Ti tac, tic tac, tic tac.
Así sonaban el segundero de mi reloj de muñeca y al compas de este los dedos que tamborileaban en el tablero de mi auto. Sé que ella dijo que llamaría, pero no pude evitar subir a mi auto y aquí estaba ahora, frente a su edificio, trate de ocuparme en cualquier otra cosa en la mañana, me puse a adelantar algunos artículos del trabajo, limpie un poco mi departamento, trate de ver la televisión, pero después de una hora me di cuenta que estaba viendo caricaturas, así de atención le estaba poniendo y cuando me di cuenta ya tenía las llaves de mi auto en mis manos y caminaba hacia donde estaba estacionado. Pero ahora al estar aquí, me sentía tonto por ser tan desesperado, así que solo me quede aquí esperando y decidiendo si me iba, iba a su departamento o solo me quedaba aquí a esperar?
Afortunadamente para mí yo no tuve que tomar esta difícil decisión, mi celular empezó a sonar, no era una llamada, era un mensaje, pero eso no me impidió emocionarme y más cuando vi su nombre en la pantalla. Rápidamente abrí el mensaje, es lo que había estado esperando, me pedía si podía presentarme en su casa. Como rayo me baje del auto y camine calmando mis ansias en el camino y en el elevador, respire y luego toque suavemente la puerta con mi puño. Se escucho que algo caía del otro lado de la puerta seguido de un "ya voy" por parte de Bella, unos segundos después su rostro apareció y se mostraba sorprendida. Idiota de mí, no me había detenido a pensar que sería sospechoso que me apareciera tan rápido, se suponía que yo estaba en mi casa. Me golpee mentalmente.
-Hola!- saludo visiblemente nerviosa restregando un trapo que traía entre sus manos.
-Hola.-salude de vuelta, se movió hacia un lado e hizo una señal con su mano invitándome a pasar, una vez adentro cerró la puerta.
Recorrí el departamento con la mirada, aunque ya había estado aquí muchas otras veces algunas cosas habían cambiado, había algunas fotos en miniatura de las que estaban en su exposición pero en miniatura y las paredes de habían cambiado de color a algunos más alegres en su sala que es a donde nos dirigimos
-Ummm… no pensé que llegarías tan rápido.- Bella soltó una risita nerviosa cuando nos sentamos en su sofá, aun restregaba el trapo en sus manos. Mientras yo baje la mirada apenado.
-No quiero que pienses que soy un acosador o algo parecido, pero estaba afuera- acepte, ella sonrió- pensaba venir a hablar, cuando recibí tu mensaje.- dije sintiéndome como el más tonto.
-Bueno en el fondo siempre supe que tenias vena de acosador- bromeo Bella aligerando el ambiente, por fin soltó el trapo y lo dejo en la mesa, los dos nos estábamos relajando- y que es lo que querías hablar?- hice una mueca.
-Creo que el que recibí el mensaje fui yo.- le dije.
-Pero el que estaba aquí antes también era tu.- se mordió el labio nerviosa.
-Por eso no había tocado la puerta porque no sabía exactamente qué decir. Parece que tú tenías una idea más clara.
-De hecho iba a pensar que decirte en lo que llegabas así que…
Los dos nos quedamos viendo en silencio, ella mordiéndose el labio ansiosamente y yo moviendo mi pie contra el piso con el mismo sentimiento. Poco a poco las comisuras de nuestros labios se fueron elevando para después romper en carcajadas, estábamos siendo muy tontos.
-Porque estamos siendo tan tontos si apenas hablamos ayer?- cuestione.
-No lo sé.- dijo Bella riendo pero después se puso seria, mis risas también cesaron- tal vez porque las cosas han cambiado.- murmuro.
-Cambiado en qué sentido?- inquirí en el mismo tono de voz no queriendo romper el ambiente.
-Amm…yo… creo… creo que hablo de mis sentimientos- si vista ahora estaba clavada en sus manos- bueno, en realidad lo que ha cambiado ha sido mi forma de ver las cosas, porque los sentimientos siempre han estado ahí.- su voz poco a poco se fue convirtiendo en un susurro. Mi pecho se hincho, con expectación y esperanza. Me acerque poco a poco a ella y tome su manos entre las mías, sus orbes chocolates volvieron a mirar las mías verdes.- Edward. Estoy lista para tener el corazón roto- confiesa y yo la miro con completa confusión, ella sonríe seguramente burlándose de mi expresión y antes de que agregue algo se apresuro a explicarse- me refiero- comienza y toma mi rostro entre sus manos- a que estoy lista para arriesgarme, para ser feliz, para sufrir si se da el caso, para sentir todas esas emociones que se presentan en una relación. En todo caso, estoy lista para tener el corazón roto- confiesa y desborda sinceridad en cada una de sus palabras, también lo puedo ver en sus ojos, que en ningún momento se despegan de los míos. Yo siento que estoy en un sueño, no puedo creerlo. Con esas palabras me ha dejado sin palabras, en mi cabeza se va asimilando poco a poco lo que acaba de decir, Bella frunce el ceño y se separa de mí, yo la miro confundido por su reacción- mi padre tenía razón, te ha cansado mi lentitud no es así?- su voz se escuchaba entrecortada y estaba seguro que había lagrimas en sus ojos, aunque no me dejaba verla, se levanta y comienza a andar por la sala.- tú continuaste y ahora estas con esa bonita rubia. Sabes Edward, estoy feliz por ti. – Y ya venía de nuevo con eso, rodee los ojos pero deje que continuara- se que ella es agradable y yo lo único que quiero es que seas feliz. Pero necesitaba decirte esto- me levanto y me acerco a ella- no podía quedarme esto en mi interior, no podía guardármelo…- le tape el paso para que no siga dando su paseo nervioso.
Reaccionando rápido tomo su rostro entre mis manos y con un poco de rudeza estampo mis labios con los suyos. Estaba siendo demasiado absurda y no podía permitir que continuara con las estupideces que estaba diciendo. Se quedo un poco estática al principio por la sorpresa, pero enseguida enredo sus dedos en mi cabello y correspondió a las caricias de mis labios. Había extrañado tanto tenerla de esta manera, había extrañado sus suaves labios, el calor de su aliento mezclándose con el mío.
-Ya calla.- le ordene cuando tuvimos que separarnos para respirar, pero aun nuestras frentes seguían juntas, ella sonrió. Le di otro corto beso- estas siendo absurda.- me reí por la cara que puso, su ceño se frunció y cuando me acerque a darle un nuevo beso me mordió el labio inferior un poco fuerte.
-Absurda?- cuestiono ofendida.
-Si. – afirme- no sé como pretendes que yo me cansaría de ti, aun con esa cabecita tan loca que tienes, eso es lo que me encanta de ti, eres diferente, única.- su expresión se enterneció y coloco sus brazos enredando mi cuello, proseguí, era mi turno de hablar- desde que te vi entrar por la puerta de la sala de juntas, supe que eras la mujer que había estado esperando, contigo me siento completo, soy feliz y más ahora que me has dicho todo esto, que te tengo aquí entre mis brazos.- los ojos de Bella se comenzaron a aguar y pequeños sollozos salían de sus garganta- no llores tontita, no llores.- le pedí dulcemente, besando sus mejillas, donde caían las pequeñas y agridulces lagrimas.
-Pero tu… tu y Kate?- no pude evitar comenzar a reírme, ella me miro ceñuda pero aun con lagrimas en sus ojos- Kate es solo mi amiga, es como mi hermana. Nuestra relación es parecida a la que tú tienes con Jacob, puedes comprenderlo no es así? – Sus labios se convirtieron en un puchero y me tentaban a morderlos.
-Seguro?- pregunto no muy seguro, le sonreí.
-Claro.- asegure.
-Ahora sé que los celos son más que una palabra boba.- acepto suspirando.
-Estabas celosa?- quise estar seguro.
-Claro bobo.- rio apenada dándome un beso corto. Tendría que darle a Kate un muy buen y costoso regalo, tal vez unos pendientes le gustaran. Esa chica tenía razón, no volvería a dudar en la intuición femenina nunca más. Pero ya decidiría como recompensaría ese don de mi amiga y de mi hermana después.
-Y bueno, entonces, en donde nos deja esto? Oh si! Hablábamos sobre tu corazón.
-Así es.- asintió. Acaricie sus cabellos y bese el tope de su cabeza.
-Yo nunca- bese su frente- nunca- un beso en su nariz y su mejillas- nunca rompería tu hermoso corazón.- declaro y le di un último beso en sus labios.
-Lo sé- murmuro- ahora lo sé.- ahora fue ella quien comenzó el beso, no podía ser más feliz en este momento. Sus labios demandantes luchaban contra los míos que de igual forma se movían sin cesar, ella fue quien pidió permiso para profundizar el beso delineando mi labio inferior con su legua, mis labios se entreabrieron dándole la bienvenida a su vieja amiga a mi boca donde comenzó una dulce y apasionada danza con mi lengua, el beso poco a poco fue bajando de intensidad, nuestras respiraciones eran erráticas y cuando pensé que no podía estar mas extasiado vino lo mejor- Te amo.- murmuro contra mis labios y una sonrisa estúpida, feliz, emocionada se instalo en ese lugar, con solo esas simples dos palabras.
-Repítelo por favor.- le pedí emocionado acariciando su rostro con mis pulgares, observando sus ojos.
-Te amo- me dio un beso- te amo- repitió y me beso de nuevo- te amo.
-Yo también te amo.- devolví y su hermosa sonrisa fue lo único que necesite para lanzarme a besarla con toda la intensidad.
Si creyeron que los besos anteriores habían sido intensión, este fue a un nivel muy superior por la recién confesión hecha. La intensidad y electricidad fluía por nuestros cuerpos y nuestras caricias que se fueron intensificando a medida que el tiempo pasaba, cuando sentí las manos de Bella desabotonando mi camisa no pude evitar bajar mis manos tomándola del trasero y cargándola, ella enredo sus piernas en mi cadera.
-Vamos a mi cuarto.- mascullo contra mis labios.
Yo no dije nada y simplemente obedecer, la deseaba demasiado como para detenerme y me alegraba que ella pensara del mismo modo que yo. Cuando llegue a su cuarto la deposite en su cama y me separe de sus labios, pero no de ella, fui besando su cuello, sus hombros y sus pechos por encima de la ropa, entonces me di cuenta de que las prendas estorbaban. Los dos nos desvestimos el uno al otro entre caricias furtivas y besos apasionados, me quede admirando su desnudez dándome cuenta de todo lo que la había extrañado y maravillándome como la primera vez de lo hermosa que es. Bese cada rincón de su cuerpo ganándome gemidos, suspiros y jadeos de su parte y complaciéndome por el efecto que tenia sobre ella.
-Edward- jadeo Bella- hazlo ya, no aguanto más!- gimió.
Yo solo pude asentir y la bese con todo el deseo que le profesaba, me posicione en su entrada y la penetre, los dos gemimos al unisonó, ella me recibió gustosa y al empezar a moverme dentro de ella las sensaciones que sentía eran lo mejor. Ella se movía conmigo y parecía que los dos bailábamos al mismo ritmo sobre la cama.
-Oh…te amo Edward, te amo!- gimió Bella y yo apresure mis estocada.
-Yo también te amo!- respondí cuando sentí mi orgasmo cerca.
Nuestro orgasmo llego al mismo tiempo llevándonos juntos al mismo paraíso. Me deje caer a su lado aun con la respiración errática, al igual que la suya. Nos quedamos callados por un momento asimilando todas las sensaciones y después Bella comenzó a reírse, la voltee a ver curioso por su divertido humor.
-Que es tan gracioso?- se recargo en su codo para poder observarme y comenzó a acariciar mis cabellos.
-Esta es la primera vez que hago esto y fue maravilloso.- me respondió.
-El que?- inquirí.
-Hacer el amor.- declaro y yo sonreí.
-También es la primera vez para mi.- coincidí y la bese.- por lo menos cuando la otra persona esta consciente de que me ama también- agregue, ella me miro un poco apenada- no pongas esa cara, ahora estoy feliz de que lo hayas aceptado y todas estas sensaciones son tan nuevas para ti como para mí, yo nunca me había enamorado antes.- le dije.
-Enserio?- me cuestiono.
-Claro. Y me alegra poder descubrir todos estos sentimientos contigo.
-No sé cómo pude ser tan tonta como para negar estos sentimientos. – Se mordió un labio- no quería revelar las fotos de nosotros- me confesó- esa era mi parte necia que no quería darse cuanta de lo que me di cuenta cuando las vi, cuando las revele fue cuando la comprensión llego a mí y me di cuenta que estaba enamorada de ti y que no podía luchar contra eso.- relato.
-Me alegra que lo hayas hecho y también me alegra que las hayas incluido. Son maravillosas.
-Gracias- soltó una risita- hay alguien que ofreció dinero por ellas, pero me negué. No quiero que un extraño las tenga, las quiero conservar.
Solté una carcajada y ella me miro curiosa.
-Yo fui quien ofrecí comprarlas. No sabía qué pasaría con ellas y no sabía si tú volverías a mí, así que quise tener mi recuerdo de ese momento. Así que no me vas a dejar tenerlas?- lo pensó un poco.
-Umm. Tal vez te haga una copia.- me ofreció.- hablando de fotos.
Se removió en la cama y se levanto yo me deleite viéndola caminar desnuda por la habitación. Fue hasta su tocador y tomo una cámara de aspecto profesional que se encontraba ahí.
-Tenemos que fotografías este momento.
-Pero estamos desnudos Bella.
-OH! Qué bueno que me lo dices, no me había dado cuenta- dijo con sarcasmo, rodee los ojos- no voy a tomar tu cuerpo, no quiero que alguien más de un vistazo de lo que me pertenece.
-Me declaras tu amor hace unas horas y ya te crees mi dueña? No me sofoque señorita Swan.- bromee, m e saco la lengua y se coloco a horcajadas sobre mí, sentí el flash sobre mi rostro.
-Podría hacer un muy buen negocio en la industria pornográfica con unas fotos de ti desnudo.- sabía que estaba bromeando, tenía que estar bromeando.
Con cuidado al quite de encima de mí y me apresure a taparme con las cobijas.
-Oh! Tengo una foto de tu trasero!- exclamo emocionada.
-No estás hablando en serio.
-Si la tengo! La tengo!- canturreo y salto sobre la cama. Se me ocurrió una venganza.
-Ja! Acabo de tomar con mi celular una foto de todo tu hermoso cuerpo desnudo.- estaba mintiendo, pero me encanto ver su rostro sorprendido.
-Como puedo pagarte para que la borres?- cuestiono.
-Borra la tuya.- dije. Rodo los ojos y se acostó a mi lado dejando la cámara en el buro.
-Era broma no la tome.- acepto.
-También estaba bromeando.- confesé me miro alzando su ceja.
-Chantajeador.- mascullo haciendo un puchero, me acerque y mordí su saliente labio inferior.
-Pero así me amas.- le dije, ella sonrió.
-Si, lo hago. Te amo.- reforzó sus palabras con esa declaración, suspiro- no sabes lo bien que se siente decirlo en voz alta.- me beso y este beso duro un poco más, luego comenzó a reír- te digo algo, si tengo una foto de tu trasero- rio, me separe de ella.
-Bella!- me queje.
Pero un sonido en la entrada no me dio tiempo de seguir quejándome. Se escucho la puerta abrirse seguido de unas pisadas.
-Bella, Belle, Bellita! Donde te metiste?- cuestiono una voz que reconocí de inmediato. Bella y yo abrimos los ojos desmesuradamente.
-Rayos! No me aviso que venía!- exclamo Bella- detente!- le grito cuando sus pasos se escucharon más cerca, la puerta del cuarto estaba abierta.
-Porque? Que haces pillina? Estas bailando en bragas de nuevo?- rio y se detuvo por unos segundos pero siguió caminando y supimos que ya no había tiempo de detenerlo.
Lo único que atinamos a hacer fue tapar nuestra desnudez con las cobijas. Porque siempre Jacob tenía que encontrarnos en este tipo de situaciones!
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