Hace una semana que notaba a Bella extraña, pero no le había prestado mucha atención, acababa de llegar a casa después de un arduo día en el hospital, entre a la sala y allí vi que mi Bella cogía el brazo de un hombre como si su vida dependiera de ello, me miro a los ojos y por un momento pude ver dolor y amor, pero en seguida se convirtió en odio.
-Me voy de la casa-soltó de pronto
-¿Por qué?, ¿Quién es él?
-Porque no te quiero, solo jugaba contigo para entretenerme un rato.
-Bella…-trate de que ella no pudiera ver todo el dolor que me causaban sus palabras
-No me busques, no intentes acercarte a mí de nuevo, no te quiero, nunca te quise, todo lo que te dije era parte de la mentira, parte de mi diversión, pero sabes que…-rio- ya me aburrí de ti, me devuelvo a casa con mi marido, a quien sí quiero y del cual nunca me debí haber alejado-cogió una maleta que estaba a su lado- y el-dijo refiriéndose a la persona que estaba a su lado agarrándola posesivamente de la cintura-es Jacob, mi esposo
Con esas últimas palabras ambos se fueron de mi casa, no lo podía creer, como había sido tan imbécil de creerle todo, pero cada palabra, cada caricia parecían tan verdaderas, pero no eran más que un maldito juego, en el cual caí como estúpido, golpee todo lo que estaba a mi alcance, saque una botella de wiski y empecé a beber, el licor era lo único que me podía ayudar a lidiar con el dolor, rompí todo lo que vi desde la sala hasta mi cuarto y allí me deje caer en la inconciencia.
-Edward-escuche que me llamaban, pero no quería hablar con nadie así que dio media vuelta y trate de seguir durmiendo- Edward- esta vez escuche que gritaba Alice- despierta
-No molestes Alice-dije de mal humor-y baja la voz que me duele la cabeza
-Y como no te va a doler si te acabaste toda una botella de wiski tu solo, párate de una vez- grito de nuevo, pero esta vez mas fuerte
-No fastidies-dije realmente molesto
-Te levantas o te prometo que soy capaz de echarte agua fría encima-amenazo
-Está bien Alice, ya, estoy levantado, que quieres-dijo con fastidio
- ¿Quien hizo todo ese desastre que hay en la entrada?, ¿Dónde esta Bella?, ¿Porque no está acá?
-Bueno obviamente, el del desastre fui yo-dije mofándome de ella, no estaba de humor para sus reclamos- Isabella esta con el estúpido de su esposo y no esta acá porque ella misma cogió sus cosas y se fue detrás de ese chucho.
-¿Qué?-grito de nuevo, estaba sentado en la cama y al recordar todo lo que paso no pude evitar llorar- ¿pero porque?- Alice se acercó lo suficiente para poder ver que estaba llorando- que paso Edward, dime.
Abrace a Alice con fuerza y empecé a llorar como un niño, sentía rabia, odio, dolor, dolor porque la única persona que he amado me destruyo en tan solo un momento, sentí que Alice me acariciaba la espalda igual que hacia mama para que nos calmáramos cuando éramos pequeños, cuando recobre la calma empecé a hablar.
-Cuando ya habían pasado casi dos meses de tu partida-tome aire y continué-le dije a bella que la quería, ella me dijo que el sentimiento era mutuo, empezamos una relación desde ese día, por eso cuando tu llamaste a decir que el viaje se había pospuesto por dos meses más, me mostré tan contento, todo iba de maravilla con Bella, hasta ayer, se burló de mí, dijo que no me quería, que todo lo que dijo era una simple mentira y que aun quería al chucho ese, después de eso empaco sus cosas y se fue con él, Alice, después de todo lo que le hizo aun lo quiere, jugo con migo- Alice callo por un momento.
-Cuando te dijo todo eso, ¿ella estaba con Jacob?
-si-dije y no pude evitar recordar la forma en la que la tenía agarrada, como si le perteneciera…
-Báñate mientras yo trato de arreglar este desorden-ordeno Alice
Sin protestar esta vez, me duche, al salir las cosas de mi habitación ya estaban en orden y una pila de vidrios rotos se encontraban en una esquina, no podía negar que agradecía profundamente el apoyo de Alice, pero quería estar solo y cada vez que me hablaba le respondía de mala gana o hasta la ignoraba, llevaba un mes encerrado en mi habitación sin querer salir, pero un día mi hermana entro de golpe.
-Bueno ya, es suficiente- dijo-no puedes segur así, te estás haciendo daño y me haces daño a mí también, tienes que seguir adelante, la vida continua Edward.
-Pero…
-Pero nada, sé que la debes estar pasando mal, pero a ti no es al único a quien le duele, a mí me duele ver a mi hermano encerrado en su dolor,-la mire a los ojos y pude ver su dolor- estoy aquí por y para ti, te estoy tratando de ayudar y si dieras tu un poquito de tu parte sería más fácil, cuenta con migo, por favor Edward, yo no estoy pintada en la pared, cuéntame las cosas, desahógate con migo, nos tenemos el uno al otro hermano-dijo con unas cuantas lágrimas y en ese momento me di cuenta del dolor que le estaba causando a mi hermana por mi comportamiento, me acerque a ella y la abrase.
-Lo siento Alice, prometo que seguiré adelante.-dije no solo haciéndole la promesa a ella, sino también a mí.
-Más te bale Eddie-dijo a lo cual le despeine un poco el cabello
-Ey, no hagas eso.-dijo riendo
-No me digas Eddie entonces-también reí
-Tonto- mascullo mientras me volvía a abrasar.
Alice se vino a vivir con migo, me apoyo y ánimo para que siguiera adelante, y lo logre, ya han pasado dos años desde aquel día y me he llenado de trabajo para sacar a Isabella de mi cabeza, lo cual pareció funcionar, aún me dolía pero el dolor era soportable. Estaba terminando mi turno cuando recibí una llamada de Alice pidiéndome que la acompañara a chicago por un recado que le habían pedido en el trabajo, nos quedamos de ver en el aeropuerto sinceramente no quería ir ya que sabía que Isabella vivía allí, pero no es que sea una ciudad tan pequeña como para encontrármela e igual no podía decirle que no a Alice. Al llegar a chicago alquilamos un auto y Alice me dio las indicaciones para llegar, nos detuvimos frente a una casa de dos pisos, la acompañe hasta le entrada y me sorprendió el ver que sacaba la llave de debajo del tapete, trate de quedarme afuera, pero Alice insistí en que subiera con ella, paro en frente de una puerta y parecía asustada, las manos le temblaban, lentamente abrió la puerta y se congelo por un momento para luego correr hacia el interior.
Entra a la habitación
y en la cama el la vio,
-Edward, ayúdame, tenemos que llevarla a un hospital-me adentre un poco en el cuarto para ver de qué me hablaba Alice y allí en la cama vi a… Bella, no, no podía ser, ella estaba en la cama pálida -Edward- volvió a llamar Alice llorando,
Ante eso reaccione y me acerque rápidamente a la cama en la que se encontraba bella, trate de encontrarle el pulso, pero ya no tenia, trate de hacer que su corazón funcionara por medio de RCP, no podía morir, a pesar de todo lo que paso la amaba.
Toca su cuerpo frio,
la tristeza la mato.
-Vamos Bella, no te puedes morir-miraba a Bella, pálida y sin pulso.
-Está muerta-susurro Alice
-No, no se murió, no se puede morir-pero sabía que no había nada que pudiera hacer, estaba tratando de revivir un cadáver, un cadáver que por desgracia era de la mujer que amaba.
-Edward, - dijo Alice llamando mi atención- tiene tu nombre- me entregó un sobre blanco, abrí el sobre y saque una carta y dos fotos, no le preste mayor importancia a las fotos así que las deje a un lado y abrí la carta.
Edward:
No encuentro palabras para explicarte lo que hice y mis motivos para hacerlo, pero sé que necesitas repuestas así que tratare; te acuerdas aquella mañana, cuanto te llamaron del hospital porque había ocurrido un accidente muy grabe que dejo muchos heridos, por lo cual te necesitaban urgente…-sí, ese fue el día en el que empezó a comportarse de forma extraña- bueno aquella mañana yo salí a caminar a los alrededores de la casa, cuando de repente Jacob apareció y me amenazó, dijo que si no volvía con él, te iba a matar, me advirtió que solo tenía una semana para dejarte o el mismo se encargaría de acabar contigo, así que durante los siguientes días pensé la forma de romper contigo y que de igual manera pudieras olvidarme fácil y lo único que se me ocurrió fue decirte que no te amaba, de burlarme de ti por haber sido tan ingenuo y creerme, por eso al término del plazo que me había dado Jacob, cuando el entraba dispuesto a matarte, lo agarre del brazo e hice todo lo que había planeado, fue difícil ver tu cara de dolor, pero lo tenía que hacer, tenía que salvarte,-porque lo hiciste Bella si me lo hubieras contado, entre los dos habríamos podido encontrar una solución- ese día me fui con Jacob pero parte de mi corazón se quedó contigo, ya que la otra parte la tenían nuestros hijos, fruto del amor que te tengo. Cuando Jacob se enteró de mi embarazo me iba a obligar a que abortar, pero no lo permití, ¿cómo podía dejar que me quitara el único recuerdo que tendría de ti?, así que lo amenace con denunciarlo a la policía e irme de nuevo de la casa, ante lo cual no le quedó otro remedio que dejar que el embarazo concluyera.
Lleve a casa a un niño hermoso y fuerte al que llame Anthony, nació el 18 de julio del 2011, tenía tus mismos ojos, tú mismo cabello, hasta tu sonrisa, pero por desgracia la vida es muy cruel con migo y el 25 de noviembre del 2012 Jacob llego borracho y encolerizado por el simple hecho de que Anthony se parecía mucho a ti y lo mato,-maldito bastardo mato a mi hijo… tenía un hijo y no lo conocí… nunca lo podre conocer, no me rendiré hasta ver a ese maldito muerto- desde ese día, la tristeza me ha ido consumiendo rápidamente. Las cenizas de nuestro hijo están en un cofre de madera, en el altar que hay en la sala.
Quiero que sepas que te amo, siempre lo hice y siempre lo hare, aunque ahora me arrepiento de no haberte dicho estas palabras… TE AMO. Por último, quiero pedirte que antes de que cometas alguna estupidez, busques a Rosalie McCarty, vive aquí mismo en chicago, ella tiene algo que es mío y deseo que tú te quedes con ello, ella ya lo sabe, vive a 10 calles de aquí, frente al hotel Hyatt Regency Chicago
TE AMARA POR SIEMPRE, BELLA
Lo que la tal Rosalie McCarty tiene, tendría que ser algo realmente importante para que no valla y mate al hijo de p*** que mato a mi hijo y con ello también al amor de mi vida, tire la carta en la cama y me dirigí al auto, luego me encargaría personalmente de darle a mi ángel la sepultura que se merece. Cuando Alice se subió, arranque y me dirigí al hotel Hyatt Regency Chicago, aparque el carro en frente donde había una casa grande, nos bajamos y tocamos el timbre, en seguida una muchacha de unos 22 años.
-¿Tu eres Rosalie McCarty?-pregunte
-Sí y tú debes ser Edward Cullen-dijo Rosalie-sigan-se hiso a un lado para dejarnos pasar-¿cómo esta Bella?-pregunto mientras nos conducía a algún lugar de la casa
-Ella… murió-contesto Alice, lo cual agradecí, ya que no me creía con la capacidad de aceptarlo en vos alta.
Rosalie se detuvo un momento y cerró los ojos por un instante, se notaba que le dolía la muerte de Bella, luego de un momento reanudo su marcha
-Realmente lo siento-dijo deteniéndose en frente de una puerta-es aquí-abrió la puerta y la primera que entro fue Alice, quedando estática en su lugar así que me acerque.
Allí en medio de la habitación estaba una niña sentada de espaldas a nosotros, el cabello le llegaba un poco más abajo de los hombros, pero lo más curioso era que su cabello era del mismo color que el mío. En ese momento, recordé algo escrito en la carta “parte de mi corazón se quedó contigo, ya que la otra parte la tenían nuestros hijos”…nuestros hijos…sería posible que..., en ese momento la niña se volteó y me miro… sus ojos eran color chocolate, iguales a los de mi bella, no lo podía creer aun.
-Se llama Alice Marie Cullen Swan -dijo Rosalie.
Con cuidado cogí a mi hija… wow que hermoso suena eso mi hija, no lo puedo creer… la mire detenidamente, era la copia exacta de Bella, excepto por el cabello, pero todo lo demás era como ver una mini Bella.
-Ya viene mi esposo que está cambiando al niño y les contaremos todo-dijo Rosalie- vamos a la sala y los esperamos allí- Alice que aún seguía un poco conmocionada salió del cuarto-trae a la niña si quieres-dijo al ver que no la soltaba
-Gracias-dije cuando pase por su lado.
Al igual que antes nos condujo por la casa hasta la sala, en todo el camino, no pude evitar observar que mi hija me miraba con curiosidad, nos sentamos en la sala y en seguida Marie se bajó de mis brazos y se fue hasta donde estaba Rosalie
-¿Papi?-pregunto Marie
-Si bebe él es tu papi-contesto con una sonrisa.
Marie me miro, luego volvió a mirar a Rosalie, y luego corrió de nuevo hasta mí y me abrazo las piernas
-Papi-dijo fuerte y claro
-Como me conoce-pregunte un poco extrañado pero muy emocionado
-Desde que aprendió a hablar, nos hemos encargado de enseñarle fotos tuyas, por eso es que te reconoció-me explico Rosalie
-Osita el niño se quedó…-dejo la frase inconclusa al entrar en la sala y vernos a Alice, a Marie y a mí allí.
Rosalie lo tomo de la mano y lo acercó.
-Mira amor, te presento a Edward Cullen y…-dejo sin terminar la frase
-oh!!!, perdón por no haberme presentado antes, soy Alice Cullen.
-Edward, Alice les presento a Emmett mi esposo.
Después de hacer las correspondientes presentaciones, nos volvimos a sentar, no me quería separar de mi hija así que la senté en mi regazo.
-bueno, ya es hora de contarles toda la verdad-dijo Rosalie- hace 17 meses ingrese al hospital en trabajo de parto, luego de dar a luz a un hermoso niño, me dejaron en una habitación doble, no le había prestado atención a la otra muchacha que se encontraba ingresada hasta escuche que esta lloraba, al desviar mi vista hacia ella, la reconocí al instante, Bella y yo fuimos muy unidas en la primaria, pero cuando mis padres de mudaron de Forks perdí todo contacto con ella, hasta ese día en el hospital. Emmett y una enfermera entraron para entregarme a mi hijo, cuando la enfermera se marchó, tome valor suficiente y le hable, al principio no me reconoció, pero cuando le dije quién era lo recordó. Charlamos un rato de cosas triviales, le presente a mi esposo y le di a conocer a mi hijo, ella me mostro a sus dos pequeños Anthony y Marie, eran hermosos, en ese momento me atreví a preguntarle porque estaba llorando, ella acomodo a los niños a su lado y empezó a llorar, me conto que sus padres habían muerto y que se casó con un desgraciado y que a los tres años de matrimonio se escapó, me conto sobre ti Alice, lo buena que fuiste con ella y me conto todo lo que vivió contigo Edward, que te amo más que a nada y que esos bebes eran la prueba de su amor. Pero también me conto con profunda tristeza como te dejo y sus motivos para hacerlo, me confeso que tenía miedo de que su marido al enterarse que no era solo un niño sino dos les hiciera daño-para este momento tanto Rosalie, como Alice estaban llorando, yo simplemente trate de concentrarme en el pedacito de cielo que tenía en mis piernas para no derrumbarme ay mismo.
-Después de escuchar toda su historia en silencio y al ver todo el cariño que mi esposa le tenía a Bella-continuo Emmett- le propuse que nos dejara a alguno de los dos niños y que cuando pudiera viniera a verlo en nuestra casa, al principio dudo un poco pero al pensarlo mejor se dio cuenta que era lo más sensato que podía hacer ya que temía por el bienestar de sus hijos, así que nos entregó a Marie –miro unos momento a mi hija y continuo-vino dos veces por semana a visitar y alimentar a la niña ella misma mientras que esta aun lactaba por los últimos 17 meses, estaba feliz de poder ver crecer a sus dos hijos y darles todo el amor que pudiera, se encargaba siempre de ensenarle a Marie fotos tuyas- dijo mirándome- y nos daba plata para lo que necesitara la niña, intentamos negarnos, pero Bella siempre fue testaruda y nos hiso recibirle el dinero mensualmente. Todo marcho bien, hasta hace ya más de dos semanas, nos llamó llorando diciendo que…-topo aire profundamente tratando de calmarse y apretó con fuerza los puños- diciendo que el imbécil de su marido había matado a Anthony, no lo podíamos creer. Desde ese día dejo de venir pero llamaba todos los días, muchas veces quisimos ir a verla, pero ella se negaba, hace dos días, llamo por última vez, se oía débil y muy triste, nos dijo que tu vendrías y que te entregáramos a la niña después de haberte contado todo, nos agradeció por todo lo que hicimos por ella y por Marie, en ese momento nos pareció que hablaba como si se estuviera despidiendo de nosotros y desde ese día no volvimos a saber más de ella.
Concluyo Emmett, no lo podía creer aun, todo lo que había sufrido mi ángel, si solo no hubiese creído lo que me dijo, si hubiese luchado por ella, nada de esto hubiera pasado, todo era mi culpa, por haber sido tan imbécil, si la hubiese buscado la tendría todavía con migo, abrase a mi hija que se había quedado dormida hace poco, todavía me quedaba un último recuerdo de Bella y la voy a proteger cueste lo que cueste, no dejare que nada ni nadie dañe a Marie, la cuidare todo lo que no pude proteger a mi ángel.
-Gracias por haber cuidado de mi hija, estaré en deuda toda la vida con ustedes
-No te preocupes Edward, todo lo hice por bella, pero si te voy a pedir una cosa
-Lo que sea
-No nos apartes de su vida-dijo mirando a Marie que dormía plácidamente en mis brazos-es como una sobrina para nosotros.
-Claro, cuando quieran pueden ir a verla, o la puedo traer de vez en cuando
-Gracias-dijo Rosalie-solo deja y empaco la ropa de Ali en una maleta para que te la puedas llevar
-Yo te ayudo-dijo Alice siguiendo a Rosalie
Nos quedamos en silencio por un rato hasta que Emmett hablo
-Siento mucho lo de tu hijo, y lo de Bella, ninguno de los dos merecían lo que les paso. Pero por lo menos te quedas con una parte de ella, es la misma imagen que su madre.
-Sí, es cierto-dije sin poder evitar sonreír ante esto
Varios minutos después aparecieron Rosalie y Alice con una maleta cada una, Emmett nos ayudó a meter las cosas en el auto, nos despedimos y nos dirigimos de nuevo a casa de Bella, esta vez Alice iba manejando ya que no pensaba soltar a mi hija por nada del mundo.
-No lo puedo creer-repetía Alice una y otra vez con lágrimas en sus ojos
-Ni yo-concorde
-Lo siento-dijo de repente
-¿Por qué?-pregunte sin entender
-Si solo hubiese leído ese correo hace dos semanas, bella todavía estaría viva
-¿Que correo?-pregunte curioso.
-Hoy antes de que te llamara leí un correo que me había enviado Bella diciéndome que necesitaba hablar contigo, explicarte las cosas-dijo llorando
-No Alice, tú no tienes la culpa de nada, como ibas a saber que cuando llegáramos…Bella iba a estar… a estar… muerta- concluí en un susurro
-Lo sé-suspiro.
Llegamos a la casa y una vez allí hicimos todos los trámites para el entierro, trasladaríamos su cuerpo a new york para poder tenerla más cerca, lo único que me lleve de su casa fue el cofre en el cual permanecían las cenizas de mi hijo y varias fotos donde aparecían bella y los niños, volvimos a new york y tres días después la enterramos. Les conté a mis padres todo lo que paso, les presente a mi pequeña hija y les mostré una foto de Anthony y Bella.
Las flores ya llegaron,
el poema empezó,
sobre una tumba fría,
el llora su dolor.
El tiempo transcurre lentamente viendo crecer a Marie, hoy después de 5 años, puedo ver a mi pequeña alegre, llena de fuerza y vitalidad e igual de testaruda y descoordinada que su madre, cada día recuerdo con nostalgia y amor a mi ángel, sé que así pacen 50 años la seguiré amando y la única mujer en mi vida será mi hija ya que nunca podre amar a nadie como la ame a ella, Mi Dulce Ángel.
El solo quiere regresar
el tiempo que paso,
para poder perderse así
en la dulzura de su voz.
Las estrellas miran,
la luna lo abrasa
y un ángel llora.
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que pana la demora chicas... pero como ya lo havia dicho antes este es el capitulo final, espero que les haya gustado la historia y muchas gracias a KimberlyCullen y CIBEL por haver dejado sus comentarios... espero que aunque la historia este terminada dejen sus comentarios para saber que tal les parecio....
besos nos leemos en otra historia
les dejo el nombre de la otra historia que estoy haciendo
Together Forever
Nuevos retos, nuevas decisiones, una gran responsabilidad y dos destinos que se vuelven a unir para luchar juntos por un feliz final. ¿Lo lograran? O al final…. ¿Todos sus intentos habrán sido en vano?. Isabella Swan es una muchacha de 18 años, hija de una importante diseñadora de modas y un neurocirujano prestigioso, siempre ha estado llena de comodidades y lujos, pero a pesar de ello era una persona luchadora y le gustaba hacerse cargo de sí misma sin tener que incomodar a nadie, pero un accidente le dio un gran cambio a su vida.
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