Como Una Noche Sin Luna

Autor: cmilss
Género: General
Fecha Creación: 30/09/2010
Fecha Actualización: 10/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 18
Visitas: 42078
Capítulos: 25

Fanfic Terminado

Versión de Edward de Luna Nueva. 

 

 

Prefacio. 

 

Esa es mi decisión, no hay mas que decir, solo queda esperar al sol.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 23: Pretenciones

Me observó con una mirada indescifrable.

 

-Vale, ¿cuál es el chiste?- Preguntó poco seria tomándolo como si fuera una broma.

 

-Hieres mi ego, Bella. Te pido que te cases conmigo y tú piensas que es un chiste.

 

Eso me desilusiono un poco.

 

-Edward, por favor, sé serio- Me reclamó.

-Hablo completamente en serio. – Dije mirándola directamente y sin apartar la vista de sus ojos.

-Oh, vamos. Sólo tengo dieciocho años.

- Bueno, estoy a punto de cumplir los ciento diez.- Repuse- Va siendo hora de que siente la cabeza.

 

Se puso nerviosa, era evidente, eso me divirtió un poco.

 

-Verás, el matrimonio no figura precisamente en la lista de mis prioridades, ¿sabes? Fue algo así como el beso de la muerte para Renée y Charlie.

-Interesante elección de palabras.

Sin duda mi petición le había sorprendido, se mordió el labio inferior y miro hacia otro lado y espero unos momentos antes de hablar.

 

-Sabes a qué me refiero.

-Por favor, no me digas que tienes miedo al compromiso.

 

Eso no se lo creería nunca.

 

-No es eso exactamente – Dijo procurando elegir bien sus palabras- Temo... la opinión de Renée. Tiene convicciones muy profundas contra eso de casarse antes de los treinta.

-Preferiría que te convirtieras en una eterna maldita antes que en una mujer casada- Me reí de mi propia conclusión.

-Te crees muy gracioso.

-Bella, no hay comparación entre el nivel de compromiso de una unión marital y renunciar a tu alma a cambio de convertirte en vampiro para siempre. Si no tienes valor suficiente para casarte conmigo, entonces...

-Bueno - Me detuvo - ¿Qué pasaría si lo hiciera? ¿Y si te dijera que me llevaras a Las Vegas ahora mismo? ¿Sería vampiro en tres días?- Me tentó.

 

-Seguro - Conteste - Voy a por mi coche.

-¡Caray! Te daré dieciocho meses.

 

Ahora quien pretendía usar el tiempo para negociar.

 

-No hay trato- Dije Sonriendo- Me gusta esta condición.

-Perfecto. Tendré que conformarme con Carlisle después de la graduación.

-Si es eso lo que realmente quieres... – Dije con mi voz mas inocente.

-Eres imposible – Se quejo- Un monstruo.

 

Un monstruo perdidamente enamorado.

 

-¿Es por eso por lo que no quieres casarte conmigo? Bella, por favor…- Le pedí.

 

Era la hora de usar todo mi poder de convencimiento me incliné hacia ella despacio y aspire el exquisito aroma de su piel  recorriendo con mi nariz el contorno de su rostro y cerré mis ojos. Se quedo sin aliento y su corazón se sobresaltó, yo sabía que eso podría funcionar y estaba resultando pero se dio cuenta de mis intenciones demasiado pronto y se trato de correr.

 

-¿Saldría esto mejor si me dieras tiempo para conseguir un anillo?- Le pregunté aun extasiado.

-¡No! ¡Nada de anillos! – Se exalto.

 

Hasta ahí quedaba mi improvisado ataque, estaba seguro que si seguía podría tener una respuesta satisfactoria.  

 

-Vale, ya le has despertado.

-¡Huy!

-Charlie se está levantando. Será mejor que me vaya.

 

Me miro con ojos desesperados de pánico al ver que me disponía a marchar.

 

-Bueno, entonces, ¿sería muy infantil por mi parte que me escondiera en tu armario?

-No. Quédate, por favor- Me  rogó.

 

Tampoco quería irme, lo más importante para mí estaba en esta casa, mi necesidad de estar a su lado era más fuerte, así que me metí en su armario. Si solo hubiera tenido más tiempo, le hubiera convencido de casarse conmigo sin tener que  pagar el precio más alto, no estaba seguro de no ser capaz de arrebatarle la vida y su alma con su pleno consentimiento.

 

Entrecerré la puerta para poder observar la conversación que tendrían padre e hija después de todo lo ocurrido, recordé que no habíamos quedado en una historia para contarle a su padre.

 

 

Mientras esperábamos me di cuenta que su olor estaba concentrado en este reducido espacio, llene mis pulmones de su perfume antes que llegara Charlie que estaba a punto de entrar a la habitación.

 

Bella se adelantó.

 

-Buenos días, papá.

-Ah, hola, Bella. No sabía que estabas despierta.

-Sí. Estaba esperando a que te despertaras para ducharme.

 

Estuve a punto de ser descubierto por Charlie cuando cerró totalmente la puerta del armario.

 

-Espera. Hablemos primero un minuto.

-Estás metida en un lío, ya lo sabes.

-Sí, lo sé.

-Estos tres últimos días he estado a punto de volverme loco. Vine del funeral de Harry y tú habías desaparecido. Jacob sólo pudo decirme que te habías ido pitando con Alice Cullen y que pensaba que tenías problemas. No me dejaste un número ni telefoneaste. No sabía dónde estabas ni cuándo ibas a volver, si es que ibas a volver. ¿Tienes alguna idea de cómo...? - Estaba  terriblemente afectado.

 

Hizo una pausa para respirar, en ese momento me fue inevitable no ponerme en su lugar.

 

Charlie prosiguió.

 

-¿Puedes darme algún motivo por el que no deba enviarte a Jacksonville este trimestre?

 

-Porque no quiero ir.- Respondió en tono seco y rápido.

-Aguarda un momento, jovencita...

-Espera, papá- Le atajo Bella- acepto completamente la responsabilidad de mis actos y tienes derecho a castigarme todo el tiempo que quieras. Haré las tareas del hogar, la colada y fregaré los platos hasta que pienses que he aprendido la lección; y supongo que estás en tu derecho de ponerme de patitas en la calle, pero eso no hará que vaya a Florida.

 

Se quedaron en silencio unos instantes. Charlie estaba preguntándose a donde se había ido Bella con Alice.

 

-¿Te importaría explicar dónde has estado?- Preguntó él.

 

Ella dudó mientras decía:

 

-Hubo... una emergencia. No sé qué decirte, papá. En realidad, todo fue un gran malentendido. Él dijo, ella dijo, y las cosas se salieron de madre.

 

Otro momento de silencio inundo la habitación. Charlie esperó.

 

-Verás, Alice le dijo a Rosalie que yo practicaba salto de acantilado...

 

Bella no tuvo mas opción que confesarse con su padre.

 

-No fue nada, sólo para pasar el rato, nadar con Jacob... En cualquier caso, Rosalie se lo dijo a Edward, que se alteró mucho. Ella pareció dar a entender de forma involuntaria que yo intentaba suicidarme o algo por el estilo. Como él no respondía al teléfono, Alice me llevó hasta... esto. .. Los Ángeles para explicárselo en persona.

 

Charlie se estremeció y quedo sin aliento, sus pensamientos eran un autentico enredo, era una mezcla de rabia, enojado y molestia sobretodo conmigo, por todo el daño que le había hecho a Bella, no quería volver a verme en un buen tiempo. No dejaba de recordar como él mismo cuando había visto sufrir a su hija sufrir durante todo este tiempo.

 

Aquello me hizo estremecer.

 

-¿Intentabas suicidarte, Bella?

-No, por supuesto que no- Salto ella- Sólo me estaba divirtiendo con Jake practicando salto de acantilado. Los chicos de La Push lo hacen continuamente. Lo que te dije, no fue nada.

-De todos modos, ¿Qué importa Edward Cullen?  Te ha dejado aquí tirada todo este tiempo sin decirte ni una palabra.

-Otro malentendido.

-Pero, entonces, ¿va a volver?

-No estoy segura de lo que planean, pero creo que regresan todos.

 

- Agr. Me lo imaginaba- Pensó Charlie

 

-Quiero que te mantengas lejos de él, Bella. No confío en él. No te conviene. No quiero que vuelva a arruinarte la vida de ese modo.

-Perfecto- Respondió ella.

 

A ambos nos sorprendió su respuesta.

 

-Pensé que te ibas a poner difícil.

-Y así es. Lo que pretendía decir es: «Perfecto. Me iré de casa».- Amenazó Bella -Papá, no deseo irme de casa. Te quiero y sé que estás preocupado, pero en esto vas a tener que confiar en mí. Y tomarte las cosas con más calma en lo que respecta a Edward, si quieres que me quede. ¿Quieres o no quieres que viva aquí?

-Eso no es justo, Bella. Sabes que quiero que te quedes.

-Entonces, pórtate bien con Edward, ya que él va a estar donde yo esté- Afirmó segura de sus palabras y de nuestro amor, eso me reconfortó.

-No bajo este techo-Bramó Charlie.

-Mira, no voy a darte ningún ultimátum más esta noche, bueno, más bien esta mañana. Piénsatelo durante un par de días, ¿vale? Pero ten siempre presente que Edward y yo vamos en el mismo paquete, es un acuerdo global.

 

- Eso significa que han vuelto- Pensó Charlie absolutamente confundido -Bella...

-Tú sólo piénsatelo- Señaló Bella- Y mientras lo haces, ¿te importaría darme un poquito de intimidad? De verdad, necesito una ducha.

 

Charlie  se retiro de la habitación indignado, estaba a punto de sumirse en la cólera que le provoco saber de mi regreso, por la actitud de Bella y por no poder imponerse sobre ella como hubiese querido.

 

 Bella estaba decidida completamente y en ese sentido cuando tomaba una decisión era igual que él mismo y no podía culparla porque también lo había heredado de Renée.

 

Yo salí de su armario rápidamente y me balanceé en su silla. Bella me miró con ojos de disculpa mientras se acercaba con las cosas de para la ducha.

 

-Lamento esto.

-Como si no me mereciera algo peor.... No la tomes con Charlie por mi causa, por favor.- Le pedí.

-No te preocupes por eso. Haré todo lo que sea necesario y nada más. ¿O intentas decirme que no tengo ningún lugar adonde acudir?

-¿Te mudarías a una casa llena de vampiros?- Le pregunté sorprendido.

-Probablemente- Admitió- Ese es el lugar más seguro de todos para alguien como yo -Me sonrió- Además, no hay necesidad de apurar el plazo de la graduación si Charlie me pone de patitas en la calle, ¿a que no?

 

Eso no me simpatizo nada-Menudas ganas tienes de condenarte eternamente...

 

-Sabes que en realidad no crees lo que dices.

-¿Ah, no?

-No- Respondió firme.

- Mira Bella…

 

Me miró sería, y no me dejo continuar.

 

-Si de verdad hubieras creído que habías perdido el alma, entonces, cuando te encontré en Volterra, hubieras comprendido de inmediato lo que sucedía, en vez de pensar que habíamos muerto juntos. Pero no fue así... Dijiste: “Asombroso. Carlisle tenía razón”-Me recordó- Después de todo, sigues teniendo la esperanza.

 

La esperanza ¿Será que realmente no la había perdido? No tenia la respuesta.

 

No fui capaz de rebatirle nada.

 

-De modo que los dos vamos a ser optimistas, ¿vale? No es importante. No necesito el cielo si tú no puedes ir a él.

 

Me acerque a donde mi Bella estaba, le tome la cara y nos miramos dulcemente.

-Para siempre- Le prometí.

-No te pido más- Me dijo, mientras se inclinaba hacia mí y me besó.

 

Después yo me reí cuando Bella se escabullo hacia el cuarto de baño. Yo le espere ansioso. Charlie estaba desayunando en la cocina aún molesto. Me senté en su cama a su espera. Bella se demoro un buen rato pero a mí no me importo yo esta otra vez aquí en su habitación mi lugar, mi refugio.

 

Estaba lista cuando regreso, vino directamente hacia mi y me abrazo, le devolví el abrazo y enterré mi nariz en su pelo.

 

-Que haremos ahora- Me preguntó.

- Lo que tú quieras- Le ofrecí.

 

Bella levantó la vista, sus ojos brillaban de felicidad, me sonrío, yo me adelante y fui yo quien le beso esta vez.

Capítulo 22: Condición Capítulo 24: Retorno

 
15126154 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11111 usuarios