-La he cagado con Carmen, con la tal Alice. Tengo que ir a disculparme, pero esta tan… ¡maldita mujer! –Esas palabras eran las únicas que se escuchaban en el salón Whitlock a altas horas de la madrugada.

Jasper llevaba ya un buen rato dando vueltas sin parar. Lidia, su nana de cuando era pequeño, había ido ya más de cuatro veces a ver qué tal estaba su apreciado niño. "Mi niño, deja de dar vueltas", "Jasper hijo para ya y cuéntame que te pasa"…

Justo en el momento que más estresado estaba apareció Hugo, su mayordomo. Jasper al verlo cerró los ojos y pensó que le pasaba al hombre de mediana edad para entrar a esas horas al salón.

-Señor, su hermano el joven Edward está aquí. –Bien, lo que le faltaba para mejorar la noche. Ahora su hermano pequeño estaba aquí, seguramente alguno de sus hombres se había enterado de lo que había pasado y le se lo conto a su hermanito.

-¡Jasper! –Entro nada más ser anunciado, y Hugo inmediatamente se fue.- ¿Tus eres tontas, imbéciles, inválido mental o las tres cosas a la vez? ¿Has estado a punto de violar a una puta?

Jasper observo a Edward. Alto, un poco musculoso, cabello bronce como lo tenía su madre, Catalina, ojos verdes, guapo, listo y felizmente casado con Isabella Swan, ahora Whitlock. Era el favorito de sus padres, nunca había dado un problema, nunca había hecho nada malo, nunca había tenido ningún escándalo con ninguna mujer. A veces pensaba que su hermano se había casado virgen.

Entonces Jasper pensó en su cuñada. Una mujer no muy bajita, guapa, ojos chocolate, cabello largo del mismo color que sus ojos. Siempre se había divertido mucho con ella cuando la conoció. Sobre todo el día de la boda de su hermano, cuando empezó a hacer las típicas bromitas sobre la noche de bodas. Ella se sonrojaba violentamente y Edward se limitaba a matarlo con la mirada.

-Cállate Edward, no necesito tu sermones de "Jasper tienes que sentar cabeza, necesitas madurar". Tengo mis necesidades de hombre, María estaba indispuesta, me hablaron de la muchacha y no sé que me paso pero me enloquecí. Ahora iré otra vez al burdel y hablare con Carmen.

-Más te vale Jasper, ¿tú sabes cómo se quedara mamá cuando se entere? A papá sabes que le da igual lo que hagamos con nuestra vida… sexual pero mamá… -Comento en bajo el pequeño de los dos hermanos.

-No se enterara si no gritas, joder ¿no ves que están dormidos? –Susurro Jasper dándole un golpe en la cabeza a su hermano.- Lárgate de aquí y vete con tu mujer, debes cuidarla que está embarazada.

Por raro que pareciese Edward hizo caso y se marcho de nuevo hacia su casa. Jasper espero un poco y seguidamente volvió al burdel. Carmen estaba en la barra ocupando el puesto de Alice cuando vio a Jasper entrar. Decidió no armar jaleo y decirle que se largase.

-Jasper, vete. Por favor ya has montado mucho escándalo hoy aquí. –Le dijo en cuanto llego.

-Carmen espera. Me quiero disculpar contigo y con… Alice. Me he comportado fatal lo sé, pero no sé que me ha pasado. –Carmen le tenía mucho aprecio a Jasper entonces decidió que tal vez estuviese diciendo la verdad y asintió.

Se introdujeron por el pasillo que antes había recorrido Alice hasta su habitación.

-¿Qué te pasa? –Pregunto Emmett a Rosalie besándole el cuello. Ella lo había visto todo.

-¿Te acuerdas de lo que te he contado de esa chica? –Emmett asintió con el ceño fruncido por la confusión. –Ha vendió aquí otra vez y Carmen lo está llevando hasta la habitación de ella. Tengo que ir a ayudarla –Rosalie se levanto rápidamente, pero Emmett la cogió del brazo.

-No voy a permitir que vayas solo allí. Vamos te acompaño –Y ambos se fueron por el pasillo por el que habían desaparecido Carmen y Jasper.

Cuando llegaron a la habitación de Alice lo único que se pudo escuchar fue a Jasper pidiendo humildemente disculpas a las dos mujeres.

-Bueno, parece que todo ha quedado en una anécdota –Dijo Emmett y Rosalie lo miró mal- ¿Qué? A ver Rose, ¿te crees que teniendo tu trasero tan cerca de ahí puedo pensar con coherencia?

Rosalie instintivamente dirigió la mirada hacia la entrepierna del hombre donde se apreciaba un gran bulto. Ella soltó una risita tonta y Emmett la miro pícaramente.

-Ya que estamos aquí… podemos ir a explorar tu habitación, y saber si la cama está bien. Y como esta mal hecha te aviso de que la tendremos que deshacer. –Y seguidamente de eso desaparecieron en la habitación frente a la que estaban.

Mientras en la habitación de Alice ella escuchaba las sinceras disculpas del señor Whitlock.

-De verdad señorita, lo siento muchísimo no debería haber hecho eso, pero usted me ha descontrolado de una manera impresionante y no me he podido controlar. He sido un salvaje, un animal.

La verdad es que así sin enfadarse, pidiendo humildemente disculpas y sin intentar violarla parecía un hombre bondadoso. Se fijo en su rostro fijamente. Era guapo, muy guapo. Tal vez cuando le había intentado hacer eso estaba borracha y por eso lo había actuado de esa forma. Jasper se regodeo al ver el escrutinio por el que lo sometió Alice y no hizo ningún gesto de desagrado.

Y entonces… se empezaron a escuchar fuertes gemidos y una cama chocar contra la pared. Alice por la "voz" reconoció que era la de Rosalie.

Hubo tres reacciones respecto a eso: Carmen rodo los ojos con una expresión divertida, Jasper empezó a reírse a carcajada limpia y Alice se sonrojó inmediatamente al saber de quienes se trataba.

-Bueno a lo que iba. ¿Me dará su perdón señorita? –Alice se limito a asentir y Jasper sonrió- Como recompensa por lo mal que se lo he hecho pasar esta noche querría invitarla mañana por la mañana a dar un paseo –Alice volvió a asentir tras mirar dudosa a Carmen.

-¡¿Cómo?! –Pregunto furiosa María a Jessica.

-Lo que estás oyendo. Ha venido una gitana, no la ha puesto a trabajar, se ha ganado la simpatía de Carmen y de Rosalie, aunque esa me da igual desde que me quito a mi Emmett, en fin y…

-¿Y…? –Le insistió para que continuase.

-Según se está comentando por aquí, tu señor, después de intentar forzarla y haberse ido ha vuelto a pedirle disculpas –María se giro bruscamente al escuchar sus dos últimas palabras. Esta roja de la furia y a la vez estupefacta. Sabía muy bien que Jasper Whitlock jamás pedía perdón a nadie. –Y lo más impresionante. La ha invitado a dar un paseo mañana por la mañana. –Finalizo la mujer tras haber hecho una pausa para darle tensión innecesaria al ambiente.

-¡CALUMNIAS! –Vocifero la de los cabellos negros.- ¿Esta el aquí todavía? –Jessica asintió asustada.

María se dirigió volando fuera de su habitación, llevaba dos días con algo de dolor de cabeza y pasaba esto… Nada más de llegar a la sala principal lo diviso en la barra despidiéndose de Carmen.

-¡Jasper! –El aludido se giro sonriendo al reconocer el grito chillón.

-Hola hermosa, ¿no estabas indispuesta?

-Lo estoy, pero ahora todavía más. ¿Qué son esas bazofias que se andan contando por los rincones? –Y tras esas palabras empezó a maldecir.

-¿De qué se habla querida? –Pregunto Jasper.

-De que va a ser… De que tú has invitado a dar un paseo a esa gitana, furcia sin clase mañana temprano.

-Ah, eso. Si, es cierto, me he portado muy groseramente con ella y merece unas disculpas muy elevadas. No te pongas así María, no tienes ningún derecho tú y yo no compartimos nada excepto de vez en cuando la cama. –Le dejo muy claro Jasper.

-Claro, Jasper, claro. Esta me la pagas lo juro por la gloria de mi madre, que en paz descanse. –Murmuro bajito María mientras volvía a su habitación, el dolor de cabeza había empeorado.

Hola chicas!!!

¿Qué tal? Bueno en el resumen de la historia, os he dejado un link para que veais las fotos del fic, ya que es de época. Allí estan todas las fotos de los personajes y a veces también estará el vestuario.

También os dejo mi twitter, por si alguien me quiere seguir, pero eso si que me avise quien me siga para poder seguirle yo a ella.

Besos.