Dos horas después,Sam Ulley de Ulley Security repasaba todas las mejoras que tenían que ser hechas,todos los artículos que iban a ser instalados para hacer de la casa de Edward Cullen,un lugar seguro.Con cada punto que él mencionaba,Bella ponía en marcha un chequeo mental con cada artículo detallado en una lista en su cabeza.Ése era el tercer hombre que había inspeccionado la casa las pasadas dos horas,pero el primero que no decía cualquier cosa.Esta era la compañía con la que trataría.
—¿Puede hacerlo hoy?—preguntó cuando él finalizó.
—Le costará—advirtió el hombre,pasando una mano por su corto pelo—.Tendré que interrumpir otro trabajo,también usar el equipamiento de otro trabajo.Mis hombres tendrán que trabajar horas extras y…—él se detuvo brevemente y comenzó a hacer un plano en el cuadernillo en el que había estado haciendo notas,mencionando las refacciones de la casa y dando un presupuesto que dejaría pálidas a la mayoría de las personas.De todos modos,no era más de lo que ella había esperado y Bella miró a Edward quien se había unido al final del paseo.
—¿Puedes permitírtelo?—cuestionó Bella,francamente.
Edward frunció el ceño como si lo hubiese ofendido y después gruñó:
—Hazlo.
Bella se volteó hacia Sam y asintió.
—Hágalo.
—Llamaré a la oficina y tendré a los hombres y al equipo aquí dentro de una hora—Sam fue hacia su camioneta,sacando un teléfono celular de su bolsillo.
—Bien…—Edward frunció el ceño—,supongo que eso cambia los planes de ir de compras.
—Yo puedo mantener vigilada la casa mientras usted y Bella van a comprar—gruñó Jacob cuando se unió a ellos debajo de la puerta.
Bella frunció el entrecejo ante la sugerencia.La última cosa que deseaba hacer era ir de compras con Edward Cullen.Desafortunadamente,eran pasadas de las cuatro de la tarde y pronto la hora de la cena.Necesitaban comida…y café.Ella vivía de ese líquido negro y no podría estar toda la noche sin él.Dejando escapar un suspiro,dijo:
—Iré por mi billetera.
—Debo advertirte,Bella odia ir de compras—le informó Jacob a Edward cuando ella fue hacia la casa.
Bella rodó sus ojos al escucharlo,pero no tuvo oportunidad de decir ningún comentario.El teléfono estaba sonando cuando abrió la puerta.
—Yo iré—Edward pasó a su lado rápidamente,dirigiéndose a la oficina.
Bella lo siguió y tomó su billetera del escritorio al tiempo que él tomaba el teléfono y decía “hola”.Apenas se había dado la vuelta para salir de allí cuando él dejó escapar un “¿Qué?” con una señal tan grande de auxilio que ella se detuvo brevemente y se dio la vuelta con preocupación.
El hombre parecía atontado y horrorizado.
—¿Entonces la llamada era de tu ayudante de producción,diciéndote que ha habido un imprevisto y que la obra que,se suponía,se estrenaba esta noche se ha cancelado y ya no se puede volver a poner en marcha?
—Sí—Edward contestó fatigosamente,su mirada fija sobre la carretera.Bella conducía,pero él,como se suponía,debía dirigirla a algún sitio donde poder comprar utensilios de cocina.No tenía ni idea de dónde compraba la gente tales cosas.Él no se lo había dicho,sin embargo,esperaba encontrar una tienda antes de que ella se diera cuenta de ello.
—Tenía la impresión de que aplazabas todas tus obras hasta que se descubriera quién las sabotea.
—No exactamente—murmuró Edward y se preguntó lo que Emmett le habría contado antes de enviarla aquí.
Antes de que él pudiera formular la pregunta,Bella contestó,diciendo:
—Emmett no fue muy específico en los detalles.Sólo dijo que alguien saboteaba tus obras.Esperaba que tanto Jacob como yo pudiéramos sentarnos contigo más tarde para que nos pusieras al tanto de los detalles,pero quería primero ocuparme de los asuntos más urgentes.
—Asuntos urgentes como asegurar mi casa e ir de compras—murmuró Edward,una débil sonrisa curvó sus labios al haber hecho una perspicaz observación aprovechando la oportunidad.
—Tú podrás ser capaz de vivir y funcionar sin alimentarte,pero nosotros no podemos—dijo Bella a la defensiva—.Y sinceramente,yo no puedo funcionar sin café.
—Desde luego que no.No lo había considerado—le aseguró rápidamente—.Es de sentido común ocuparse primero de las necesidades básicas.Un techo seguro y alimento,sin duda alguna,es lo esencial.
—No para ti.Al menos el alimento—advirtió Bella.Antes de que él pudiera decir algo,ella de repente frenó y se desvió en el camino de entrada a la calle peatonal.
—Lo siento,supongo que iba distraído—murmuró,echó una ojeada a la enorme zona comercial que se abría ante él.
—No te disculpes—dijo Bella mientras aparcaba—.Casi me metí en la zona peatonal y eso que prestaba atención.
Edward simplemente gruñó y se deslizó fuera del coche para seguirla al interior de una tienda.Esperó que fuera algo molesto y aburrido,pero pronto descubrió que no era así.Cuando se concentró en seleccionar artículos para la cocina,Edward vio cómo su malestar se alejaba.
—No sé por qué no te gusta ir de compras—Comentó Edward mientras arrebataba la cafetera de plástico blanca más barata que había cogido Bella y la dejaba de nuevo en la estantería.Entonces,cogió la cafetera de cromo de color negro,el modelo más caro y la depositó en el carro.
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