Hola chicas (: Se que me deben odiar en este momento, pero les ruego me disculpen pues no había tenido tiempo para escribir y actualizar el fic... Aparte de los problemas de pág... pero bueno, aquí les dejo este capitulo apra este día y espero sus comentarios y sus votos!!
Se les quiereee... nos leemos :)
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-No sabía que los príncipes de verdad cantaran- dije medio hipnotizada por los ojos de Edward
-Y yo no sabía que la cenicienta se pudiera poner tan roja como tu lo haces- dijo sonriendome como siempre.
-Dos cosas que no sabíamos entonces- dije levantandome del columpio e intentando comenzar a caminar, pero Edward me detuvo.
-¿Para donde vas Bella?- preguntó parándose justo frente a mi.
-Es que... es que creo que d-deberíamos entrar- dije medio tartamuda, me estaba perdiendo de nuevo en los ojos de Edward.
-No hemos terminado de hablar- dijo sonriendome.
-¿Que más quieres saber?- Pregunté retándolo- ¿Acaso Google no te dijo todo?- seguí retándolo
-hay cosas que no salen en Google- dijo sonriendo- Ahora dime... ¿porqué estás molesta?- preguntó ladeando su rostro y mirándome seriamente.
-Eso no te incumbe- dije casi en susurro
-Quiero saber porqué una chica tan linda se ve tan triste- dijo con el mismo tono de antes...
-¿Sabes?, no pierdo nada con decirtelo- dije después de un rato- Si, estoy molesta, pero más que molesta estoy triste, porque no me gusta que la gente que quiero me oculte cosas, que me mientan sobre dónde van a estar y ese tipo de cosas... No es que diga que soy un parásito sobreprotector, pero cuando tienes casi más de un mes calándote las cosas de tus amigos, llega un momento en que no aguantas y explotas- solté de un golpe.
-¿Y no crees que si tus amigos te ocultaron cosas tal vez lo hicieron para darte alguna sorpresa?- preguntó el príncipe Edward. Luego de un momento de silencio.
-Tal vez... no lo sé- dije resignada. Eso mismo había pensado yo.
-Yo creo que te quieren muchísimo y que se preocupan por tu felicidad- dijo Edward. Ya me estaba cansando un poco verlo con el antifaz.
-yo también lo creo- dije sonriendo un poco- ¿Será que alguna vez te vas a quitar ese antifaz?- Pregunté sonriendo.
-Todavía no es la hora- dijo Edward- ya deberíamos entrar, creo que la pequeña de allá quiere hablar contigo- dijo señalando la puerta de la casa, donde podía ver la silueta de Alice.
-Claro, entremos... pero no me voy a quedar en paz hasta que te quites ese antifaz “principe”- le dije levantando una ceja y él lentamente se inclinó y besó tiernamente mi frente.
-Siempre tan cabeza dura- susurró y me abrazó.
Caminamos así hasta que llegamos a la puerta de la casa, donde porfín pude ver el rostro de Alice, quien debía haber estado llorando ya que tenía sus enormes ojos un poco irritados.
-Las dejo para que hablen- dijo Edward mientras me soltaba y entraba a la casa caminando.
Estuve unos segundos en la pierta mirando el pequeño cuerpo de Alice. Se notaba que la pobre chica estaba muy triste. Sus hombros estaban hechados hacia adelante y estaba cabizbaja.
-Alice- dije bajito y ella levantó su rostro. Me miró con los ojos como platos.
-Bells... disculpame- dijo en el mismo tono.- No creí que te enfurecerías si te mentíamos- dijo bajando de nuevo su rostro.
-No fue solo eso Alice- dije- No fue solo el hecho que me mintieran, sino todos sus comentarios extraños acerca de Edward, de mí; todo eso hizo que explotara... Además, ahora aparece el príncipe éste que parece que me conoce mejor que mi mamá y sé que tu tienes que ver algo con eso, pero me preguntas si lo conozco y yo no se nada- terminé molesta. Obvio ya sabía que el príncipe era Edward, también sabía que los chicos habían hecho todas esas cosas para que yo me volviera loca un rato, pero no lo habían hecho para que me molestara... ¡Y también sabía que Alice lo había planeado todo!
-Es que... es que...- dijo Alice conteniendo las lágrimas y ahí me rompí. ¿cómo era posible que estaba haciendo llorar a mi mejor amiga?
-Yo.. Alice- terminé abrazandola mientras las dos llorábamos juntas.
-Creo que ya debes tener por lo menos una idea de quien es él... ¿cierto?- dijo Alice cuando dejamos de abrazarnos y de llorar.
La vi... Alice estaba hablando en serio, ya que en su cara no había rastro de su típica sonrisa.
-¿Debería tener alguna pista?- pregunté levantando una eja.
-¡No me dañes la sorpresa Isabella!- dijo muy alto mientras daba brinquitos recuperando su sonrisa.
-De acuerdo, pero mas nunca en tu vida me hagas molestar de esta manera- dije mirandola sera, pero soriendole.
-Eso no lo prometo- dijo y siguió brincando.
-Claro, cuado Alice Cullen quiere hacer algo... ¡le miente a su amiga!- dije riendo.
-Nop... solo le miento a mi mejor amiga si es algo importante- dijo y me abrazó con tal fuerza que se me hizo imposible creer que fuera ella quien me estaba abrazando.
-Al...no respiro- dije y ella me soltó riendo
Reí con ella un rto y luego decidimos entrar a la casa.
-Son las 11, deberías ir al medio de la pista- me dijo Alice al oído, ya que la música estaba tan alta que esa era la única forma de escucharla.
-¿Porqué?- grité lo más alto que pude.
-YA ES HORA- dijo gritando y salió corriendo.
Me quedé parada en la sala. Hice un repaso visual de la misma. Alice me sonreía al lado de Jasper, quién tenía una expresión de disculpa en el rostro. Le sonreí mostrando mis dientes y fue suficiente para que se relajara. Al otro lado de la sala estaban Emmett y Rose, quienes me miraban como con cuidado, a ellos les saqué la lengua y luego les sonreí. Ambos se relajaron al instante y parecía que ya estaba bien con todos, ahora era hora de saber para que era la hora... Lo sé, suena extraño, pero es que todo el mundo decía “no es la hora, no es la hora” y ahora que llegó la hora, me quiero enterar de que se trata todo este misterio.
Caminé a paso lento entre la gente que estaba bailando, de repente el tipo de música que estaba sonando cambió. Ya no sonaba “Rock that body” de The Black Eyed Peas... Ahora estaba comenzando a sonar “I’ll Be” de Edwin McCain...
The strands in your eyes that color them wonderful
Stop me and steal my breath.
And emeralds from mountains thrust toward the sky
Never revealing their depth.
Tell me that we belong together,
Dress it up with the trappings of love.
I'll be captivated,
I'll hang from your lips,
Instead of the gallows of heartache that hang from above.
Llegué al centro de la sala. Algunas parejas estaban bailando, entre ellas Alice y Jasper; Emmett y Rose y Esme y Carlisle.
I'll be your crying shoulder,
I'll be love's suicide
I'll be better when I'm older,
I'll be the greatest fan of your life.
Seguí viendo a las diferentes parejas que estaban en la sala. Me giré un poco, hacia la entrada principal y ahí estaba parado el príncipe, mirándome solo a mí, y sonriendome solo a mí. Cuando se dio cuenta que yo también lo estaba viendo, comenzó a caminar hacia mí.
And rain falls angry on the tin roof
As we lie awake in my bed.
You're my survival, you're my living proof.
My love is alive -- not dead.
Tell me that we belong together.
Dress it up with the trappings of love.
I'll be captivated,
I'll hang from your lips,
Instead of the gallows of heartache that hang from above.
El príncipe estaba frente a mí con una sonrisa en su rostro. No dijimos nada, solo comenzamos a bailar… La canción siguió, pero ya no tenía sentido para mí, solo me importaba que estaba bailando con el chico de mis sueños, Edward Cullen.
-Ya es hora- dijo Edward en mi oído cuando terminó la canción.
-Si, eso me dijeron… ¿Ya es hora para qué?- pregunté con voz tierna y con una sonrisa en mi rostro.
-¿Me acompañas afuera… solo un segundo?- preguntó sonriendo torcido.
-Claro- dije y él tomó mi mano mientras me llevaba al porche de la casa y nos sentábamos en los sillones.
Gracias a lo lento de la música, el lugar estaba completamente acogedor… y más con Edward a mi lado.
Estuvimos sentados solo unos segundos, podía ver que él estaba muy nervioso, pero hoy eso era extremo. Se levantó y comenzó a caminar por el porche, yo me levanté y solamente lo observaba caminando para allá y para acá.
-¿Por qué tan nervioso?- pregunté riendo.
-Es que tengo que decirte algo importante, pero tengo miedo que me mates- dijo riendo conmigo.
-Para nada, no soy de ese tipo- dije sonriéndole.
-¿De cuál tipo eres entonces?- preguntó acercándoseme. Me tomó por la cintura y dejó sus manos ahí mientras me veía directamente a los ojos y con una sonrisa en sus labios.
-No se… dime tú, Edward- dije con una sonrisa en mis labios.
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