Capítulo 3: En el centro de la tormenta
¿De qué tienes miedo? — De mí misma.
Efectivamente, tenía llamadas perdidas. Vaya menuda sorpresa… A ver si no se ponen pesados .-.
Mi equipo se conformaba por cuatro personas incluyéndome a mí. La primera era Samanta O'Connor, Que al igual que yo era mitad vampiro. Tenía aproximadamente unos 20 años. Su personalidad era un tanto infantil. (Me recordaba a René) Lo que si es que casi-siempre la veras con una sonrisa y un saludo amigable. Al igual que un carisma y una paciencia tremenda. Era una gran persona y una buena amiga. Ella hacia caso omiso a sus instintos asesinos y creía que los humanos no eran comida o algo a lo cual despreciar. Siempre que podía los ayudaba.
Ahí su motivo de trabajar en el FBI. Me recordaba a Carlisle Cullen, por su gran humanidad y amor. La conocía desde que me mude a Chicago y siempre se había preocupado por mí.
Luego estaba David Anderson él era humano. Con una edad de 29 años. Tenía una personalidad algo cerrada. Solo se enfocaba en el equipo y en eliminar a los vampiros. No se relacionaba mucho con nosotros. Iba a lo que iba, nada más.
No lo conocíamos bien pero que se le podría hacer. Era parte del equipo.
Por último y no por ser el menos importante estaba Bryan Williams al igual que su otro compañero varón era humano. Con una edad de 27 años. El al contrario de David tenía una personalidad mucho más abierta. Se enfocaba en su trabajo al 100%. Pero más haya era una persona tranquila y pacífica. Le gustaba relacionarse con los demás y pasar un buen rato.
Era algo sobreprotector conmigo. Y también era uno de mis amigos más cercanos. Según el, yo era su hermanita perdida. A la cual proteger.
Irónico. ¡Soy mitad vampiro, se cuidarme sola! Lo vengo haciendo desde antes que el naciera… Pero en fin.
Tenía 6 llamadas perdidas. 2 de Samanta y las otras 4 de Bryan.
Cada una con un intervalo de 10 minutos aproximadamente. Al parecer era urgente. Me decidí a marcarle a Bryan y a decirle que ya estaba al tanto de la situación cuando mi celular empezó a vibrar.
Era una llamada entrante de Samanta. No pasaron ni dos timbrazos cuando conteste.
— ¿Diga?
—¡Por el amor de dios Bella! ¡Al fin contestas!- dijo algo enfada
—Si lo siento, fui a correr. Eso siempre lo hago. Pero en fin, ¿qué sucede?
—Tenemos un nuevo caso- Informo
— ¿Y de qué trata?
— ¿Te acuerdas del caso Ghost? ¿El que sucedió hace unos cuantos meses?
Lo recordaba a la perfección, hace unos cuantos meses en la ciudad de Kansas. Aparecieron decenas de cuerpos drenados en cualquier zona al azar de la ciudad. Durante semanas aparecían más y más cuerpos .El informe oficial era el ataque de un animal.
Para ese entonces la gente se encontraba aterrada y no salía de sus casas. Temiendo por sus vidas…
Y por más que la policía y el FBI se esforzaban en dar con el culpable de esos asesinatos, no lo conseguían. Se les escurría de las manos. Por eso el nombre.
—Si lo recuerdo, fue un problema el cual corrió rumor por todo el FBI-
—Así es- Confirmo Sam- Pero me he enterado de más información sobre el caso, ya vez, las ventajas de tener un oído vampírico.
—¿ De qué trata?- Pregunte con algo de curiosidad
—Me he enterado a palabras de uno de los jefes del más alto mando del FBI que este "animal" no solo ha estado en Kansas. Si no que después de esa parada se ha ido moviendo a Missuri, Tennesse y Kentucky.
—¿Lo que estás diciendo es que ahora este vampiro está aquí en Chicago?
—Exacto Bella. Y lo que estamos pensando es que no son unos simples nómadas. Son mucho más. Me huele a que hay neófitos en todo esto.
—¿No crees, que si fuera así los Vulturis ya hubieran interferido en todo esto?
—No estoy segura realmente, son puras ideas. Pero encaja con el perfil
—Coincido, la mayoría de los atentados son por neófitos descontrolados y sedientos- dije pensativa
—Te quería contactar para decirte que es urgente que vengas. La cosa se va a poner seria. Y necesitamos a toda la gente posible. Sé que es tu día libre pero en serio es importante que estés aquí.
—No te preocupes Sam, lo comprendo, para eso trabajamos. Para evitar muertes humanas inocentes.
—De acuerdo, te veo en un rato.
—Si, hasta luego- Dije
Y así termino la llamada. Vaya la cosa se puso seria. Yo pensé que solo sería un neófito descontrolado detrás de todo esto.
Considerando sus antecedentes en otros lugares, si no deteníamos esto ahora mismo. Chicago se iba a convertir en una zona de guerra. Deje el celular y rápidamente fui a mi habitación. Escogí las primeras prendas que encontré y me metí a tomar una ducha rápida.
Mientras iba trazando un plan. Debíamos comunicarnos con las autoridades de cada estado en donde habían sucedido los ataques.
Para saber el modus operandi del Vampiro. Y sus habituales zonas de caza.
Ir a investigar en la escena del crimen. Y más importante todavía, ver si los Vulturis no estaban al tanto de la situación. Si no sería un problema mayor con ellos encima.
Eran tantas cosas por hacer, y tan poco tiempo con más ataques al acecho.
Salí de la ducha. Me peine con una simple coleta y fui a la sala.
Agarre mi arma cargada al igual que mis placas y las llaves de mi camioneta. Me fui a toda prisa directo a las oficinas del FBI. Y en el transcurso del camino solo pensaba en una cosa.
Ojala y el caso no se pusiera peor de lo que ya estaban. Pues presentía que se venía una gran tormenta. Y por ende nosotros nos encontrábamos justo en el centro de ella.
|