Luego de ordenar la habitación de Lizzie fui a la cocina y note que las estanterías estaban vacías.
Fui a la sala y estaban Charlie, Rene y Lizzie tirados viendo una serie en la gran pantalla plasma.
__Mama, voy a hacer las compras-así me distraería un poco y conozco el pueblo.
__Ha! Ok hija-Charlie capto mi atención cuando lanzo unas llaves en mi dirección, milagrosamente las llaves cayeron en mis manos. Las mire y me di cuenta que tenían un moño morado idéntico al del Ford Munstang Saleen H32o que estaba afuera, mire mis manos con las llaves y pregunte:
__Y esto?
__Bienvenida a Forks!-dijo Charlie con una sonrisa.
__Enserio el súper auto que está afuera en mío?!-dije con un punto de histeria en la voz.
__Si-dijo Charlie riéndose, tal vez de la expresión de mi cara
__Bueno, gracias-dije sorprendida
__Cuando quieras, Bella-y volteo la mirada de nuevo a la pantalla.
Salí de casa y aun no podía creer que ese auto era mio.Le quite el moño de la parte delantera del auto y acaricie aquella pintura satinada negra, era realmente hermoso.
No espere mas y me subí a aquel maravilloso auto. Era una sensación extraordinaria. El suave ronroneo del motor, los asientos de cuero negro tan suaves.
Este auto era un sueño.
No me había dado cuenta que el auto tenia resonadores, o lo supe hasta que me lleve un susto de muerte cuando acelere.
Encontrar el súper mercado no fue tan dificil.Era lo mas grande en el pueblo.
Estacione el auto y entre.
Tenia que admitir que no estaba tan mal como lo tenía pensado. Todos me miraban y eso no era raro.
Iba en la sección de las salsas cuando los vi.
Eran las cuatro criaturas más hermosas del mundo, pues ni a eso le llegaban, ya que eran demasiado hermosos.
Eran dos chicas, y dos chicos. Dos rubios y dos morenos.
Había una chica menuda de pelo corto y negro como la tinta que buscaba algo con la mirada inpacientemente, en cuanto me vio me sonrió con alegría y agito su mano en forma de saludo con energía hacia mí, creo que encontró lo que buscaba.
Cuando hizo ese gesto le dio un codazo en la cotillas al chico que tenia al lado; era rubio, algo fornido y guapo.
Cuando sintió el golpe; la pequeña chica me señalo y él me miro, me sonrió y bajo la cabeza como reverencia-eso era un gesto muy antiguo que solo se lo hacía en forma de respeto a la realeza.
Un golpecito en el hombro de la pequeña chica m distrajo un momento.
Una chica rubia que parecía una súper modelo, ella era realmente indescriptible me miro por una fracción de segundo, y le susurro algo en el oído a la chica pequeñita y esta asintió con cara de emoción.
La rubia me miro con ojos grandes, llenos de alégrame sonrió y me hizo un gesto con la mano.
El chico rubio le dio con el dorso de la mano a un chico grandote y muy forzudo, tal vez un levantador de pesas. El chico que parecía un oso me guiño un ojo y me saludo con un gesto de su cabeza.
Me estaban saludando y yo parada al otro extremo del pasillo como boba observándolos que mas me impacto fue que tenían el mismo color de ojos con los que sueño todas las noches.
Dorados como el oro y muy hermosos.
Estaba en mi ensoñación con "mis ojos" cuando los cuatro voltearon la cabeza al mismo tiempo, como si alguien los hubiera llamado y se fueron.
Dejándome confusa. Me habían saludado aquellas maravillosas criaturas, o, solo fue pura imaginación mía?
Sacudí la cabeza para tratar de olvidar lo que paso, o, los que no paso y seguí haciendo las compras.
Cuando termine fui a pagar con la tarjeta de crédito que había dejado mi madre en una pequeña cajita decorada con frutas que decía "Dinero para las compras".
No sé porque pero cuando estaba en la caja, busque por todos lados a esos chicos extraños, pero no los encontré.
Cuando salí a llevar las compras al auto, me di cuenta que estaba aparcado un hermoso Volvo plateado al otro extremo del estacionamiento.
Y allí metiendo las compras en la parte trasera del auto estaban esos chicos que me habían saludado adentro.
Los vi, y me sorprendí con cuanta gracia se movian.me quede viéndolos un poco mas y la misma chica menuda de pelo corto me vio y volvió a sonreírme, vio hacia los lados y vino hacia mí con pasos de bailarina, abrió la boca para decirme algo, pero en ese momento, la bocina del Volvo sonó y la interrumpió.
Lo siento-dijo con una mirada de disculpa y con voz de campanilla. Dio media vuelta y se fue por donde vino.
Me quede mucho más confundida de lo que estaba .Pero decidí no darle mucha importancia.
Así que metí las compras n mi auto y volví a casa.
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