Con Edward nos adentramos en el cine donde nos aguardaban Alice, Jasper y Emmett, viendo las carteleras.

-¡Bella!-Alice me abrazo fuertemente y luego a Edward.

-Hey chicos-saludo Emmett con una sonrisa.

-Hola Emmett ¿y Rosalie?-pregunte.

-Fue al baño no se anda sintiendo del todo bien-respondió Emmett.

-Debe ser algo que le cayó mal, en fin ¿Qué película quieren ver?-pregunto Jasper.

Todos excepto yo contestaron terror.

-Lo siento Bells pero tu voto es en vano y el de Rosalie mucho no puede ayudarte así que será de terror, ahora vamos a ver porque tarda tanto Rose-Alice me tomo del brazo y me guio hasta el baño.

Al entrar nos encontramos con Rosalie lavando su rostro y al vernos sonrío.

-Rose, vinimos a ver porque tardabas tanto ¿estás bien?-pregunto Alice.

-Sí, tan solo debe ser algo que no me cayó muy bien pero ya estoy mejor.

-Oh, pues veremos una película de terror.

-Genial, yo he oído de una con una actriz que…

Yo me propuse a lavar mis manos mientras ellas charlaban. Veríamos una película de terror y yo de seguro me la pasaría con las manos sobre mis ojos, aunque si le viéramos el lado positivo Edward estaría ahí y de seguro me abrazaría y me susurraría que no temiera que es solo una película y varías cosas más por lo que tan malo no va a resultar, una sonrisa se dibujó en mi rostro pensando en esa opción.

-¿Por qué tan feliz Bella?-pregunto Rosalie observando mi rostro detenidamente.

-Por nada, no es nada…-trate de decir pero Alice hablo antes.

-Desde que llego no para de sonreír y por lo que note Edward tampoco además de que llegaron bien amarraditos-le relato Alice a Rosalie que me miro expectante.

-Dime Bella ¿Qué sucede?-pregunto Rosalie amenazante.

-Nose a que se están refiriendo-me trate de salir por la tangente.

-No somos tontas, somos mujeres y tus amigas por lo que dinos que sucede-amenazo Alice.

-Está bien, Edward y yo lo hicimos-confesé completamente ruborizada.

-¡¿Qué?! Oh mi dios. Wow-exclamo Rosalie.

-¡Bella! Tú y mi hermano…Wow-Alice y Rosalie sonreían excitantes.

-¿Y qué sentiste?-pregunto Rosalie apresuradamente.

-Fue maravilloso-conteste y las dos me abrazaron sin borrar su sonrisa de exaltación.

-Pero Bella, tú…-y al ver la cara de preocupación de Alice supe a lo que se refería.

-Tranquila Al, me cuide-entonces volvió a sonreír y abrazarme.

Después de la bochornosa confesión que le tuve que dar a las maniáticas de mis amigas fuimos a comprar las entradas para la película, veríamos “La aparición” un título para nada bonito pero que a todos les resultaba excitante.

Nos encaminamos hacia nuestros asientos y yo me senté al lado de Edward, lógico, pero a mi derecha se encontraba el fortachón de Emmett que ya me había empezado a molestar diciéndome que esta era una de las películas que más terror daba y que según un compañero, que ya la vio, no pudo dormir por varias semanas pensando en ella hasta que Edward le corto su diversión al ver mi cara de espanto, y eso que la película no había comenzado aún.

Las luces se apagaron y comenzaron los títulos. Al comienzo iba todo tranquilo, estaba bastante interesante pero luego comenzaron las preocupaciones por lo que entrelace mi brazo con el de Edward y lo mantuve ahí firmemente. Cuando la película iba por su peor parte yo estaba con mi cabeza sobre el hombro de Edward y mis ojos cerrados mientras sus brazos me abrazaban. Desvie la vista y a mi alrededor tuve el placer de observar a Emmett siendo consolado por Rosalie y a Jasper y a Alice de lo más normal, al igual que Edward, como si estuvieran viendo alguna comedia romántica o algo por el estilo porque no se les movió ni un pelo.

La película termino y yo no me desprendí de Edward, lo abrazaba a toda costa.

-¿Tanto miedo te dio?-pregunto burlón depositando un beso en mi frente a la vez que salíamos de la sala.

-Mucho, creo que no poder dormir esta noche.

-Pues…entonces sé que hacer para divertirte esta noche ya que no quieres dormir-me insinuó con esa sonrisa traviesa y yo me eche a reír a la vez que le propinaba juguetonamente un suave golpe en las tripas.

-¿Qué les parece si salimos a cenar?-pregunto Alice cuando llegamos a nuestro punto de encuentro.

-Por favor, me muero de hambre-exclamo Rosalie.

-Me parece bien-accedí.

-De acuerdo pero ¿A dónde?-pregunto Edward.

-Creo que hay un restaurante a la vuelta del cine-respondió Jasper por lo que todos caminamos uno detrás del otro y dimos toda la vuelta a la cuadra y no había ningún restaurante.

-Jasper, maldita sea, acá no hay nada-exclamo Emmett frustrado.

-Hay uno en la otra cuadra-comente. Por lo que todos nos dirigimos hacia allá.

-Más vale que tengas razón Bella, tengo mucha hambre y el caminar no me pone de muy buen humor-se quejó Emmett.

-Tranquilo Emmett, estoy segura de que aquí hay un restaurante y caminar no te va a venir muy mal-Emmett me miro con mala cara.

-Oh, cállate tú que tan delgada no estas-empezó a pellizcar mi panza en señal de crasitud.

-¡Emmett para!-le dije tratando de salir de sus brazos, él se carcajeo y me dejo ir pero no se salvó a que luego le diera algunos codazos.

Después de tanto caminar al fin nos topamos con un restaurante de comida china por lo cual todos querían entrar a toda costa y probar algo de los platillos chinos.

-Nunca he comido en un restaurante chino-comento Rosalie a la vez que nos sentábamos en una de las mesas de color rojo y traíamos otra silla para Emmett.

-Pues entonces que sea esta tu primera vez-le dijo Jasper sonriente.

Cada uno pidió su comida, no muy consciente de lo que era, excepto yo y Rose que nos tiramos para el famoso Sushi pero los demás pidieron comidas cuyos nombres no ayudaban mucho a descifrar lo que eran.

En fin, cuando trajeron los platos nadie se quejó por lo que no habrán escogido mal, Edward me ayudo a comer ya que yo era torpe hasta para agarrar los palitos chinos, de postre varios pidieron cosas variadas como flan o torta helada, yo pedí un Mousse de chocolate y Edward acompaño a mi petición.

-¿Qué haremos en California?-pregunto Emmett tragándose su postre.

-Pues, hoy hable con Carlisle y me dijo que pasaríamos año nuevo en la casa de verano, esa que queda en la playa, pero luego ellos tienen que volver por trabajo y los que alquilan esa casa volverán, por lo que me ofreció si nos queríamos quedar esas dos semanas en la casa de Beverly Hills ¿les parece?-pregunto Alice.

-¿Tienen una casa en Beverly Hills?-pregunte asombrada.

-Sí, Esme la compro hace unos años ¿quieres ir o no?-volvió a preguntar Alice.

-Por mí no hay problema-le dije y ella sonrío triunfante. Rosalie y Jasper accedieron al segundo ya que sus padres fallecieron hace dos años y pasarían las fiestas con los Cullen, que según ellos ya eran su familia y yo ya me empezaba a sentir de esa manera, como una Cullen más.

Terminamos los postres y nos quedamos charlando un buen rato sobre las diferentes actividades que podríamos hacer en California y Alice me relato con nombre y apellido los famosos que vivían en Beverly Hills y de que en esta época solían pasarse y que podríamos ver a uno y bla, bla, bla. A Rosalie le empezó a doler la cabeza por lo que Emmett decidió irse a acompañar a su esposa y dejo dinero para pagar su parte y la de Rose, Jasper y Edward charlaban sobre autos mientras que yo me entretenía con Alice que me siguió preguntando que si estaba segura del riesgo que estaba tomando al dormir con Edward pero yo la interrumpí y le dije que me estaba cuidando muy bien y que me encontraba cien por ciento segura de mi decisión y toda esta conversación la hicimos en susurros, claro.

Edward pidió la cuenta ya que yo había empezado a bostezar y recostaba mi cabeza sobre su hombro mientras Alice seguía parloteando, la mesera nos entregó la cuenta y cada uno pago lo suyo.

-Creo que ya es hora de marcharnos-dijo Edward incorporándose.

-Me parece que sí, vamos yendo-Jasper también se incorporó al igual que Alice y yo.

Tomamos rumbo hacía los autos y nos despedimos de Alice y Jasper que ya estaban entrando a su auto al igual que nosotros.

-La pase muy bien, excepto por la película, el resto estuvo bien-comente mientras cambiaba la estación de radio.

-Pues la película estuvo muy buena, no daba tanto miedo y la comida también-le mire con las cejas levantadas.

-Esa película es horrenda, enserio me asusto-hice un puchero.

-Miedosa-ya que estábamos en un semáforo se acercó y me beso fugazmente.

Llegamos al departamento y yo me dirigí a la habitación mientras Edward cerraba las puertas y demás, prendí la tele y me recosté, pensaba esperarlo pero mis parpados se cerraban conforme pasaba el tiempo hasta que deje de batallar con el sueño y los cerré.