-¡Bella yo sé que no lo va a notar!-insistía Alice queriéndome quitar el collar que Edward me regalo para cambiarlo por uno de brillantes que iban perfecto con el vestido que estaba usando.

-¡No y es un no definitivo! No me lo quitare-le dije y ella me miro con mala cara.

Hoy era navidad y todos nos encontrábamos en la casa de los Cullen arreglándonos y vaya que Alice estaba media sacada hoy, ya que ella se encargó de todo, la decoración, los vestuarios, la comida, etc.

-Si no se lo quiere sacar déjala, es su cuello, además le queda bien-opino Rosalie mientras se colocaba un arete.

-Uf, de acuerdo pero eres tan…nada, nada déjalo ahí-yo la ignore y me mire al espejo, estaba bonita, mis labios eran de un rojo claro y tenía un vestido largo de diferentes tonos de rosa y mi cabello suelto y ondulado.

Se escucharon unas risas y pude adivinar que se trataba de mi madre, de seguro Charlie y Reneé ya habían llegado y estaban charlando con Esme.

-Creo que ya va siendo hora que bajemos-nos aconsejó Rosalie.

-De acuerdo, bajemos-concordó Alice y las tres nos dirigimos hacía la sala, que estaba perfectamente decorada, la casa entera tenía un ambiente navideño, verde, rojo y blanco y en medio de la sala había un inmenso árbol de navidad con luces y adornos por doquier, aparte de la cantidad infinita de regalos que había debajo, me quede observándolo unos momentos y luego sentí unos brazos que me apretaron fuertemente.

-Te ves hermosa-susurro Edward y deposito un suave beso en mi cuello.

-Gracias-me di la vuelta y lo observe-tú te ves hermoso-le bese.

-Bueno, bueno, soltando Cullen-irrumpió mi padre en la sala acercándose a nosotros, Edward rio ante su comentario y se separó de mí.

-Hola papá-le salude con una sonrisa.

-Bells, en la cocina reclaman tu colaboración por lo que me mandaron a buscarte-informo Charlie.

-Iré a ayudar-le di un apretón cariñoso a la mano de Edward y me dirigí a la cocina.

-¡Bella! Necesito que me ayudes con el pavo por favor-me pidió Esme y yo no dude ni un segundo en colaborar.

Alice y Rosalie le colocaban los últimos detalles a la mesa y mi madre se encargaba de los platos principales. Cuando todo estuvo listo llamamos a la familia a cenar, la mesa estaba perfecta, un gran mantel blanco la cubría y había platos finos, copas de cristal y cubiertos de plata, en el centro de la mesa se encontraban velas rojas rodeadas de adornos, todos tomamos asiento, yo al lado de Edward y de Rosalie. Esme trajo el plato principal, un delicioso pavo que a todos nos resultó exquisito, luego nos deleitamos de panqueque alemán y carne roja. Mientras cenábamos charlábamos y reíamos mi teléfono vibro indicando un mensaje de Jacob.

Jacob: Que la pases muy bien amiga mía, te quiero mucho y felices fiestas, ah y para que te pongas contenta traje lo que me pediste, lo deje en el patio de atrás, besos Jake.

Bella: Gracias Jacob, felices fiestas para ti y tu familia yo también te quiero y te debo una.

Edward vio que estaba mandando mensajes y me miro ceñudo a lo que yo solo ignore, ahora estaba debatiéndome conmigo misma ¿Cómo haría para entrar el regalo de Edward? Necesitaría ayuda por lo que no dude ningún segundo y escribí otro mensaje.

Bella: Emmett, querido hermanito, ahora cuando yo me levante me sigues ¿de acuerdo?

Ni bien envié el mensaje el celular de Emmett sonó por lo que lo reviso y cuando termino de leer me miro con el ceño fruncido.

-Iré al baño-le dije a Edward y me incorpore yendo hacía la sala donde después de esperar un minuto apareció el fortachón de Emmett.

-¿Qué sucede Bella?-pregunto.

-Necesito que me ayudes a entrar el regalo de Edward, sin armar mucho alboroto-le pedí y el asintió por lo que me dirigí afuera y vi el perfecto piano de cola adornado con un moño rojo y Emmett al verlo silbo apreciándolo.

-Se va a morir cuando lo vea-murmuro.

-¿Cómo lo vamos a entrar y llevarlo hasta el arbolito?-pregunte.

-Sencillo, abriré la ventana corrediza, o más bien tú lo harás mientras yo traigo el piano y lo metemos dentro.

Entre adentro de la casa y abrí la ventana corrediza mientras Emmett empujaba el piano, lo ayude lógicamente y casi muero en el intento pero logramos meterlo y colocarlo al lado del arbolito, con una sonrisa triunfante chocamos los cinco y volvimos hacía el comedor donde al entrar todos nos miraban con el ceño fruncido, excepto Alice que ya sabía lo que me traía entre manos.

-¿Qué tramas?-me pregunto Edward al oído a la vez que yo me sentaba.

-Ya lo veras, no sea impaciente Cullen-le respondí con una risa.

-Muy bien familia faltan diez segundos y es navidad-exclamo entusiasmado Carlisle.

-Diez, Nueve, Ocho, Siete, Seis, Cinco, Cuatro, Tres, Dos, Uno… ¡Feliz navidad!-gritamos todos entusiastas a la vez que nos parábamos y chocábamos nuestras copas de champagne.

-Feliz Navidad mi amor-me susurro Edward.

-Feliz Navidad-rodee con mi brazo disponible su cintura y me estire para besarlo y no fui la única, Carlisle y Esme se besaban al igual que Alice, Jasper, Rosalie, Emmett y mis padres.

-¡Es hora de los obsequios!-grito Emmett emocionado y todos nos dirigimos hacía el arbolito, yo me aferre de la cintura de Edward para poder apreciar su reacción ante el regalo, cuando pasamos el umbral de la puerta y Edward enfoco los ojos en el gran piano su cara se ilumino y corrió hacía el, al leer la tarjeta que decía “Para Edward con mucho amor Bella” me miro con una alegría infinita y yo solo le sonreí.

-Wow, Bella esto es…magnifico siempre quise uno, gracias mi amor, muchas pero muchas gracias-se acercó a mí y me abrazo fuertemente para después besarme muy tiernamente.

-De nada, yo sabía que lo querías, siempre me lo dijiste y aquí esta, Santa fue bondadoso, fuiste un niño muy bueno-le volví a besar.

-Bueno, chicos vamos a abrir los demás regalos-dijo Alice y ahí me di cuenta que todos estaban observando la escena y que nadie toco ningún envoltorio de debajo del árbol por lo que me ruborice y observe como Emmett corría hacía el árbol a entregar a cada uno sus obsequios.

-A ver…el primero es de Alice para…Esme-Emmett le entrego el obsequio a Esme y esta al ver la hermosa pulsera de oro abrazo y le dio las gracias a Alice-el segundo es de Jasper para ¡Emmett! ¡Yupi!-Emmett desenvolvió con una alegría infinita su regalo para encontrarse con una billetera de cuero-¡Gracias Jazz!-le grito a Jasper y este sonrío en respuesta-el que sigue es de Reneé y Charlie para Bella-Emmett me entrego el obsequio y lo desenvolví para encontrarme con un juego de brillantes.

-Gracias-le sonreí a mis padres.

-El que sigue es de Rosalie para ¡Emmett! ¡Uh, es grande!-Emmett desenvolvió el obsequio y se encontró con una nueva consola de videojuegos-¡Gracias amor!-Emmett se incorporó y le beso a Rosalie.-Bueno, continuemos, el que sigue es de Carlisle para Esme-Emmett lo entrego y era un collar que tenía una enorme piedra preciosa-el que sigue es de Alice para Bella-Emmett me entrego el regalo y al desenvolverlo me quede asombrada.

-¿Enserio Alice? ¿Un BlackBerry?-pregunte incrédula.

-Es que tu celular ya no va, un BlackBerry te solucionara muchas cosas-me dijo Alice y yo solo puse los ojos en blanco.

-Si tú lo dices, gracias Alice-le dije.

-Este es de Emmett para la mamá más hermosa del mundo-Emmett le entrego el obsequio a Esme que sonrió y era una perfecta colección de fuentes, platos y cubiertos.

Y así continuo Emmett, Carlisle recibió un celular y un llavero, Rosalie recibió ropa y una notebook por parte de Emmett, Alice una televisión nueva, ya que la suya se había quemado, aparte de un precioso anillo por parte de Jasper, Edward recibió ropa, una cámara de fotos y un nuevo Estéreo y yo una Tablet, por parte de Emmett y Rose y una colección de platos por parte de Carlisle y Esme.

-Todavía falta un regalo-mascullo Edward-está afuera.

Todos seguimos a Edward que fue hasta la cochera y nos dijo que lo esperáramos, todos estaban tratando de adivinar que era el regalo hasta que la puerta del garaje se abrió y Edward salió conduciendo un… ¿vehículo?, era el auto que a mi tanto me había gustado y se lo había dicho a Edward pero nunca pensé que me lo iba a regalar, un Peugeot 508, Edward bajo con una sonrisa en el rostro, se acercó a mí y me dijo “Feliz Navidad”

-¿Qué? ¿Me estas regalando un auto? ¿Por navidad?-pregunte con la boca abierta sin apartar mi vista del ostentoso automóvil.

-Pues, sí, es que lo vi y no me pude contener además tu Volvo ya está algo viejo y este bebe lo puede reemplazar sin ningún problema-dijo como si nada.

-Oh por dios, Edward, gracias pero…habrás gastado una fortuna, este vehículo sale muy caro y…-Edward me cayó con un beso.

-No importa el precio, es por ti ¿te gusta o no?-pregunto rodeándome la cintura.

-Pues, si, me encanta, gracias, muchas gracias, es perfecto.

-Lógico, ya te quiero ver subida en el-me sonrío.

-Bella, deberás llevarme a dar una vuelta-dijo Charlie admirando al vehículo, como todos.

-Creo que no tengo opción-suspire.

-Quiero uno como este-murmuro Emmett acariciando el carro.

 No quiero imaginar cuánto dinero habría gastado Edward en este auto pero de ahora en más debía acostumbrarme a esta clase de obsequios, Edward me lo había dicho muchas veces y Alice ni hablar, por lo que suspire resignada y me acerque a ver mi coche nuevo.