| 
		 Gracias por esperar… ; ) las quiero mucho….besos para todas desde  Colombia… miii pendeja mexicana Nereee te adorooo aunque esto ni  lo veas...HOY cumplimos dos meses bebé....gracias por hacerme reir  tantooo : D 
 
 
¡CONFIAR! 
-respira profundo.  Cálmate, relájate…- me decía a mi misma, mientras caminaba de un lado a  otro por la habitación – no ha pasado nada…el no es nadie… ¿por que  tienes que sentir celos, Bella? ¿Por que? – sentía que el pecho me  ardía, el iba a salir con la estúpida rubia esa. 
Sabia que lo de  las tijeras había sido otra de mis niñerías, pero, con algo tenia que  descargar mi enojo, lo de Jaco, no me había dado tanta rabia, en fin, no  me podía esperar menos de Edward, pero, verlo con la vecina, ser  ignorada, además " primita isabella", escuchar esas dos malditas  palabras juntas, fue la gota que derramo el vaso, la próxima vez que  usara un diminutivo o mi nombre completo para referirse a mi, usaría las  tijeras, pero, para enterrársela en la entre pierna. 
Me recosté  en mi cama, intentando buscar paz, tranquilidad, lo necesitaba, ya no  sabia como actuar con Edward, las cosas entre él y yo, seguían siendo un  desastre, al igual que mis sentimientos hacia él, ¿en que momento mi  corazón se había vuelto tan complicado?, oh, si claro, desde que mi  relación con él, se había vuelto tan intima, o sea, ya había perdido la  cuenta de cuantas veces nos habíamos besado, unas por venganza, otras  por ebriedad, total, sin importar, cual fuera la razón, siempre sentía  lo mismo. Esas ganas de no apartarme de él. Eso tenía que parar. 
-el  es un imbécil, Bella, lo es – por Días estuvo intentando ser lindo  conmigo, quien sabe con que intensiones y luego viene y se porta como un  idiota otra vez. Mire el reloj de la pared, ya eran las 7 de la noche,  desde que salí de la habitación de Edward no había escuchado un solo  ruido, me asome curiosa y silenciosa al pasillo, sentí que abrieron una  puerta y de golpe corrí a mi cama, si era él, no quería que me viera y  pensara que lo estaba espiando. 
Sentí como abrían la puerta, espié  con mi ojo derecho para ver de quien se trataba, de pronto apareció una  mano, batiendo un calzoncillo blanco, lleno de rotos. 
-vengo en  son de paz… ¿puedo pasar? – ¡era él! Mi corazón dio tres vueltas y  volvió a su lugar, "cálmate, cálmate, seguro viene por el segundo  round" 
-¡LARGATE! – grite tajante. Pero me ignoro  completamente, entrando a mi habitación, ahí estaba él, mirándome con su  sonrisa de oreja a oreja. Sin decir nada busque al lado de mi cama, lo  primero que apareciera, un zapato, lo avente con "fuerza" hacia él, pero  el objeto ni por casualidad se le acerco, esto hizo que su sonrisa  creciera – te dije que te largaras. 
-y yo te dije que vengo en son  de paz…ya relájate, Bella…solo quiero que hablemos – caminó hacia la  silla de mi escritorio y la acerco a mi cama, sentándose, parecía  tranquilo, algo extraño, se suponía que debía estar enojado y hambriento  de venganza, por el desastre con su ropa -¿por que no puedes confiar en  mi? 
-a ver…déjame y pienso - ¿por que no confió en ti? ¿Como  confiar en alguien que cuando tenia doce años secuestró todas mis  barbies en la casita del árbol, pidiéndome como rescate que hiciera  todas sus tareas? y lo peor es que cuando por fin lo hago, me las  entrega, ¡calvas!… ¡calvas Edward!...y claro, te defendiste diciendo que  ese era el ultimo grito de la moda – soltó una carcajada y le respondí  con un almohadazo – ¡no te rías! 
-¿todavía recuerdas eso?.... tu  problema Bella, es que todavía guardas rencor por cosas del pasado,  aprende a perdonar… 
-¡ja!... ¿estas seguro que ese es solo mi  problema? –decidí no seguir en el pasado y volver a un tema del presente  - ¿y que paso con tu salida? – pregunte con amargura. 
-ah… ¿te  refieres a mi salida con, Lauren? 
-con Laura…con Lauren… con esa… -  respondí destilando veneno. 
-no, no pienso salir con ella…- sentí  una brisa fresca, al escuchar la noticia. Era una idiota - prefiero  quedarme contigo – parecía estar hablando enserio, pero, yo seguía  insegura. 
-¿Por qué? 
-bueno, tienes que decirme como vas a  pagar toda la ropa.. 
-no, ¿Por qué todo este cambio,  Edward?...estuviste haciéndome desayunos, hablándome amablemente y hasta  ofreciendo llevarme a la escuela… o sea, digo, solo te falto traerme  flores y serenata – sonrió a mi comentario – ¿tienes alguna enfermedad  terminal y estas tratando ganarte un pedazo de cielo o algo así? 
-déjate  de bromas…ya te lo dije antes… estoy cansado de peleas absurdas –  hablaba tranquilo – creo, que ya estamos un poco grande para andar  dañándonos la ropa con tijeras. 
-o para estar inventando que el  otro esta loco. 
-¡exacto! – Se calló por unos segundos – perdón,  por eso. 
-apúntate una, Edward…diste un golpe fuerte, no sabes la  cara que tenia Jacob cuando hablamos, estaba aterrorizado, me grito algo  como "no estoy para lidiar con locas" o algo así…pero, al final se  calmó y me contó todo – en ese preciso momento sentía rabia, ahora toda  la situación me causaba gracia. 
-gracias a Dios, la apuesta  terminó 
-bueno, conseguiste aparatar a Jacob, como siempre…así  que, igual habrías ganado. 
-no pareces enojada- 
-digamos,  que ya me estoy resignando – sonreí– es mas, ya empecé a averiguar por  internet los nombres de un par de conventos… – su expresión se volvió  dura – solo estoy jugando, tonto. 
-dame espacio – lo mire sin  entender – ruédate, Bella – obedecí dudosa y al instante se acomodo a mi  lado, nos quedamos en silencio por unos segundos, hasta que  juguetonamente chocó su hombro con el mío. 
-¿sabes?...eres toda  una mujer – lo mire extrañada. 
-¿a que viene eso? 
-bueno,  ese fue el motivo de la apuesta ¿no? 
-básicamente. 
-ok…hoy,  Edward Cullen, se traga sus palabras, ya no eres una niña, Bella…entendí  que eres capaz de conquistar a quien quieras y sin necesidad de hacer  esfuerzo – sus palabras me hacían sentir bien, decidí no interrumpirlo,  un momento así era difícil que se repitiera – créeme, esta apuesta era  toda tuya, si no intervengo y hago trampa, de seguro ahora mismo estaría  con tu nombre pintado en mi trasero – reímos al unisonó. Ya la apuesta  para mi, no tenia importancia, Jacob se había alejado, y decidí no  insistir en eso, no se merecía se utilizado, solo lo podía ver como un  amigo, además mi corazón, hacia nuevos descubrimientos, de la persona  que tenia enfrente. 
-Wao, pensé que no viviría, para escucharte  decir tantos halagos juntos. 
-ok, ya… ¿y tu?- abrí mis ojos en  respuesta – ¿no tienes nada que decir? ¿Nada de que retractarte? 
-eh…como  ¿de que? – pregunte dudosa. 
-algo como "oh, Edward, como has  madurado…eres otro" – citó haciendo una pésima imitación de mi voz. 
-no,  no lo creo...yo sigo pensando que eres un imbécil, con todas las  letras- hizo una mueca de dolor, llevando dramáticamente la mano a su  corazón. 
-no te cansas de herir mis sentimientos. 
-tonto…gracias  por lo de ahora…pero enserio no creo que pueda tener a cualquiera,  bueno, hasta que mis hermanos no se den cuenta que ya no soy una niña. 
-ten  paciencia, yo tuve demasiadas ayudas para entenderlo – un gran signo de  interrogación se formó en mi rostro – ellos son tus hermanos y por lo  tanto no pueden notar, como yo, los cambios que has tenido… 
-¿Cómo  cuales? – en realidad no me sentía como una niña, pero estaba harta de  que mis hermanos no se dieran cuenta. 
-has crecido  completamente—ahora me miraba directamente a los ojos, no pude sostener  su mirada, así que aparte mi rostro, pero de inmediato sentí su mano en  mi mentón, devolviéndola a su antigua posición, - mírame a los ojos -  obedecí, perdiendo el hilo de mis pensamientos – ¿sabes que me termino  de convencer que ya no eres una niña? - negué nerviosamente mientras él  me miraba con mayor intensidad, de pronto empezó a acercar su rostro  lentamente y…parecía que me iba a besar, lo iba a hacer. Cerré mis ojos  instintivamente – Tus besos – aceptó finalmente y pude sentir su aliento  golpeándome en la cara. Si no me besaba ahora, lo haría yo. 
-¡Bell…  ¡ups! – Edward se separó al instante y yo abrí los ojos con rabia.  Rosalie nos miraba desde la puerta – lo siento, en serio, no sabia que  estaban ocupados, la puerta no tenia seguro y… 
-¿que… - Edward se  aclaró la garganta - ¿que paso? 
-es que…todos vamos a ir al parque  de diversiones y pues….¿quieren venir? – mi prima miraba sus pies  apenada, yo no era capaz de pronunciar una sola palabra, estaba todavía  sorprendida de lo que había pasado hacia unos segundos , peor aun de lo  que pudo haber pasado si Rosalie no hubiera llegado. 
-yo...yo creo  que no iré...-contesté por fin – Edward volvió a mirarme, con una  sonrisa amigable en el rostro, se puso de pie y me estiro su mano. 
-oh,  no…no te quedaras aquí…iremos al parque de diversiones… ¡yo invito! 
-no,  Edward mejor me quedo – tenia mucho en que pensar. 
-ok, si tu te  quedas…yo te acompaño – afirmó encogiéndose de hombros. 
-esta  bien…iremos…pero, tú pagaras todo – sonrió en respuesta y tome su mano  animada. Bueno, tal vez solo tal vez, podría empezar a confiar en el. 
………. 
-Bella…por  Dios suelta ese poste – Edward, me jalaba de la cintura, mientras yo me  aferraba con fuerza a un poste de luz. 
-estas loco si crees que  voy a subir ahí… ¡no lo hare! 
-es solo una montaña rusa…no seas  cobarde 
-dije que no – pero él fue mas fuerte que yo y  prácticamente me arrastro al juego, todos nos miraban divertido,  mientras yo le daba golpes en el pecho. 
-Primita no hagas  pataletas...sé que te va a gustar-afirmó Alice que estaba al lado de  Jasper. 
-no se de donde salió tan gallina – bromeó el idiota de  Emmett. Yo tampoco sabía de donde había salido tan estúpido. 
- yo  voy a estar a tu lado – prometió Edward, tomando mi mano, fue un gesto  demasiado tierno. Solo esperaba no terminar vomitando su camisa. 
Nos  acomodamos en nuestro asiento, obligué a Edward, a que revisara tres  veces si mi cinturón de seguridad estaba en perfecto estado, las piernas  me temblaban, era demasiado cobarde para esto. El juego dio inicio. 
-¿prima  estas bien? - me preguntaban las dos Rosalie, que estaban frente a mi. 
-solo  estoy un poco mareada – dije apretando los ojos., acabábamos de bajar y  Edward me ayudaba a mantenerme de pie. 
-está muy pálida…- fue lo  ultimo que escuche. 
Cuando desperté, estaba en mi cama, todo  estaba oscuro, aparentemente me había desmayado, ¡maldito juego!, había  dado demasiada vueltas, tenia un poco de sed, cuando baje mis pies, para  buscar mis sandalias, me encontré con un gran bulto, fue imposible no  gritar asustada, era alguien acostado en el suelo, simplemente no me lo  esperaba. Por la oscuridad no lograba definir quien era, encendí la  lámpara al lado de mi cama y ahí estaba Edward tirado en el suelo,  solamente con una almohada. ¿Por qué?, lo moví con mi pie. 
-¡auch!  –abrió los ojos lentamente. 
-¿Que haces aquí? – pregunté  alarmada. 
-estaba cuidándote – no podía creer lo que escuchaba, el  estaba ahí, por mi. 
-¿y mis hermanos? – le indique que se sentara  en la cama y se acomodo al instante. Me causo un poco de gracia cuando  los huesos le sonaron. 
-bueno, tus hermanos y mis hermanas se  quedaron en el parque de diversión, todos querían venir a cuidarte,  pero, yo me ofrecí a hacerlo, igual para que dañarle la diversión a los  demás, si prácticamente fue mi culpa que estuvieras así…pensamos en  llevarte a la clínica, pero, empezaste a susurrar cosas y nos dimos  cuenta de que estabas bien. Solo eran los nervios. 
-¿susurrar  cosas? –no recordaba nada. 
-algo como "Edward...te odio" –gracias a  Dios solo había dicho eso. Mi primo no dejaba de sobarse el cuello. 
–  ¿estas mal?.. 
-si, me duele el cuello…un masaje no me vendría  mal…- pidió intentando hacerse el gracioso. 
-si, claro sigue  intentando, Edward… ahora quiero dormir un rato…me siento débil – mi  primo no se movía de su puesto – hasta mañana Edward - seguía sin  moverse y yo empezaba a sentirme nerviosa, no quería estar otra vez a  solas con él y que se le ocurriera tocar el tema en el que quedamos  cuando llego mi prima -¿me puedes dar privacidad? 
-ok, me  voy...pero ni un "gracias por cuidarme", un "eres el mejor" o tal vez un  premio de recompensa 
-gracias...y adiós – aplasté mi cabeza en la  almohada y sentí como salía de mi habitación. Tenia miedo, de todo lo  que estaba pasando con él, su actitud, esta vez lo sentía sincero, pero,  tenia miedo de equivocarme, de confiar y luego estrellarme, como lo  había hecho con Demetri O como siempre lo hacia con Edward, pero, esta  vez era diferente, ya que mis sentimientos hacia él habían cambiado. 
El  sábado, estuvimos todos juntos, felices, unidos, como pocas veces  pasaba, se respiraba un aire de paz, jugamos cartas, hicimos bromas,  aunque la mayoría fueron de la ropa de Edward, mi desmayo, y de mi cara  la noche anterior, igual la pase bien. Rosalie y Emmett parecían mas  unido, aparentemente mi relación con Edward, no era la única que había  mejorado. 
-las cosas entre tu y él…han mejorado ¿eh? –susurro mi  prima, mientras yo miraba a Edward embobada. 
-creo…que si… - mi  primo se giró y nos regaló una sonrisa. 
El domingo, fui con  Rosalie a hacer compras, nuestra nevera estaba vacía y era necesario,  dejamos a Alice en la zona de ropa, estaba que brincaba en un solo pie,  cuando Edward le entrego su tarjeta de crédito, el confiaba en el gusto  de su hermana y aunque me ofrecí a pagar todo, él no aceptó. 
Llegamos  casi en la noche, demoramos demasiado, tratando de meter a Alice y a  sus 30 bolsas en el carro, mi prima era una loca, compradora compulsiva.  El portero del edificio nos ayudó a subir todo. Cuando entramos,  Edward, estaba en la sala de televisión. 
-hey, ¿no piensas ayudar?  – preguntó Rosalie enojada. Mi primo saltó del sofá y de inmediato  empezó a ayudarnos, llevando las pocas bolsas de l a cocina y después  ayudando a Alice con todas las de la ropa. 
Rosalie se fue a la  cocina y Alice detrás de mi primo, iba a subir a mi cuarto, pero Edward  me intercepto en las escaleras. 
-hola – me saludo con su sonrisa. 
-hola  – respondí tímidamente. 
-¿A dónde vas? – en otro momento habría  sido sarcástica, pero, no me provocaba serlo con él. 
- a mi  habitación. 
-estoy viendo televisión y… ¿quieres venir conmigo? –  me invitó y acepté. 
Nos acomodamos en silencio, pasaban una  película, pero, yo no le prestaba mucha atención, me sentía rara,  nerviosa. 
-ehh...hoy se cumplía el plazo para la apuesta…  ¿recuerdas? 
-ajam... 
- ¿sabes?, todavía tengo una duda sobre  esa tema…. – me giré para verlo de frente y tratar de entender a que se  refería. 
-te escucho. 
-si tu hubieras ganado… ¿Qué me  habrías pedido? no me salgas con lo del tatuaje…es enserio – no había  pensado en eso. 
- no, lo se…realmente solo quería que te tragaras  tus palabras y pues, no importa igual lo conseguí – afirmé victoriosa –  ¿y tu, que quieres? Bueno, se supone que ganaste…que me hubieras pedido  en estos momentos. 
-bueno…todo ha cambiado…si tuviera que elegir  algo que quisiera ahora… – se quedo pensativo. 
-¿Qué? 
-te  elegiría ti...te quiero a ti, Bella – sus palabras retumbaron en mi  cabeza, trague saliva, no podía ser lo que estaba escuchando, él ¿se me  estaba declarando? O ¿solo era producto de mi imaginación? Mi corazón  latió con furia, mientras el esquivaba mi mirada – tú eres lo único que  quiero – no, no lo estaba imaginando, Edward, me acaba de decir que me  quería. 
 
Holaaaaaaa! Aquí les  dejo un nuevo cap.…me demore y ya sé que están cansada de escuchar mis  excusas, pero bueno : S yo sé que ustedes me entienden….aprovecho para  agradecerles los rr de chantajes..no he tenido tiempo de contestar pero,  los he leido todos..Gracias niñas por estar conmigo ; ) 
¿Les  gustó el cap? Jejejeje ahora si nuestro Edward esta haciendo cosas de  servicio para que Bella noté el cambio: D perdón por los errores : S 
Sin  mas nada que decir..las dejo un besote a todasss ; ) y si tienen tiempo  me dejan sus quejas, dudas, reclamos con un rr ; ) 
Graciassss  a todas por seguir la historia : P y por su apoyo…. 
Adrii  ahí te dejo el Cap.. 
Mery, gracia spor el fin de semana la  pase bakanisimoo 
Y mi Nere aunque ni lo veas..te quieroo  (l) gracias por hacerme reir tanto : D 
		 |