Cuantos decibeles podía alcanzar el grito de una persona? Estaba segura que mi cuñada podía romper con cualquier cifra que se haya registrado en la historia mundial y mis oídos podían ser testigos de este hecho.
Yo estaba demasiado tranquila esta mañana de sábado, acababa de bañarme e iba a prepararme un rico desayuno cuando el timbre sonó y no solo una vez sino varias veces, no conforme con esto la persona que había llegado inesperadamente en esta tranquila mañana se puso a tocar la puerta con sus puños. Alguien muy impaciente, pensé en ese momento. Y desde el momento en que abrí la puerta un pequeño cuerpo colisiono con el mío y los gritos y tortura para mis oídos había empezado.
-Alice!-le llame tratando de que se callara, pero ella siguió con su entusiasmo e incluso se puso a saltar y sin soltarme entre sus brazos me hizo saltar con ella.
-Bella! Bella! Bellaaaa!-siguió gritando.
-Alice! Alice! Alice!.- grite pensando que tal vez si igualaba su entusiasmo dejaría de gritar y para el confort de mis oídos funciono, suspire aliviada.
-Bella no puedo creerlo, eres mi cuñada, eres mi cuñada!- grito pero unos decibeles menos que su efusiva entrada. Antes de contestarle recordé algo.
-No se supone que volvías de tu luna de miel hasta el otro sábado?- le pregunte frunciendo el ceño, su boca de abrió queriendo responderme pero luego sonrió.
-Hay una explicación para eso, pero no trate de distraerme señorita- me señalo acusadoramente y me tomo de la mano arrastrándome hacia la cocina, como si estuviera en su casa me sentó en una de las sillas de la barra y se puso a hurgar en mi refrigerador, lo único que se podía ver era su pequeño trasero moviéndose de una lado, cuando se decidió en dejarme a ver su otra cara lo hizo sosteniendo y luego mordiendo una larga vara de apio- de pura casualidad no tendrás mantequilla de maní?- me pregunto, me levante para buscarla en la repisa de los abarrotes y se la di, la miro con los ojos brillosos y se sentó en la barra para abrir el gran tarro, después metió el apio llenándolo de la mantequilla y yo solo pude poner una cara de asco.
-Iug! Alice como puedes comerte eso, es una asquerosa combinación.- critique sentándome frente a ella.
-Te aseguro que sabe delicioso- mascullo con la boca llena y deleitándose con el sabor- quieres probar?- me ofreció y de inmediato decline a su oferta.
-Paso, gracias.- dije frunciendo el ceño, pero ella se deleitaba con su alimento extraño, después de darle unas mordidas más a la verdura volvió su atención a mí con una gran sonrisa.
-No puedo creer que por fin hayas abierto los ojos, pero no sabes cómo me alegra! Ahh!- y ahí estaban los gritos de nuevo.- Eres mi cuñada!
-Alice! Podrías bajar un poco el volumen por favor, está empezando a darme jaqueca.- le dije masajeándome las sienes.
-Ok, perdóname. Es que no puedo evitarlo, estoy tan feliz Bella, no sabes cuándo.- me aseguro emocionada, pero ya hablando como una persona normal.
Me levante y fui hasta la alacena, tome una barrita de señal y pase de largo donde estaba Alice en dirección al cuarto oscuro que había acondicionado en mi departamento. No tarde mucho en escuchar los delicados pasos de Alice viniendo tras de mí.
-Que no me piensas contar nada?-cuestiono empezando a frustrarse un poco por mi hermetismo, mordisquee mi barra de cereal, mientras apagaba la luz.
-Podrías cerrar la puerta por favor.- le pedí, al momento que lo hizo encendí la luz roja y me puse a checar mi material
-Bella.- me llamo, no le hice caso y trate de no inmutarme, pero por dentro me estaba riendo- Bella- llamo de nuevo, le siguió lo mismo.- Bella!- exclamo con frustración, mi sonrisa se ensancho.
-No entiendo que es lo que quieres que te cuente Alice.- dije sacando el rollo y comenzando el proceso para revelar mis fotos acumuladas.
-Como que que? Pues todo, quiero que me cuentes todo, Edward no que quiso contar nada, dijo que dejara de ser tan entrometida.
-No entiendo cómo pudo decir eso.- masculle con sarcasmo aunque riéndome, de todas formas Alice me lanzo una mirada molesta, después suavizo su expresión.
-Sabes qué? no me importa. Quiero saberrr!- canturreo frustrada.
Rodee los ojos rindiéndome, la probabilidad de que Alice me dejara en paz sin contarle nada era de un 99.9%...esperen un momento… no, definitivamente no había ninguna posibilidad, incluso la creía capaz de mudarse conmigo hasta que le contara. Así que me puse a relatarle todo lo que había sucedido desde que Edward fue a mi exposición, me interrumpió disculpándose por no haber podido estar, le dije que no había problema y proseguí, Alice me escuchaba atenta y sin interrumpirme aunque a veces soltaba unos cuantos Aww! Ohh! Uhhh! Pero nada más. Mientras le contaba estaba revelando unas cuantas fotos que tenía pendientes, al terminar con el relato también estaba terminando con el trabajo, ya estaba colgando las fotos.
-Y los encontró desnudos?- cuestiono riendo refiriéndose a la inoportuna llegada de mi amigo.
-Nos tapamos con las cobijas antes de que llegara a ver algo, nos tomo un poco el pelo por encontrarnos juntos, pero comprendió que no era un buen momento. Aunque eso no significo que después, cuando Edward se había ido y él regreso no me bombardeara con preguntas tal y como tú, oye a lo mejor se llevarían bien, te lo presentare.- propuse- podrían cotillear juntos.- reí.- ahora ya basta de hablar de mí, puedes decirme que es lo que haces aquí en lugar de estar disfrutando de Europa o donde quiera que deberías de estar en estos momentos?- le pregunte tratando de desviar su atención de mi, de todas formas ya le había contado todo lo que le tenía que contar, no tenia porque decirle nada sobre las noches seguidas de buen sexo que había tenido con su hermano desde nuestra reconciliación.
-Ahh! Hay una gran sorpresa detrás de nuestro regreso- de pronto paro y desvió su mirada hacia un punto fijo en mi espalda, entorno los ojos y en su boca se formo una sonrisa burlona- esa es una foto del trasero de mi hermano?- cuestiono soltando risitas, tuve que reírme cuando voltee y contemple esa preciada foto.
-Awww! Si, es mi obra maestra.- en mi cabeza repace los lugares donde sería conveniente ponerla.
-Edward sabe que la tomaste, se va a molestar mucho.
-Piensa que la borre.- me reí.
-por favor toma otra foto de su cara en el momento en que la vez.- me pidió.
-Es un trato.- asegure desviando la mirada de la foto, una de mis partes favoritas del cuerpo de mi novio definitivamente, umm, mi novio, mi novio, se escuchaba bien. Sonreí para mis adentros.- ahora si es tu turno para hablar, vamos a la sala.
Apague la luz roja y las dos salimos del cuarto con cuidado dirigiéndonos a la sala, cuando nos sentamos la mire con ansiedad, diablos! La duende ya me estaba pegando la vena chismosa.
-Pues había estado sintiéndome un poco mal a lo largo de viaje y Jasper estaba muy preocupado, me insistía en que fuéramos al doctor para que me revisaran, pero yo no quería arruinar nuestra luna de miel y le decía que podía esperar hasta volver acá.
-Estas enferma?- pregunte preocupada.
-No, no, para nada. Mis malestares estaban interfiriendo con nuestras actividades y Jasper cada vez estaba más preocupado, así que cuando estábamos en Paris fuimos a la clínica y me hicieron un examen de sangre, esa misma tarde nos dieron la mejor noticias que podrían habernos dado- su sonrisa era enrome y radiante y entonces lo comprendí.
-Estas embarazada!- grite emocionada, ella asintió.
Me levante al mismo tiempo que ella y le di un enorme abrazo, las dos nos pusimos a saltar y a gritar emocionadas. Ahora me veía como una hipócrita lo sé, estaba teniendo el mismo comportamiento que ella cuando llego. Pero era imposible no emocionarse, Alice estaba embarazada! No podía estar más feliz por ella, iba a tener a un bebe hermoso, probablemente igual de hiperactivo que ella, pensé por un segundo, ojala que saque el carácter de su padre. Pero eso no era lo importante, Jasper y Alice eran la pareja perfecta, ellos merecían tener una familia feliz y ya estaban comenzando.
-Alice! No sabes lo feliz que estoy por ti!
-Gracias Bella- se separo de mi y sus ojos estaban un poco lagrimosos- perdóname, las hormonas me tiene loca, Jasper ha tenido que aguantar todos mis cambios de humor, pero es el mejor. Va a ser un padre genial.- aseguro sonriendo.
-Al igual que tu serán la mejor mamá Alice.- me agradeció el cumplido con una sonrisa sincera- y cuantos meses tienes?- cuestione.
Y así nos hundimos en una conversación sobre su embarazo, me conto con detalles lo que había sucedido cuando el doctor le había dicho, en francés, que estaba embarazada. "Vous est enceinte de deux mois" las palabras textuales del doctor, afortunadamente ella sabe un poco de francés o en lugar de alegrarse hubiera pensado que le estaba diciendo el nombre de una extraña enfermedad, yo lo hubiera hecho. Se distrajo en su conversación sobre el color de la pintura ideal para el cuarto del bebe, cuando su celular sonó, supuse que era Jasper. Pero cuando acabo de leer el mensaje me vio con expresión culpable.
-Bella no te vayas a molestar.- me pidió, la mire extrañada sin comprender de que me molestaría, en eso sonó el timbre.
-Quien es Alice?- le pregunte.
-Antes de pensar venir para acá tenía planes de ir de compras… con Kate.- concluyo e inmediatamente, antes de que dijera algo salió corriendo hacia la puerta. Escuche la voz de la pequeña duende junto con la de su cuñada acercándose, realmente no sabía cómo comportarme con ella. Si no mal recuerdo quería apuñalarla con el cuchillo de la mantequilla cuando bailaba con mi Edward, pero él ya me había aclarado que ella es como su hermana, aun así tenia sentimientos encontrados al respecto, me sentía culpables por mis pensamientos asesinos y aun me sentía un poco celosa, que decir, el monstruo de los celos dentro de mí, aun pensaba que podrían tener una boda muy bonita. Deje mis pensamientos de lado cuando las vi entrar y trate de mantener una sonrisa amable.
-Hey Kate.- salude levantándome.
-Hola Bella, que gusto verte.- dijo sincera sorprendiéndome con un gran abrazo.- Ya me he enterado.- movió sus cejas sugestivamente, wow las noticias sí que corren rápido en esta familia.- me alegro tanto por ustedes, ya era hora de que ustedes estuvieran juntos, digo, son el uno para el otro, era un desperdicio que estuvieran separados.- ahora con mis pensamientos claro no podía estar más de acuerdo con ella- pero acepta que mi plan tuvo mucho que ver con que abrieras los ojos.- esperen un momento…
-Que plan?- cuestione completamente confundida viendo a las dos mujeres repetidamente, Alice veía a Kate reprendiéndola, Kate se veía apenada pero divertida.
-Yo pensé que se lo habría dicho.- se disculpo con Alice, esta negó con la cabeza.
-Decirme que?- pregunte comenzando a frustrarme.
…
La puerta de mi apartamento se abrió dándole paso a un Edward con un ramo de flores en sus manos y con una dulce sonrisa adornando su rostro.
-Hola amor!- me saludo caminando hacia mi entregándome el ramo de flores e inclinándose para darme un beso, rápidamente tome el hermoso ramo de lilis y me levante hacia la cocina para ponerlo en agua- wow que sucede?- pregunto caminando detrás de mí.
-Nada.- simplemente dije llenando un jarrón de agua y poniendo el ramo en él.
-Claro que sí, que sucede?- repitió detrás de mi tomándome con sus manos por la cintura y colocando su rostro en mi hombro, me dio un pequeño beso debajo del oído y me estremecí.- que pasa cariño?- insistió siguiendo con sus besos ahora en mi cuello. Decidí decirlo antes de terminar de perder la cordura con sus besos. Me aparte de él y lo mire molesta.
-Me puedes decir cómo es que participaste en un plan para torturarme?- Edward se veía confuso.
-Eh?- definitivamente estaba confundido.
-Kate me conto como todo, sobre su plan para hacerme sentir celosa- le señale con el dedo índice en el pecho- seguramente se reían mucho no? Mientras yo me moría de celos, ustedes se reían de mí?- pique su pecho con mi dedo índice.
-Hey eso duele- se quejo, lo pique una vez más- tranquila.
-No me gusta que jueguen conmigo, ni que se burlen a mis costillas.- le aclare.- se rieron mucho Edward?
-No, Bella. No te enojes.- me pidió, lo iba a picar una vez mas pero tomo mis dos muñecas y lo impido colocándolas a cada lado de mi cuerpo- yo no estaba de acuerdo con ese absurdo plan.
-Y te obligaron no?- le di un pequeño golpe en la pierna con mi pie, uno leve, tampoco quería lastimarlo gravemente, Edward frunció el ceño y sin más me levanto y me coloco en su hombro, yo grite por la sorpresa mientras él caminaba hacia mi habitación- Edward! Bájame!- reclame pegándole con mis puños en la espalda.- bájame!- repetí.
-Tranquilízate por favor.- me pidió arrojándome en la cama y sentándose a horcajadas sobre mi y aprisionando mis manos por encima de mi cabeza, mis pies también estaban imposibilitados a moverse por su peso- al principio yo le dije a Kate que no participaría en algo como eso, pero siguió insistiendo y en si tu ya estabas celosa desde un principio cuando la viste llegar, Kate solo quería aprovecharse de eso para nuestro beneficio. Menciono lo débil que soy cuando se trata de ti, y lo soy- agrego, sonreí, yo soy igual de débil con él.-luego Alice me dijo que tenía que confiar en la intuición femenina y caí en el absurdo juego. Pero sabes qué? No me arrepiento nada, porque ese fue el detonante para que estés conmigo de nuevo- se inclino para darme un beso en la frente, uno en ambas mejillas y cuando iba a besarme en los labios retire el rostro.
-Quien ha dicho que te he perdonado.- murmure.
-Que es lo que tienes que perdonar? Acéptalo Bella, tal vez si no hubiera confiado un poco en ella no estaríamos aquí o eventualmente te hubieras dado cuenta de todo, pero no sabemos en cuanto tiempo hubiera transcurrido para eso. Tu eres la testaruda aquí, tenía que usar tácticas extremas para que volvieras a mi.- se veía un poco molesto conforme iba diciendo esas palabras.
-Si, lo sé. Soy testaruda y siempre me reprenderé lo estúpida que fui en este tiempo. Pero no sabes lo mal que me sentía en esos momentos Edward, tuve pensamientos asesinos por verte con ella, eso es muy raro porque no tengo ese tipo de pensamientos tan seguidos.- le dije, Edward rio.
-Querías matarme? Por lo menos fue una manera creativa de hacerlo?- cuestiono divertido.
-No, lamento decepcionarte los celos no son muy creativos, más bien son prácticos, fue simplemente apuñalamiento con el cuchillo de la mantequilla.
-Oh! Practico, tienes razón, en donde me apuñalabas? En el cuello? El pecho? Un ojo acaso? Eso sería muy genial.- mascullo pensativo, tuve que reírme de la cosa absurda que acababa de decir.
-No pensé él lugar a decir verdad, me iba a decidir al llegar a la pista de baile. Pero oye- recordé algo- yo no te asesinaba a ti.- le dije, él abrió los ojos desmesuradamente comprendiendo- crees que Kate se extrañara demasiado si le pido disculpas por apuñalarla en mi mente?- cuestione, primero Edward me miro serio, pero eventualmente comenzó a reírse a carcajada abierta quitándose de encima de mí y rodando por la cama, tuve que reírme junto con él, era inevitable.- ya no te rías.- le pedí pero yo tampoco podía dejar de reírme, seguimos carcajeándonos hasta que ya no pudimos mas y nos tranquilizamos quedando uno al lado del otro mirándonos, tomo mis manos y las coloco entre nosotros entrelazadas.
-Perdóname, de acuerdo. Pero como te digo que tenía que hacer algo para que despertara esa pequeña y testaruda cabeza tuya.- me dijo acariciando mi mejilla.
-Lo sé, no hay nada que perdonar. Solo me altere un poco al enterarme.
-Pero me encanto verte toda enfurruñada y molesta, me hizo sentirme importante para ti, ya que en esos momentos no sabía si ibas a volver para mí.
-Claro que eres importante para mí, eres lo más importante que hay en mi vida.- le asegure recorriendo sus facciones con mis dedos, él me sonrió completamente radiante y se inclino para depositar un dulce y corto beso en mis labios.- Te amo tanto.- murmure contra sus labios, Edward sonrió.
-Me alegra escuchar eso. Yo también te amo.
-Gracias por hacerme sentir celosa y hacerme reaccionar por fin.- agradecí.- pero no lo vuelvas a hacer.- le pedí.
-No, si no te vuelves a comportar tan testaruda no habrá necesidad. Hagamos un trato, tú no te comportas testaruda de nuevo y por consiguiente yo no vuelvo a utilizar tácticas que te hagan sentir mal, de acuerdo?
-Claro, hecho.- estiro su manos para cerrar el trato pero se me ocurrió una mejor forma de hacerlo y me lance a besarlo.- esta es una mejor forma de cerrar un trato no lo crees?
-Una muy buena- se quedo pensativo unos segundo y su expresión de convirtió a una picara- pero conozco una mucho mejor forma.- levanto las cejas sugestivamente.
-Ah si? Y cuál es esa?- pregunté fingiendo ignorancia.
-Deja te lo demuestro.- dijo sentándose a horcajadas sobre mí de nuevo y quitándose la playera en el camino, grite de sorpresa y jubilo, Edward sonrió de esa manera tan sexy que me gustaba y se lanzo para besarme el cuello hambrientamente. Definitivamente esa si era una muy buena forma.
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