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Capítulo 4: Libro abierto (I parte)
--- Se llama Libro Abierto --- dijo cuándo se paró y empezó a leer
El día siguiente fue mejor... y peor.
--- ¿En qué sentido? --- preguntaron la mayoría de los presentes.
--- él no estaba --- dijo simplemente Bella y todos asintieron.
Fue mejor porque no llovió.
, aunque persistió la nubosidad densa y oscura; y más fácil, porque sabía qué podía esperar del día. Mike se acercó para sentarse a mi lado durante la clase de Lengua y me acompañó hasta la clase siguiente mientras Eric, el que parecía miembro de un club de ajedrez, lo fulminaba con la mirada.
Aunque ahora eran Edward y Jacob quienes lo fulminaban y Ben miraba a su amigo con algo de curiosidad, dado que pensaba ¿Qué era lo que podía tener celos de Mike?
--- Territorio --- contesto Edward a su pregunta y este asintió de acuerdo a él.
Me sentí halagada. Nadie me observaba tanto como el día anterior. Durante el almuerzo me senté con un gran grupo que incluía a Mike, Eric, Jessica y otros cuantos cuyos nombres y caras ya recordaba. Empecé a sentirme como si flotara en el agua en vez de ahogarme.
Fue peor porque estaba agotada. El ulular del viento alrededor de la casa no me había dejado dormir. También fue peor porque el Sr. Varner me llamó en la clase de Trigonometría, aun cuando no había levantado la mano, y di una respuesta equivocada.
--- Nadie es perfecto, más que don sabelotodo --- dijo Emmett molesto.
--- Ya, celoso --- dijo Edward en burla --- supera esa vez.
--- ¿Qué vez? --- preguntaron Bella y Nessie al mismo tiempo.
--- Una vez que Emmett y Edward estaban en el mismo grupo --- dijo Alice riéndose con disimulo --- y Edward saco diez limpio en una examen y Emmett menos diez.
--- ¿Cómo se puede sacar menos diez de calificación? --- pregunto Ángela sorprendida.
--- Créenos, eso todavía es un misterio para nosotros --- dijo Jasper para volver a leer.
Rayó en lo espantoso porque tuve que jugar al voleibol y la única vez que no me aparté de la trayectoria de la pelota y la golpeé, ésta impactó en la cabeza de un compañero de equipo.
--- Ja, Rebeca tuvo un chichón toda la semana por eso --- dijo Ben riéndose y los demás lo siguieron, mientras Bella se sonrojaba.
--- Bella ¿me dejas ir a verte a una de tus clases de Educación Física? --- pregunto Emmett emocionado.
--- No, definitivamente no --- dijo está rodeando los ojos y él agacho la cabeza.
Y fue peor porque Edward Cullen no apareció por la escuela, ni por la mañana ni por la tarde.
Que llegara la hora del almuerzo —y con ella las coléricas miradas de Cullen— me estuvo aterrorizando durante toda la mañana. Por un lado, deseaba plantarle cara y exigirle una explicación. Mientras permanecía insomne en la cama llegué a imaginar incluso lo que le diría, pero me conocía demasiado bien para creer que de verdad tendría el coraje de hacerlo.
En comparación conmigo, el león cobarde de El mago de Oz era temerario.
--- La verdad no creo que seas cobarde --- dijo Edward mirándome con una sonrisa --- al contrario, por todo lo que has hecho eres muy valiente.
--- Odio decir esto, pero estoy de acuerdo con él --- dijo Jacob mirándolo con desprecio.
Sin embargo, cuando entré en la cafetería junto a Jessica —intenté contenerme y no recorrer la sala con la mirada para buscarle, aunque fracasé estrepitosamente— vi a sus cuatro hermanos, por llamarlos de alguna manera, sentados en la misma mesa, pero él no los acompañaba. Mike nos interceptó en el camino y nos desvió hacia su mesa. Jessica parecía eufórica por la atención, y sus amigas pronto se reunieron con nosotros.
--- ¿Te das cuenta que esa atención no era para ti, sino para Bella? --- pregunto Alice mirándola con burla y esta la ignoro con la poca dignidad que tenía (NT: Si es que tiene XP)
“Maldita Cullen y Swan, ahora voy a quedar en ridículo frente a Mike” pensó esta y Edward levanto una ceja en modo de intriga, asiéndola parpadear y recordando que podía saber lo que pensaba la gente.
Pero estaba incomodísima mientras escuchaba su despreocupada conversación, a la espera de que él acudiese. Deseaba que se limitara a ignorarme cuando llegara, y demostrar de ese modo que mis suposiciones eran infundadas.
Pero no llegó, y me fui poniendo más y más tensa conforme pasaba el tiempo. Cuando al final del almuerzo no se presentó, me dirigí hacia la clase de Biología con más confianza. Mike, que empezaba a asumir todas las características de los perros golden retriever.
Todos empezaron a reír a excepción de Mike que estaba rojo de la vergüenza y de Jessica que lo único que deseaba era salir de esa habitación lo más rápido posible
, me siguió fielmente de camino a clase. Contuve el aliento en la puerta, pero Edward Cullen tampoco estaba en el aula. Suspiré y me dirigí a mi asiento. Mike me siguió sin dejar de hablarme de un próximo viaje a la playa y se quedó junto a mi mesa hasta que sonó el timbre. Entonces me sonrió apesadumbrado y se fue a sentar al lado de una chica con un aparato ortopédico en los dientes y una horrenda permanente. Al parecer, iba a tener que hacer algo con Mike, y no iba a ser fácil. La diplomacia resultaba vital en un pueblecito como éste, donde todos vivían pegados los unos a los otros. Tener tacto no era lo mío, y carecía de experiencia a la hora de tratar con chicos que fueran más amables de la cuenta. El tener la mesa para mí sola y la ausencia de Edward supuso un gran alivio.
--- Sí claro, ahora solo quieres que valla --- dijo Emmett burlón.
--- Pues sí, me encanta estar con tu hermano --- dijo está mirando a Edward con una sonrisa.
--- Sí lo dices de ese modo la gente pensara mal --- dijo Emmett levantando una ceja de modo pervertido --- Eh, Bellita.
--- ¡EMMETT! --- gritaron Rosalie, Bella y Edward enfadados y todos los demás se rieron (menos Jacob y Mike que pensaba si ellos ya habían tenido algo que ver).
--- A ti no te interesa eso idiota--- dijo Edward mirándolo mal y esta se sorprendió y asusto.
Me lo repetí hasta la saciedad, pero no lograba quitarme de la cabeza la sospecha de que yo era el motivo de su ausencia. Resultaba ridículo y egotista creer que yo fuera capaz de afectar tanto a alguien. Era imposible. Y aun así la posibilidad de que fuera cierto no dejaba de inquietarme.
--- No tenías por qué inquietarte también fue parte mi culpa --- dijo este mirando sombríamente al libro.
--- En ese momento que te alejaste debiste quedarte así --- dijo Jacob molesto.
--- Te concedo la razón chucho --- dijo Edward molesto con él mismo por los peligros que había puesto a la mujer que amaba.
--- ¡vasta Edward! --- grito Bella molesta --- no quiero escucharte decir esas cosas nunca más.
Ella se acordó de los tiempos oscuros, en esos tiempos en que él se había alejado de ella y se había convertido casi en un zombi. Esa separación lo único que había logrado es casi matar a los dos.
Cuando al fin concluyeron las clases y hubo desaparecido mi sonrojo por el incidente del partido de voleibol, me enfundé los vaqueros y un jersey azul marino
--- como me encanta ese color en ti --- dijo Edward asiendo sonrojar demasiado a su novia.
Y me apresuré a salir del vestuario, feliz de esquivar por el momento a mí amigo, el golden retriever. Me dirigí a toda prisa al aparcamiento, ahora atestado de estudiantes que salían a la carrera. Me subí al coche y busqué en mi bolsa para cerciorarme de que tenía todo lo necesario.
La noche pasada había descubierto que Charlie era incapaz de cocinar otra cosa que huevos fritos y beicon
--- ¡Y así sobrevivo 17 años! --- dijo Bella con expresión alarmada.
--- Pobre hombre --- dijo Sue, hablando por primera vez desde que los lobos llegaron.
, por lo que le pedí que me dejara encargarme de las comidas mientras durara mi estancia. Él se mostró dispuesto a cederme las llaves de la sala de banquetes.
También me percaté de que no había comida en casa, por lo que preparé la lista de la compra, tomé el dinero de un jarrón del aparador que llevaba la etiqueta «dinero para la comida» y ahora iba de camino hacia el supermercado Thriftway. Puse en marcha aquel motor ensordecedor, hice caso omiso a los rostros que se volvieron en mi dirección y di marcha atrás con mucho cuidado al ponerme en la cola de coches que aguardaban para salir del aparcamiento. Mientras esperaba, intenté fingir que era otro coche el que producía tan ensordecedor estruendo. Vi que los dos Cullen y los gemelos Hale se subían a su coche. El flamante Volvo, por supuesto.
--- Ese coche no es de ellos es mío --- dijo Edward cruzándose de brazos.
--- Lo sabemos --- dijeron sus hermanos rodeando los ojos.
--- Pero tú te llevaste el Mercedes --- dijo Alice mirándolo mal --- y el auto de Esme estaba en el taller, el Jeep y el BMW eran ostentosos y Carlisle tuvo que llevarse el auto de Jazz, así que te amuelas.
--- ¿Cuántos autos tienen? --- preguntaron Ben, Jacob, Seth y hasta Jared sorprendidos.
--- Edward tiene dos autos --- dijo Alice pensativa ---- Jasper uno y una moto, yo también tengo uno, Rose tiene tres autos, pero su favorito está en esta casa, Esme tiene uno de emergencias (cuando quiere salir), Carlisle tiene otro y Emmett un Jeep.
--- En total son unos once contando la moto --- dijo Jasper pensativo.
--- ¿Y todos son como el volvo y el BMW? --- pregunto Ben sorprendido.
--- Sí, nos encanta la velocidad --- dijo Edward “asombroso, me encantaría conducir uno de esos, aunque sea el volvo” pensó Ben imaginándose en el volante de un carro que no podía pagar --- en un tiempo que tengamos te presto uno de los míos para que des una vuelta.
--- ¿Enserio? --- pregunto Ben asombrado y este asintió --- vaya, gracias hombre.
--- No me importaría el olor, con tal de conducir uno de esos --- dijo Jared por lo cual Jacob tuvo que asentir al igual que otros lobos.
--- Bien, terminando dos capítulos más pueden tomar los coches de Edward y conducirlos --- dijo Alice y este la miro con interrogantica en la cara ---- si se lo prestas a uno se lo prestas a todos --- dijo sacándole la lengua y este ya no dijo nada --- bien Jasper continua.
Me habían fascinado tanto sus rostros que no había reparado antes en el atuendo
--- Eso es un crimen ---- dijo Alice molesta y Bella se encogió de hombros
, pero ahora que me fijaba, era obvio que todos iban magníficamente vestidos, de forma sencilla, pero con una ropa que parecía hecha por modistos. Con aquella hermosura y gracia de movimientos, podrían llevar harapos y parecer guapos. El tener tanto belleza como dinero era pasarse de la raya, pero hasta donde alcanzaba a comprender, la vida, por lo general, solía ser así. No parecía que la posesión de ambas cosas les hubiera dado cierta aceptación en el pueblo. No, no creía que fuera de ese modo. En absoluto. Ese aislamiento debía de ser voluntario, no lograba imaginar ninguna puerta cerrada ante tanta belleza.
Contemplaron mi ruidoso monovolumen cuando les pasé, como el resto
--- De hecho te estábamos mirando a ti --- dijeron Rosalie y Jasper al mismo tiempo
--- Sí, queríamos saber que había pasado como para que nuestro hermano se quisiera ir --- dijo Alice pensativa --- pero resulto que se había enamorado.
, pero continué mirando al frente y experimenté un gran alivio cuando estuve fuera del campus.
El Thriftway no estaba muy lejos de la escuela, unas pocas calles más al sur, junto a la carretera. Me sentí muy a gusto dentro del supermercado, me pareció normal. En Phoenix era yo quien hacía la compra, por lo que asumí con gusto el hábito de ocuparme de las tareas familiares. El mercado era lo bastante grande como para que no oyera el tamborileo de la lluvia sobre el tejado y me recordara dónde me encontraba.
Al llegar a casa, saqué los comestibles y los metí allí donde encontré un hueco libre. Esperaba que a Charlie no le importara. Envolví las patatas en papel de aluminio y las puse en el horno para hacer patatas asadas, dejé en adobo un filete y lo coloqué sobre una caja de huevos en el frigorífico.
Subí a mi habitación con la mochila después de hacer todo eso. Antes de ponerme con los deberes, me puse un chándal seco, me recogí la melena en una coleta y abrí el mail por vez primera. Tenía tres mensajes. Mi madre me había escrito.
--- Wau, creo que tu mamá es un poco exagerada --- dijo Emmett y recibió un zape por parte de Esme
--- Una madre siempre es exagerada cuando se trata de proteger o cuidar a sus hijos --- dijo esta y su hijo bajo la cabeza.
Bella:
Escríbeme en cuanto llegues y cuéntame cómo te ha ido el vuelo. ¿Llueve? Ya te echo de menos. Casi he terminado de hacer las maletas para ir a Florida, pero no encuentro mi blusa rosa. ¿Sabes dónde la puse? Phil te manda saludos.
Mamá
Suspiré y leí el siguiente mensaje. Lo había enviado ocho horas después del primero.
Decía:
¿Por qué no me has contestado? ¿A qué esperas? Mamá.
El último era de esa mañana.
Isabella
--- Ja, hace lo mismo que mi madre cuando se enoja --- dijo Nessie riéndose y todo el mundo la miro --- cuando mi madre se enoja me dice Renesmeé si no haces esto…
---- ¿Renesmeé?--- preguntaron todos a la vez y ella abrió los ojos como platos.
--- Ups, se suponía que no debían de saber eso --- dijo ella encogiéndose de hombros y mirando a Nahuel para que la ayudara.
--- Eres una boca floja --- dijo este rodeando los ojos --- ahora diles cómo te llamas y si descubren quien eres es tu problema.
--- Pero…
--- Ahora --- dijo este en tono serio dejando ver los años de más que tenía.
--- Bien, mi nombre completo es Renesmeé Carilei Cullen --- dijo está mirando a todos los presentes.
--- Que raro nombre, ¿a quién se le ocurre poner un nombre tan raro y largo? --- pregunto Jessica con burla.
--- Hey no insultes mi nombre --- dijo está molesta --- que el trabajo les costó a mis padres.
--- Suena bonito --- intercedió Ángela --- diferente, pero bonito. ¿Por qué te dicen Nessie?
--- Mi novio me lo puso --- dijo está sonriendo y Nahuel se golpeó la cabeza.
--- Mejor cállate Renesmeé que lo vas a empeorar todo --- dijo y ella asintió.
Edward la miraba, era tan igual a él, pero al mismo tiempo tan diferente, después miraba a Bella y vio también el parecido con ella y las grandes diferencias. Pero el parecido más grande eran aquellos ojos grandes y hermosos como el chocolate lo que más le llamo la atención y sobretodo que esa niña no era humana, pero tampoco era loba o vampira “¿Quién eres en realidad Renesmeé Cullen?” pensó Edward observándola de cerca.
--- Ven conmigo --- dijo parándose de su lugar y dirigiéndose a fuera de la casa (había más de una creatura con súper oído en la casa)
Nessie parpadeo, pero nunca antes había desobedecido a su padre y la verdad no iba a empezar asiéndolo ahora. Salió de la casa y lo siguió lo más lejos posible. Edward se detuvo en cuanto vio que ningún lobo o vampiro pudiera escucharlo.
--- Ahora dime quien eres realmente --- dijo mirándola con algo de impaciencia y ella solo lo miro perturbada --- te lo advierto no nos vamos a mover de aquí hasta que me digas quien realmente eres Renesmeé.
--- No puedo, ahora no --- dijo está mirando a así la casa --- por favor confía en mí.
--- E tenido mucho tiempo para no confiar en nadie, así que si no me lo dices acabo con esta locura de inmediato --- dijo refiriéndose a lo que estaban haciendo.
--- No, hay consecuencias en la magia muy grandes --- dijo esta apurada --- y si no terminamos de leer los cuatro libros no podré volver a casa.
--- No me importa, pero si no me dices quien eres ten por seguro que ni mi familia, ni Bella y ni yo seguiremos leyendo esos libros --- dijo mirándola con enojo.
--- Bien, pero estoy segura que no me vas a creer --- dijo ella suspirando --- mi nombre es Renesmeé Carilei Cullen y soy tu hija, bueno tuya y de Bella.
--- Ja, ahora la verdad --- dijo este con impaciencia.
--- Es la verdad, nací el diez de septiembre del 2007 --- dijo mirándolo con tristeza --- era una noche oscura y solo recuerdo los gritos de mi madre y luego a mi tía Rose dándome de comer.
--- No te creo --- dijo él.
Renesmeé lo miro por un segundo y después asintió, se quitó del cuello una cadena de oro que resultó ser un guardapelos muy viejo, se lo entrego a Edward el cual lo abrió sorprendido de una fotografía donde él salía con Bella de ojos rojos (“Vampira”, pensó), pero lo más sorpréndete era la pequeña de unos cuatro o tal vez cinco años que sonreía contenta mientras ellos la abrazaban.
--- “Mas que mi vida” --- tradujo lo que estaba escrito adentro.
--- Mi mamá me lo dio de primer regalo de navidad --- dijo ella extendiendo su mano para recuperar su mayor tesoro --- estoy diciéndote la verdad, encontré una manera de ayudar a que muchas cosas no pasen (excepto mi nacimiento), solamente quería verlos feliz --- lo miro pidiendo perdón --- ¿puedes creerme por favor?
--- Esto es…
--- No digas nada --- dijo sorbiendo por la nariz --- te prometo que muy pronto averiguaras como paso y que fue exactamente lo que paso. Confía en mi papá.
Edward se quedó extático ante esa palabra, “Papá”, fue como sentir que algo se abría en su pecho, le creía a esa niña, creía que era su hija y de Bella y que había formado una familia en el futuro, pero todo era tan extraño.
--- Confiare en ti, pero al final del libro quiero una buena explicación --- antes de terminar Renesmeé ya lo estaba abrazando y este le devolvió el abrazo, para después él percatarse de algo y verla con una ceja levantada --- ¿Cómo es eso que tienes novio?
--- Eso se explica también en los libros no te apures --- dijo rápidamente ella y después sonrió de manera burlona --- a que te gano de aquí a la casa.
--- Te apuesto a que no…
Entraron en la casa con un empate y los dos se fueron a sentar, cuando Jasper vio que Edward no diría nada y que Renesmeé tampoco decidió continuar con la lectura antes de cualquier cosa.
Si no me has contestado a las 17:30, voy a llamar a Charlie.
Miré el reloj. Aún quedaba una hora, pero mi madre solía adelantarse a los acontecimientos.
Mamá:
Tranquila. Ahora te escribo. No cometas ninguna imprudencia.
Bella
Envié el mail empecé a escribir otra vez.
Mamá:
Todo va fenomenal. Llueve, por supuesto. He esperado a escribirte cuando tuviera algo que contarte. La escuela no es mala, sólo un poco repetitiva. He conocido a unos cuantos compañeros muy amables que se sientan conmigo durante el almuerzo. Tu blusa está en la tintorería. Se supone que la ibas a recoger el viernes. Charlie me ha comprado un monovolumen. ¿Te lo puedes creer? Me encanta. Es un poco antiguo, pero muy sólido, y eso me conviene, ya me conoces.
Yo también te echo de menos. Pronto volveré a escribir, pero no voy a estar revisando el correo electrónico cada cinco minutos. Respira hondo y relájate. Te quiero.
Bella
Había decidido volver a leer Cumbres borrascosas por placer —era la novela que estábamos estudiando en clase de Literatura—, y en ello estaba cuando Charlie llegó a casa.
--- Que inoportuno --- dijo Nessie en tono burlón, sabiendo cuantas veces había leído ese libro su madre --- espero que no te quedaras en nada bueno.
--- Descuida me quede al principio --- dijo está rodeando los ojos y Edward sonrió ante la interacción madre e hija.
Había perdido la noción del tiempo, por lo que me apresuré a bajar las escaleras, sacar del horno las patatas y meter el filete para asarlo.
— ¿Bella? —gritó mi padre al oírme en la escalera.
¿Quién iba a ser si no?, me pregunté.
—Hola, papá, bienvenido a casa.
—Gracias.
Colgó el cinturón con la pistola y se quitó las botas mientras yo trajinaba en la cocina. Que yo supiera, jamás había disparado en acto de servicio. Pero siempre la mantenía preparada. De niña, cuando yo venía, le quitaba las balas al llegar a casa. Imagino que ahora me consideraba lo bastante madura como para no matarme por accidente, y no lo bastante deprimida como para suicidarme.
--- Pero hubo un tiempo en que lo volvió a ser --- dijo Bella pensativa y Edward gruño, sabiendo que se refería a cuando él la dejo.
— ¿Qué vamos a comer? —preguntó con recelo.
Mi madre solía practicar la cocina creativa, y sus experimentos culinarios no siempre resultaban comestibles. Me sorprendió, y entristeció, que todavía se acordara.
—Filete con patatas —contesté para tranquilizarlo.
Parecía encontrarse fuera de lugar en la cocina, de pie y sin hacer nada, por lo que se marchó con pasos torpes al cuarto de estar para ver la tele mientras yo cocinaba. Preparé una ensalada al mismo tiempo que se hacía el filete y puse la mesa.
Lo llamé cuando estuvo lista la cena y olfateó en señal de apreciación al entrar en la cocina.
—Huele bien, Bella.
—Gracias.
--- Cocinas bien, aun cuando preparas verduras --- dijo Nessie con una mueca de asco.
--- Gracias --- dijo esta.
--- Sigo sin saber por qué su afán por que me las coma --- dijo en un murmullo que solo su padre pudo escuchar y tuvo que aguantar su risa
Comimos en silencio durante varios minutos, lo cual no resultaba nada incómodo. A ninguno de los dos nos disgustaba el silencio. En cierto modo, teníamos caracteres compatibles para vivir juntos.
—Y bien, ¿qué tal el instituto? ¿Has hecho alguna amiga? —me preguntó mientras se echaba más.
—Tengo unas cuantas clases con una chica que se llama Jessica y me siento con sus amigas durante el almuerzo. Y hay un chico, Mike, que es muy amable. Todos parecen buena gente.
Con una notable excepción.
--- Perdón, no quería ser tan hostil --- dijo Edward mirando a su novia con arrepentimiento y esta rodeo los ojos.
--- No te pongas así que pasa un buen tiempo antes de que te animaras --- dijo Bella rodeando los ojos --- y si te la pasas disculpándote van a ser unos capítulos muy largos
--- Hay, como si no lo conocieras --- dijo Alice --- se la va a pasar disculpándose.
—Debe de ser Mike Newton. Un buen chico y una buena familia. Su padre es el dueño de una tienda de artículos deportivos a las afueras del pueblo. Se gana bien la vida gracias a los excursionistas que pasan por aquí.
— ¿Conoces a la familia Cullen? —pregunté vacilante.
— ¿La familia del doctor Cullen? Claro. El doctor Cullen es un gran hombre.
--- Bueno gracias Charlie --- dijo Carlisle sonriéndole al libro, provocando la gracia de Emmett.
--- Le estas dando las gracias a un libro --- dijo este y su padre entrecerró los ojos molesto.
—Los hijos... son un poco diferentes. No parece que en el instituto caiga demasiado bien.
El aspecto enojado de Charlie me sorprendió.
— ¡Cómo es la gente de este pueblo! —murmuró—. El doctor Cullen es un eminente cirujano que podría trabajar en cualquier hospital del mundo y ganaría diez veces más que aquí —continuó en voz más alta—. Tenemos suerte de que vivan acá, de que su mujer quiera quedarse en un pueblecito. Es muy valioso para la comunidad, y esos chicos se comportan bien y son muy educados. Albergué ciertas dudas cuando llegaron con tantos hijos adoptivos.
--- Sí, me acuerdo la cara del jefe Swan cuando nos presentaron --- dijo Alice riéndose --- ¿Qué pensaba Edward?, nunca nos dijiste.
--- La verdad es que casi no pude leer su mente --- dijo mirando a sus hermanos --- pero un pensamiento que capte fue el de si le daríamos problemas serios.
--- Valla --- dijo Jasper pensativo, tal vez lo de Bella es de genes.
--- Tienes razón --- dijo Edward respondiendo a los pensamientos de su hermano.
Pensé que habría problemas, pero son muy maduros y no me han dado el más mínimo problema. Y no puedo decir lo mismo de los hijos de algunas familias que han vivido en este pueblo desde hace generaciones. Se mantienen unidos, como debe hacer una familia, se van de camping cada tres fines de semana... La gente tiene que hablar sólo porque son recién llegados.
--- Pero creo que ya no piensa en nosotros así ¿verdad Eddy? --- dijo Emmett con una ceja levanta y Edward solo le aventó otro cojín.
Era el discurso más largo que había oído pronunciar a Charlie. Debía de molestarle mucho lo que decía la gente.
Di marcha atrás.
—Me parecen bastante agradables, aunque he notado que son muy reservados. Y todos son muy guapos —añadí para hacerles un cumplido.
—Tendrías que ver al doctor —dijo Charlie, y se rio—. Por fortuna, está felizmente casado. A muchas de las enfermeras del hospital les cuesta concentrarse en su tarea cuando él anda cerca.
--- ¿¡QUE!? --- dijo Esme furiosa mirando a su esposo.
--- No te angusties querida --- dijo rápidamente aguantando las risas burlonas de sus hijos --- sabes que te amo solo a ti.
--- Mira Carlisle Cullen, solo confió en ti por todo este tiempo junto --- dijo molesta --- pero que esas enfermeras se alejen.
--- Sí, si --- dijo rápidamente, Edward era el que reía más fuerte que nadie, ya que sabía que Esme estaba bromeando con su enojo.
Nos quedamos callados y terminamos de cenar. Recogió la mesa mientras me ponía a fregar los platos. Regresó al cuarto de estar para ver la tele. Cuando terminé de fregar —no había lavavajillas, subí con desgana a hacer los deberes de Matemáticas. Sentí que lo hacía por hábito. Esa noche fue silenciosa, por fin. Agotada, me dormí enseguida.
El resto de la semana transcurrió sin incidentes. Me acostumbré a la rutina de las clases. Aunque no recordaba todos los nombres, el viernes era capaz de reconocer los rostros de la práctica totalidad de los estudiantes del instituto. En clase de gimnasia los miembros de mi equipo aprendieron a no pasarme el balón y a interponerse delante de mí si el equipo contrario intentaba aprovecharse de mis carencias. Los dejé con sumo gusto.
Edward Cullen no volvió a la escuela.
Todos los días vigilaba la puerta con ansiedad hasta que los Cullen entraban en la cafetería sin él. Entonces podía relajarme y participar en la conversación que, por lo general, versaba sobre una excursión a La Push Ocean Park para dentro de dos semanas, un viaje que organizaba Mike. Me invitaron y accedí a ir, más por ser cortés que por placer. Las playas deben ser calientes y secas.
--- Vaya fue por eso --- dijo Paul en tono de broma --- Jake tenía la esperanza de que fueras por él.
Todos se rieron a expresión de Edward el cual gruño y Jacob que le dio un puñetazo a su amigo, después todo se calmó y Jasper pudo volver a la lectura.
Cuando llegó el viernes, yo ya entraba con total tranquilidad en clase de Biología sin preocuparme de si Edward estaría allí. Hasta donde sabía, había abandonado la escuela.
Intentaba no pensar en ello, pero no conseguía reprimir del todo la preocupación de que fuera la culpable de su ausencia, por muy ridículo que pudiera parecer.
Mi primer fin de semana en Forks pasó sin acontecimientos dignos de mención. Charlie no estaba acostumbrado a quedarse en una casa habitualmente vacía, y lo pasaba en el trabajo. Limpié la casa, avancé en mis deberes y escribí a mi madre varios correos electrónicos de fingida jovialidad. El sábado fui a la biblioteca, pero tenía pocos libros, por lo que no me molesté en hacerme la tarjeta de socio. Pronto tendría que visitar Olympia o Seattle y buscar una buena librería. Me puse a calcular con despreocupación cuánta gasolina consumiría el monovolumen y el resultado me produjo escalofríos.
--- Por eso te digo si… --- trato vagamente Edward, pero fue interrumpido por su novia.
--- ¡No voy a cambiar mi coche! --- dijo suspirando fastidiada de esa conversación.
--- Bien, está bien ya no insisto --- dijo resignado este causando unas risas por parte de su familia y admiración por los humanos.
NOTAS DE LA AUTORA:
¿Que hay?, ¿me extrañaron?, solo vi un comentario, pero nimodo, mientras a una le guste por mi seguire publicando, primero que nada les tengo una mala noticia y es que empeze la uni (¿cuantas personas no nos hacen esto?, y yo que decía nunca iba a serlo), pero bueno, no es solo por la uni, sino tambien por ser de esa universidad me permiten ir al Gym y así se me complica algo publicar, mientras tenga tiempo publicare y escribire los capitulos, solo tengo este fincs, pero mas probable es que trate de habansarle mas los viernes y los sabados y publicar en cuanto termine cada uno. La compu es de mi hermano, así que ese es otro problema, pero para lo demes seguire aquí y avisare cada que publique al que me diga que le mande un mensaje.
Ok, este cap se lo dedico a quien me comento los otros, ahora bien el segunda parte esta ya casí acabado y si me comentan muchas y muchas prometo que lo publico lo mas rapido, tal vez el sabado y les abiso un beso y un abrazo de su amiga BEA.
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