Hola chiiicas :)
Quiero decirles algo... Al fic solo le falta un capítulo.
Se que posiblemente algunas me matarán, pero es que se me acabaron las ideas para este fic y creo que sería injusto si no lo termino, por lo que decidí inspirarme (obligada xD) y traerles los dos últimos capítulos del fic...
Muchísimas gracias por su apoyo, espero sus comentarios y sus votos y espero que les guste :)
Nos leemos en el último capítulo de ARRIESGANDOME.
La película fue graciosísima, desde que comenzó hasta que terminó no pude parar de reírme.
Cuando llegaron Carlisle y Esme nos pusimos a ver Saw VI… Me arrepentí completamente. La película era asquerosa. Desde que comenzó había escenas de los juegos, donde la gente se cortaba los brazos, eran aplastados, etc… una sola palabra describía toda la película… Asquerosa.
-¡Asco!- gritábamos a cada rato Rose y yo.
-Shh Bella- me decía Edward tiernamente al oído.
-Asco, asco, asco, asco- seguía diciendo en voz baja, pero Edward de todas formas me escuchaba.
-¿Quieres que subamos a mi habitación?- preguntó Edward y abrí mis ojos completamente, como platos, fue una pregunta inocente, pero de todas formas, se podía mal interpretar.
Edward al ver mi reacción soltó una ligera carcajada y me giró para que pudiera ver su rostro.
-Quise decir, ¿quieres subir conmigo y vemos otra cosa?- preguntó sonriendo.
-Ahhhh- dije soltando pausadamente.- Claro- dije suave.
-Vamos- dijo mientras se levantaba y me ayudaba a levantarme.
Supongo que nadie se dio cuenta que nos habíamos ido, pues todos tenían sus ojos enfocados en la pantalla, viendo lo que sea que estuviera pasando en la película.
-¿Qué quieres ver?- preguntó Edward una vez que estuvimos en su cuarto.
-No se… lo que sea- dije y una sonrisa apareció en el rostro de Edward al mismo tiempo que levantaba una ceja.
-¿Lo que sea?- preguntó.
-No bueno, lo que sea no- respondí rápidamente.
-Entonces…
-Cualquier cosa que no sea de miedo o de asco- aclaré.
-Que cobarde- dijo bajito en medio de risas, pero igual lo escuché.
-¡Hey, cobarde nada!- dije en mi defensa.
-Yo creo…- comenzó Edward, pero se paró de golpe.
-Tu crees… ¿Qué?- pregunté.
-Nada- dijo sonriendome.
-Dime- exigí
-No- dijo mientras se sentaba conmigo en su cama.
-Eddie, dime- dije con voz tierna.
-No- Dijo sonriendo por el apodo.
Él no quería decirme, yo quería saber… Era hora de utilizar la “artillería pesada”, como decía Alice.
Me arrodille en la cama, frente a Edward y coloqué mi cabello hacia mi hombro izquierdo.
-Bella, ¿Qué haces?- preguntó Edward girándose para quedar frente a mí.
-Nada- dije mientras jugaba con mi cabello.
-¿En que piensas? ¿Qué estas planeando? - preguntó Edward, quien se había comenzado a acercar a mi. Nunca pensé que una técnica como esta funcionara, pero era muy gracioso ver que a Edward le desesperaba montones no saber que pasaba por mi cabeza. Agradecí que no pudiera leer mentes, o el plan no funcionaría.
-Nada- repetí sin dirigirle la mirada siquiera.
-Bella, por favor- rogó mientras levantaba mi rostro cariñosamente con una de sus manos. Sus ojos estaban llenos de confusión, pero destacaba más el cariño con el que me estaba viendo.
-No estoy planeando nada Edward- dije coquetamente, sonriendo de lado y acercándome a sus labios.
-Be… Bella- dijo mientras colocaba sus manos en mi cintura.
Me acerqué más a su cuerpo. Casi no había espacio entre nosotros. Podía sentir su respiración errática. ¡Pobre Edward!... Si tan solo supiera…
-¿Me vas a decir que estás pensando?- pregunté sobre sus labios.
-Yo… Ehhh… creo que ya no pondré la película de terror que iba a poner- dijo Edward.
-¡AJA!- grité separándome de golpe de él. Edward había caído.
-Creo que me perdí- dijo rascándose la nuca nerviosamente- ¿Qué acaba de pasar?.
-Acabas de caer con mi artillería pesada- dije cruzándome de brazos- ¿En realidad me ibas a obligar a ver una película de terror? ¡Sabes que odio las películas de terror Edward!- dije exasperada.
-Yo… mmm… todavía no aclaro mi mente, dame un segundo- dijo mientras se levantaba de la cama y caminaba frente a mi.
-Ponla- dije luego de unos minutos viendo a Edward de aquí, para allá y de allá para acá. Se paró de golpe y me miró frunciendo el seño.- Si tengo pesadillas, tu vas a sufrir las consecuencias- dije todavía con mis brazos cruzados en mi pecho.
- Eres una pequeña mala influencia- dijo sonriendo.
-Lo se- dije con aire de suficiencia.
-Edward colocó algo en la tele, pero no le prestamos atención. Lo único que hicimos fue hablar.
Esa noche me enteré que él quería comprarme un auto, pero me negué completamente, de nuevo.
Habíamos estado hablando durante un largo rato, pero ya no aguantaba el sueño, estaba a punto de irme a mi habitación, pero Edward no me dejó, por lo que esa noche, dormí con Edward.
Comencé a despertarme cuando sentí algunos rayos de sol que se colaban por la ventana. Estaba demasiado cómoda como para moverme, sentía el peso de los brazos de Edward en mi cintura y nuestras piernas estaban enredadas en una posición un poco extraña pero cómoda para mí. Escuché como Edward comenzaba a despertarse, pues su respiración cambió de cadencia. Yo seguía haciéndome la dormida.
-No fue un sueño- susurró Edward. Supuse que era para que no me despertara.- “Mi reino por miles de mañanas despertando a su lado”- dijo en susurro y me derretí. El dijo que quería miles de despertares conmigo. Mi corazón estaba dando brinquitos en mi pecho y estoy segura que tenía una sonrisa en mis labios. No abrí mis ojos y traté que mi respiración siguiera continua y relajada.
-Se ven lindos- dijo Alice en susurros.
-Sal de aquí enana- dijo Edward, pero luego su pecho se movió a causa de las risas.
-La vas a despertar si te sigues riendo- dijo Alice.- ¿Algún día le vas a decir?- preguntó Alice con voz tierna.
-Es lo que más quiero en el mundo enana, pero quiero que sea especial- dijo Edward… ¿de qué estaban hablando?.
-No puedes esperar toda la vida- dijo Alice.- Además, todavía no has decidido si vuelves a Harvard… Creo que tienes que pensar lo que vas a hacer- dijo Alice en tono desesperado… Ella había dicho lo que yo tanto deseaba escuchar… Quería saber si Edward se iba a ir de nuevo, o si se quedaba conmigo.
-Ya se que no puedo esperar toda la vida- dijo Edward y sentí como acariciaba mi cabello. “Responde lo de la universidad, por favor, responde” pedía en mi mente.
-Además, tienes competencia por Bella- dijo Alice riendo- creo que a muchos chicos del pueblo les gustó mi amiga- dijo Alice. “Al único que quiero es a Edward” pensé y una sonrisa se puso en mis labios.- ¿Con quién estará soñando?- preguntó Alice.
-¿Por qué lo dices?- preguntó Edward.
-Está sonriendo- dijo Alice.
-Es hermosa- dijo Edward luego de unos segundos.
-Bueno hermanito, creo que es hora de despertar a la Bella Durmiente- dijo Alice y sentí como se sentó en la cama, justo a mi lado.
-Alice, yo la despierto- dijo Edward.
-Nop, yo la quiero despertar- dijo y comenzó a hacerme cosquillas.
Traté de resistirme unos segundos, pues supuestamente, yo estaba dormida, pero no duré mucho. Comencé a reírme como una tonta y terminé de trasero en el suelo
-¡AUCH!- me quejé en el suelo.
-Buenos días bella- dijo Alice sonriendo mientras me ayudaba a levantarme- ya se que escuchaste todo, no soy tonta- me susurró al oído.
-No le digas nada- le susurré de vuelta- Gracias por despertarme tan cordialmente Alice- dije a en voz normal.
Me giré a ver a Edward y me sonreía.
-No te burles- dije frunciendo mi seño
-No lo iba a hacer- dijo todavía sonriendome y mirándome tiernamente.
-Bueno, bueno, ya, ambos a bañarse y a cambiarse, es momento de arreglar las cosas para navidad- dijo Alice empujándome un poco.
-Dios, ¿Otra cosa al estilo Alice Cullen?- pregunté en medio de risas.
-Si- dijo dando saltitos- y este año es más especial- dijo mirando solamente a Edward.
Recogí mis zapatos y caminé lentamente hacia la puerta, tratando de escuchar lo que pudiera de la conversación de Alice con Edward. Lo único que escuché fue “Ya tiene un puesto especial en la familia, debería ser tu novia desde el primer momento que la besaste”… y con eso en mi cabeza, me metí a bañar.
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