-Estoy exhausta-exclame lanzándome sobre la cama y cerrando los ojos con fuerza.

Hoy Alice nos obligó a todos a ir de compras para la cena de año nuevo, ella se encargó del vestuario de cada uno de nosotros, pero la señorita no encontraba el vestido perfecto para ella por lo que estuvimos dando vueltas dos horas y media hasta que Rosalie encontró uno, milagrosamente, que le encanto y al fin pudimos salir del shopping, pero eso no impidió que todos tengamos los pies echo bolsa y el estómago no muy lleno debido a que almorzamos en las comidas rápidas del shopping.

-Ni me lo digas, me duele todo, iré a ducharme a ver si me relajo un poco-murmuro Edward con una nota de cansancio en la voz.

-De acuerdo, dejé las bolsas con la ropa nueva en esa silla-le señale a una pequeña silla con cuatro bolsas que en su interior tenia lo que debíamos usar esta noche.

Edward asintió y se dirigió al baño donde luego escuche el sonido de la regadera, que por alguna razón me relajo y me empecé a perder en mis pensamientos. 

Sentí algo suave acariciar mi mejilla por lo que entre en razón y me di cuenta que me había quedado dormida.

-Bella, ya es tarde, deberías de arreglarte-aun un poco adormilada inhale profundamente y abrí los ojos, observe a Edward con una camisa blanca y unos pantalones negros, bastante formal, y entonces ahí caí en la cuenta de que debía arreglarme, dirigí mi vista a la ventana y me percate de que estaba todo completamente a oscuras.

-¿Qué hora es?-pregunte perezosa.

-Son las ocho-contesto Edward. ¿Las ocho? Dios, dormí unas tres horas.

-¿Por qué no me levantaste? Es tardísimo, Alice me va a matar-me incorpore rápidamente y busque una toalla.

-Es que te veías agotada, cuando salí de bañarme me acosté un rato a tu lado, recién me levante, lo siento.

-No pasa nada, está bien-me acerque y le bese rápidamente.

Me dirigí hacía el baño y encendí la ducha, una vez aseada me envolví con la toalla y prendí el secador de pelo, cuando estuvo seco completamente salí del baño y busque la ropa, Edward se encontraba en la cama con la Tablet mientras yo me cambiaba pero según lo que observe me ponía más atención a mí que a la Tablet. Me coloque un vestido largo color coral sin mangas y con un tajo en la pierna derecha acompañado de unos tacones con piedras plateadas.

-¿Me puedes ayudar a subir el cierre?-le pedí viendo que era imposible subir el cierre de la espalda. Edward se incorporó y se acercó a mí para después subirlo fácilmente-gracias.

-Wow. Estas despampanante-envolvió mi cintura con un brazo-me gusta el corte de este vestido-señalo al tajo de la pierna derecha y yo no pude evitar ruborizarme por lo que el acaricio suavemente mi mejilla.

-Gracias, pero dale el crédito a Alice.

-Lo hare y aprovechare para besarte ahora antes de que te maquilles y no pueda hacerlo-me atrajo con más fuerza y estampo sus benditos labios sobre los míos, le rodee el cuello y respondí el beso satisfecha pero entonces con la mano que tenía libre recorrió mi pierna descubierta por el vestido lo que provoco que me estremeciera.

-¿No querrás pasar año nuevo en la cama cierto?-pregunte como pude.

-Me encantaría, pero creo que no nos dejaran, tenemos todas las noches para nosotros, si no fuera por esa razón no te dejaría ir-murmuro.

-Qué lindo es oír eso, iré a terminar de arreglarme-le di un último beso y me dirigí al baño donde Alice guardo mis pinturas.

Una vez que termine con los ojos y pinte un poco mis labios sentí el golpeteo de la puerta y a Edward, supondría yo, abrirla. Salí del cuarto de baño y vi a mi mejor amiga dedicarme una gran sonrisa.

-Bella, te ves hermosa-exclamo abrazándome.

-Gracias Alice, tú también, ese vestido te deja realmente bonita-le respondí admirando su vestido blanco y soltándome de su abrazo.

-Aw, gracias. Pero vengo a decirles que todo está servido y que es tiempo de ir bajando-Alice me tomo del brazo y yo me aferre a Edward, ella nos sacó de la habitación y lo mismo hizo con Rosalie y Emmett.

-¿Cómo la soportas Jasper?-pregunto Emmett a un Jasper que salía de la habitación arrastrado por su novia.

-Amor-contesto el suspirando y Alice rio entre dientes.

-Pues buena suerte-bufo Emmett.

-Bien, Esme y Carlisle están en la mesa por lo que cada uno tiene que entrar al comedor y sentarse, ¡vamos!-Alice tomo a Jasper de la mano y se dirigieron escaleras abajo, los siguieron Emmett y Rose y luego yo y Edward, que pasó un brazo por mi cintura. Nos dirigimos al comedor y pude apreciar el decorado de este, Esme se esmeró, la gran mesa estaba cubierta por un gran mantel blanco y sobre él se encontraban platos de porcelana fina con cuchillos y tenedores de plata, servilletas blancas, colocadas refinadamente sobre los platos, además de las copas de cristal y los centros de mesa que consistían en velas adornadas con un  lazo dorado.

-Tomen asiento chicos-dijo Carlisle haciendo un gesto amable con la mano.

Cada uno se sentó al lado de su pareja, yo por supuesto tenía a mi Edward al lado y enfrente a Rosalie y Emmett, a su lado a Carlisle y Esme y al lado mío se encontraba Alice y en el extremo Jasper. Esme se encargó de traer la comida y apareció con dos fuentes cerradas que posiciono en la mesa, al abrirlas aprecie que en una había un delicioso pavo que se veía y olía exquisito, en la segunda había en la mitad de la fuente fetas de cordero y en la otra mitad una ensalada.

-Oh, ya quiero probar el pavo-exclamó Emmett. Esme sonrío y a cada uno nos puso una roción de todo, con el hambre que tenía sonreí internamente al ver toda esa comida en mi plato.

Bendecimos y servimos las copas de vino, para después empezar a comer, sinceramente el pavo estaba delicioso y el cordero aún más. Charlamos y reímos hasta que Emmett y Rosalie se pusieron de pie con una sonrisa y las manos entrelazadas.

-Creo que tenemos que darles una noticia-empezó Emmett y todos nos enfocamos en ellos dos que brillaban de excitación.

-¿Qué sucede hijo?-pregunto Esme.

-Yo hablare cielo-intervino Rosalie que irradiaba de felicidad-pues verán, decidimos darles esta noticia hoy y espero que estén tan felices como nosotros al saber que… ¡estoy embarazada de cuatro semanas! ¡Con Emmett vamos a tener un bebe!-exclamo Rose con alegría.

-Oh, dios santo ¡seré abuela! Carlisle ¡seremos abuelos! Gracias-Carlisle y Esme se incorporaron y abrazaron fuertemente a Emmett y a Rosalie.

Alice, Jasper, Edward y yo también nos incorporamos a abrazarlos fuertemente y a desearles muchas felicidades, cuando rodee a Rose con los brazos no pude no sentir un puñado de celos, no es que yo sea así, envidiosa ni nada de eso, sino es que ella tendría algo que yo nunca podría y deseaba…un bebe, formar una familia con el hombre a quien uno ama, ver crecer a tus propios hijos, tener nietos…empecé a sentir una opresión en el pecho y me mordí el labio tratando de evitar las lágrimas, elimine rápidamente esos pensamientos de mi cabeza ya que lo único que lograba era hacerme sentir mal, por lo que después de felicitar a la pareja me dirigí a mi asiento de un ánimo que Edward noto al segundo y se sentó a mi lado.

-¿Está todo bien?-pregunto acariciando mi antebrazo, yo levante la mirada y le sonreí como pude.

-Sí, estoy bien, no es nada-no podía ocultarle mis ánimos a Edward, el me conocía muy bien y estaba segura de que no iba a pasar por alto este momento, su mirada lo decía todo, tenía una charla pendiente con él.

-Bien familia, esta es una espléndida noticia, felicitaciones-dijo Carlisle y obligándonos, por suerte, a prestar toda su atención en él, todos volvieron a sus lugares y Carlisle siguió hablando.

-La verdad es que quiero decir algunas palabras, ya que se cierra un año y comienza otro en lo que todo puede pasar, este año me han pasado muchas cosas, algunas buenas otras malas y aun así aquí estoy para poder decirles esto, yo los miro y veo algo que me llena de orgullo, veo a mi esposa y pienso en todo lo que vivimos, pienso en los tres magníficos y amados hijos que tuvimos y en lo que a ellos les falta por recorrer, por lamentarse, porque recién están comenzando su vida, recién están aprendiendo de los errores y eso es algo que nunca se olvida. Espero que puedan hacer su vida con las personas que hoy los acompañan aquí y que sean muy felices, no teman equivocarse, háganlo mil veces si quieren porque de eso aprenderán, disfruten cada momento y valoren a quienes aman por que el amor es lo único que les va a salvar, créanme lose y lo último que quiero que sepan es que se termina de escribir un libro hoy mismo y se empieza otro con páginas en blanco en las que ustedes escribirán una nueva historia, porque mis queridos chicos, comienza una nueva historia, así que lo único que quiero decirles es que piensen bien como quieren que sea.

Todos quedamos en silencio y pude observar como Esme se limpiaba una lágrima que se le escapo, las palabras de Carlisle sin duda me llegaron y no fui la única, todos quedaron pensativos hasta que Emmett cortó ese silencio con un fuerte aplauso al que todos correspondimos.

-Gracias por tus palabras papá-dijo Alice sonriendo en dirección a Carlisle que le devolvió la sonrisa.

-Oigan, son las 23:58 ¡traigan el champagne!-exclamo Carlisle. Rosalie y Esme corrieron a la cocina y volvieron con las bebidas que depositaron en la mesa, Carlisle saco un pequeño reloj de mano de su chaqueta y lo miro expectante, Esme sirvió las copas, y todos nos pusimos de pie.

-10 segundos-exclamó y todos empezamos la cuenta regresiva.

-9

-8

-7

-6

-5

-4

-3

-2

-1…

-¡Feliz Año nuevo!-gritamos y levantamos las copas para chocarlas entre todos para luego beber.

-Feliz año nuevo mi amor, te amo-murmuro Edward.

-Feliz año nuevo, yo también te amo-le respondí sinceramente y aferre mi mano libre en torno a su espalda y lo bese.

-Vamos a ver los fuegos artificiales-exclamo Emmett luego de terminar su beso con Rosalie. Todos nos dirigimos hacía el balcón principal de la casa, en el que se podía ver la ciudad. Nos quedamos abrazando a nuestras parejas, Edward me envolvió amorosamente con sus brazos y entonces comenzaron los fuegos artificiales, explotaban en el cielo y formaban lluvias de diferentes colores.

-Lo único que deseo este nuevo año es estar junto a ti-susurró.

-Es lo que más deseo, quiero estar contigo este año y muchos más-le dije apoyando mi cabeza sobre su pecho admirando los fuegos artificiales, pero luego Edward me tomo la cara entre sus manos y me miró fijamente.

-Bella, te amo-confeso y pude ver todo eso en sus ojos, él me amaba tanto o más que yo a él, mi corazón era un pájaro volando y no podía hablar ya que me atonte por lo que lo único que pude hacer es besarlo, sentir sus labios en los míos y llenarme de dicha al saber que me seguirían perteneciendo por mucho más que solo un año.

Chicas!!! acá va otro capítulo, se que las abandone por unos días pero la escuela me necesita, jeje, en fin aca tienen el capítulo y les recomiendo que no dejen la historia por que dentro de poco se viene lo bueno y se que no se lo querrán perder. Bien, dejen sus votos y comentarios por favor, gracias por leer.