Chiiiicaaas... de nuevo, disculpen la tardanza! promeeeto que voy a actualizar un poco más seguidooo!... Por favoooor déjenme sus votooos! Vamos a subir el fic a la página 5!!... Pooor fiisss... y sus comentarioos! me encanta leer sus comentarios y responderles (:

Nos leemos más seguiidooo (:

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Entramos al cuarto y una de mis peores pesadillas comenzó… Millones de productos de belleza estaban regados por toda la cama, la peinadora e inclusive, el suelo.

-No puede ser…- dije cuando pasé la puerta.

-Esta es la noche de belleza, además, Esme nos va a acompañar en unos minutos, la casa es solo de chicas esta noche- dijo Rosalie muy contenta.

-¿Esme siempre  las apoya en sus locuras?- pregunté realmente extrañada. Nunca había conocido una madre que hiciera todo lo que Esme hace por sus hijas.

-Claro Bella, a mamá siempre le ha gustado la idea de acompañarnos en todas aquellas locuras que se nos ocurran- dijo Alice sonriente.

-Claro que si chicas, y aquí está lo que me pidieron- dijo Esme entrando con un montón de frutas en sus manos.

-¿Esme, para que son las frutas?- pregunté viendo el montón de frutas.

-¡SON PARA LAS MASCARILLAS!- gritaron las tres muy emocionadas.

Inmediatamente las tres se pusieron a preparar muchos tipos de mascarillas, las cuales, según ellas, eran para diferentes cosas de la piel. La de piña, avena y fresas era para la piel grasosa; la de harina y avena también y además era contra imperfecciones, la de fresas y uvas era para…

-Alice­- la llamé.- ¿Para qué es la mascarilla de fresas y uvas?- pregunté, ya que no recordaba una que tuviera esas frutas.

-Es solo que me provocó mezclarlas para ver que salía- dijo Alice con una enorme sonrisa en su rostro.

-Y para comérsela- dijo Esme riendo- las frutas favoritas de Alice siempre han sido las fresas y las uvas- terminó Esme.

-Bueeeeeno- dijo Alice comiéndose algunas fresas y algunas uvas.

Reímos muchísimo en ese momento. Alice comiéndose las frutas y nosotras tratando de terminar de hacer las mascarillas. Al principio daba un poco de asco pues, díganme ustedes,  ¿no les da como cosa ponerse un montón de frutas trituradas con un montón de aceites en la cara? Al principio, a mí si, pero después de un rato, ya me sentía cómoda con la cara empegostada. Cuando las cuatro tuvimos las mascarillas puestas, Rosalie dijo que era hora de las manicuras y de las pedicuras. Las chicas me pintaron las uñas a mi primero y luego entre ellas y cuando terminaron decidieron hacer guerra de mascarillas con lo que quedó de los 4 tipos. Terminamos las cuatro con el cabello lleno de frutas y aceites, ¡menos mal que solo fuimos nosotras y no el cuarto entero!

-Chicas, creo que deberían bañarse, para que no ensucien todo- dijo Esme entre risas mientras quitaba pedazos de piña de su cabello.

-Si mamá- dijo Alice saltando de la cama- Rose, tú en el baño de Emmett y Bella en el de Edward- dijo Alice sonriente.

-Sip- dijo Rose saliendo del cuarto, Esme tras ella y Alice halándome del brazo.

Cruzamos el pasillo y subimos las escaleras, llegamos al cuarto de Edward y entramos de golpe.

Alice tomó una toalla y me la lanzó en la cara, junto con un conjunto de ropa interior.

-Puedes tomar un short y una sudadera de Edward, agarra lo que necesites, sé que no se molestará- dijo sonriendome.

-Alice… ¿qué me ocultas?- pregunté tomando las cosas en mis manos y viéndola con cara de “sé que me escondes algo”

-Ehhh… ¡báñate!- dijo todavía sonriendome- ¿te vas a quedar así, llena de frutas o que?- dijo como deseperada.

-Aaaalice- dije haciendo pucherito.-Por favor, dime que me ocultas- dije con ojitos de perrito.

-NOP- dijo saltando en su puesto- ¡Por favor, métete a bañar!- dijo mientras me empujaba a la puerta del baño de Edward, dónde prácticamente me encerró cuando entré.

Me desvestí y me metí a la ducha, dejé que el agua caliente relajara mis músculos, aunque ya eran más de las 12 de la noche, no tenía nada de sueño.

“Seguro es por toda la fruta que comimos” pensé mientras me enjabonaba. No sabía cómo hacia Alice para tener mis cosas de aseo en su casa, pero ella lo lograba… lo único que no entendí fue por qué me dijo que tomara la ropa de Edward… “Que estará pasando en esta casa… Todo es muy extraño” pensé mientras me secaba y me ponía la ropa interior. Me sequé lo mejor que pude el cabello con la toalla y salí a buscar algo de ropa.

Cuando estuve frente al armario, éste estaba abierto… “qué raro” pensé. En éstos 30 minutos que había estado sola, había pensado más que cualquier otro día… solo que lo que pensaba giraba en torno a las locuras que Alice debía estar inventando en su pequeña cabecita de duende diabólico.

Me agaché a una de las gavetas a ver si conseguía algún short que no se me cayera y sentí que abrieron la puerta y yo andaba solo en ropa interior… ¡menos mal que solo estábamos las chicas en la casa!

-Todavía no me visto Alice, no he conseguido nada que me quede- dije sin voltear a ver si era Alice o no… ¿Debía ser ella, cierto?

Seguí buscando en el armario, pero sentía que alguien me estaba viendo, cuando me levanté, no había nadie en el cuarto…

“Esto se pone cada vez más raro” pensé. Busqué unos minutos más y solo conseguí una sudadera lo suficientemente pequeña que solo llegaba casi a la mitad de mis muslos, me puse la capucha y salí a mi habitación a buscar alguno de mis pantalones, ya que hacía más frío esta noche que cualquier otra…

-¿Lista?- preguntó Alice entrando a mi cuarto con un pijama de ositos muy gracioso.

-¿Ositos?- pregunté viendo su pijama.

-Si, son mejores que Bob Esponja- dijo mientras me sacaba la lengua.

Reímos unos segundos y se me ocurrió una pregunta.

-Alice- la llamé- ¿Porqué no me ayudaste a encontrar la ropa cuando entraste al cuarto de Edward?- pregunté

-¿Cuándo?- preguntó abriendo mucho los ojos

-Cuándo entraste, cuando me viste en ropa interior, te dije que no había encontrado nada y no me contestaste…- dije extrañada.

-Ehhh… Ahhh… Es que pensé que habías encontrado algo- dijo forzando una sonrisa, pero sus ojos mostraban otra cosa.- Vamos Bella, ya es hora de dormir, mañana tenemos una gran fiesta- dijo sacándome del cuarto y llevándome al suyo.

Esa noche íbamos a dormir las cuatro en el cuarto de Alice, era gracioso como Esme disfrutaba pasar tiempo con sus hijas… ya que ella consideraba a Rose como su hija y me había dicho lo mismo a mí.

Nos acostamos en la cama… Si, cabíamos las cuatro cómodas en la cama de Alice; comencé a sentir cómo el sueño se apoderaba de mi cuerpo unos minutos después de que todas se quedaran dormidas, pero tenía la sensación de que alguien me estaba observando… No pude ocuparme más de eso, pués me quedé dormida.

Esa noche soñé con Edward, soñé que él regresaba y que finalmente volvía a besarlo y a tenerlo conmigo, todo el tiempo...