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		 Forks, Washington. 
Pov: Demetri. 
Apenas llevaba unas horas en este encierro y ya estaba harto, mi madre no me permitía ni sacar la nariz de mi habitación, esta vez estaba en encierro total y para acabarla mi padre estaba en un viaje de trabajo así que no había quien me salvara de esta. Llamaron a la puerta y el olor me llenó de rabia. 
-Ahora que quieres hija de Judas- 
-Demi debes admitir que esta vez cometiste un error y de los graves, no por nada mamá te tiene en el encierro- 
-Mira si solo viniste a restregarme que tienes la razón será mejor que te largues- 
-Como quieras, ya tendrás noticias de mí lo prometo- 
-Como sea- 
Pasaron aproximadamente cincuenta minutos y mi móvil sonó, era un número desconocido, seguramente se equivocaban 
-Bueno?- 
Hola Demetri, Jane me ha contado lo que te opaso, no sabes cuanto lamento que por mi culpa estés en el encierro total- 
-Tranquila Carol, esto ha sido mi culpa y de nadie más- 
-Si tu lo dices pero déjame llevarte los deberes por la tarde para sentirme menos culpable si?-esa era una gran noticia, seguro que este era un regalo de Jane. 
-Claro Carol, no quiero descuidar el colegio- 
-Nos veremos a la tarde de acuerdo?- 
-Así será-y cortó, a partir de este mismo instante contaría cada segundo hasta que llegara la tarde para ver esos hermosos ojos y esa tierna sonrisa que llenaban de alegría mi existencia. 
-Demetri baja ahora-llamó mi madre era el momento de devolverle lo de mi castigo. 
-Madre me encantaría pero estoy en encierro total-remarque la palabra total. 
-Demetri no te hagas el gracioso que no lo eres, baja ya mismo-bien aquí el marcador Sulpicia: 2, Demetri: 0. 
-Mande mamá- 
-Ya ve de caza y más te vale volver pronto que si no- 
-Si mamá-era lo mejor que podía hacer, Carol vendría al atardecer y no podía ponerla en peligro. 
Al llegar al bosque saqué cualquier información de mi cabeza y me entregué por completo a mis instintos, inmediatamente encontré un delicioso puma, me lo bebí en segundos, y así pasó con dos ciervos más. 
-Mamá volví- 
-Ahora a tu recámara jovencito-me fui y al entrar a mi recámara la más bella de las apariciones estaba ahí, un momento no era una aparición era mi dama de carne y hueso, vestía  un adorable conjunto de pants verde, es que el verde la hace lucir como una diosa, como algo irreal. 
-Hola Demi, te he traído los deberes- 
-Carol, no te hubieras molestado- 
-Es lo mínimo que puedo hacer, si después de todo este encierro en el que estas es mi culpa- 
-Nada de eso Carol, yo me lo busqué por no controlar mi furia- 
-Ya como quieras, ahora vamos a hacer los deberes-se veía realmente linda, era bella hasta en pijama. 
Pasaron diez minutos y yo había terminado los deberes, no eran difíciles. 
-Te ayudo Carol?- 
-Nada de eso debo de poder sola- 
-Como guste la señorita- 
-Demetri deja de desconcentrarme quieres?- 
-De acuerdo- 
Pasaron alrededor de treinta minutos y Carol me miró con satisfacción. 
-Supongo que has vencido a la tarea?- 
-Así es, crees que tu madre te deje acompañarme a comprar la pieza de mi auto?- 
-Lo dudo, si mamá está de genio cuidado- 
-Quieres ir si o no?- 
-Quiero ver que logres convencerla-le reté. 
-Ya lo verás- 
-Señora Vulturi- 
-Carol preciosa llámame Sulpicia, que si me dices señora me haces sentir vieja- 
-Bien Sulpicia, dejarías que Demetri me acompañara por unas piezas para mi auto, es que yo no sé de eso y además me aterra ir sola a Port Angeles- 
-Claro cariño-va “Claro cariño?” le rogué por horas que me dejara ir por lo menos al colegio y se negó y a Carol simplemente le decía eso?. Mamá y yo tendríamos una larga charla. 
Salimos y nos montamos al auto y emprendí el viaje a Port Angeles. 
-No vamos a Port Angeles- 
-Y eso?- 
Ya tengo la pieza de mi auto, solo me sentí obligada a sacarte del encierro- 
-Yque quieres que hagamos Carol?- 
-El cine me gusta- 
La llevé al cine y miramos dos películas, estar con ella era la mejor de las sensaciones, no me alcanzaría la eternidad para expresar todo el amor que siento por ella. 
Pov: Carol 
La tarde había estado de maravilla, estar a lado de Demetri me llenaba de alegría, no podía negarme que estaba sintiendo cosas muy fuertes por el pero no podía entregarle mi corazón a semejante Don Juan, eso no así me partiera el alma el no tenerlo cerca, el no era para mí, pero me era suficiente tener aunque  sea su amistad. 
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