Mi corazón te pertenece

Autor: Rebeecaaa
Género: Romance
Fecha Creación: 23/05/2010
Fecha Actualización: 03/07/2010
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 6
Visitas: 7768
Capítulos: 6

Bella trabaja en la empresa de negocios más famosa de todo el país, fundada por su padre, quien no le brindó una grata infancia a Bella. En un encuentro casual, se encuentra con Edward Cullen, y una chispa surge entre ellos desde el primer momento en que se ven, ¿unirán para siempre sus vidas?

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Capítulo 4: Nuevo trabajo, nuevo problema.

BELLAPOV

Me desperté al lado de Edward, pero no le desperté, debía descansar. Fui a por el termómetro a ver si ya no tenía fiebre.

Estuve unos cinco minutos con él hasta que avisó que había acabado con la revisión. Miré el indicador y ponía 37 y medio. Bueno, era mucho mejor que dos grados más.

Fui a la cama y Edward estaba sentado en ella. Cuando me oyó entrar levantó la vista hacia mí.

-¿Dónde estabas?

-Fui a ponerme el termómetro. Tengo 37 y medio.

-Me alegro, pero debías haberme despertado para ir contigo.

-Te  veía cansado, lo siento.

-Bueno, te perdono por estar mejor.-y me regaló una sonrisa burlona.

Yo simplemente le abracé. Lo necesitaba.

-Bueno, entonces, ¿podré ir a trabajar?-su semblante se volvió seria al mencionar mi trabajo.

-¿Quieres seguir yendo allí, Bella? ¿No quieres trabajar conmigo?

-Claro que quiero, pero papá no me dejaría, y ahora me esperará una buena cuando me vea.

-Hoy no tengo trabajo… iré contigo.

-No, si te ve se enfurecerá más.

-Da igual, quiero ir contigo.

-De acuerdo…

Nos vestimos y fuimos en su coche. No hablamos en todo el trayecto. Cuando me bajé del auto, vino hacia mí y me cogió de la cintura.

-¿Estás segura?

-Lo estoy, ¿lo estás tú?

-Por supuesto, vamos.

Entramos y nos dirigimos a la última planta: la oficina de mi padre. Al llegar, la recepcionista nos mandó esperar hasta que mi padre pudiera atendernos. Esperamos veinte minutos y pudimos entrar.

Toqué a la puerta y escuché un ‘adelante’.

-Hola papá.

-Hombre, mira quién se ha dignado a venir a trabajar…

-Papá, he estado enferma, ¿no lo entiendes o qué te pasa?

-No me levantes la voz, y ¿quién es éste?-preguntó mirando a Edward.

-Oh, lo siento, es Edward Cullen, mi…novio.

-¿Novio? Claro, faltas al trabajo para ligar, ¿no?

-No exactamente.-intervino Edward.-Vine hace unas semanas a una reunión y la conocí, empezamos a salir amistosamente y le pedí yo el noviazgo. Ese día empezó a encontrarse mal.

-Nadie te ha pedido que hables, supongo que ella se sabe defender sola ¿no?

-No le ha pedido nadie que hable, pero puede hablar si quiere, para eso es mi novio.-le grité seriamente a mi padre, Edward me estrechó por la cintura.

-¡He dicho que no me levantes la voz! ¡Y yo soy el que dice aquí quién habla y quién no!- dijo levantándose y viniendo hacia mí. Edward se echó atrás y me puso detrás de él.

-Ya está bien, su hija se marchará de aquí a conseguir otro trabajo.

-No, ella no se marcha hasta que yo lo diga.

-¿Y para qué la quiere aquí? ¿Para tratarla como le trata?

-Iros, ahora.

-Nos vamos, pero no volveremos, y menos ella.

-Ya lo veremos.-dijo cuando Edward cerró la puerta. Me arrastró hacia el coche y empezó a conducir como un loco.

-Edward, ¿qué has hecho?

-Solucionarte el problema. No volverás allí a trabajar nunca.

-¿Y de qué viviré? ¿Sabes lo difícil que es conseguir un trabajo aquí?

-Sí, lo sé, por eso vamos a mi oficina a encontrarte un puesto decente y a mi lado.

-Sólo por haber dicho eso no está todo solucionado. No le conoces Edward.

-No sabe donde trabajo, no pasa nada.

-¡Pero sabe donde vivo! ¡Vendrá a buscarme y me llevará arrastras!

-Vivirás conmigo, luego vamos a tu casa a por nuestras cosas.

-Edward…

-Déjalo, hemos llegado.

El edificio era hermoso. No era muy alto, pero aún así era enorme. Edward me llevó a la segunda planta y allí habló con una mujer pidiendo un trabajo para mí con los mismos horarios que Edward y en la oficina de al lado.

-¿Ves, Bella? Ya tienes trabajo, y seguro que te pagarán más aquí.

-Gracias, Edward.

-Te quiero.

La verdad es que me encontraba mucho mejor allí, y con Edward allí no tenía preocupaciones. Pero mi padre... no pararía hasta que fuera otra vez… por las buenas, o por las malas…

Capítulo 3: Encuentros desagradables Capítulo 5: Encerrona

 


 


 
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