EDWARD POV.

Luego de observar los fuegos artificiales todos nos dirigimos a la sala donde charlamos hasta tarde, Esme y Carlisle nos abandonaron por lo que solo quedamos nosotros, bebimos champagne, todos excepto Rosalie y contamos anécdotas hasta que empezó a amanecer, Bella seguía con esa mirada que me preocupaba y por momentos note como escondía su cara entre su pelo o bajaba la vista, algo le preocupaba y yo no sabía que. Seguíamos charlando pero luego Rosalie nos recordó que dentro de unas horas debíamos viajar a Beverly Hills, todos comprendimos de inmediato y nos empezamos a incorporar para descansar un rato. Guie a Bella hasta nuestra habitación aguantando la mayor parte de su peso y al entrar, ella sin decir nada, se sacó los zapatos, se colocó el short y la remera que usaba para dormir y se acostó silenciosamente en la cama. Yo también me despoje de mi ropa para colocarme el pantalón que usaba por las noches y dejando al descubierto mi pecho, ya que sabía que a ella le gustaba, me recosté en la cama y la observe detenidamente, mi Bella agacho la vista y se acurruco con las mantas.

-¿Me vas a decir que te ocurre?-le pregunte levantando su mentón para que me viera.

-No es nada-respondió pero no me iba a dejar vencer así, sabía que algo le ocurría.

-Bella, no es cierto, te conozco demasiado, dime que te ocurre, confía en mí.

-Confío en ti, solo que no quiero preocuparte.

-Bella, tú me preocupas siempre, estas número uno en mi lista de prioridades necesito que me digas amor ¿Por qué de lo más bien que estábamos te sentiste así?-le obligue a que me mirara a los ojos y una punzada de dolor me atravesó cuando vi que unas lágrimas caían por su rostro.

-Bella, me pone mal verte así, dímelo por favor-le seque una lagrima que se derramo por su mejilla.

-Es que, nose como explicarte, aunque…tratare de ser lo más clara posible, pero primero quisiera hacerte una pregunta ¿Por qué tú estás conmigo?-su pregunta me tomo desprevenido por lo que le mire con el ceño fruncido pero decidí contestarle sin dudar.

-Porque te amo y eres la mujer con quien yo quiero estar-le conteste seguro de mis palabras.

-Pero Edward ¿Qué acaso no ves que no tienes un futuro conmigo? A mi lado no puedes tener una vida, la vida que todo hombre desearía, yo no puedo permitirme quitarte eso Edward, eres una persona demasiado importante para mí y no quiero obligarte a nada, no quiero que por mi culpa renuncies a un futuro, tú te mereces una familia, te mereces millones de cosas que yo no puedo darte  y te juro que no me enojaría si algún día tu decidieras dejarme para poder armar un futuro, no lo haría nunca, pero lo único que quiero es que seas sincero conmigo-me respondió con más lágrimas en los ojos.

-Bella ¿Cómo puedes decir eso? Yo no renuncio a nada, estando a tu lado gano mucho más de lo que pierdo, no me arrepiento ni un solo segundo que paso contigo, sé que no podemos formar una familia, se todo lo que implicaría esa decisión, también puedo ver cómo te afecta todo esto, como sufres, pero Bella yo no te abandonare, tu eres todo para mí, eres todo, jamás te dejaría, no puedo ni imaginármelo, te amo más que a nadie-le dije la verdad y nada más que la verdad para después besarla dulcemente.

No me importaba mi futuro, no me importaba nada, yo solo quería estar con mi Bella, era lo único que deseaba y un hijo…sería una de las más hermosas bendiciones que me pudiera suceder, pero sabía que si elegía estar con ella debía olvidarme de eso, mi misión en la vida era estar a su lado, hacerla feliz, protegerla… lo sabía, como también sabía que mi futuro era ella. Por lo que la envolví fuertemente con mis brazos y recosté mi cabeza sobre su pelo mientras ella se acurrucaba sobre mi pecho, me sentía plenamente feliz entre sus brazos e inhale fuertemente deleitándome de su aroma y cerrando los ojos satisfecho.

-Eddy-me susurro mi ángel en el oído-amor, vamos hay que irnos.

-Hum… no…ven a dormir conmigo…-murmure y escuche la hermosa risa de Bella.

-¿Con que soy yo la del sueño pesado? Vamos Edward, Alice esta histérica y será mejor que te levantes, se hace tarde.

Rendido abrí los ojos y me encontré con mi Bella, ya vestida, sonriéndome como siempre, frote mis ojos con la mano y ella se acercó a darme un suave beso en los labios, le sonreí y comprobé que esa mirada triste ya no opacaba su precioso rostro, la bese de nuevo y me incorpore para dirigirme al baño donde me duche y me cambie, hoy hacía algo de calor, por lo que me decidí por mis pantalones caquis y una camisa. Salí del baño y solo vi nuestras maletas, cerradas y sin rastro de mi Bella, me encamine hacia abajo y los vi a todos reunidos en la cocina desayunando.

-Vamos, Edward trágate tu desayuno, que ya sería almuerzo y partamos, Esme y Carlisle ya se fueron esta mañana, te mandaron saludos-dijo Alice llevando su plato al lavatorio, yo solo asentí y me senté a comer una tortilla.

-¿Ya empacaron todos?-pregunto Rosalie lavando los platos.

-Está todo listo, solo debemos partir, lo primero que voy a hacer es echarme en una cama a dormir-dijo Jasper bostezando.

-Con el calor que está haciendo yo voy directo a la piscina-dijo Emmett.

-¿Hay piscina?-pregunto Bella emocionada.

-Sí, es enorme, tiene cascada, luces y cuando la veas no vas a dudar en tirarte-le relato Emmett con una sonrisa compradora.

-Vamos, Edward ¿terminaste?-pregunto Alice impaciente.

-Sí, iré a bajar nuestras maletas-le comunice a Bella y ella asintió.

Me encamine hacía la habitación y tome las maletas, una vez que baje las coloque en el baúl del auto, Jasper y Emmett estaban haciendo lo mismo mientras que las chicas se encargaban de cerrar la casa. Espere a que Bella salga y cuando lo hizo le abrí la puerta del copiloto y yo di la vuelta para situarme en la parte del piloto, una vez dentro del auto esperamos a que Jasper acelerara, ya que Alice era la que recordaba el camino a la casa, una vez que arrancaron yo los seguí y Emmett se posiciono detrás de mí.

El camino a Beverly Hills se hizo corto, nos la pasamos charlando, coqueteando y de vez en cuando aparte la vista de la carretera para besar a Bella, aunque sea rápidamente. Le señale el cartel que daba la bienvenida y empezamos a adentrarnos en Beverly Hills, unas casas más hermosas que las otras, autos caros y personas de clase alta, Jasper fue reduciendo la velocidad hasta aparcarse en frente de una inmensa casa de dos pisos color blanco con ventanales y puertas detalladas por un marco de madera fina, balcones con rejas definidas, un césped bien cuidado rodeaba a la casa y se podía notar una inmensa piscina en el patio trasero.

-¿Qué te parece?-pregunte indiferente.

-Es…Wow…es inmensa-respondió Bella a la vez que yo aparcaba el auto y le abría la puerta.

-¡Esto va a estar bueno!-exclamo Emmett corriendo con las maletas hacía la entrada.

-Tranquilo Emmy, yo tengo las llaves por lo que no te emociones tanto por entrar, espera a que bajemos las maletas-dijo Alice jugando con la llave.

Todos tomamos las maletas y nos dirigimos a la inmensa puerta, Alice hizo girar la llave y al abrirla nos quedamos asombrados, cuando mamá dijo que había decorado la casa de Beverly Hills no pensé que fuera para tanto, en el centro de la sala había una enorme araña de cristal, las paredes estaban pintadas por un color beige  que iba perfectamente con la decoración antigua de la casa, pude apreciar la piscina, ya que los ventanales te permitían verla, poseía una gran cascada y un jacuzzi se encontraba a un costado de esta.

-Que hermoso-dijo Rosalie.

-Sí que lo es, ahora déjenme llevarlos a sus cuartos-comunico Alice obligando a Jasper a que tomara las maletas y dirigiéndonos a todos por unas escaleras de color caoba, una vez que estuvimos arriba Alice nos enseñó a cada pareja su habitación.

-Emmett, Rose, su habitación es aquella-señalo una puerta con arcos dorados. Ellos entraron rápidamente con una gran sonrisa.

-Bella, Edward, ustedes están en esta habitación, agradézcanmelo tienen una de las mejores-Alice abrió una puerta y verdaderamente la habitación era un sueño, el techo de madera era de un color especial, tenía una inmensa cama en el centro de la habitación y en frente de esta había una televisión de pantalla plana en la pared y unas inmensas ventanas que permitían ver un gran paisaje.

-Tienen también su propio baño-señalo una puerta color blanco.

-Gracias Alice, es hermosa-expreso Bella admirando la habitación.

-No me lo agradezcan, pero ahora tienen solamente quince minutos para relajarse, luego los quiero a todos abajo, hay que organizarnos y no me hagan volver por ustedes-Alice nos dio un beso en la mejilla a cada uno y desapareció por la puerta.

Deje las maletas a un costado de la cama y me acerque a Bella rodeándola con los brazos y besando sus labios suavemente.

-Esto es, hermosísimo, me encanta-dijo enroscando sus manos con las mías.

-Lose, la pasaremos estupendo, ¿quieres bajar ya?-le pregunte dándole unos cuantos besos por su rostro.

-¿Alice se enojara si nos tardamos un poco más?-capte su indirecta de inmediato por lo que sin despegarla de mi cuerpo cerré la puerta con llave y comencé a besarla conduciéndola hacía la cama donde mis labios recorrieron su cuello mientras que sus manos acariciaban mi torso por debajo de mi camisa que ya estaba empezando a desaparecer de mi cuerpo pero entonces sentimos los golpes de alguien en la puerta y tuvimos que parar abruptamente.

-¡Edward! ¡Les dije que bajaran, solo faltan ustedes! Y por lo que veo cerraron la puerta ¡Ya abran!-grito mi irritante y muy inoportuna hermana.

-Que molestia-murmure entre dientes acomodando los botones de mi camisa mientras Bella se arreglaba el pelo.

-Ya lo recompensaremos-me dijo Bella sonriendo y besándome rápidamente.

Abrí la puerta, un poco más animado por las palabras de Bella, y me encontré con Alice cruzada de brazos mirándonos no muy alegremente.

-Son tan…AH…-exclamo irritada y nos hizo seña para que la sigamos, nos condujo hacía la sala donde se encontraban, Emmett, Rose y Jasper.

-¿Por qué tardaron tanto?-pregunto Emmett indiferente.

-Mejor pregúntaselo a ellos, que tenían la puerta bien asegurada bajo llave-le explico Alice poniendo los ojos en blanco y sentándose al lado de Jasper.

-Oh, se ve que vamos a tener ruidos molestos por las noches-se carcajeo Emmett.

-Ya basta Emmett-le pedí viendo que Bella ya estaba roja.

-Bueno Alice ¿Para qué nos reuniste?-le pregunte tomando asiento junto a Bella.

-Porque quería ver que vamos a hacer esta noche o en las próximas semanas, hoy podemos quedarnos aquí y descansar un rato y mañana o en los próximos días salir por las noches o cosas así.

-Me parece bien lo de quedarnos a descansar y mañana vemos a donde salimos ¿Les parece?-pregunto Jasper.

-Está bien pero Alice ¿Ya terminamos?-pregunto Emmett ansioso y Alice suspiro.

-Ve Emmett-le dijo.

-¡Sí, Piscina!-grito emocionado y se despojó de su remera a la vez que corría hacía el agua y se tiraba clavado.

-Dios mío, creo que voy a tener que cuidar de dos chicos en vez de uno-dijo Rosalie negando con la cabeza.

Todos reímos ante su comentario y luego fuimos a cambiarnos para relajarnos en la piscina.

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Las dos semanas que pasamos en Beverly Hills fueron lo máximo, salíamos todas las noches, por las mañanas, cuando nos recuperábamos de la jaqueca, nos divertíamos jugando en la piscina, recorrimos la ciudad, nos emborrachamos en varios clubs y Rosalie era la única que nos ayudaba ya que ella no podía tomar, rompimos algunas cosas de la casa, vimos películas todos juntos en la sala, con Bella disfrutamos un montón y no solo por…eso…sino por todas las cosas que hicimos juntos y del amor que nos teníamos, la verdad fue unas vacaciones que nunca olvidaríamos.