Ok, aca tienen un capitulo "adelanto", ya que la historia romantica de Edward y Bella va a comenzar a tener contratiempos y sorpresas, por lo cual partes como la que leeran escacearán un poco los primeros capitulos, pero habrá muuchas aun así! Disfruten con este nuevo capi!
Besos desde Argentina!
Camii :)
Bella POV
Corté la llamada y regresé saltando entre los árboles hasta mi habitación. Me senté en la cama a la espera de que entraran Rose y Alice.
Tal y como esperaba entraron enseguida a mi cuarto.
-Bien, cuenta- dijo Rose al tiempo que se sentaba a mi derecha, seguida de Alice, que se sentó del otro lado.
-¿Qué se supone que les cuente?- ambas giraron sus ojos.
-Qué tal si empiezas con: ¿Qué piensas hacer?- dijo Alice, pero Rose la interrumpió.
-No, esperen, primero quiero saber porque…- la interrumpí.
-Bueno, no hay ningún porqué, solamente… me gusta-
-Pero, qué tal si no es ESA persona que buscas, quiero decir, si tan solo fue un error y solo te llama la atención y nada más…- lo pensé medio segundo.
-Bueno… admito que se me cruzo por la cabeza, pero no puede ser. Sé que no puedo saberlo muy bien ya que nunca en mi… existencia, me enamoré, pero es algo muy fuerte… Lo conocí hoy, apenas si cruzamos palabra y ya me pongo celosa si alguna chica habla con él-Jessica, pensé-, y pienso en él a cada momento… Yo creo que es amor…- ambas me miraban expectantes, atentas a todo lo que decía.
Noté que estaban pensando, y preferí darles su tiempo para pensar bien lo que dije. Me adentre en mi mundo. Carlisle estaba de acuerdo en que luchara por su amor… Y Esme estaría claramente de acuerdo también. Los chicos claro que no tendrían problema si sus novias me apoyaban y… ¡LOS CHICOS!
-¡Alice!- grite nerviosa, pero me calme- Todos están escuchando- susurré. Me miró divertida.
-Claro que no, ¿A caso piensas que somos tan descuidadas?- lo pensé, por lo que me lanzó una mirada de frustración – Okey, no me digas lo que piensas sobre eso. Y para que no te preocupes, todos se fueron a cazar.-
-Mañana hay escuela-
-Sí, no se fueron muy lejos, volverán en la mañana, justos para ir a estudiar, excepto Esme y Carlisle, ellos aprovecharán que Carlisle tiene tres días libres.-
-Entiendo.-
-Bien, ahora sí, ¿Qué piensas hacer?-
-Bueno, me voy a arriesgar, pero si veo que no funciona…- se le iluminó el rostro.
-¡Genial!- dijo dando saltitos, común en Alice –Debemos empezar YA el plan “Bella conquista”- rodé mis ojos.
-Alice, ¿Era necesario poner nombres?- reímos las tres. De repente la mirada de Al se perdió en la nada.
Esperamos a que terminara. Cuando finalizo me miró significativamente.
-¿Hay algo más de lo que quieras contarnos?- Pensé, pero no me vino nada a la mente. ¿Qué podría ser que yo no les haya conta…? Me di cuenta a que se refería.
-Oh, ya entiendo… Bien, llamé a Tanya para que viniera con nosotros…- Las dos me miraron enfadadas. En especial Rose. Ella y Tanya no se llevaban bien desde que Tanya intentó coquetear con Emmett.
-Entiendo, nosotras no somos suficiente, claro, Tanya podría darte mejores consejos- dijo Alice con tono dramático pero enojado.
-O, tal vez se “enamorara”- dijo Rose haciendo comillas en el aire- de tu chico. Está bien, entendemos Bella, suerte con Tanya- termino de hablar y desapareció por la puerta. Miré a Alice suplicante. –En que lío te has metido Bells- me dijo mentalmente.
- Lo siento Al, pero ya sabes que Tanya es mi mejor amiga…- me miró significativa –pero ustedes son mis hermanas, no las cambiaría nunca por nadie. Solamente la llamé por nervios, y… Bueno, seamos sinceras, jamás me dirán lo que yo no quiero escuchar, algo que muchas veces será la verdad- asintió.
-Ya veo, en ese caso no diré nada…- se paro –Mejor voy a buscar a Rose, ya sabes cómo es cuando se enoja- asentí, tenía razón, una vez no me habló durante un año por jugarle una “pequeña” bromita.
Alice se detuvo en medio de mi habitación. Volteo y dijo:
-Cuando intente sacarte a Edward y vengas llorando con nosotras, seguro que a Rose se le pasa el enfado- quedé atónita, ¿Eso había sido real, una visión? ¿O solo una suposición? Enseguida revisé en su mente.
-Tranquila Bella, es solo una deducción mía, no es real… aun- rodé los ojos, Alice era siempre tan… Alice. Se fue de mi cuarto, dejando completamente sola. ¿Y ahora?
Me paré y di vueltas por toda mi habitación. Agarré un CD y puse mi canción favorita de Debussy, “Claro de Luna”. Me puse mi camisón blanco, que me llegaba hasta las rodillas. Era puro adorno, no dormíamos.
Volví a tirarme en mi cama. La canción terminaba y volvía a empezar, yo miraba el techo de madera, pensaba…
Cuando ya me sabía de memoria cada detalle en la madera, una idea se me cruzo en la cabeza. Un impulso hiso que me parase y comenzase a correr.
Salí de mi casa, ya era de noche, y de hecho, la noche ya estaba muy avanzada, tal vez la una de la madrugada.
Corrí hacia la tan famosa casa, la que todos conocían, la casa ubicada sobre una pequeña loma, con un inmenso bosque que la rodeaba en sus laterales.
Cuando estuve en frente, me quedé mirándola… Ahora caminaba a paso no muy decidido hacía una de las ventanas que había en el segundo piso. Estaba del lado derecho desde donde yo miraba. Me trepé sigilosamente. Cuando asome mi cabeza por la ventana, que estaba abierta, no podía creerlo.
Era él. Estaba dormido. Parecía un ángel caído del cielo… Con todo su cabello desordenado, y mitad de su pecho de mármol al descubierto. Tenía una mano detrás del cuello, y la otra a un costado.
Me quedé totalmente embobada, hasta que reaccione y me metí en su cuarto.
Estaba algo desordenado, pero no mucho, había un escritorio con un ordenador algo nuevo y muchos papeles y lápices del lado izquierdo, luego estaba un ropero mediano de madera lustrada de la pared contraria a la ventana, su cama era de una plaza y media, estaba ubicada del lado derecho, y dos mesas de luz la rodeaban, también había dos puertas, una de salida y otro de un baño, estaba entreabierta, éstas estaban una a cada lado del ropero. Junto a la ventana había un aparato súper nuevo, una radio, de esas que sientes que si las tocas podrían romperse.
Algo sobre una de sus mesitas de noche me llamo la atención. Era un cuaderno forrado de cuero marrón. Me acerque despacio, por miedo a despertarlo y porque la habitación ya estaba suficientemente llena de su aroma.
Lo tomé con cuidado y volví a alejarme. Una vez que estuve nuevamente junto a la ventana, y ya podía respirar aire limpio, lo quise abrir, con mucho cuidado, pero no abría. Lo examiné y pude notar que llevaba candado. ¿Un diario? Pero, ¿Y la llave?
Comencé a examinar todo, un tanto desesperada. Cuando ya había buscado hasta en el último recoveco, me rendí. Me acerqué a dejar el diario en su lugar, pero cuando lo vi a él, algo colgando de su cuello me llamó la atención.
Una llave.
-Genial- susurré, noten mi sarcasmo…
Para mi suerte, no sé si buena o mala, el enganche para soltar el collar estaba desacomodado, por lo cual miraba al frente, en vez de estar en su nuca.
Acerqué mis manos sigilosamente y desenganche el collar. Empecé a sacar la pequeña llave, pero el collar se movía un poco con ella, haciéndole cosquillas en la nuca. Por lo cual, para mí, esta vez mala suerte; lo sabía con certeza; él se empezó a mover, como desperezándose. Me tensé y quedé quieta, podía fingir que era un sueño.
Tal vez era martes 13, porque para mí MUY mala suerte, abrió los ojos. Me miró desconcertado y confundido. No había caído hasta recién en que nuestras caras estaban muy cerca.
-¿Bella?- dijo incorporándose. Se sentó y yo me alejé un poco. Me miró de arriba a abajo. Si hubiese podido sonrojarme lo hubiera hecho, no había reparado en que llevaba mi camisón todavía.
-¿Un ángel?- dijo parándose -¿Estoy soñando?- ahora estaba nerviosa, -¡Me dijo ángel!- pensó una voz en mi cabeza, mientras otra le decía -¡Concéntrate Bella!- Excelente, ya me estaba volviendo loca.
Se acerco a mí. Yo estaba estática en mi lugar. Una vez que estuvimos a unos pocos centímetros de distancia se detuvo.
-Bella…- levantó su mano y acaricio mi mejilla. Una corriente atravesó mi columna y todo mi cuerpo, y lo que hiso a continuación, si hubiese sido humana, habría hecho que las piernas me temblasen, eliminó la distancia entre nosotros ¡Y me besó! En ese momento el delicioso aroma de su sangre quedó en último lugar, ahora solamente pensaba en el. El beso se intensifico más y más, el tenía sus manos en mi cintura, y yo rodeaba con cuidado de no matarlo, su cuello. Cuando recordé que él debía respirar, y que esto no debería estar pasando, lo solté.
Me quedó abrazando la cintura mientras me miraba, poco a poco me fue soltando, y finalmente se sentó en su cama.
-Esto no puede ser real- dijo, no supe si sentirme feliz o triste.
-No lo es, es un sueño…- susurré lo suficientemente alto para que lo oyese.
-Claro que si, si no esto no sería posible…- dijo con… ¿Pena?
-¿Por qué no?- me miró.
-Porque Bella es demasiado perfecta para mi…- no pude evitar sonreír y sentirme la persona, bueno, la vampiro más dichosa del mundo.
-Claro que no, ella te quiere, créeme…- dije intentando mejorar mi situación.
-No lo creo, seguramente preferiría a Newton, aunque según sé lo rechazo, pero si lo rechazó a él, ¿Qué queda para mí?- se volvió a acostar.
-Todo, realmente te quiere, y eres mejor que Newton…- sonrió torcidamente, la sonrisa más hermosa en la faz de la Tierra. Me acerqué a él, y me arrodille a un costado, apoyando mis codos.
- Ojala fuera así… Pero, eres mi subconsciente, es obvio que dirás lo que yo quiero escuchar…- comenzó a cerrar los ojos.
-Bueno, a veces los sueños son más reales de lo que parecen…- susurré apoyando mi cara en mis manos.
-Tal vez…- susurró muy bajo.
Al cabo de unos minutos se quedó dormido, y yo me quedé junto a él, observándolo dormir como el ángel que era…
Luego de dos horas aproximadamente, dijo mi nombre, y solo se escuchó es durante unos 5 minutos…
-Bella… Bella…- suspiré. Pero luego de eso vino el:
-¡Jessica!... Jess…- y no pude evitar rabiarme, ¡¿Cómo alguien como Jessica podía aparecer en los sueños de MI Edward!?... Me calmé, -Sabes que no es TU Edward…- pensé.
Luego de eso no hubo más que susurros inentendibles. Pasé toda la noche viéndolo dormir… Lo más fantástico que había hecho en toda mi existencia.
Escuche que sus padres se levantaban para ir a trabajar, lo cual significaba que su reloj sonaría en cualquier momento, y esta vez no podría convencerlo de que era un sueño. Salí por la ventana y regresé a mi hogar.
Nadie había regresado aun, genial, no tendría que lidiar con las chicas aun.
Me vestí con unos jeans y una de las camisas preseleccionadas por Alice, junto con unas bonitas sandalias de tacón. Hoy no llovería, por lo cual me puse una fina campera de modal. Me dejé el cabello suelto, lo usual.
Cuando estuve lista salí hacia el instituto, faltaban solo 20 minutos para que fuese hora, y Alice me ahorraría el dejar una nota.
Fui corriendo por el bosque.
Cuando llegue había tan solo tres autos. Aligere la marcha hasta quedar caminando.
Me apoyé en la pared a esperar. Pasaron los veinte minutos y aun no llegaban ni Edward ni mis hermanos…
Ya era hora de ir a clase, así que fui a mi salón de Literatura.
No me tocó ninguna clase con Edward hoy. Cuando fui a la cafetería vi que me miraban todos mis hermanos significativamente, en especial Alice…
Me senté y no cruzamos palabras, preferí no leer sus mentes…
Pude notar que Edward me miraba extrañado, preferí no mirarlo… mucho… a él tampoco.
Fui a mi salón de química, está clase tampoco la compartía con él.
Ni siquiera presté atención, solo pensaba en lo de anoche… Y en qué les diría a mis queridas hermanitas…
Termino la clase y me dirigí al estacionamiento, ellos ya me esperaban.
Me senté atrás, en medio de ambas, y esperé, una vez que hubiésemos arrancado sería fatal…
Ok, enseguida les subo otro! Diganme si les gusto que fuese así este capi, Gracias por leer mi fanfic! Las quieroo!
Besitos!
|