Arriesgándome

Autor: AxiisDaniiela
Género: General
Fecha Creación: 29/03/2010
Fecha Actualización: 01/04/2010
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 47
Visitas: 77822
Capítulos: 36

Amar es arriesgarse a que no te quieran. Esperar es arriesgarse a sentir dolor. Intentar es arriesgarse a fracasar. Pero hay que arriesgarse. Porque lo más peligroso en esta vida es no arriesgar nada…

Espero que disfruten de mi segundo Fic!....

Espero sus comentarios y sus votos :)

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Capítulo 30: Capítulo 30

Chiiicas... de nuevo, disculpen por la tardanza, he estado un poco (MUY) ocupada con el cole... Aquí les dejo un capi nuevooo :)

Disfrútenlo y no me mateeeen xD


-Bella- dijo Emmett tomándome por la cintura cuando iba caminando medio hipnotizada al medio de la “pista de baile”- El baile para ser una Cullen debe ser con cada Cullen- dijo sonriendome- ya sabes, todos estamos de príncipes y todo eso… También tienes que bailar con el rey antes de bailar con tu principito- terminó riendo.

-¿Qué?- pregunté con mis ojos completamente abiertos

-En otras palabras… No vas a bailar con Eddy hasta dentro de un buen rato- terminó riendo mientras me hacía dar vueltas como un trompo al ritmo de “Shine On” de David Guetta.

-¿No se suponía que debía bailar con mi príncipe?- pregunté en medio de un ataque de risas por los locos pasos de baile que estaba haciendo Emmett frente a mi. Era lo más gracioso de la vida, una persona enorme, disfrazada de Hércules enmascarado intentando torpemente bailar igual que Chris Brown… ¡Deben imaginárselo!.

-¿Y yo que soy?- dijo señalándose mientras hacía un puherito.

-Tu eres… Tu eres… HÉRCULES- grité muerta de la risa- Y ERES UN HÉRCULES CON MALLAS- chillé señalando sus piernas con mallas de bailarín.

-Muy graciosa Cenicientica- dijo- Pero todavía nos queda otra canción- dijo y comenzó a dar vueltas conmigo.

Bailar con Emmett era lo más divertido, pero eso no me distraía de mi objetivo principal, que era encontrar a Edward en la pista de baile.

Por cada vuelta que daba en los brazos de Emmett, lanzaba miradas por toda la sala. Pude ver a Esme y a Carlisle, también a Alice y a Rose y pude ver a Jasper hablando con Edward al pie de las escaleras… Por un momento mis ojos encontraron los ojos de Edward, éste me regaló una sonrisa de condescendencia y Emmett me hizo girar para quedar dándole la espalda a Edward.

-Pequeña…- me llamó y lo miré sonriéndole.

-Dime Emmy- dije tratando de sonar inocente.

-ODIO QUE ME DIGAN EMMY- gritó y no pude contener el ataque de risa

-Lo seeeeeee- dije entre risas

-Bueno ya- dijo riendo conmigo- Pequeña, nos toca el cambio de parejas… Iré por mi Rose, tu… te quedas aquí quietecita hasta que venga otro Cullen que no es el que te deja loquita y babeando- dijo mientras pellizcaba mis mejillas con sus enormes manos.

-¡Auch, Emmett!- grité medio molesta y medio divertida- ¡Todavía no entiendo como estudias odontología!- dije mientras sobaba mis mejillas con mis manos.

-Daaaahh- dijo moviendo sus manos frente a  mi rostro- Gracias a estas hermosuras hemos obtenido buenas calificaciones, así que no te metas con ellas… ¡Hieres sus sentimientos!- dijo mientras acunaba sus manos en su pecho.

-¡Ay Emmett!- dije y arranqué a reír de nuevo.

-Bueno, ya viene mi remplazo- dijo despeinándome un poco

-Alice te va a matar por haberme despeinado- dije tratando de acomodar un poco mi cabello, pero no logré terminar, ya que alguien me tomó por la cintura haciéndome girar.

Tropecé con alguien vestido de verde… mucho verde a decir verdad.

-Lo siento- dijo Jasper riendo un poco- No pensé que fueras tan liviana- dijo y comenzó a reír.

-Wow, quién diría que Peter Pan sabe bailar- dije riendo.

-Eso debería decir yo… quién diría que nuestra Cenicienta odontóloga puede estar tanto tiempo sin tropezarse con sus propios pies- dijo Jasper riendo.

En ese momento comenzaron a sonar canciones de merengue de Juan Luis Guerra y los recuerdos inundaron mi mente… Me veía a mi misma, cuando estaba pequeñita, parada sobre los pies de Charlie mientras él decía que estábamos bailando…

-¿De verdad está sonando Juan Luis Guerra y vas a bailar conmigo?- le pregunté a Jasper

-Si está sonando… Al pensó que sería buena idea colocar algo de música que tu escucharías normalmente en una fiesta en tu país…- dijo Jasper sonriendome- Y en cuanto a bailar… prometo que haré mi mejor intento- terminó riendo muy fuerte.

-Gracias Jazz- dije sonriéndole ampliamente- Trataré de no pisarte- dije riendo y él rió conmigo.

-Estaré pendiente para esquivar tus pies entonces- dijo y comenzamos a bailar al ritmo de “Como yo” de Juan Luis Guerra.

Reímos durante toda la canción, dimos muchas vueltas y nos equivocamos bailando de vez en cuando, pero nos reíamos y retomábamos el baile… de verdad disfruté mucho bailar con Jasper.

-Hey Jazz- lo llamé luego de un rato de estar riéndonos por “nuestra torpeza unida de danza” como él la había llamado.

-Dime, pequeña- dijo sonriendome

-¿Cómo averiguó Alice lo de la música?- le pregunté ladeando un poco mi rostro.

-Ehhh… bueno, de todas formas te ibas a enterar- dijo y respiró profundo- Alice se ha hecho muy buena amiga de tu mamá, de hecho la llama casi a diario- dijo un poco apenado y encogiéndose de hombros.

-¿Sabes algo?- le dije sonriéndole

-Dime- preguntó cuidadoso

-No me sorprende- dije riendo un poco- Era de esperarse que Alice hiciera alguna locura hoy y, para serte sincera, esta me agrada- terminé riendo.

-MENOS MAL- dijo muy alto riendo- De verdad no soportaría otro arranque como el que tuviste en la cocina- dijo mirándome como si estuviera loca por mis cambios de humor…

-Que te puedo decir, soy mujer- dije riendo mientras me encogía de hombros- Ehhh Jazz- lo llamé seria- de verdad lamento mi reacción en la cocina, lo siento- dije a modo de disculpa- no debí gritarles a Alice y a ti, de verdad lo siento- terminé

-Tranquila pequeña, fue una reacción completamente aceptable… Nosotros también te debemos una disculpa por todos los comentarios- dijo sonriendome.

-Bueno, entonces está listo, ya nos disculpamos todos, ¿verdad No novio?- dije riendo y Jasper se unió a mis risas.

-Claro No novia, estamos disculpados- dijo- Bueno Bella, se acabó mi turno… Debo decirte que no le toca a Edward, pero te divertirás mucho bailado con Carlisle, de verdad es un buen bailarín- dijo riendo.

-Espero no pisarlo- dije riendo con él.

Jasper se inclinó como un caballero, besó mi mano y se fue dando brinquitos que me hicieron reír como una loca… “Estos chicos están completamente locos” pensé mientras me giraba, solo para quedar frente a un hombre con capa roja.

-Hola Carlisle, digo, su majestad- dije intentando hacer una reverencia en medio de mi ataque de risas.

-Cenicienta- dijo mientras él también hacía una reverencia- ¿me permite este baile?- dijo colocando una mano frente a mí.

-¿No teme ser pisado?- pregunté bromeando.

-Me arriesgaré para evitar que su tortura continúe- dijo sonriendome mientras le entregaba mi mano.

En este momento el tipo de música había cambiado drásticamente, ya no era Juan Luis Guerra, ahora sonaba algo muy parecido a un vals, pero no lograba identificar la canción ni el artista… solo sé que estaba bailando con Carlisle y el simple hecho que se sintiera como si estuviera bailando con mi papá me sorprendía muchísimo.

-Muchas gracias Carlisle- dije sonriéndole- se que solo lo conozco desde hace unos días, pero no sabe cuánto se parece a mi papá… de verdad muchísimas gracias por todo- terminé y podía sentir como las lágrimas comenzaban a formarse en mis ojos.

-Siento lo mismo Bella, ya eres una más de mis hijas… Tanto como Alice o Rose… Aunque eres mucho más tranquila que ellas- terminó riendo- me alegro mucho que hayas llegado a mi familia, haces muy felices a mis hijos… sobre todo a Edward- dijo sonriendome y sentí como inmediatamente mis mejillas se sonrojaron- ¡Wow Emmett tiene razón!- exclamó de repente Carlisle- ¡Te sonrojas fácilmente!- dijo muy alto sonriendome.

-Sí, eso dicen todos- dije mirando al suelo.

-Relájate, se ve adorable- dijo sonriendome como lo hacía Charlie.- Ya veo porqué Edward se preocupa tanto por ti… ¿Sabes?, de verdad te quiere, nunca lo había visto sonreír tanto y de esa manera- dijo Carlisle.

-Yo también lo quiero muchísimo… a veces creo que lo quiero más de lo que el me quiere a mi- dije bajito, pero Carlisle me escuchó de todas maneras.

-Bueno, eso sería un gran tema de conversación… Y deberías utilizarlo, ya que mi turno de baile, o de torturarte, ha terminado… ¿Porqué no miras para allá?- Dijo Carlisle mientras me indicaba con un dedo la dirección a la que debía mirar.

Giré mi rostro y me encontré con la mirada de Edward, me estaba mirando con una enorme sonrisa en sus labios y tenía una guitarra en sus manos.

-Deberías salir, creo que quiere hablar contigo- me dijo Carlisle con una sonrisa en su rostro.

-Muchas gracias por todo, de nuevo- dije mientras lo abrazaba y luego salía corriendo a donde estaba Edward.

De verdad corrí entre la gente que estaba en la pista de baile, pero milagrosamente y para mi suerte, llegué sin ningún tropiezo  al pie de las escaleras.

-Hola- dije bajito, sin dejar de ver sus hermosos ojos.

-¿Me acompañas arriba un minuto?- preguntó sonriendome de lado.

-Claro- dije.

Edward tomó mi mano entre la suya y subimos las escaleras hasta el tercer piso de la casa. Entramos a su habitación y vi que los grandes ventanales de ésta estaban abiertos y simulaban una especie de banquito donde aparentemente nos íbamos a sentar.

Giré mi rostro al estéreo que había en el cuarto y me sorprendí al ver la hora, eran las 2:30am y no tenía nada de sueño.

-Wow, si que es tarde… bueno, o temprano, todo depende de cómo lo veas- dije nerviosa.

-¿Estas nerviosa?- preguntó Edward divertido a mi espalda.

-No- dije sin voltearme

-Si estás nerviosa- dijo y me abrazó por la espalda- me encanta cuando te pones nerviosa- terminó, besó mi mejilla y me soltó.

Me giré rápidamente para encontrarme a un Edward sin sombrero y sin máscara… Su cabello revuelto estaba un poco más largo de lo que lo recordaba y su expresión era lo más lindo que había visto en mi vida.

-Wow, está más largo- dije cuando me acerqué a él y pasé una de mis manos por su cabello broncíneo.

-Si… tengo tiempo sin cortarlo- dijo mirándome directamente a los ojos.

-No lo hagas… se ve genial- dije sonriéndole.

-Bella, quiero mostrarte algo que aprendí en Harvard- dijo sin dejar de mirarme- siéntate aquí conmigo, por favor- dijo sentándose en el mueble de cuero negro que estaba frente al ventanal abierto.

-Claro- dije mientras me sentaba con el chico de mis sueños, Edward Cullen.

Capítulo 29: Capítulo 29 Capítulo 31: Capítulo 31

 
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