Esme se levantó de esa mesa con las piernas como gelatina y es que lo que su marido le había echo había sido demasiado bueno. Cuando el doctor abrió la puerta vio a una camilla a toda prisa por el pasillo así que se preparó para la acción.
-JOVEN DE ENTRE VENTIDOS O VEINTICUATRO AÑOS, INTENTO DE SUICIDIO AL CORTARSE LAS VENAS! NECESITO ASISTENCIA- gritaba uno de los médicos de urgencias-.
Rápidamente el doctor fue hacia donde estaban las neveras con los depósitos de sangre.
-GRUPO SANGUINEO-.
-A+-.
Esme se acercó a la camilla y dio un paso involuntari hacia atrás... era Adam... Dios, verdaderamente era él.
Se dio prisa cosiendo las heridas de sus brazos, le pusieron el gotero con total rapidez y la sangre la cual Carlisle trajo.
-Es Adam- dijo Carlisle mirando al chico-.
Ella asintió mirándole.
-¿Y Paula?-.
-Estará en casa... estaba enferma...- dijo Esme-.
-Espera con él aquí yo voy a llamarla-.
Ella asintió y alisó el cabello de su paciente, respiró hondo y se arrepintió tanto de lo que había echo con él de esa manera tan sucia... aún que verdaderamente no había sido él, había sido... Louis... el caso de todo esto era, que se arrepentía indiferentemente de quien hubiese sido este hombre en sus diversas personalidades.
Respiró todo lo hondo que pudo llenando sus pulmones y el olor a sangre llegó a sus fosas nasales, los brazos del chico ya estaban vendados y en pocas horas recuperaría la consciencia... ¿quien lo habría encontrado...?.
-ADAM!-.
El padre de Adam, el señor Black y compañero de ella en el trabajo se puso al lado de la cama de su hijo examinando todo lo que le habían echo.
-Se recuperará-.
El señor Billy Black cerró los ojos, parecía tan cansado, como si en su vida hubiese habido tantos baches y ninguno de ellos previsto, como si estuviese jodidamente hundido.
Esme puso su mano sobre su hombro y él respiró hondo y la miró fijamente.
-¿Quién lo ha traido?-.
-No lo sabemos... no sabemos quien-.
-Está bien...-.
Se sentó en una silla al lado de la cama de su hijo y cogió su mano.
-Esperaré a que se despierte-.
ҖҖ
Carlisle llamó rápidamente a su hija y esta lo cogió al tercer toque.
-Paula... ¿estás bien?-.
-Si... estaba durmiendo, tuve un sueño...-.
-Ven al hospital, Adam está aquí-.
-¿QUE?-.
-Tranquila, está bien, está descansando-.
-¿Que le ha pasado?-.
-Se ha intentado suicidar-.
-Dios... papá que esté bien...-.
-Está bien... tenemos que hablar sobre él-.
-Lo se todo... se que se acostó con mamá, se que... tiene doble personalidad y se... todo, él me lo ha contado y lo quiero, él es un buen chico, independientemente de lo que su enfermedad le haya podido... acarrear, si lo aceptas bien y si no... me iré, no es tu problema ¿lo entiendes?-.
Wow! Una patada a su orgullo de padre en todos los cojones y se la merecía.
-Entiendo hija, ven entonces, él querrá verte-.
-Si... estoy de camino, solo tres minutos-.
-Vale-.
-Te quiero papá-.
-Y yo pequeña... te quiero-.
Colgó el teléfono y cerró los ojos, respiró hondo y volvió a la habitación del chico.
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