
DISCLAIMER: Ninguno de los personasje que aparecen en est histoira me pertenecen, son propiedad exclusiva de S. Meyer. Solo el personaje de Gaby es de mi invención
AVISO: Este capitulo comienza con un Pov Bella, pero en un momento determinado la narracion cambia a tercera persona. Me pareció que podia resultar divertido.
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Capitulo 34: Despedidas de solteros
Pov Bella
Estábamos a mediados de junio, me quedaban pocos días para volver a casarme con Edward y estaba de lo más nerviosa, tanto o más que la primera vez. Esto que íbamos a hacer significaba mucho para mí, para los dos. Alice me había arrastrado de compras por todo Seattle y me había hecho adquirir unos conjuntos de ropa interior que le iban a dejar sin habla, si hasta me daba vergüenza ponérmelos y además con la tripita, que ya se me empezaba a notar un poco, no creo yo que fuesen los más adecuados, pero Alice era Alice. Estaba ya de tres meses. Gaby se había empeñado en ir con nosotros a hacernos la ecografía y ¿cómo negárselo? No se me olvidarán jamás sus gritos de alegría cuando vio por primera vez a su hermanito o hermanita. Ni tampoco se me olvidará su cara de ángel caído con ese upss perdón ya sé que en un hospital no se chilla. Desde ese momento se había aliado con sus tías y abuelas y no hacían más que hablar de vestidos, cunas, babys shower y no sé qué otras cosas más que me daban verdadero miedo, pero me alegraba verla tan entusiasmada después de todo lo que había pasado. Como Alice estaba de un mes menos que yo, se hizo una ecografía el mismo día. Desde el primer momento que se enteró de su embarazo no hacía más que decir que seguro sería una niña y lo contenta que estaba con ello. Hacia todo tipo de planes que por supuesto incluían el inculcarle el dudoso hobbie de ir de compras cada dos por tres. Su entusiasmo e hiperactividad, acentuadas con el embarazo, me hacían sentir lástima de la pobre niña o el pobre niño que llevaba en su interior. Y lástima de mí que me veía arrastrada de nuevo de tienda en tienda de bebés comprando esto o aquello. En realidad hacía falta comprar cosas para el bebé, como su cuna, los muebles para su habitación y cosas por el estilo pero Alice era incansable para una pobre mujer embarazada con la que no había derecho de portarse así. Y por otro lado, sentía lástima por su futura hija, si es que al final era una niña, ya la veía desde muy pequeña de tienda en tienda, de spa en spa y…no quería ni pensarlo ¡Que estrés! —Pues yo no veo la necesidad Alice, te lo digo en serio. No es como si me casara por primera vez, solo voy a renovar los votos ¿para qué narices quiero una despedida de soltera? –le dije mientras íbamos saliendo del centro comercial camino del parking. —Porque tus muy queridas amigas aquí presentes —apostilló Nessie— no tuvimos despedida la primera vez que te casaste, nos la debes… —Pero una despedida de soltera es para aquellas que dicen adiós a su libertad y yo no me siento así. Además, ¿dónde vamos con esta tripa, dime? —Todavía no se nos nota nada Bella no seas exagerada, estamos de pocos meses. —¿Qué no se nos nota?, ¿y este bulto que tenemos aquí que es, un grano? —Tú misma lo has dicho Bella, un grano. Mira que eres exagerada. No se nos nota nada y no veo razón alguna como para no podernos divertir, lo malo son las nauseas ¿qué tal lo llevas tú? –dijo Alice haciendo una mueca de asco. —No se nos notará aún y todo lo que tú quieras, pero estarlo lo estamos, ¿qué hacen un par de embarazadas en un boys? porque claro conociéndoos seguro que es donde querréis que acabemos ¿O no? —Bueno…esto… verás… —Alice… ¿no habrás reservado en un local de esos de mala muerte de Port Ángeles o Seattle donde hay unos tíos muy monos dispuestos a desnudarse?, ¿no? —Pues sí Bella, ya lo hice pero no es de mala muerte, ¿tan poco confías en mi? —Bravo que os divirtáis, yo no pienso ir —Bella… —Alice… —Vale, vale, no vamos al boys —dijo Nessie conciliadora —pero algo tenemos que hacer. —Pues ya que os empeñáis a mí se me ocurre que vayamos a celebrarlo todos juntos, mujeres y hombres. Alice –le dije suplicante—eso si me gusta, lo otro no me convence. —Mira Bella. Sé que los chicos le están preparando a Edward una despedida igual y están muy entusiasmados. Aunque bueno Edward… uff—gruñó—estáis hechos el uno para el otro. —No me digas que se lo van a llevar a ver unas strippers. ¿Y él ha accedido?—pregunté incrédula. —No, pero no va a tener más remedio. —Esto…a ver…una cosita… ¿alguien se acuerda de donde hemos dejado el coche? –preguntó de pronto Rose una vez que hubimos llegado al parking. Hay…madre…de…Dios, pensé para mí. Y ya no tenemos al FBI detrás de nosotras para sacarnos del apuro —No se supone que es la que conduce quien tiene que preocuparse de ese detalle –preguntó Nessie alzando una ceja – ¿qué hacemos? —Pues supongo que buscarlo. —Te dije que el día que no tuviéramos al FBI detrás tendríamos un buen problema con esto, ¿cómo vamos a encontrar un maldito coche en un aparcamiento tan grande a ver? –dijo Alice un poco nerviosa —Bueno es amarillo y bastante llamativo –dije yo con una mueca a caballo entre la duda y la inseguridad. —Pues espero que lo encontremos porque si tenemos que llamar a los chicos. Uff no quiero ni pensar en Emmett, va a estar con la bromita años y años, ya lo verás. Se va a vengar por la bronca que le eché al creer que había sido él quien había hablado demás cuando Gaby se enteró de tu embarazo –dijo Rose y las demás estuvimos de acuerdo. Edward iba a estar meses riéndose y no digamos Jasper y Jacob, por Dios no quería ni pensar en Jacob y Emmett los dos juntos con la bromita. —Pues espero que lo encontremos –dijo Nessie supongo que pensando en Jacob igual que yo… —A ver –dije yo–, somos mujeres fuertes, valientes e independientes. De esas a las que no se nos pone nada por delante ¿o no? Pues nada vamos a encontrar el coche por nosotras mismas sí o sí, estaría bueno. Somos cuatro, Rose ve por allí, Alice por ese lado, Nessie mira tú por aquí mientras yo voy a aquella zona más alejada, la primera que lo encuentre que llame al móvil. No puede ser tan difícil ¿no? Y a los chicos ni una palabra –y sin más que decir me lancé muy digna a buscar por la zona que me había asignado… ———————————————————————————————
Narración en tercera persona
En un lugar indeterminado de Seattle, Emmett Swan sentía como alguien lo zarandeaba sin piedad, pero sencillamente él no tenía ganas de levantarse. Había bebido tanto la noche pasada que tenía un fuertísimo dolor de cabeza y estaba seguro que si levantaba la misma de la almohada, toda la habitación le daría vueltas provocándole unas irremediables ganas de vomitar. A su lado Jasper Whitlock, la persona que lo zarandeaba, no estaba mejor que él, pero se había levantado como buenamente pudo porque no tenía más remedio. —Emmett, Emmett, ¡despierta! —Un poquito más, dejadme un poquito más, por favor. —Emmett créeme, es urgente, Edward no está, le llamo al móvil y no contesta. La última vez que le vi estaba como una cuba bailando sin parar con aquella mujer y después…nada. Lo hemos perdido, hermano, levántate por Dios, tenemos que encontrarle. Como Alice y Rose se enteren de esto nos van a matar, te juro que vamos a ser historia y Bella… dios pobre Bella, como Edward se haya ido con esa mujer con la que bailaba y Bella se entere, no se lo perdonará Emmett, esta vez sí que no se lo perdona. —¿Cómo que Edward no está?, ¿qué es eso de que le hemos perdido?, ¿quién era la mujer con la que bailaba? no, Edward no le haría eso a su Bella ni borracho, él no la traicionaría así y menos a tres días de su boda y estando ella embarazada. Conozco lo suficiente a mi hermano. Él lo ha pasado muy mal como para ahora tirarlo todo por la borda —Yo también pienso lo mismo, pero ¿dónde diablos está?, ¿y porque no contesta al dichoso móvil? Estaba muy borracho Emmett no sabía lo que hacía y si… — No, no lo creo. Aunque si mal no recuerdo…Jared, Jacob, Ben, Garrett, tu y yo salimos solos de aquella discoteca, Edward no iba con nosotros… A propósito ¿dónde están Jacob, Jared, Garrett y Ben? —¡Y yo que sé! Emmett iba tan borracho que ni siquiera me acuerdo de haber salido del aquella dichosa discoteca y ni siquiera me acuerdo de haber llegado hasta aquí. Y Jacob ha bajado a recepción a ver si le han visto entrar o salir o darnos alguna noticia de él mientras que Ben sigue intentando que le coja el móvil pero nada, lo tiene desconectado, y Garrett ha salido, junto con Jared a ver si estaba por la calle. —Nada de nada— dijo Jacob en ese momento entrando por la puerta—, nadie lo ha visto, nadie sabe nada de él. —El móvil sigue desconectado –informaba Ben a su vez. —Nos hemos recorrido el parque y los alrededores y no hay ni señal de él –dijeron Garrett y Jared entrando por la puerta. —Lo que tenemos que hacer –propuso Jacob intentando mantener la calma como buen agente que era— es darnos una ducha que nos despeje y reconstruir nuestros pasos desde el principio, hasta que llegamos a aquella discoteca y salimos de allí. —Está bien, empecemos…. —Primero la ducha vale. ¡Dios! Y después un coctel de aspirinas y algo para la resaca –dijo Ben masajeándose las sienes…
Mientras tanto, en otro lugar no determinado de Seattle:
Nessie se removió inquieta en la cama buscando con la mano el cuerpo de su amado Jacob, cuando lo encontró se acercó a él y se acurrucó en su pecho. Rosalie que en ese momento estaba despertando con un dolor de cabeza terrible llevó su mano hacia arriba intentando despertar a Emmett para que le trajera una aspirina. ¿Por qué le dolía tanto la cabeza? Sinceramente no lo sabía. —Emmett, Emmett, despierta por favor. —Ahora no quiero despertarme Jacob déjame por favor, no seas pesado, aún es de noche y… ¡Un momento! Esa no era la voz de Jacob, parecía la de Rose pero que hacia Rose en su habitación y llamando a Emmett. Bah, sería solo un sueño… así que siguió durmiendo plácidamente. Rose al no obtener respuesta alguna, empezó a zarandear más fuertemente a Emmett, necesitaba esa aspirina cuanto antes y ella no tenía ninguna intención de levantarse a por ella, para eso tenía a Emmett ¿no? Así que decidió hacer un esfuerzo abriendo los ojos al tiempo que Nessie, ante los fuertes zarandeos, también los abría. Es evidente que ninguna encontró a su lado la cara y el cuerpo que esperaban encontrar… —¡Aggggggggg!— chillaron las dos a la vez cayendo al suelo una a cada lado de la cama. —¿Se puede saber que haces en mi habitación Rose?, ¿dónde diablos está Jacob? —Esa pregunta también te la podría hacer yo a ti no, y no sé dónde está Jacob y… esta habitación no es la tuya ni la mía es… —El hotel que alquilamos anoche pensando en que estaríamos tan borrachas que no podríamos volver a Forks —dijo Alice que salía en ese momento de la habitación contigua con cara de dormida, seguida de una especie de zombi que atendía al nombre de Kim —vaya despedida ¿eh? no se podrá quejar… con boys y todo. Aunque no entiendo porqué se vino antes al hotel y encima sin decirnos nada, pero… ¿dónde diablos está? —Supongo que en la ducha —No, en la ducha no está, yo acabo de salir de ahí –dijo una muy somnolienta Ángela, saliendo en ese momento del baño —A lo mejor ha ido a por el desayuno. —No tiene porqué con llamar al servicio de habitaciones…—dijo Kate que en ese momento emergía desde los confines del sillón. —¿Entonces donde está? —¡Hay Dios, hay Dios, hay Dios!…—exclamó Nessie. —Hay Dios ¿qué? Nessie –preguntaron a la vez Alice, Ángela, Kate, Kim y Rose. —Chicas…hemos perdido a Bella. —¿Cómo que hemos perdido a Bella?, eso es imposible ella estaba con nosotros cuando vinieron los boys y subimos a bailar con ellos y… ¡madre mía!, que yo recuerde Bella no subió con nosotros –dijo Alice. —¿Y dónde diablos se metió? –preguntó Ángela incapaz de recordar nada de nada. —Ya verás cuando se entere Edward de que hemos perdido a Bella, las seis vamos a ser historia, como si lo viera, con el genio que se gasta, y lo mal que le sienta que nadie toque a su Bella. Alice, ¿no estaría tan borracha como para liarse con alguno y escapar con él?, ¿recuerdas a aquel armario de tres puertas que estaba intentando ligar con ella? ¿Y si…? —¡No!— gritó Alice— Bella no sería capaz de hacerle eso a Edward, lo ha pasado muy mal y tú lo sabes, ¿cómo se te ocurre Rose?, parece mentira que no la conozcas. —Pero ella nunca bebe ¿y si le dimos demasiado alcohol? –sugirió Kim incapaz de encontrar una respuesta más adecuada. —Estamos embarazadas Kim, aquí las únicas que bebisteis alcohol fuisteis Nessie, Kate, Ángela, Rose y tu. —¿Y entonces porque tú no te enteraste tampoco de nada? —Esto…pues yo…, la verdad es que si me di cuenta que al regresar Bella no venía con nosotras, pero como es como es, yo pensé que se había hartado y había decidido volver al hotel. Cuando llegamos aquí estaba tan cansada que no me molesté en buscar. —Bueno ahora de lo que se trata es de encontrarla ¿ok?, a ver reconstruyamos nuestros pasos hasta llegar a la maldita discoteca… —sugirió Nessie. —Yo creo que primero tendríamos que ducharnos, intentar desayunar algo y pedir un remedio para el dolor de cabeza ¿no crees? ¡Por Dios chicas! No tengo ni idea de que hicimos anoche pero debió ser algo muy gordo, muy, muy gordo…—dijo Kate apesadumbrada. —No lo sabes tú bien –dijo Alice dejando aún más preocupadas a sus cinco amigas Una hora después Jasper, Jacob, Ben, Garrett y Emmett, una vez recompuestos, más o menos, cerraban la puerta de la habitación y echaban a correr, como buenamente pudieron, hacia un ascensor que en esos momentos se estaba cerrando. —¿Qué hacéis vosotros aquí?— preguntaba una muy asombrada Alice. —Lo mismo podríamos preguntar nosotros— contestaron a la vez unos muy indignados Emmett, Jacob, Garrett, Jared, Ben y Jasper, mientras entraban en un ascensor que más que un ascensor parecía el camarote de los Hermanos Marx…… —¿Edward?, ¿dónde está mi cuñado?—preguntó Rose. —Esto… buscando el coche…eso… —contestaron los seis a la vez— ¿y Bella? —Bueno pues…umm… pagando la cuenta —contestaron no muy convencidas las seis chicas. —¿Sí?, ¿pues porque no la veo en recepción? –preguntó Jasper y las seis despistadas se dieron cuenta de que habían llegado al vestíbulo. —Bueno pues…ummm… habrá ido a por el coche también. —¿Pero no habías venido en tu porche Alice?— preguntó Emmett— se supone que como estás embarazada no ibas a beber. —Por favor, dejar de hacer preguntas tontas que no tengo yo la mañanita para rollos. —Bueno nosotros nos vamos que tenemos…algo que hacer—si buscar al novio dijeron para sí mismos. —Pues nosotras también— una gran labor detectivesca dijo también Alice muy bajito. —¿Cómo?, ¿qué habéis dicho?—preguntó Rose. —¿Nosotros?, ¿qué hemos dicho nosotros?, nada, que vamos a decir, —Pues he oído algo de que tenéis que buscar al novio. —Bueno y yo escuché algo de una labor detectivesca. —¿No me digáis que habéis perdido a Bella? —¿Y vosotros a Edward? —Bueno pues ummm…. —contestaron todos a la vez mirando para todas direcciones. —Confesad vosotros primero y confesaremos nosotras después —Está bien, hemos perdido a Edward, no sabemos dónde está, la última vez estaba bailando con una chica pelirroja y bastante exuberante y después de eso… —¿No me estaréis intentando decir que mi cuñado puede que ahora esté rebozándose en la cama con una cualquiera y engañando a Bella?— preguntó Rose—, te juro que como haya hecho eso, no se casa con Bella por encima de mi cadáver, Bella no se lo merece. —Eso ya lo arreglaremos en su momento, pero ¿dónde está Bella? —Bueno la última vez que la vimos estaba muy borracha y un chico estaba intentando ligar con ella. —¿Borracha? Bella está embarazada igual que tú y no me puedo creer que con lo que ella es, se emborrache en su estado—dijo Jacob muy convencido. —Pues tienes razón —dijeron las seis mujeres a la vez cayendo en la cuenta. Entonces si no estaba borracha… —Por favor esperemos que Bella no… Edward no lo podría resistir. —Pues tendrá que hacerlo, ¿qué hay de su pelirroja? —Él por lo menos sí estaba borracho y no tenía sus facultades totalmente en uso. —¿Estas insultando a mi amiga?—preguntó una muy enfurecida y hormonal Alice –a lo mejor está perdida por ahí y no sabe como volver y nosotros aquí insultándola –agregó ante la cara de incredulidad de todos. —Mira lo mejor será es que los busquemos y que uno no se entere del desliz del otro –propuso Jasper retrocediendo dos pasos ante la furia de su esposa. —Eso es aplicar un parche al agujero, ¿tú crees que con lo que son se lo ocultaran mucho tiempo? se han prometido contárselo todo. Edward ya metió la pata una vez con eso… —Dejémonos de suposiciones y busquémoslos. Nosotros habíamos pensado volver al último sitio que le vimos y recomponer desde ahí nuestros pasos. —¿Cuál fue el último sitio? —La discoteca Cannabis. —Qué casualidad, nosotras igual. —¿Cómo no nos vimos? —Bueno…umm…quizás no estábamos en el mismo lugar porque… —Claro estabais en la parte de los boys… ¿no?, mi querida y muy embarazada esposa— preguntó Jasper alzando una ceja—. Te voy a dar yo a ti boys. —Porque estemos fuera del mercado no quiere decir que no podamos mirar la mercancía además era una despedida de soltera y… —Mejor te callas Rose –dijo Nessie mirando de reojo el color escarlata que se le estaba poniendo a Emmett. —¿Y tú qué?, yo intentando venir aquí, trabajando como un negro para conseguirlo, pidiendo mil y un favores para poder estar con Edward esta noche, y tú de boys –preguntó Jacob de evidente mal humor. —Oye que yo no hice nada malo. Nada que no haríais vosotros. —¿Y vosotros que se supone que estabais haciendo, mi querido esposo y futuro padre de mi hija?–preguntó Alice—decís que Edward estaba bailando con una pelirroja despampanante, pero ¿y vosotros? guardando el celibato. —Bueno dejemos de discutir y empecemos a buscar ¿Ok? –dijo Garrett —Claro cuando se les pilla con las manos en la masa, hay que salirse por la tangente – dijeron las seis amigas a la vez.
Mientras en otro lado de Seattle no muy lejano a donde estaban estos doce pares de patas para un banco, Edward se encontraba medio despierto con el cuerpo desnudo de una mujer entre sus brazos. Habían pasado toda la noche haciendo el amor, una de las mejores noches de su vida… de repente vio como la mujer se revolvía entre sus brazos, señal de que estaba despierta… —Buenos días, amor, ¿Que tal has dormido? —Ha sido una noche magnifica Edward, que pena que se haya acabado. —Esta sí, pero habrá muchas más como esta, muchas. —¿Pero que no te casas en tres días? —Si con la mujer de mi vida, con la única que amo, he amado y amaré siempre, con mi compañera, amiga, mi esposa… —¿Y qué dirá cuando se entere de la noche que has pasado? —Umm… no creo que tenga nada que objetar, seguro que ella lo ha pasado tan bien como yo. —No te quepa la menor duda —y una vez dicho esto se fundieron en un beso que acabó como siempre acaban estos besos, haciendo el amor descontroladamente, con pasión, con fuerza, con lujuria…, las manos de él descendieron lentamente por su abdomen hasta llegar a su centro el cual masajeó y tocó, con mucho cuidado y delicadeza. Metió un par de dedos dentro de ella y al comprobar que estaba húmeda y completamente lista para él se introdujo lentamente dentro de ella, disfrutando cada segundo. Ella lo recibió complacida pero de alguna manera consiguió darse la vuelta para que Edward quedara debajo de ella y empezó a cabalgarle con impaciencia bastante descontenta con la lentitud que Edward demostraba. Los dos se movían en perfecta armonía y sincronización, los pechos de ella bailaban libres sobre los ojos y boca de un muy excitado Edward que no pudo reprimir el deseo de morderlos, besarlos y chupárselos desesperadamente recibiendo como repuesta una aceleración demasiado brusca en los movimientos de su pareja de baile, que se movían más rápidos y lujuriosos mientras le besaba al tiempo la boca, la barbilla… hasta que el éxtasis los alcanzó. Los dos se desplomaron uno encima del otro satisfechos y exhaustos después de haber disfrutado de un exquisito orgasmo. —Cuando te vi ayer me pareciste la mujer más hermosa de la discoteca — dijo Edward una vez hubieron terminado. —Y a mí el más guapo, siempre serás el más guapo, siempre me lo pareciste —Pero esa peluca pelirroja no me gusta, me gustan más las castañas—dijo Edward —Fue la primera que pude comprar sin que se enteraran las chicas. ¿Tú crees que ya se habrán dado cuenta de nuestra desaparición? —Seguramente estén buscándonos por todo Seattle como locos, pero se lo merecen. Ellas por llevar a mi mujer y madre de mis hijos a ver boys cuando el único boy que tiene que ver desnudo es este de aquí— dijo señalándose a sí mismo. —Y a ellos por emborracharte, llevarte a ver strippers y dejarte bailar con una pelirroja desconocida, aunque esa pelirroja fuese yo con una peluca, pero ellos no lo sabían. —Me encanta lo bien que funcionó nuestro plan. —Fue divertido manipularles para llevarles directamente a la discoteca. Emmett no quería ir ni Jacob tampoco, pretendían ir…bueno ya los conoces. —Sí, los conozco demasiado bien. Pobres de Rose y Nessie. Si no fuera porque uno es mi hermano y el otro mi amigo. —Desde luego que no teníamos bastante con las ocurrencias de Emmett y ahora se sumó un gracioso más al grupo. —Menos mal que conseguí sonsacarles el nombre de la discoteca y el del hotel ja, ja, ja, no quería decírmelo, pero a Kim se le escapó. —Fue muy excitante ver cómo me seducías bailando de aquella forma, mi pelirroja particular. —Pues tú tampoco te quedabas atrás, me recordó a nuestra época del instituto. —Y los muy tontos se creyeron que de verdad estaba ligando y borracho, de Jasper, Jared, Garrett y Jacob, bueno todavía me lo creo, pero mira que de mi hermano y Ben, como si no me conocieran. Claro que…los que estaba como una cuba era ellos. Fue muy divertido hacerles creer que bebía cuando en realidad vaciaba mi bebida en la primera planta que encontraba. —uff, vas a tener la culpa de la muerte súbita de todas las plantas de Seattle. —Esperemos que por lo menos se enteren de que nosotros no queríamos despedida de solteros, esos son para los que siente que pierden su libertad, yo siento sin embargo, que por fin y después de mucho dolor y sufrimiento, recupero mi vida, una muy hermosa a tu lado y al lado de nuestros hijos. —Lo mismo digo. —No te puedes imaginar cuanto te amo Bella Masen Swan. —No más que yo a ti Edward Anthony Masen. —¿Qué te parece si conectamos ya los móviles amor?, no me gustaría que Emmett o Jacob pusieran en jaque a toda la policía de Seattle. —No me extrañaría, cielo con lo que ellos son…. –contestó Bella mientras conectaba su móvil de nuevo –esto ¿por dónde íbamos? –preguntó hundiéndose de nuevo en el cuerpo de su marido quien la recibió con muy buenos ánimos
Y volviendo de nuevo con nuestros despistados amigos:
—¿Entonces me quiere usted decir que los vio salir a los dos juntos?–preguntaba una muy desconcertada Alice—, pero si mi amiga es castaña y esa mujer era pelirroja. —Señora —dijo el camarero del bar—, estoy seguro de que era su amiga, esos ojos que me describe no los olvidaré en mi vida. —Vamos a ver una cosita –dijo Kate con la cara de empezar a entender un poco la situación—. Nosotras llamamos a Bella al móvil y nos dice que está desconectado ¿cierto? —Sí –contestaron las chicas no muy convencidas de adonde quería llegar su amiga. —Y vosotros –siguió Kate — llamáis al de Edward y también esta desconectado. —Sí –contestaron a su vez los chicos. —¿Y no os dice esto nada? , ¿soy yo la única lista del grupo? —Nos han engañado los dos –dijeron de pronto Jacob y Jared hablando como si acabaran de resolver ellos solitos un caso de lo más misterioso— ¿no lo veis?, de alguna forma nos llevaron a la misma discoteca para escabullirse juntos a la primera oportunidad. Seguro que ahora están en casa riéndose a nuestra costa. —Bella no hacía más que preguntar el nombre de la discoteca donde habías reservado –dijo Kim— y sin querer se me escapó. —Me va a oír, te juro que me va a escuchar todo lo que voy a decirle –dijo una muy enojada Alice marcando el numero de Bella en su teléfono móvil. —¿Diga? —Bella, ¿cómo habéis podido? , ¿tú sabes el susto que nos hemos llevado? Te voy a… —Vale, vale, ya me quedó claro –respondió a lo que le decían al otro lado de la línea. —Estaban en otro hotel cerca de aquí –informó Alice a los demás poniendo tal cara de enojo que los demás estallaron en risas. Alice los miró ceñuda pero como pasa siempre a toda mujer embarazada sus hormonas en ese momento decidieron divertirse y Alice empezó a reír con los demás. —Mira que creernos que uno había engañado al otro, como si hubiera una fuerza capaz de lograr eso –dijo Emmett entre risas. —No te rías tanto maridito –dijo Rose con lágrimas en los ojos—, todavía me tienes que explicar cómo es que estabais tan borrachos que ni siquiera os enterasteis de que Edward no iba con vosotros al salir de la discoteca. —Esto…perdona…pero –dijo Jacob con voz socarrona— ¿pero quién tiene que dar explicaciones a quién? Todos volvieron a mirarse y empezaron de nuevo a reír como locos. En ese momento la Mercedes de Emmett paró cerca de ellos y los doce se dirigieron a sus muy traidores ocupantes. —Tenéis tres opciones –informó Edward a sus amigos y a su hermano —, volveros en autobús, volver conmigo o mirar a ver si entráis todos en el coche de Kate y Garrett, pero…ni una palabra de reproche. —Yo iré con las chicas –informó Bella saliendo del coche— nos vemos en casa amor. Y dicho esto Bella se dirigió a unas muy enojadas, o eso es lo que intentaban aparentar, amigas. —No os pongáis así, yo nunca quise esta despedida de soltera. Ya propuse ir todos juntos y aquí cierto duende hiperactivo como siempre hizo lo que le dio la gana. Bella escuchó un gruñido detrás de ella acompañada de unas risas. Con cara de suficiencia miró a la dueña del gruñido —¿Me vas a decir por donde se va al hotel pare coger los coches?, tengo ganas de estar en casa, ha sido una noche…muy interesante e intensa. Digamos que he tenido una despedida de soltera en condiciones, hasta he tenido un boy particular que no veas cómo me ha puesto las pilas y estoy de cansada… –dijo dejando a su amiga por primera vez en su vida, con la palabra en la boca. _______________________________________________
La idea de este capitulo me la dió la peliculas "Resacon en las Vegas" pero yo no he visto la pelicula asi que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia ja,ja,ja.
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