Adam se despertó cuando Paula estaba en la ducha, ella lo supo porque lo escuchó, y también escuchó como entró en el cuarto de baño y la observó en silencio hasta que se terminó de duchar.
Ella se envolvió con una toalla el cuerpo y le miró.
-Sería mejor que me fuese... sería mejor que me fuese porque tus padres vendrán-.
-Hablaré con ellos-.
-No creo que sirva de mucho Paula-.
Ella se acercó a él y le besó en los labios, un beso tierno y correspondido.
-Hablaré con ellos... si no funciona me iré de casa-.
-¿Que?-.
-Me iré de casa... me iré... si tu quieres irte-.
-¿Harías eso por mi?-.
-Si... tu tan solo no dejes de tomar esa medicación tuya...-.
-Paula...-.
-¿Si?-.
-Hay algo que tengo que contarte-.
-Si...-.
Adam estaba tenso, la miraba fijamente y serio...
-Hace ya unas semanas... una de mis personalidades tuvo un problema e hizo algo... de lo que yo no era consciente-.
-¿El que?-.
-Tu madre... mi personalidad... Louis... estuvo con ella-.
-Define “estuvo”-.
-Tuvo sexo con ella... cuando volví a ser yo, de veras que quería contártelo pero como hacerlo... como contarte algo así, sin parecer que yo quería hacerlo y yo no quería, lo juro, siempre has sido tu Paula desde que te vi... solo tu-.
Paula se quedó quieta procesando la información que acababa de recibir y ahora todo le cuadraba, el porque su madre no quería que estuviese con él y también porque su padre estaba enfadado... todos lo sabían... joder todos eran conscientes de esto pero nadie dijo nada. La respiración de Paula se aceleró y las piernas empezaron a temblarle, tuvo que dejarse caer sentándose en el suelo mojado del baño. Adam se arrodilló a su lado mirándole fijamente.
-Por favor Paula, no me dejes por eso, por favor... no se que haría sin ti, yo te amo, tanto... Dios por favor, Louis no volverá, me asugararé de mantenerlo lejos... lejos de nosotros...-.
Ella se miró las manos y cerró los ojos, no quería llorar delante de él, no quería pero no pudo evitarlo, las lágrimas salían de sus ojos y le miró, él estaba tenso y tan desdesperado... necesitaba unos días para poder asimilar esto, hablar con su madre... se sentía humillada y celosa, muy celosa... en el caso de que ella estuviese con Adam después de esta noticia sería lejos de su madre, eso seguro.
-Necesito tiempo- sentenció en un susurro-.
Adam se levantó y se tapó el rostro con las manos, asintió y salió de allí a grandes zancadas.
Ella se quedó ahí... inerte, en el baño... algo le estaba tocando el pelo y cuando levantó la vista un niño de unos siete años le estaba tocando el cabello, iba vestido con una bata blanca, hasta los pies, estaba pálido y la miraba fijamente.
-No llores Paula- dijo sentándose en el suelo a su lado- Adam es bueno...-.
-¿Quien eres?-.
-Soy Aro... el hermano pequeño de Adam, hasta ahora he estado ocultándome de ti, porque a Emmett no le gustas-.
Paula tocó el cabello del niño y este le sonrió y la abrazó, se mantuvo quieta y respiró hondo.
-Me gusta que estés con Adam, él es bueno cuando está contigo-.
-Aro...-.
-Shh... ¿porque no duermes Paula...? duerme y verás...- el niño se separó de ella y cuando parpadeó ya no estaba-.
“Duerme y verás...”-.
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