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Daba vueltas de un lado a otro como un animal enjaulado y desesperado, Seth se unió a mi en cuanto regreso de llamar por teléfono.
La enfermera salia con pies rápidos, pero con suerte la pude alcanzar.
-¿Cómo esta ella?- le pregunte ansioso
-Esta agotada señor, todo ha salido muy bien y ahora esta descansando, cuando salga el doctor podrá recibir mas información-
-¿ y el bebe?- le pregunte
-La niña esta bien, las enfermeras se ocuparan de ella- me dijo de forma un poco agresiva ante mi insistencia.
Cuando me lanzo una mirada depredadora, Seth y yo nos apartamos cautelosamente dejándole espacio para que desapareciera por la puerta de la sala de espera.
-Menos mal, no he estado tan acojonado en mi vida-
-Por favor Seth solo es una mujer embarazada no una psicópata- le dije un poco divertido, aunque no le quitaba razón al chico.
-¡Es un demonio Jacob! ¡Me ha arrancado una mata pelo por dios!-
-Porque la has provocado imbecil- los dos estábamos gritándonos en mitad de la sala como dos auténticos capullos, definitivamente lo mío con Seth no tenia remedio.
Un golpe seco en mi cabeza y en la de mi amigo nos saco de nuestro circo particular.
-queréis callaros de una vez- siseo con la cara enfurecida pero aun así ridículamente hermosa.
-Mierda Ness, eso duele- me queje mientras me frotaba la cabeza.
-Pues comportaros como es debido, estamos en un hospital, y ya destacáis demasiado para que encima gritéis de esa manera-
-Vale, definitivamente me voy, mi cabeza ya ha sido suficientemente mutilada por hoy- gruño Seth cabreado mientras se dirigía a las maquinas expendedoras de comida, como no, solo a el se le ocurriría tener hambre en un momento como este.
Cuando aparte la vista de mi amigo me gire para encontrarme con Ness pero no estaba. Busque por la sala y finalmente Salí hacia la sala de recién nacidos y allí la vi, mirando a través del cristal.
Me acerque sigilosamente a ella, y la abrace por la espalda sobresaltándola un poco.
Le bese el cuello cariñosamente, no quería excederme ya que si ponía un poco mas de entusiasmo terminaría armando un escándalo muy poco apropiado. Aparté mis pensamientos subidos de tono a un lado para mirar a través de la ventana al igual que ella.
-son fascinantes- me dijo medio absorta. La mire confuso.
-No, no lo son créeme- le conteste mientras ella giraba su cara para cruzarse con mi mirada.
-El bebe mas fascinante del mundo has sido tu Ness, siempre has sido especial- le conteste mientras apretaba el abrazo. Ella me miro disconforme, pero no me reprocho nada, me fastidiaba que fuera tan humilde, cuando no tenia razón para hacerlo, realmente ella era una criatura espectacular desde que nació hasta ahora.
-es preciosa- me dijo mientras miraba otra vez a la ventana.
-Si lo es- le dije un poco confuso
-¿no sabes cual es verdad?- me dijo mientras reía musicalmente. Contagiándome y haciéndome admitir mi error.
-Lo siento, yo… es que son todos muy iguales- intente defenderme.
-Jake, la urna donde pone Samantha Uley- me dijo con tono evidente.
-Oh- dije muy bajito dándome cuenta de mi estupidez. Ahora pude vez a la preciosa niña, a la hija de Sam y Emily.
Tenía el color de piel de su madre, solo que un poco mas claro, seguramente su piel oscurecería con la edad. Tenía algunos rasgos de Sam, pero sin perder la belleza de niña, era muy guapa.
-Tienes razón es preciosa- después le gire la cara para poder besarla, mientras ella me respondía efusivamente
Nos apartamos, con la respiración un poco agitada, mientras miraba sus ojos con un brillo especial, que no supe descifrar.
-¿que hay de Sam?- me pregunto mientras nos dirigíamos a la sala de espera de nuevo.
-Tiene que estar al llegar, Seth lo llamo en cuanto llegamos- le dije mientras miraba como ese patan coqueteaba con una enfermera.
-Vaya, veo que el chico no pierde el tiempo- dijo Reneesme mientras enarcaba una ceja.
-Mmm... no- dije mientras me giraba para ver aparecer a Sam corriendo y con la cara descompuesta hasta que nos diviso.
-¿Dónde est?-
-En la 305- le respondí mientras cortaba su pregunta
-¿Cómo est?-
-Bien , muy bien-
-¿y el beb?-
-Sana y preciosa Sam, enhorabuena- le dijo Reneesme mientras le abrazaba fuertemente.
Se aparto y se giro para ir a la habitación.
-Jake- escuche como me llamaba casi a gritos y me volví para mirarlo
-gracias- le asentí con la cabeza en respuesta y desapareció por la habitación.
Cuando vi a través del cristal como el que antiguamente había sido mi alfa, con su mujer, pude comprender que su vida ahora estaba completa, que era feliz, no podía quejarme de nada, tenia una chica preciosa a la que amaba, a mi imprimación tenia una vida distinta, pero no por ella menos satisfactoria, pero debo reconocer que cuando vi como Sam y Emily estrechaban a su hija entre sus brazos sentí envidia, sana claro esta, pero al fin y al cabo envidia.
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Miramos la puerta blanca con detenimiento, era realmente imponente, pero nos armamos de valor.
-¿lista?- le pregunte mientras le daba un apretón de confianza en la mano
-si – me dijo sin girarse, estaba demasiado nerviosa.
Hacia ya un par de años que los Cullen se mudaron de Forks, no fue una tragedia ni mucho menos, podríamos decir que fue el inicio de una nueva etapa, una en la que la pequeña Reneesme deja de ser considerada una niña para que la reconozcan como una extraordinaria mujer.
Si bien cada miembro de clan Cullen había tenido su propia historia, ese era el momento en el que le tocaba a ella. Y afortunadamente para mí su historia estaba ligada a la mía.
Nos habíamos comprado una pequeña casa entre la reserva y Forks, simplemente por el hecho de recordar de donde venia cada uno, además el bosque era uno de los lugares donde los dos nos sentíamos mas cómodos.
Estos dos años habían sido los mas maravillosos de toda mi vida, si alguna vez en el pasado pensé que había venido a este mundo solo para sufrir estaba equivocado, solo tuve que ser un poco paciente para conseguir mi pequeño pedazo de cielo.
Todo en mi entorno reinaba con calma, con respecto a mi familia, estaba un poco más unida, Rebeca tuvo una niña preciosa a la que llamo Sarah. Mi primera sobrina, quien lo iba a decir. Rachel y Paul buscaron un poco de independencia, y se fueron a vivir a Port Ángeles, ni demasiado lejos ni demasiado cerca de casa.
Con respecto a papa, estaba mayor, pero disfrutando de su vida, de su nieta y de sus hijos, era feliz y con eso me conformaba.
Lo ultimo que supe de Seth fue que se caso hará un mes en las vegas con Johanna, su novia de dos años, si, la enfermera. La pobre chica no sabia que se estaba metiendo en la boca del lobo, y nunca mejor dicho.
La puerta se abrió de repente, dejando ver a una Bella de belleza extraordinaria e imperturbable.
Habíamos decidido venir a visitar a los Cullen después de que ellos hicieran lo propio con nosotros el año pasado, aunque estábamos en continuo contacto no podíamos negar que la emoción se pronunciaba al vernos cara a cara.
-hola mama- dijo Ness sin poder contener las lágrimas.
Podía sentirme orgulloso de haber conseguido mantener una relación cordial con esa familia, tanto que casi la consideraba mía, y eso era bueno, creo.
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Me retoque mis rizos un poco mientras me miraba a los ojos a través del espejo, hacia ya una semana que volví de ver a mis padres tíos y abuelos, ahora asentados en un rincón inhóspito de Francia, nuevos aires, me decían, quizá les vendría bien cambiarlos. Estaban mas lejos eso si tengo que reconocerlo, pero la vida que estaba viviendo junto a Jacob, me ayudaba a no echarlos tanto de menos.
Mire en el espejo una ultima vez, y centre mi vista en mi vientre, me preguntaba cuanto tardaría en empezar a notarse. Haría ya una semana que me entere de que estaba embarazada, en la decisión de ir a visitar a m familia influencio bastante el que mi abuelo fuera medico, y estuviera dispuesto a confirmar mis sospechas.
Lo hizo.
El día que se lo dije a Jake fue desastroso, estaba realmente nerviosa, sin saber como iba a reaccionar, así que con palabras torpes y carentes de tacto se lo solté, dejándolo primero en shock, sin palabras, seguramente no se lo esperaba, pero me dejo claro cuanto le agrado esa noticia cuando me hizo el amor como nunca antes lo había echo, me reí, Jacob era un hombre fascinante, no era capaz de expresar sus emociones con palabras, por lo que lo hacia con actos.
Salí hasta el porche para encontrarme con un lobo rojizo observándome atentamente. Le sonreí en forma de bienvenida.
Su cuerpo avanzo dejándome observar la gracia con la que se movía, y la maravilla que suponía el mundo al que pertenecíamos. un mundo magico que la mayoria de la gente ignora, pero que esta ahi, por mucho que la gente piense que eramos seres de pesadillas y bestias, a mi me parecia el paraiso. Y doy gracias al cielo porque asi fuera.
Y así la bestia dio paso al hombre, un hombre espectacular que me pertenecía solo a mi, Reneesme Carlie Cullen
Fin
quiero agradecer a todas aquellas que habeis seguido este fic, gracias por todos los comentarios y por los votos. Gracias tener paciencia cuando no subia los capitulos a tiempo.
un enorme beso para todas vosotras y nos leemos en los siguientes fics.
P.D: no habra secuela:( la autora no quiso escribir una. quiero saber vuestras opiniones respecto al epilogo y si os esperabais otra cosa:)
Hasta pronto
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