Arriesgándome

Autor: AxiisDaniiela
Género: General
Fecha Creación: 29/03/2010
Fecha Actualización: 01/04/2010
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 47
Visitas: 77848
Capítulos: 36

Amar es arriesgarse a que no te quieran. Esperar es arriesgarse a sentir dolor. Intentar es arriesgarse a fracasar. Pero hay que arriesgarse. Porque lo más peligroso en esta vida es no arriesgar nada…

Espero que disfruten de mi segundo Fic!....

Espero sus comentarios y sus votos :)

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Capítulo 4: Capitulo 4

Abrí la llave del agua caliente y no me metí hasta que los espejos del baño estuvieron completamente empañados. Una vez dentro del agua mis músculos se relajaron por la caída del agua caliente a través de mi piel. Me bañé un poco lento y cuando estuve lista me sequé y me puse la ropa que había traído. Decidí peinar mi cabello de lado y dejarlo suelto sobre mis hombros para que se secara solo.

Salí del baño y dejé la ropa sucia a un lado de la maleta, más tarde debería comenzar a ordenar todo y a buscar una lavandería cercana. Salí del cuarto descalza y caminé hacia la sala. Las chicas les estaban dando órdenes a dos chicos que no conocía mientras Emmett estaba muerto de la risa sentado en un sofá que tampoco había visto y supuse que él solo lo podía haber subido hasta aquí con total tranquilidad.

-Bella ven a sentarte con Emmett- dijo Rose en voz alta, haciendo que los dos chicos giraran sus cabezas en mi dirección. Uno de los chicos era rubio y tenía los mismos rasgos que Rosalie, deberían ser mellizos o algo así, porque de verdad se parecían. El otro chico tenía cabello color marrón cobrizo, sus ojos eran de un verde intenso y me miraba con su boca prácticamente abierta. Esto sin duda hizo que me ruborizara al máximo mientras iba caminando hasta donde estaba Emmett para sentarme a su lado.

-¿Te sientes bien Bella?- preguntó Emmett sin dejar de sonreír- Tienes la cara roja- dijo riendo muy fuerte.

-Sí, estoy bien- dije mientas me sentaba junto a Emmett y cruzaba mis piernas sobre el sofá- ¿Es un pantalla plana?- pregunté en voz alta a ver la enorme caja que llevaban los chicos a los cuales todavía no conocía.

-Efectivamente- dijo el rubio sonriendo en mi dirección.

Terminaron de poner el televisor en uno de los estantes y ambos chicos se acercaron a mí.

-Mucho gusto Bella, yo soy Jasper- dijo el rubio sonriéndome amablemente- Es genial que ya hayas llegado, Alice no dejaba de hablar de ti- dijo sonriendo más ahora.

-¿Cómo?- pregunté y sentí que mis ojos se abrieron de golpe mientras miraba a Alice, quien estaba sonriendo mucho más que antes.

-Te buscó en Google- dijo una voz aterciopelada que hizo que mi corazón se acelerara como nunca. Giré mi rostro y el chico de ojos verdes me estaba sonriendo lado. Estoy segura que mi cara se estaba poniendo tan roja que nunca iba a recuperar mi color normal de piel- Mucho gusto Bella, yo soy Edward- dijo mientras tomaba mi mano y hacía que una pequeña descarga eléctrica viajara a través de todo mi cuerpo. No estoy segura si él también la sintió, pero en el momento en que nuestros ojos se encontraron de verdad por primera vez, esa corriente se intensificó al triple.

-Ehhh… Igualmente- dije mientras trataba de salirme de aquel hechizo en el que me ponían aquellos ojos verdes.

-Bueno pequeña, ya conociste a mi hermano Eddy y a mi cuñado Jazz, así que… ¡Que comience el interrogatorio de entrada!- chilló Emmett a mi lado, haciéndome pegar un brinco en el sofá.

-Cierto- gritó Alice mientras daba pequeños saltos en su sitio y aplaudía.

-Yo comienzo- pidió Rosalie mientras se sentaba en la mesita de té que estaba frente a mí- ¿Cuántos años tienes Bella?- preguntó

-16- dije sintiéndome muy pequeña en ese momento.

-¿Cuándo cumples años?- preguntó Jasper.

-El 13 de septiembre

-¡Oh, eso es el jueves! – Gritó Alice llegando hasta mi lado- ¿Qué quieres de regalo?- preguntó muy entusiasmada.

-No lo sé- dije sincera, ¿cómo es posible que apenas estoy conociendo a esta chica y ya me quiere regalar algo?... no lo entendía.

-¿Cómo conseguiste la beca?- me preguntó Emmett.

-La embajada de USA hizo un concurso para estudiantes del último año de secundaria en el que debíamos demostrar cualquier teoría que quisiéramos a través de un experimento científico y el ganador recibía la oportunidad de presentar una prueba de ingreso a cualquier universidad que postulara. Yo postulé para Washington y quedé en la Escuela de Odontología.

-¿Es cierto entonces que eres una niña genio?- preguntó Rosalie

-No sé si genio o con mucha suerte, pero gracias a eso logré la beca- dije encogiéndome un poco de hombros.

-¿Cuál es tu color favorito?- preguntó Alice.

-Verde- dije sin dudarlo. Pero un momento, la última vez que me preguntaron mi color favorito había dicho el azul… ¡oh dios mío! ¿Qué me estaba pasando?

Todos se rieron un poco en la sala, por el hecho que no tardé ni un segundo en responder la pregunta.

-¿Te gusta ir de compras?- volvió a preguntar Alice con un brillo extraño en sus ojos.

-Depende- dije un poco a la defensiva.

-Mmmm...- fue lo único que dijo Alice.

-¿Dejaste algún novio en Venezuela?- preguntó Rosalie sonriendo, definitivamente eso era algo que no quería que preguntaran, pero igual lo hizo.

-¿Cómo sabes que soy de Venezuela?- pregunté tratando de evadir la pregunta que Rosalie me había hecho.

-Yo también se utilizar Google, Bella- dijo sonriendo- Ahora, ¿dejaste algún chico en Venezuela?

Respiré profundo antes de contestar – No- dije de una vez.

-¡NO TE CREO!- gritó Alice a mi lado.

-Es en serio- dije encogiéndome de hombros –Ser la nerda del colegio no me dejaba con posibilidades de conseguir novio- dije muy bajito, pero Emmett escuchó y de su boca salió la carcajada más ruidosa que había escuchado en mi vida- ¡Au!- grité tapándome los oídos y permitiendo que mis ojos viajaran al rostro de Edward, lo cual fue un total error. Cuando nuestros ojos se encontraron de nuevo, volví a sentir aquella corriente eléctrica que había sentido unos minutos atrás. Edward me estaba mirando a los ojos mientras tenía una sonrisa en sus hermosos labios.

-Bueno Bella, vamos a arreglar tu armario y tu cuarto, Rosalie se puede encargar de terminar de acomodar las cosas aquí afuera- dijo Alice de repente, creo que se había dado cuenta que me había quedado viendo a Edward mucho más tiempo de lo que se puede considerar “educado”.

-¿Acomodar?- gritó Jasper- Si lo único que hace es decirnos donde poner las cosas- dijo riéndose de él mismo.

-Cállate hermanito- dijo Rosalie riendo.

No pude escuchar más nada porque Alice me levantó de golpe del sofá y cuando me soltó perdí el equilibrio. Estaba segura que me iba a estrellar contra el suelo, pero unas manos se aferraron a mi cintura, impidiendo que cayera. Lentamente me volteé y vi a quien me había salvado del golpe, Edward. Su rostro estaba muy cerca del mío, prácticamente podía sentir su respiración contra mi cara y sus manos no habían dejado su posición en mi cintura, podía sentir su calor en mi piel. Sus ojos no estaban fijos en los míos, sino en mis labios…

-¿Estás bien?- preguntó sin dejar de ver mis labios.

-Sí, gracias- dije contendiendo un poco el aliento.

-Ya Edward, no se va a caer- dijo Emmett riendo.

Lentamente Edward quitó sus manos de mi cintura, pasó una de sus manos por sus cabellos, me dedicó una sonrisa torcida y se volteó hacia Emmett, Rosalie y Jasper, quienes tenían una mirada extraña en sus rostros. Me volteé de golpe a ver a Alice y ella también tenía esa mirada extraña en su rostro. Solo me sonrió y me tomó de la mano hacia mi cuarto. Una vez adentro brincó sobre mis maletas y las vació sobre la cama. No sé de dónde sacó la fuerza para moverlas ella sola, pero así fue.

-ALICE- grité cuando comenzó a tirar mi ropa por todo el cuarto.

-Relájate Bella, la estoy clasificando para poder guardarla en el armario y en las gavetas- dijo mientras seguía lanzando cosas a diferentes montones.

Estuve viendo un rato como Alice revoloteaba por mi ropa, metiendo algunas al armario y guardando otras en las gavetas, esperé hasta que ella me dejó ayudarla, tendimos la cama y guardamos las maletas debajo de ésta...

-Tienes ropa muy linda Bella- dijo una vez que había guardado casi todo ella sola- pero igual quiero que vayas conmigo a comprar ropa- me dijo sonriendo mucho.

-Está bien- dije resignándome.

-SIIII- gritó Alice dando saltitos y aplaudiendo- Tenemos que ir pronto, prométemelo- dijo mirándome.

-Hecho- dije tendiéndole mi mano, pero ella me abrazó muy fuerte.

-¡Eres un sol Bells!- dijo Alice utilizando el apodo que mi papá solía usar cuando estaba más pequeña. No pude evitar que una ligera risa saliera de mis labios.

-¿Qué?- preguntó Alice sin dejar de abrazarme.

-Bells, así me decía mi papá cuando estaba más pequeña- dije y Alice me soltó

-Debe ser difícil hacer todo esto sola ¿verdad?- dijo Alice mientras se sentaba en la cama.

-Sí, es difícil, pero espero acostumbrarme rápido- dije sonriendo un poco.

-Se que te acostumbrarás rápido amiga- dijo Alice sonriéndome- también se que seremos grandes amigas- dijo sonriendo más aún.

-¿Eres psíquica o qué?- pregunté en broma

-No, pero sí creo que seremos grandes amigas, entonces seremos grandes amigas- dijo sonriendo.

-Está bien, no creo que apueste en tu contra- dije riendo- Alice, ¿crees que pueda conseguir algún trabajo?- pregunté preocupada por mis finanzas.

-Bella, no tienes que trabajar, tienes que preocuparte por mantener tu beca, además, ¿te pagan por estudiar, no?- dijo seria.

-La beca no es problema y si me pagan, pero siempre es bueno algún ingreso extra ¿no crees?- le dije.

-Mmm… déjame pensar- dijo mientras ponía una de sus manos en su barbilla- ¡Ya se! te puedo pagar para que me des clases de español- dijo sonriendo.

-¿Qué vas a estudiar?- le pregunté

-Diseño de Modas, pero elegí Español como materia electiva y de verdad no sé nada de ese idioma- dijo sonriendo mientras se encogía de hombros.

-De acuerdo- dije sonriéndole- me encantaría ser tu profesora de Español- terminé.

-Ehhh… Bella, ¿si te pregunto algo que pasa?- dijo de repente muy seria.

-Adelante, no creo que haya algo que no sepas de mí, pero bueno, pregunta- dije sonriéndole.

-¿Qué piensas de mi hermano Edward?- preguntó y sentí como me ponía roja.

-Ehhh… no sé Alice, solamente he cruzado como 10 palabras con él- dije intentando no decirle que su hermano era lo más hermoso y perfecto que había visto en mi vida.

-Está bien, no han hablado tanto, pero la forma en la que él te mira… nunca había visto que Edward mirara así a ninguna chica, además hacía mucho tiempo que no lo veía tan sonriente- dijo mientras levantaba una ceja en mi dirección- y eso sucedió desde que te vio salir de este cuarto- terminó sonriendo ampliamente.

No podía decir nada en mi defensa. Ella me había atrapado.

-Además Bella, eres una chica muy linda, mírate- dijo mientras me señalaba- no entiendo como no has tenido novio- dijo en tono de reproche- bueno, eso va a cambiar, y pronto, estoy segura- dijo sonriendo ahora. Alice me estaba comenzando a asustar mucho más que Rosalie.

Capítulo 3: Capitulo 3 Capítulo 5: Capitulo 5

 
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