—Cronometraje perfecto—anunció Jacob cuando Bella y Edward entraron en la luz y la tibieza de la cocina—.Recién estoy sacando la primera tanda de galletas.Antes de que podaís cambiaros estarán lo suficientemente frías para comer.—
Bella sonrío a Jacob y agitó su cabeza mientras sacaba una fuente de galletas fuera del horno.¡El hombre llevaba joggings color crema y zapatillas granates con un delantal que decía Yo soy el cocinero!El delantal otra vez.Un tipo de dos metros cinco y ciento veintiséis kilos de domesticidad recorriendo la cocina en un mandil rosa y guantes para el horno floreados.
Y era su mejor amigo en el mundo entero,se recordó Bella cuando el olor a galletas con trocitos de chocolate recientemente horneadas le llegaba.
—Jacob,vas a hacerme engordar cinco kilos durante este trabajo si sigues cocinando así—se quejó,apretando su toalla más fuertemente a su alrededor.
—Es tu culpa—dijo Jacob con un encogimiento de hombros—.Tu presentimiento me puso nervioso y…
—La cocina te relaja—terminó Bella divertida.
—¿Qué presentimiento es ese,querida?—preguntó Esme,atrayendo la mirada de Bella a donde la mujer estaba sentada hojeando una de las revistas femeninas llenas de recetas de Jacob.Sentada en la mesa,era un fuera de combate en el vestido negro pequeño que había llevado para irse con Edward antes y no parecía tener más de veintinueve o treinta años.“¡Maldita sea!”,pensó Bella.Realmente ser inmortal tenía algunos beneficios.
—Bella tiene estas premoniciones,a veces—explicó Jacob mientras ponía a enfriar las galletas en un estante—.Una especie de tensión y preocupación justo antes de que algo grande ocurra.Lo tuvo esta noche.
—¿Antes de que algo ocurra?—preguntó Esme con interés.
—Generalmente algo malo—farfulló Jacob mientras usaba una espátula para deslizar las galletas de la bandeja al estante de enfriamiento antes de que empezaran a pegarse.
—¿Cuán malo?—preguntó Edward.
Jacob hizo una mueca.
—Lo tuvo cuando me dispararon.—
—¿Dispararon?—preguntó Esme con alarma.
Jacob asintió con la cabeza.
—Estábamos trabajando con Emmett.Sospechaba que alguien estaba robando papeles y muestras de algunas de las medicinas milagrosas en las que sus científicos estaban trabajando.
Bella hizo una mueca cuando recordó la ocasión de la que Jacob estaba hablando.La empresa Cullen estaba muy avanzada en investigación médica.Podía ser un campo muy lucrativo,especialmente si ahorrabas costos robando las ideas e investigación de otra persona.Eso había estado ocurriendo y la agencia Swan había sido llamada para investigarlo.Esto había ocurrido al principio de la enfermedad de su padre,cuando había empezado a delegar los casos más importantes en Bella.Ella y Jacob había llevado adelante el trabajo.
—Bien—continuó Jacob—.Lo habíamos reducido a dos sospechosos y estábamos siguiendo a uno de ellos después del trabajo cuando Bella tuvo su presentimiento funesto.Aparcó en un gran estacionamiento público y partió a pie,aparcamos y lo seguimos.Nos llevó por un callejón y Bella empezó a ponerse realmente ansiosa,pero el hombre estaba muy delante de nosotros así que estaba seguro que estaríamos bien—agitó su cabeza—.Entonces,de repente,dos tipos saltaron desde deatrás de los contenedores y nos dispararon.
Jacob frunció el ceño.
—El bastardo sabía que estábamos siguiéndolo y usó su teléfono movil para llamar a sus amigos para tendernos una trampa antes de llevarnos a la playa de estacionamiento—.
—¿Fuiste gravemente herido?—preguntó Edward con un gesto fruncido,pero Bella notó que su mirada se había deslizado a ella en busca de posibles heridas de bala.
—Nah,sólo fue una pequeña herida—les aseguró Jacob—.Pero siempre desde entonces,cuando Bella empieza a tener sus presentimientos,me pongo nervioso.
—¿Alguna vez se ha equivocado?—preguntó Esme.
—Nunca—respondió Jacob seriamente mientras acababa con las galletas horneadas y se movió para empezar a aplastar pequeñas bolas de masa sobre la bandeja ahora vacía.
—¡Oh!—Esme consideró eso y luego frunció el ceño cuando vio a Bella temblar—.Te estás poniendo de color azul,hija.Mejor que te apures a ir arriba y te cambies.
—Tiene razón—dijo Edward,exhortándola hacia la puerta—.Ve a cambiarte.
Bella no necesitaba mucha insistencia.Estaba helada y lista para salir de su traje de baño mojado.Lanzando una sonrisa agradecida a la figura de Edward,salió apresuradamente del salón y luego empezó a trotar hasta su habitación.
Con la idea de galletas recientemente horneadas espoleándola,Bella hizo verdaderamente un trabajo rápido en cambiarse y pasar un cepillo por su pelo todavía húmedo.Edward estaba en la oficina cuando bajó.Podía escucharlo hablar por teléfono cuando llegó a la planta baja.A pesar del aliciente de las galletas,se desvió para ver qué estaba ocurriendo.Estaba colgando cuando llegó a la entrada.
—Ese era Bastien.—
Edward se puso de pie tan rápido que no pudo ver el movimiento.Llevaba vaqueros ajustados y una camiseta sin mangas.
Bella asintió con la cabeza.
—¿Todo está bien?—
—Muy bien.Sólo estaba comprobando cómo estaban yendo las cosas aquí con Esme—Edward caminó alrededor del escritorio,dirigiéndose hacia ella—.Ofrecí llamarla al teléfono,pero justamente estaba dirigiéndose a la cama y me pidió que la saludara por él.
Bella sonrió ante la diversión que podía ver en cara que presuponía que el verso de irse a acostar era solo una excusa del hombre para evitar a su madre.Los comentarios de Emmett con el paso de los años indicaban que Esme podía ser un poco entrometida en la vida de sus hijos.Habiendo perdido a su propia madre cuando era joven,a Bella no le hubiera molestado tenerla aunque se inmiscuyera un poco,pero supuso que la hierba era siempre más verde en el campo ajeno.
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