Helena

-    Buenos días Helena -. Abrí mis ojos, mantenerlos cerrados era de la única forma en que podía escapar de este horrible lugar.

-    Rebeca… -. La muy desgraciada me tenia encerrada sin ninguna gota de sangre… era algo desesperante, no se cuanto tiempo había estado en este lugar, pero lo odiaba, mucho más al ver a mi amado Demian amarrado como un maldito delincuente, no se como era que lo mantenía inconsciente, pero yo solo era feliz al verlo aun respirando.

-    Es hora de comenzar… -. Me soltó las amarras con las que me encontraba, cada día me encontraba más débil, la respiración y mi propio cuerpo ya no eran normales. -. Te quieres rendir -. Me pregunto la desgraciada mientras tomaba una parte de mi cara para verme mejor -. Tienes los ojos tan negros mi querida niña, que quizás quieras probar a algún humano de los que te esperan a tu lado. -. Esta muy maldita había hecho que encerraran a algunos humanos a mi lado para convertirlos en neófitos… pero yo me negaba a hacerlo, jamás mataría a nadie si de mi dependiera, aunque cada vez sentía que mis habilidades se debilitaban.

Camine a la arena, como la llamaba yo, después de todo los lobos se encontraban hay, los recién transformados también, algunos de los cuales eran tan inexpertos en las peleas que ella solo los destrozaba.

Felicia era la única niña que había nacido entre dos licántropos transformados, pero ella era completamente diferente a todos los otros, podía pelear tan bien como cualquiera que hubiera sido entrenado por años, Rebeca la quería mucho y hace muy pocos días la niña había sido raptada…

Estaba otra vez peleando con uno de mis tíos, era fuerte, pero jamás me ganaría, el una vez intento acabar con mi vida, haciendo que una fuerte cantidad de veneno llegara a mis venas, pero ninguna llego a su cometido, Rebeca había arrancado mi brazo antes de que el veneno empezara a recorrer mis venas y llegara a mi corazón.

Rebeca me odiaba por que poco después de que hubiera atacado a la muchacha que permanecía con ella, ella comenzó a exigirle respuestas de las cuales ella no pudo responder. La muchacha empezó a investigar por sus propios medios y termino enloqueciendo y acabando con su vida.

-    Helena… creo que ya se quienes tomaron a mi niña… -. Mire con horror una V parecida a la que llevaba Demian cuando lo conocí. -. Alexis… -. Llamo a uno de los licántropos más grandes, era al que más le temía, el había sido capaz de arrancarme una pierna

El gran hombre lobo se puso a sus pies en el momento en que la mujer le había llamado.

-    Ve y busca a estas personas… después destrúyelas… -. Me miro y sonrió -. Creo que ellos estarán con los Cullen… toma a la manada 4 y vallan, cuando destroces a los Volturies y a los Cullen vuelve con sus cabezas para ponerlas como trofeos… no quiero sobrevivientes…

-    NO!!! -. Grite desesperada mientras dos lobos tomaban mis manos.

-    Perdón querida Helena… ten -. Me tiro un celular, mi celular -. Puedes llamar y aviarles, tu mejor que nadie sabe que aunque corran no podrán ocultarse.

Mi respiración comenzó a acelerarse, quizás fuera una opción ínfima, pero si podía comunicarme solo con alguno de ellos podía hacer que quizás se pudieran salvar.

Marque, espere, si mi padre no me contestaba estaría todo perdido

-    Helena -. Era la voz de mi padre, por alguna razón me sentí completamente segura, pero no podía permanecer así por mucho tiempo, debía comunicarle todo lo que sabía.

-    Papá… corran, los licántropos van a donde ustedes se encuentran…-. Le dije lo más rápido que pude. -. Ellos son como 20, pero no son todos, no se atrevan a pelear con ellos papá… te amo y los amo a todos, prometo darles todo el tiempo que puedan, pero por favor huyan, no son inmunes a las balas de plata… -. Rebeca me miro furiosa mientras avanzaba a donde me encontraba, era algo que había descubierto solo hace algunos días, cuando había acabado con uno de ellos con una plancha hecha de plata, en mi niñez me había interesado en los vampiros y en los hombres lobos, uno de sus debilidades de ambos eran la plata… a mi padre ni a nadie de mi familia nos afectaba las balas de plata, pero a ellos si.

-    Helena no hagas estupideces -. Reí al escucharle regañarme una vez más.

-    Adiós papá.

Camine hasta la puerta obstruyendo el paso, quizás solo fueran algunos segundos, no se cuantos ataques aguantaría, pero lo haría lo mejor que pudiera, si solo le podía dar unos cuantos minutos ellos quizás tendrían una oportunidad.

El escuadrón estaba listo y dispuesto a dar sus vidas si eso era necesario, y yo también estaba dispuesta a dar todo lo que podía, me preguntaba cuantos ataques aguantaría antes de que me destrozaran parte por parte… aguantaría, era una Cullen y haría honor a mi nombre.

Bella.

-    Edward -. Lo mire antes de que hiciera añicos su móvil, me preocupe.

-    Bella corre lo más lejos que puedas, lleva a Nessie contigo -. Dijo entrando a la casa, claro que no me irira sin él.

-    ¿Qué ocurre Edward?

-    Los malditos licántropos vienen hasta acá… Isabella, se que no te vas a ir -. Me dijo mientras yo sonreía, el solo me llamaba así cuando estaba molesto -. En ese casi quiero que busques todo lo de plata que tengamos, Helena ha descubierto su debilidad -. No se por que se me paso por la cabeza que los cineastas eran seres anormales, en más de una ocasión le habían achuntado a predicciones en sus películas.

Corrí por la casa buscando los candelabros de Esme quien me miro horrorizada cuando me vio colgando de una de sus cortinas por que el pilar era de plata.

-    Mamá, ayuda a Bella a buscar todo lo que tengamos de plata -. Esme comenzó a correr al desván de donde bajo con candelabros antiguos, Alice había encontrado entre sus joyas muchas que eran de una diferente plata y las traía con ella.

Jazper también corría de un lugar a otro encontrando su antiguo traje de militar ya que su espada era de plata.

Edward desaparecía por la puerta mientras yo seguía buscando cosas de plata, inclusive tenía el peine que mi madre y mi padre me habían dado cuando me había casado, creo que era de plata y nos serviría.

-    Alice… -. La mire y tenía la cara completamente perdida.

-    Ya están aquí… Bella corre… -. Comencé a correr con todo lo que había conseguido para repartirlo entre algunos lobos y los mismos Volturies quienes estaban perplejos
Alice se posiciono Detrás de Jazper quien sonrió con la enana a un lado, al poco tiempo Edward también se encontraba a mi lado tomando mi mano mientras que la niña estabas desatada a su lado con una sonrisa en su rostro.

Mire a mi familia, todos se encontraban en una muy buena protección, detrás de nosotros se encontraban los lobos quienes estaban más bien ocultos puesto que así le daríamos un ataque sorpresa a los licántropos… todo saldría bien, debía pensar eso, pero no me podía ver a mi hija luchando, ella solo había practicado algunos ataques que más bien eran simples, estaría mucho más relajada si ella no estuviera aquí.

-    Bella, puedes extender tu escudo -. Lo mire un poco perplejo, mi escudo solo servía para los ataques mentales, el sonrió. -. Así me sentiría más protegido mi vida.

Edward era la persona a la que más amaba y mi razón de que existiera, posicione mi escudo a todo alrededor, gracias al cielo después de todos estos años había perfeccionado mi habilidad con el escudo que nos protegía y también con el ataque frontal. Ahora podía abarcar grandes distancias que protegía a toda mi familia además de los Volturies y a los lobos quienes estaban nerviosos.

-    Así esta bien -. Le pregunte y el sonrió dándome un beso en la frente.

Una cosa horripilante se acerco a donde nos encontrábamos nosotros, su cara era de un lobo, pero su cuerpo era parecido a la de un humano, pero muy peludo, se mantenía en sus patas traseras, pero se notaba que si de velocidad se trababa iba a utilizar sus patas delanteras como cualquier cuadrúpedo.

Mire a mi familia, todos se encontraban juntos, Emmet parecía ansioso, llevaba un auricular en su oreja, supongo que estaba hablando con Rosalie ya que se notaba feliz antes de hacerlo pedazos.

-    Solo queremos a la pequeña -. Dijo el lobo que se nos había acercado.

-    Bella agranda tu escudo y ponlo sobre ellos. -. Edward estaba loco, no quería que ellos supieran de mi escudo -. Es solo que estando en tu escudo no puedo oír a nadie que no lo este.

Abrí mi escudo y Edward como un acto reflejo me puso detrás de él.

-    Sus órdenes precisas es no dejar sobrevivientes más que a la niña -. No sabía que demonios estaba haciendo la niña, pero como Edward tenía un pedazo de candelabro en una mano mientras que sonreía en dirección del licántropo.

Detrás de el licántropo que había aparecido, había una gran cantidad de licántropos, aunque se notaban un poco menos pacientes que el primero…

Esme se acerco más a su esposo y este la beso de una manera que jamás los había visto besarse, pero era la mejor forma de decir adiós si es que alguno de los dos perdía la vida… Alice solo tomaba la mano de Jazper mientras este la miraba, los nómadas eran aun más atrevidos mientras se besaban de una manera descaradamente, los Volturies solo sonreían ante las muestras de amor que se sentía en el aire.

-    Isabella…

-    No te voy a besar Edward, cuando todo termine iremos a nuestra casita en el bosque y hay si te besare, pero no lo hare por esta mero tramite que debemos hacer -. El sonrió mientras ni yo misma me creía las palabras que estaba diciendo.

-    Es verdad, son muy pocas las posibilidades que tenemos para ganar, pero mientras las haya te seguiré amando Isabella Marie Swan de Cullen, y cuando todo esto termine… te parece que renovemos nuestros votos -. Sonreí y lo bese.

-    Una vez más.

Edward.

Podía sentir el miedo de todos, la mayoría pensaba que era la ultima esperanza, pero como siempre mi Bella me estaba dando ánimos, le dije que extendiera su escudo por que alguno de los licántropos que se encontraban ocultos podían entender nuestros pensamientos, no eran como si los leyeran, más bien era como si supieran nuestros movimientos mucho antes de hacerlos.

La idea de Benjamín sería muy efectiva si funcionaba.

-    Reconocen esto -. Dijo tirando al frente de nosotros un brazo y por supuesto que lo reconocía, inclusive llevaba el mismo brazalete que le había dado.

Esme puso sus manos en su boca asustada mientras que muchos gruñidos escapaban de todas partes, alcance a ver los pensamientos de Bella y detenerla, el hecho de querer matar a los licántropos se había hecho tan fuerte en ella que no le importaba la muerte.

-    Como no lo quieren hacer por las buenas… -. Me puse en forma de batalla, protegería a Bella aunque eso me costara la vida.

-    Bella recuerda que debes mantener tu escudo cueste lo que cueste -. Le dije mientras ella solo asintió.

Un lobo callo mientras comenzaban a avanzar, la idea de benjamín era derretir la plata con fuego y después cuando estuvieran en sus estado liquido atravesarlos con ella, eso había sido uno de los mejores planes, pero no era el único.

Jazper había hecho muchas espadas con los candelabros y podíamos defendernos con ellos en un ataque frontal.

Los licántropos comenzaron a atacar, los Volturies utilizaban principalmente sus ataques mentales para detenerlos, aunque como habíamos recordado recientemente ellos no hacían mucho efecto después de unos minutos.

La mayoría solo peleaba con los artefactos que arcaicamente habíamos diseñado.

Nessie

Jake me mantenía siempre detrás de él, y toda la plata que llevaba enzima serviría para poder atacarlos, pero este no me dejaba acercarme siquiera, comencé a ver como todos comenzaban a caer, inclusive mi padre se había separado de mi madre para poder atacar.

-    Jake, ve, te prometo que estaré bien… -. El me miro y me beso, un beso corto pero con fuerza. -. Supongo que esa no será una despedida -. Le dije preocupada. -. Claro que no mi vida, es solo un hasta pronto.

Jake se transformo para poder pelear junto a Estefanía que se encontraba en aprietos, Zack se encontraba cerca de mi madre por órdenes de Sam ya que todos sabían que sin el escudo de esta estaríamos perdidos a un ataque desde fuera.

-    Ve Zack… yo me are cargo de mi madre. -. Le dije y este sonrió en su forma lobuna mientras desaparecía entre las muchas peleas que se estaban llevando a cavo dentro de las praderas cercanas a la casa de los Cullen.

Marco y Aro se complementaban de una forma poco inusual mientras que Callo prefería pelear solo era como si fuera siempre el, el que se encontraba solo.

Un lobo se encontraba cerca como protegiéndome, realmente si salíamos de esta mataría a Jake por no confiar en mis habilidades, además gracias a la pelea que tuve con mi padre me pude dar cuenta que tenía una habilidad parecida a la que tenía una de las amazonas y que era poder crear imágenes falsas a las personas y confundirlas.

Un grito aterrados salió detrás de mi y me di cuenta de que uno de los lobos había atacado a mi madre quien ahora se encontraba en el piso con un brazo rasgado, menos mal que no la había mordido.

Me abalance sobre el maldito mientras este forcejeaba. Le mostré una de las peores verdades que todos conocíamos, se quemaba en las profundidades de infierno… Seth se acerco a donde nos encontrábamos y acabo con él mientras le arrancaba la cabeza.

Peleamos duro, mucho para mi gusto, habíamos derrotado a los bastardos… pero no habíamos quedado ilesos a su ataque…