Un momento demasiado tarde

Autor: bianchi
Género: + 18
Fecha Creación: 14/01/2014
Fecha Actualización: 23/01/2014
Finalizado: NO
Votos: 6
Comentarios: 8
Visitas: 4844
Capítulos: 4

Edward llego demasiado tarde a Port Ángeles ese día, ahora los dos tendrán que sobrellevar las consecuencias.

 

 

Esta historia no es mia, los personajes son propiedad de stephenie meyer...

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 4: Tarde de caricaturas y dulces

Todo el papeleo fue terminado para cuando Charlie regreso con la ropa. Sostenía una bolsa llena de cosas.

“No tenía idea de que traerte” Parecía que había agarrado cosas al azar en el closet. Bella busco en la bolsa y hacia caras horrorizadas con lo que veía. Cada una era más adorable que la anterior. Presione mis labios fuertemente para no reírme.

“Caramba papa ¿realmente no sabías que traerme?” Saco una playera blanca con agujeros y la examino. “Ni siquiera creo que esto sea mío”

“Lo siento hija, tenía prisa” Dijo y miro a otro lado, completamente apenado. Al igual que Bella también se ruborizaba.

“Sabes, realmente necesito amigas…” Murmuro por lo bajo y no pude evitar reírme por lo bajo. Yo sabía lo que venía por el corredor. Ella tendría una amiga lo quisiera o no.

“¡Toc, toc!” Alice saltaba mientras atravesaba la puerta. En su hombro sostenía una mochila de diseñador. “¡Tú debes de ser Bella! Es un gusto el por fin conocerte” Dejo la mochila sobre la cama y abrazo con fuerza a Bella. Bella se veía un poco impresionada con la reacción de Alice, pero también la abrazo con gusto.

“Espero que no te moleste. Te traje algo que pensé que necesitarías…” Alice tuvo la gracia de mirar hacia abajo, tratando de esconder su obvio orgullo que sentía por sí misma. “Espero que no le moleste, sé que es difícil escoger ropa para su hija…” Le sonrió disculpándose a Charlie. Estaba tratando de parecer una inocente compradora. Y estaba haciendo un buen trabajo. Alice podría fácilmente ganar un Tony o un Oscar por su actuación.

Lentamente Bella abrió la mochila, como si tuviera miedo de lo que encontraría adentro, sus ojos brillaron de emoción.

“Esto es genial” Dijo mientras veía las cosas que contenía “Enseguida regreso”

Literalmente salto de la cama y fue al baño. Podría decir que estaba emocionada de poderse bañar y cambiarse de ropa limpia. Podía escuchar el agua cayendo mientras se bañaba rápidamente, y usando los jabones y el shampoo que Alice le trajo. La podía escuchar suspirar de alivio cuando se sintió limpia en las anteriores veinticuatro horas.

“Gracias” Le murmure a mi hermana.

“Vi que Charlie no tenía buen gusto, hice lo que pude en tan poco tiempo” Sonrió alegremente y me guiño el ojo.

“Por cierto soy Alice Cullen. Usted debe de ser el Jefe Swan” Ella lo abrazo para su sorpresa. Él sonrió enormemente e instantáneamente cayó bajo su encanto.

Cuando Bella salió del baño después de diez minutos, estaba vestida con unos pantalones negros para yoga y una chamarra negra con capucha, adornada con estrellas plateadas por todas partes. Incluso los tenis eran negros con plateado. Parecían cómodos y se veía muy inocente con ellos, algo que necesitaba en ese momento. Estoy seguro que sentía que su inocencia había desaparecido, pero estaba muy equivocada. Bella corrió hacia Alice y la abrazo.

“¡Oh por dios! Muchas gracias. No puedo decirte que tan maravilloso es esto. Incluso me queda perfecto, ¿Cómo lo haces?” Bella siguió apretando a mi querida hermana, la que estaba sonriendo como una tonta.

“Qué te puedo decir, tengo buen ojo para la moda” Alice río por lo bajo y se separó para ver su trabajo. “Ella me gusta”

“Bueno, regresemos a casa. Gracias a los dos por todo” Charlie dijo rompiendo el momento, agarró la mochila y sujeto a Bella de la mano. Ella se alejó un poco y giro hacía mí.

“No voy a estar lejos. Lo prometo” La toque en su hombro, dejando que mi mano recorriera su brazo y calmándola. Sin embargo ella aún se veía asustada. Necesitaba más consuelo, así que toque su mejilla suavemente antes de hablar. “Ve a la farmacia, recoge tu medicina. Te prometo que tardare diez minutos más que tú” Ella pareció relajarse después de esto.

La lleve hacia la patrulla y la ayude a subirse. Tan pronto como cerré la puerta, Charlie se giró hacia mí, su cara estaba completamente seria.

“Gracias Edward, pero yo ya me hago cargo a partir de ahora”

“Le hice una promesa y no la voy a romper” Le dije firmemente. Me miro un poco sorprendido por mi poca falta de persuasión. Charlie era el Jefe de policía y estaba acostumbrado a tener el control siempre. Volteo hacia su hija que estaba sentada en el auto, retorciendo sus manos sobre su regazo, luego suspiro.

“Te veo en un rato. ¿Sabes llegar a la casa?” Me pregunto suavemente mientras caminaba hacia la puerta del piloto. Esperaba que me perdiera en algún lugar del bosque.

“Sí señor. Puedo hacerlo” Dije educadamente, ignorando sus comentarios mentales. Era difícil no hacer una mueca sarcástica.

“Bien, nos vemos” Dijo en un tono agrio y camino con fuerza hacia su auto.

No podría decirle que podía llegar dormido. Bueno si durmiera. Había estado antes en la habitación de Bella. La había visto dormir varias veces. Era adorable cuando dormía, pero ahora tenía miedo a sus pesadillas. Odiaba que estuviera sufriendo.

Maneje a más de 200 kilómetros por hora para regresar a mi casa. Ni siquiera me detuve para hablar con mi familia, corrí a mí habitación. Me cambie rápidamente de jeans y de camisa. Baje corriendo las escaleras, deteniéndome un poco cuando vi a Alice esperándome en la puerta.

“Edward ella no estará en casa hasta dentro de media hora, si quieres correr a la tienda y cómprale algo. ¿Tal vez un pequeño regalo?” Alice sonrió y se recargo contra la pared. Estaba jugando con las llaves del auto en su mano, aun se veía muy orgullosa de sí misma.

Levante a mi hermana del suelo y le di un fuerte beso en la mejilla. Ella rio y me abrazo también.

“Gracias. Hiciste algo muy bueno hace rato”

“Como dije tengo buen ojo para la moda” Dijo juguetonamente. Mi familia que estaba en la otra habitación me llamaban con sus pensamientos, extremadamente fuertes. Baje a Alice de nuevo. “Si Edward, yo me hago cargo de ellos. Ve, ve y cómprale a tú novia algunos regalos para que se sienta mejor” Me palmeo el brazo prácticamente empujándome a la salida.

“Gracias Al” Le dije sobre mi hombro mientras corría a mi auto.

Fui a la tienda más cercana, que solo estaba a cinco minutos de distancia, bueno si manejabas como yo. Tome una pequeña canastilla y empecé a llenarla de cosas. Solo podía imaginarme que cosas le gustarían, esperaba estar acercándome a sus gustos. La cajera simplemente me sonrió cuando le entregue el dinero. Ella pensaba que iba a estar de flojo todo el fin de semana o iba a estar de niñero.

Me estacione atrás de la oxidada… cosa que manejaba. Me pregunto qué haría si le compraba un auto nuevo. Podría ser algo pequeño y azul. Pero me supongo que eso tendría que esperar. Tenía otras cosas más importantes que hacer en estos momentos.

Estaba a medio camino de la entrada cuando Bella abrió la puerta. Corrió hacia mí, rodeando con sus brazos mi cuello, presionando su cuerpo contra mí. Deje caer las bolsas de plástico que tenía en las manos y la sujete con fuerza hacia mí. Su corazón latía tan rápido que temía que le diera un infarto. Unos pequeños sollozos salieron de sus labios mientras escondía su cara en mi cuello.

“Shhh… Aquí estoy ¿Qué es lo que sucede?” Susurre en su cuello.

“Yo… no lo sé… Tan pronto como me alejo de ti me asusto. Siento como si me fuera a morir” Sus lágrimas humedecieron mi camisa otra vez. Frote circularmente su espalda, dejándola que llorara.

“Entonces no me iré otra vez. Me quedare hasta que estés harta de mí” Le bromee, bueno solo un poco.

“Espero que yo te guste, por qué va a pasar mucho tiempo” Medio lloro y medio rio.

Sonreí y presione mis labios en su frente.

“Vamos adentro, el frío no es bueno para ti”

Ella asintió y trato de tomar una de las bolsas del suelo, pero se la quite antes de que la sujetara.

“Un caballero jamás permite que una dama cargue nada” Una tierna sonrisa apareció en sus labios con mis palabras. Puedo decir que ella pensaba que estaba siendo sarcástico, cosa que era una completa mentira.

“¿Qué son todas esas cosas?” Trato de dar un vistazo a las bolsas mientras caminábamos hacia la casa. Se mordió el labio, mientras con el dedo jalaba el plástico de la bolsa para dar un vistazo.

“Quería animarte”  Le dije con honestidad. Era un poco infantil decirlo, pero era la verdad.

“Oh, ¡pero no tenías que comprarme nada! Con tu compañía es más que suficiente” Hizo un puchero, su labio hinchado sobresalió. Se veía tan besable.

“Bueno algunas de estas cosas también son para mí. ¿Eso haría alguna diferencia?” La vi de reojo, tratando de contener mi diversión. No creo que estuviera lográndolo.

Frunció la nariz.

“No, no realmente. De todas formas lo compraste para mí”

“Oh, calla y métete. Gastaré mi dinero como yo quiera” Le dije juguetonamente. Tuve la necesidad de darle una nalgada mientras entraba a la casa por qué se estaba comportando de una forma muy infantil deliberadamente.

Suspiro de forma dramática.

“¿Por qué tengo la impresión de que vas a malcriarme?”

“Por qué lo voy a hacer” Le dije sonriendo. Ella rio con mi mueca. No tenía ni idea cuanto la iba a malcriar. Tenía el tiempo, el dinero y la energía de darle el mundo entero si ella me lo pedía.

Me llevo hacia la cocina y puse las bolsas sobre la mesa. Empezó a ver lo que había en ellas.

“Pero ¿acaso compraste toda la tienda?”

“¿Eso te haría feliz?” Dije empezando a sacar las cosas. Las deje sobre la mesa para que las viera si así lo quería.

“¡No!” Dijo con cara horrorizada, era hermosa.

“Está bien. ¡Solo lo pensaba!” Me estire y le toque la mano mientras reía por lo bajo. Ella giro su mano y sujeto mis dedos casi instantáneamente. El sentir su piel era como el cielo aquí en la tierra. Era tan suave como… bueno, no había nada tan suave como su piel. No tenía comparación.

Termine de sacar las cosas y me sentí un poco tonto al ver todo el contenido.

“Bueno, me imagine que te gustaría algo ligero, así que traje la colección de ‘Goofy’ y ‘El pato Donald’. Son todas las caricaturas donde ellos las protagonizaron. También traje ‘Chip y Dale’. Esas son las favoritas de Alice. También por si no te gustan las caricaturas antiguas traje la colección de ‘Loony Toons’. Y por lo visto es normal consumir toneladas de palomitas de maíz, dulces y refresco cuando ves alguna película, así que traje un poco de todo” Mis palabras empezaron a mezclarse mientras divagaba. No podía creer que tan nervioso estaba. Solo quería hacerla feliz. Traje cada uno de los dulces que tenían, y también algunas botellas de dos litros del refresco más popular. Incluso traje tres tipos diferentes de palomitas de maíz: sin mantequilla, con mantequilla y con extra mantequilla. “Y te traje esto” Saque un gran oso de peluche azul marino, con un moño de seda amarrado en su cuello. Me sentía un tonto, ofreciéndole un animal de peluche a la mujer de la que estaba enamorado.

Bella se quedó congelada en su lugar, su boca estaba abierta. Empezaba a estar consiente muy rápido.

“Está bien me desharé de este oso…”

“¡No!” Chillo y me lo arrebato de mis manos. Lo apretó con fuerza entre sus brazos. “No, me encanta. No te atrevas a hacer eso con MÍ oso” Enterró su cara en el peluche para esconder la vergüenza de su arranque. Era tan tierna.

“¿Te gusto todo?” Le pregunte suavemente.

“Me encanta. Gracias” Murmuro en el oso, y me vio hacía arriba con sus densas pestañas.

No pude evitar sonreír. Era completamente adorable. Charlie entro a la cocina.

“Wow ¿Quién asalto la tienda?” Se rio.

“Pensé que a Bella le gustaría algo para animarla” Metí las manos en los bolsillos, sintiéndome un poco avergonzado sobre mis compras.

“Eso es tremendamente amable de tu parte. Gracias” Me sonrió un poco “¿Por qué no pedimos una pizza?”

“Eso sería genial papa” Bella contesto, seguía abrazando con fuerza al oso. Estaba empezando a estar celoso de él.

“¿Cuál te gustaría ver primero?” Dije tomando todas las películas.

“Chip y Dale” Bella dijo tímidamente.

El día pasó rápidamente. Al principio nos habíamos sentado en los extremos del sillón, pero de alguna forma al final ella estaba recargada contra mí, rodeada de una cobija y seguía abrazando al oso. Tengo que decir que yo jugaba con sus cabellos, viéndola reír e ignorante de las caricaturas que se supone veía. Charlie estaba contento con esta distracción tan infantil. Alrededor de las siete se quedó dormido en su sillón reclinable.

Bella se levantó y toco su brazo, como si tuviera miedo de asustarlo.

“Charlie ve a la cama”

Respiro profundamente y se tallo la cara.

“Estoy bien” Su voz estaba áspera por la pequeña siesta que tuvo.

“Mentiroso. Estabas roncando. Nosotros vamos a terminar de ver las caricaturas. Vete a la cama” Se arrodillo junto a su reclinable “¿Por favor?”

“Muy bien, Asegúrate de cerrar bien cuando Edward se vaya” Dijo antes de arrastrarse a su habitación. Sus pensamientos no estaban bien definidos, me pregunte si podría subir las escaleras. De alguna forma lo logro y se dejó caer en su cama, ni siquiera molestándose en cambiarse de ropa.

Ella regreso al sillón.

“No quiero que te vayas” Susurro solo en caso de que Charlie pudiera oírnos.

“Entonces me quedare toda la noche” Le dije suavemente, viéndola fijamente. Ella giro su cara ruborizada.

“No creo que a Charlie le agrade eso” Se recargo contra mí.

“Él no lo sabrá. Lo que no sabes no te hace daño” Dije en su cabello, reclinando mi cara para poder oler su magnífica esencia.

“Es policía. Yo creo que se dará cuenta cuando vea tu auto afuera de la casa en la mañana” Se giró a verme con una cara escéptica.

“Solo confía en mí. Me haré cargo de eso” Sonreí y bese su cabello “Veamos a Goofy”

Ella asintió. Puse la película, no queriéndome parar del sillón, pero lo hice. Estaba disfrutando estar aquí sentado a su lado. Era algo que jamás pensé llegaría a disfrutar. Me senté de nuevo y la puse sobre mi regazo.

“¿Sabes? Estoy sorprendido que no te aterrorices con mi piel fría”

“En realidad, me encanta” Se acomodó sobre mí. “cuando esos… esos… hombres… me tocaban, estaban todos sudorosos y calientes. Fue espantoso” Empezó a temblar.

La sujete con fuerza contra mí.

“Todo está bien. No voy a permitir que nadie te lastime otra vez”

Presiono su cara contra mi cuello. Pequeñas lágrimas recorrían sus mejillas. La humedad hacia que su aroma se intensificara diez veces. Inhalé profundamente su fragancia, permitiendo que llenara mi nariz. Ella olía delicioso. Sentí un poco de ponzoña llenando mi boca. Lo tragué con fuerza forzándolo a pasar por mi garganta. Tendría que salir a cazar esta noche cuando ella estuviera dormida. Ella me miro confusa.

“¿Estas hambriento?”

“Un poco, pero estoy bien” Le explique. A veces odiaba que tan observadora era.

“¿Estás seguro? Puedes ir a cazar si así lo deseas…” Trato de levantarse lentamente. Podía decir que realmente no quería hacerlo.

“Si fuera por mí, jamás me iría de tu lado” La jale de nuevo hacia mí, rodeándola fuertemente de su cintura.

“Te amo…” Susurro y ruborizándose. Giro su cara hacia otro lado. No podía creer que esas palabras salieran de sus labios. Era casi imposible de comprender. ¿Cómo era posible que ella me amara?

“Yo también te amo” Bese su mejilla, recargando mi frente contra su sien. Bella levanto su mano hacia mi mejilla, acariciándola con su pulgar. Hubo un silencio entre nosotros por algunos minutos. Lentamente gire mis ojos hacia la televisión, la que a ambos se nos había olvidado por algunos minutos.

“¿Sabes? Recuerdo cuando salieron por primera vez. Las ponían antes que las películas. Algunas veces estas eran mejores que las películas. Goofy siempre fue mi favorito” Divague un poco, sintiéndome de pronto nervioso por lo que acababa de decir.

Se giró hacia mí lentamente.

“¿Qué edad tienes?” La curiosidad se asomaba por sus ojos.

“¿Física o realmente?” En realidad no quería contestar. No quería asustarla o incomodarla.

“Ambas” Me presiono. Se veía realmente curiosa.

“Diecisiete”

“¿Cuál es esa?” Toco mi mano, presionándome por una respuesta real.

“Tenía diecisiete cuando fui transformado” Regrese mi mirada a la televisión. Odiaba tener esta conversación.

“¿Cuándo fuiste transformado?” Su lógica pregunto de nuevo.

“Tan llena de preguntas pequeña humana” Sonreí con una mueca tratando de cambiar de tema. Aunque sabía que no sucedería. Si algo era Bella era terca. Ya había aprendido eso de ella.

“¿Por favor?” Hizo un mohín.

Inhale y exhale profundamente por mi nariz antes de contestar.

“1918”

“Oh…” Miro por un segundo sus manos.

“¿Está bien?” No sabía que más preguntar. No era como si pudiera cambiar algo. Iba a estar estancado así por el resto del tiempo.

“Aja, está bien… viejito” Se burló de mí. Resople jugando. Algunas veces sabía exactamente que decir para hacer que la tensión desapareciera.

“Bueno, mientras tu estés bien con eso… niñita” Le pique en el estómago y ella rio por lo bajo.

“Como sea…” Puse mis ojos en blanco “Como te decía, Goofy era mi favorito. Me encantaban sus caricaturas en especial en las que bailaba”

“Yo creo que necesito eso…” Miro hacia otro lado, estaba avergonzada, un poco de rubor llenaba sus mejillas.

“¿Qué? ¿Un video de cómo bailar?” Sonreí un poco. Podía entender eso, no tenía mucha coordinación, no que a mí me importara.

“Aja, en realidad no puedo bailar” Jugaba con una de las patas del oso, tratando de evitar ver mis ojos.

“Yo te enseñare” Levante su mentón, sonriendo con imaginármela entre mis brazos.

“Si a duras penas puedo caminar ¿Qué es lo que te hace pensar que podré bailar?” Puso sus ojos en blanco dramáticamente.

“Todo depende de quién te guíe” Incline mi cara cerca de la suya, solo unos centímetros separados. Ella sonrió se veía un poco mareada. Se reclino contra mi hombro cerrando los ojos.

“¿Te encuentras bien?” Pregunte, mi voz llena de preocupación.

“Tú me haces feliz…” Susurro.

“Tú también me haces feliz” Ella hacía más que eso. Mi muerto corazón parecía que iba a explotar en mi pecho solo con tenerla cerca de mí.

Vimos a Goofy por más de dos horas y media. Amaba sentir su cuerpo estremecerse de risa. Amaba como su corazón palpitaba cada vez que la tocaba. Amaba verla dormir con su cabeza en mi regazo. Estaba enamorándome de casa cosa sobre ella. Cuando la película termino la apague con el control remoto y acune a Bella entre mis brazos. La lleve a su recamara. La recosté gentilmente en la cama y la tape con las mantas. Camine hacia la mecedora que estaba en la esquina, pero ella me detuvo.

“Edward…” Gimió. Pensé que estaba dormida y me quede quieto para ver que sucedía después. “Acuéstate conmigo, por favor” Dijo en voz baja y triste. No podría ni querría negarle una petición tan pequeña. Patee mis zapatos y me arrastré a su lado. Mantuve la manta entre nosotros, así no la enfriaría. Presiono su espalda contra mi pecho y se acurruco más cerca.

“¿Puedo pasar el resto de la eternidad sosteniéndote de esta forma?” Le pregunte y enterré mi cara en su cuello. Quería besar su cuello, pero me resistí y en su lugar respire su aroma. Su esencia atravesó todo mi cuerpo, haciéndome estremecerme con el placer.

“Si por favor” Murmuro antes de quedarse profundamente dormida. Deseaba que la noche fuera tan tranquila como la tarde, pero por supuesto solo era un tonto deseo.

Capítulo 3: Salida del hospital

 


 


 
15223413 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11144 usuarios