantaba.
- De acuerdo -Dijo inquieta y con un tono de voz inseguro.
Y me dirigí hacía el Volvo. No me llevo mucho realizar aquella tarea, era lo último que iba hacer para ayudarla y protegerla de cualquier peligro que pudiera pasar en el trayecto. Llegue antes que ella por supuesto. La espere fuera de su casa era mejor hablar en otro sitio.
Se dio cuenta que algo no estaba iba, suspiró y se dirigió a mi.
Salí del Volvo mientras ella del suyo. Me adelanté y el recogí el bolso y lo puse en el asiento.
-Vamos a dar un paseo -Dije con indiferencia y le tome la mano por última vez.
No deje tiempo para que encontrara una escusa para negarse
Me siguió a regañadientes mientras intentaba calmarse.
Llegado al sendero. Era un buen lugar. No estaba muy lejos de su casa, era un buen escenario.
Me adelante y recosté en un árbol y le mire directo a los ojos. Ella rompió el silencio yo no sabía como empezar.
- Está bien, hablemos -Dijo conservando la calma y se hizo la valiente para devolverme la mirada.
Respire profundamente -Aquí voy es la hora, lo tengo que hacer y bien.
- Bella, nos vamos.
Ella también inspiró profundamente. – ¿Que estará pensando? Bajo la mirada.
- ¿Por qué ahora? Otro año...
Esa era la manera, la escusa perfecta.
- Bella, ha llegado el momento. De todos modos, ¿cuánto tiempo más podemos
quedarnos en Forks? Carlisle apenas puede pasar por un treintañero y actualmente dice que tiene treinta y tres. Por mucho que queramos, pronto tendremos que empezar en otro lugar.
Se confundió. Me miró con un signo de interrogación en la cara. Le devolví la mirada con frialdad.
Entendió. Y su cara se desenfoco.
-Cuando dices nosotros... -Susurró.
No le deje terminar -Me refiero a mí y a mi familia.- Dije con voz quebrada, pero clara.
Sacudió la cabeza de un lado al otro, incrédula, intentó aclararse.
Esperé tranquilo mientras comprendía. Me dolía no poder tenerla entre mis brazos
Pasaron unos minutos y dijo
- Vale. Voy contigo.
- No puedes, Bella. El lugar adonde vamos... no es apropiado para ti.
-El sitio apropiado para mí es aquel en el que tú estés.
- No te convengo, Bella.- Me acordé de mi momento de práctica.
- No seas ridículo -Quiso sonar enfadada, pero sólo volvió a sonar como un gatito- Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
Y tú para mi, amor.
- Mi mundo no es para ti – Le dije la verdad.
-¡Lo que ha ocurrido con Jasper no ha sido nada, Edward, nada!
-Tienes razón -Concedí.
-¡Lo prometiste! Me prometiste en Phoenix que siempre permanecerías...- Se altero.
Trate de calmarla.
- Siempre que fuera bueno para ti —repuse.
- ¡No! ¿Esto tiene que ver con mi alma, no? —gritó—. Carlisle me habló de eso y a mí no me importa, Edward. ¡No me importa! Puedes llevarte mi alma, porque no la quiero sin ti, ¡ya es tuya!
Tu alma para mi es sagrada, es tu vida. Mi vida eres tú y solo tú puedes vivirla por los dos. Era lo que le quería gritar mi interior.
Respire hondo otra vez no podía permitirme flaquear y clave los ojos buen rato en el suelo. Me esta creyendo lo puedo ver. Amor mío te amo tanto solo quiero que tengas una vida feliz. Levante la vista duramente, ya no podía volver atrás. Ahora tenía que ser convincente.
- Bella, no quiero que me acompañes - Dije lentamente, le miré fríamente mientras ella trataba comprender lo que me le había dicho. Le di Tiempo
Me moría por saber que estaba pesando. Me miro directamente y dijo:
-¿Tú... no... me quieres?
Como me atrevía a negarle mis sentimientos.
No te si digo que te adoro es poco, te amo mas que nada en este mundo.
Por eso …
-No.- Fue lo único que pronunciaron mis labios.
Me miró, sin comprenderme. Sabia esto no es fácil pero no se como le devolví la mirada sin remordimiento. Se puso pálida.
Todo es mentira amor, le gritaban mis ojos.
Pero ya era demasiado tarde.
-Bien, eso cambia las cosas. Contestó con tono calmado eso me sorprendió.
Eso era todo, ¿ya me creyó? Eso fue Horrible, verdaderamente Insoportable.
Me resistí a creerlo.
-En cierto modo, te he querido, por supuesto, pero lo que pasó la otra noche me hizo darme cuenta de que necesito un cambio. Porque me he cansado de intentar ser lo que no soy. No soy humano - Te amo, mi amor, te amo.
Le miré de nuevo incrédulo. Seguí
-He permitido que esto llegara demasiado lejos y lo lamento mucho.
- No-Repuso -No lo hagas-Me pidió.
Quería acércame, decirle que la amaba, que todo era mentira pero mi cuerpo no respondió. Me limité a mirarla durante un instante.
Lo que estaba haciendo era por su bienestar.
- No me convienes, Bella.- Le solté
Hizo un gesto de dolor, el dolor que sentía yo.
Abrió la boca para decir algo, pero la volvió a cerrarla. Aguardé que me dijera que no me creía que sabía que todo era falso.
¿Que estaba pensando?
-Si... es eso lo que quieres.- Susurro triste.
Me limité a asentir una sola vez.- No amor, le grité por dentro, no quiero alejarme de ti, pero lo tengo que hacer, solo espero que algún día lo entiendas.
Se paralizo. Su expresión era como si hubiera muerto su ser mas querido. Me acuerde de Esme cuando me dijo lo que se había atrevido a hacer cuando se murió su hijo. No Bella tu tienes que seguir con tu vida.
-Me gustaría pedirte un favor, a pesar de todo, si no es demasiado -Dije.
-Lo que quieras - Me prometió, con la voz ligeramente más fuerte.
- No hagas nada desesperado o estúpido -Le ordené, saliéndome de mi personaje. ¿Entiendes lo que te digo?
Asentó una vez.
Volví a mi pose. Un poco más tranquilo.
-Me refiero a Charlie, por supuesto, te necesita y has de cuidarte por él.
Asintió otra vez.
-Lo haré - Contestó.
Me relaje, tan solo un poco.
-Te haré una promesa a cambio –Dije- Te garantizo que no volverás a verme. - No regresaré ni volveré a hacerte pasar por todo esto. Podrás retomar tu vida sin que yo interfiera para nada. Será como si nunca hubiese existido.
Uy, no debí prometer aquello. Era demasiado. Trate de arreglarlo.
-No te preocupes. Eres humana y tu memoria es un auténtico colador. A vosotros, el tiempo os cura todas las heridas.
- ¿Y tus recuerdos? -Me recordó.
- Bueno -Apenas duró un segundo-Yo no olvidaré, pero los de mi clase...nos distraemos con suma facilidad. Sonreí al encontrar una respuesta a su pregunta. Me aleje un paso.
-Supongo que eso es todo. No te molestaremos más.- Ya estaba hecho. Ahora tenia que alejarme.
Seguí mirándola a los ojos. Ya no los iba a ver más.
- No. Los demás se han ido. Yo me he quedado para decirte adiós.
- ¿Alice se ha ido? - Preguntó en un susurro.
- Ella quería despedirse, pero la convencí de que una ruptura limpia sería mejor para ti.
- Adiós, Bella -Dije entonces con mi mejor voz.- Tenía terminar con esto.
- ¡Espera! – Se acerco hacia mí.
Le detuve y mis manos cerraron alrededor de sus muñecas. Me incliné para acariciar ligeramente su frente con mis labios durante un segundo. Ella no se dio cuenta, Se le cerraron los ojos.
- Cuídate mucho -Fue lo único que le dije a modo de despedida.- Adiós mi Amor, perdóname.
Respire su perfume por última vez y me aleje de ella.
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