POV Alice

Todo era tan oscuro.

Queria escapar de esa oscuridad que me perseguia, pero no podia. Desde hace tiempo me acuerdo de estar en esta oscuridad, es como si desde nacer hubiera sido condenada a solo esto. Al principio de mi oscuridad solo habia dolor. El dolor venia pausadamente, no era seguido. Asi se mantuvo por mucho tiempo.

Claro que a veces miraba cosas, no necesariamente fuera de mi propia oscuridad, pero de que me servian? Si nunca iba a salir de mi oscuridad, para que tener visiones?

Llego un momento en el que experimente el dolor mas grande de mi vida, esto es decir mucho ya que muy seguido recibia dolorosos electrochoques, este gran dolor comenzo solo en una zona pero se fue expandiendo y provocando mas dolor conforme pasaban las horas.

Fue largo el periodo que duro ese dolor pero despues de un rato se apago el fuego que me comia viva.



Y aqui estaba otra vez, de vuelta a mi oscuridad personal, pero ahora habia algo diferente ahora la oscuridad ya no era fuerte sobre mi..ahora ella era impotente. Yo sabia que no habia cambiado nada (o almenos eso pensaba) pero ahora la oscuridad ya no parecia tan peligrosa, tan terrible, tan atemorizante.

Asi que por primera vez desde que entre a la oscuridad me atrevi a forzarme a abrir mis ojos.

Tome una gran bocanada de aire, pero de cierta forma ya no parecia necesario, mi cuerpo por algun motivo ya no lo necesitaba...y lentamente abri mi ojos.



No recordaba en donde estaba...o porque, solo sabia que ahi debi de haber estado por toda mi oscuridad.

Era un cuarto pequeño de color blanco, sin ningun tipo de muebles ni cuadros ni decoracion. Eramos solo yo y las cuatro paredes blancas. En una de las paredes habia una puerta, igualmente blanca, que debia llevarme a otro lugar diferente a este.



De hecho, no recordaba nada....ni siquiera mi nombre pero no me importaba eso ahora ya que por fin habia vencido a mi oscuridad. Ya por fin era libre.



Decidi pararme del piso donde me encontraba y atravesar la puerta para ver que o quien estaba ahi, pero despues tome algo en cuenta que no habia pensado antes, si habia alguien ahi que se supone que tenia que hacer?



Decidi que no me importaba y atravese la puerta. El cuarto al cual entre era mas decoroso que el anterior pero solo habia un sillon, un cuadro, un espejo y una pequeña mesa. Hubo una pequeña nota en la mesita que llamo mi atencion, decidi desdoblarla y ver que decia ya que no habia nadie mas ahi.
La carta decia:

Queria Alice,
Siento no poder estar ahi para explicartelo todo pero si tu estas leyendo esta carta significa que yo estoy muerto.
Como puedes ver, tu nombre es Alice eso es todo lo que se. Fuiste hospitalizada en una clinica psiquiatrica cerca de aqui hace varios años. Es importante que no te acerques ahi, pues ellos piensan que tu estas muerta.
Se que en este instante muchas preguntas merondean por tu cabeza, pero solo podre responder algunas.
Si te estas preguntando en donde te encuentras, estas en mi casa Alice. Ya se que es pequeña pero cumple su proposito.
En cuando a que es lo que paso, te lo contare: yo era uno de tus medicos en ese hospital desde que eras pequeña. Por varios años estuviste bajo tratamiento hicimos todo lo posible, pero seguias teniendo esas visiones.
Despues de varios años que tenias en la clinica un vampiro llego y el queria beber tu sangre, pero ahora no puede.
Si, eres un vampiro Alice y aun cuando posees fuerza sobrehumana y velocidad debes tener precaucion ya que hay otros que si pueden destruirte.
Es necesario que te cuides de los Volturi ya que ellos hacen respetar las reglas.
En realidad solo hay una y es mantener el secreto. Para cumplir con ella tendras que alejarte de aqui y no volver, no te vayas a lugares con humanos y cuidate de que nadie te vea.
Tus ojos seran rojos pero esto se les quitara con el tiempo. No te expongas al sol frente a humanos ya que brillaras frente a dicha luz.
Lo siento porque no puedo hacer mas que esto, pero era necesario.
Nunca olvides Alice hubo alguien que te queria y se preocupaba por ti nunca lo olvides por eso te transforme.
Cuidate mi pequeña
Dr. Alexander

No podia creer lo que acababa de leer. Como siempre habia vivido en la oscuridad nunca supe mucho acerca de donde me encontraba. Pero ahora habia mas preguntas de mi cabeza y me temo que ya nunca conocere la respuesta ya que el Dr. Alexander se encontraba muerto.

Empece a observar el lugar con mas detalle y logre ver aparte de lo que ya habia visto una ventana, otra puerta, un pequeño escritorio y un gran espejo.

Camine en direccion al espejo para comprobar si en realidad era cierto lo que decia esa carta.
La verdad es que nunca me habia mirado en un espejo, almenos no que yo recordara asi que conforme me acercaba mas y mas comenzaba a notar cada detalle. Mi piel era blanca y muy muy palida, mis ojos como prometia la carta eran de un rojo carmesi intenso y mi pelo era inmensamente largo de color marron oscuro.

Me gustaba muchisimo mi apariencia, con excepcion de mi pelo. Era lindo y lacio pero me gustaria mas verlo corto.

Me acerque el escritorio y abri uno de los cajones estaba repleto de hojas en blanco, abri el segundo cajon y me encontre con mucho, pero mucho dinero. Me empezaba a dar por vencida cuando abri el tercer y ultimo cajon y al fin encontre lo que buscaba...tijeras.

Eran pequeñas y faciles de usar.
-Perfecto- pense para mi misma
Despues de eso algo paso, logre ver mi reflejo y la verdad es que nada habia cambiado...solo mi pelo, tenia un peinado bastante rebelde, pero me gusto.
Asi que tome las tijeras y comence a cortar mechon por mechon mi largo cabello.

Despues de 3 minutos que me tomo cortarme el pelo me acerque de nuevo al espejo a ver como me habia quedado.
Sonrei para mi misma, me habia quedado igual que como lo habia visto.
Asi que mi apariencia estaba perfecta, aunque podia mejorar claro. Traia puesta una bata, digna de una clinica para locos. No podria salir asi ya que la gente rapido pensaria que me escape y se armaria un escandalo.

El final del cuarto habia un pequeño pasillo, decidi seguirlo ya que no tenia nada mejor que hacer. Habia otra puerta al final del pasillo y entre, en ella habia una cama y un armario.
Abri la pequeña puerta del armario y para mi sorpresa estaba lleno de ropa!! los vestidos eran hermosos, todos de diferentes colores y se podria ver que eran muy finos. Me encataron!. En uno de los cajones tambien habia unos listones y broches y demas cosas para el pelo que combinarian con todos los vestidos.
Estaba muy feliz, pero en una esquina de mi mente estaba triste porque quien me habia dado tantas cosas (o almenos pensaba que eran para mi)no podria agradecerle.

Me vesti rapidamente, ya no soportaba la ropa de la clinica cuando de la nada tuve una vision y ...