Mi Princesa Gitana (+18)

Autor: aliceancuhal
Género: Romance
Fecha Creación: 02/08/2013
Fecha Actualización: 13/12/2013
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 67
Visitas: 26319
Capítulos: 21

California del siglo XIX.

Alice es una gitana a la que han cogido presa y es vendida a un burdel. Jasper Whitlock, el soltero más codiciado de la ciudad. Al encontrarse el la comprara y la convertirá en su esclava. ¿Pasara algo más entre ellos?

Edward Whitlock casado con su joven esposa Isabella, estan esperando un hijo. ¿Todo ira como tenian planeado o el futuro les deparara otra cosa?

Rosalie Hale, despues de ser violada es repudiada por su familia y empieza a trabajar en el negocio "más antiguo" conocido. Emmett será su salvacion... o su perdicion.

 

Todos los personajes son de Stephenie Meyer, excepto alguno que he sacado yo.

 

Mi twitter: @Angy_sp07

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TRAILER

 

 

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Capítulo 21: Epílogo

9 años después.

Estaban Alice y Jasper en el bosque solos riendo mientras él intentaba atraparla a ella. Alice lo perdió de vista y cuando se giro para buscarlo Jasper la estampo contra el tronco de un árbol. Empezó a besarle el cuello mientras ella reía tontamente y claro justamente Alejandro llego a sus nueve añitos corriendo buscando a sus padres.

-¿Qué hacéis papá? –mientras por su rostro aparecía una sonrisa traviesa. Jasper lo cogió en brazos.

-Estas muy cotilla últimamente. ¿No habrás estado con tío Emmett verdad Alejandro? –le pregunto Alice.

-Solo un poquito, pero no estaba solo también estaba con Anthony y con Jonathan. –intento excusarse el pequeño.

-Claro… ya hablare con él para preguntarle de que habláis… –dijo Jasper. –Venga vamos con los demás.

Y juntos de la mano se fueron al claro del bosque donde estaban la vieja Sounya y Esme colocando una manta en el suelo. Rosalie estaba sentada encima del pasto ya que con su enorme barriga, de nuevo, no podía estar mucho tiempo en pie.  Emmett era perseguido por todos los niños a lo que Alejandro se unió.

Bella y Edward contemplaban la persecución riendo de pie cerca de Carlisle que también lo veía todo.

-Raúl hijo ten cuidado, te vas a caer. –le grito el hombre a su hijo pequeño de ocho años.

Habían decidido hacer una merienda todos juntos y estaban esperando a los dos últimos invitados.

García había enviudado poco después de la boda de Alice y Jasper y para sorpresa de todos se había vuelto a casar. Pero lo que les sorprendió fue con quién se casó. La elegida fue nada más y nada menos que la gran Carmen. Todos se quedaron boquiabiertos con la noticia de su boda, pero a la vez todos acudieron al enlace que ocurrió unos… cuatro meses después del nacimiento del heredero del señor Whitlock.

Antes de que los dos tardones llegaran llego una sirvienta hasta Carlisle y Esme que les entrego una carta. En silencio ambos la leyeron a la vez que sonreían por la persona de quien llegaba la carta.

Papá, Mamá:

Os escribo desde las islas del Caribe. Esto es precioso, no había visto unas aguas más cristalinas en la vida. Daniel está como loco, aunque ¿Qué se puede esperar de un niño de ocho años? Laura ha estado algo enferma, pero Alexander le “compró” las medicinas necesarias para que se curase, me lleve un susto de muerte.

Y bueno la buena noticia y por lo que supongo que me vais a regañar por no habéroslo dicho antes es que estoy embarazada otra vez, de seis meses para ser exactos.

Papá supongo que ya me perdonaste la decisión que tome hace nueve años de irme con Alexander a llevar esa vida de mal (como tú decías) y convertirme en “pirata” como él. Sabes que te quiero y me alegro de que te casar con Esme, a la que ahora veo como una madre.

Bueno, me estoy quedando sin tinta y mi querido esposo se va a enfadar bastante porque tenía que escribir algo en el diario de navegación y ya no va a poder.

Os quiero mucho, dadles recuerdos a todos. Y muchos besos para mis sobrinos que les adoro.

Con amor,

Leticia, vuestra hija amada.

 

Terminaron de leer la carta riendo por sus ocurrencias. Es cierto que al principio cuando Carlisle se enteró de que Alexander era un pirata y pretendía casarse con su hija puso el grito en el cielo y lo echó de su casa a patadas prácticamente. Tras muchas charlas con Alice, Esme y Leticia acepto que se casasen, pero eso no fue lo peor.

Lo peor fue cuando descubrió que pretendía seguir siendo pirata y no solo eso, sino que también se iba a llevar a su preciosa hija con él y a criarla como una malhechora.

-Por tu bien espero que la cuides bien porque sino… -le había dicho. A lo que el chico asintió por cuarta vez en menos de diez minutos.

Por fin se fueron dejando a Carlisle algo resentido, pero Esme supo darle todo su cariño para que se le olvidasen los pequeños detalles y “perdonase” a su hija aunque todos sabían que la había perdonado antes de marcharse.

Por fin llegaron los dos tardones y todos empezaron a hacerles bromitas sobre las causas de su tardanza.

-Bueno mi Comandante García, ¿Cómo lleva lo de ser el alto cargo de la ley? –bromeo Alice. Todos estaban muy contentos porque después de que echasen a otro comandante que vino en sustitución de Aro eligieron a García para ocupar ese puesto.

-Pues… no es por alardear, pero creo que voy a ser el mejor comandante que ha tenido esta ciudad en mucho tiempo. –a la vez que decía esas palabras comenzó a tocarse las insignias que colgaban de su uniforme.

Después de haber comido Carlisle y Esme decidieron irse con Raúl y Sounya a casa. El niño tenía alergia al polen y dado que era primavera lo estaba pasando bastante mal así que llevaron a su preciado hijo a su dulce hogar.

Los demás se quedaron recordando todo lo que había pasado tras todos esos años. Bella y Edward habían tenido una niña, Renesmee.

Bueno Emmett y Rosalie… a ellos nunca le venía uno solo. Rose había tenido, después del parto de los mellizos uno de trillizos y ahora estaban a la espera de saber lo que les vendría.

Alice y Jasper, después de Alejandro habían tenido otro pequeño travieso parecido a Jasper, del que heredo su nombre y hacia menos de un año la princesita de la casa llego a sus brazos, la llamaron Ariadna por el nombre de la abuela de Alice.

Benjamín a sus dieciocho e años se había convertido en un chico alto, guapo, fuerte y un galán impresionante. Claro que teniendo a su querido cuñado como maestro… ¿qué más se podía esperar?

Pero en estos momentos el chiquillo andaba encaprichado por una extranjera de Egipto que había llegado hacia unos meses. Era morena, tenia diecisiete años  y era la mujer más hermosa que había visto jamás. Había descubierto su nombre hacia poco, Tía, un nombre extraño, pero le gusto simplemente por el hecho de que era su nombre.

Ahora mismo Benjamín se estaba exasperando con sus cinco sobrinos que no paraban de pedirle cosas, pero sobre todo los que más le enfadaban eran los mellizos que le decían estupidez que le ponían nervioso, claro que él no se acordaba de cómo era a la misma edad.

-Pero a ti te gusta la señorita egipcia y ella se va a casar con un señor de turbante ya verás. –dijo muy pícara como siempre Lily y su hermano lanzo una risita que enfado todavía más al rubio.

-¿Queréis dejar de decir estupideces? –exploto al fin.

-Atención –dijo Rosalie –Ahora mismo va a callar a mis hijos mi hermano. Si, si. Ese que hace nueve años reto a Emmett a duelo a muerte con una espada porque nos vio dándonos un beso en los labios.

Eso provoco la risa de todos y Benjamín enfadado se fue de allí pisando fuerte como un niño pequeño lo que volvió a provocar las risas de todos.

Cuando todos se fueron por fin a sus casas Alice y Jasper entraron cogidos de las manos a la casa Cullen, precedidos por sus hijos. Mientras Jasper fue a acostar a los niños, Alice y Esme salieron a dar un paseo por la ciudad.

Se adentraron al otro lado del bosque hasta dar con un descampado lleno de pequeñas tiendas. Entraron a la más grande y de allí salieron otras mujeres completamente distintas.

Esme con una falda azul y una camisa blanca mucho menos lujosas que las que acostumbraba a llevar ahora salió con una sonrisa triunfal. Sobre su cuello llevaba un collar extraño y en su cabeza un pañuelo.

Alice totalmente de negro también salió, pero en su cuello llevaba un medallón redondo con una esmeralda incrustada en el centro y en su cabeza destacaba una corona de flores hecha a su medida.

-¿Dónde está todo el mundo que no quiere salir? –la voz de Esme se escucho por el descampado y se fue perdiendo haciendo ecos.

Al momento siguiente un numeroso grupo de gitanos salieron de sus tiendas. Algunos de ellos salieron con guitarras y cajas de madera. En poco rato se monto allí una fiesta, al estilo gitano que se escuchaba por gran parte del bosque.

-¡Viva la reina Esme! –grito uno.

-¡Y la princesa también! –le secundo una mujer.

Y un sonoro << ¡Viva!>> se escuchó.

Pasada ya la una de la madrugada volvieron a casa. Donde les esperaban los dos hombres de sus vidas.

Esme y Carlisle se despidieron y se fueron a su habitación. Tras unos momentos Jasper y Alice los siguieron.

-¿Dónde has estado preciosa? –dijo una vez ya metidos en la cama.

-Con mi gente, con mi pueblo. –sonrió orgullosa.

-Me gustaría haber ido contigo.

-Lo sé, pero hoy era solo día para nosotras.

-Como usted diga Mi Princesa Gitana. –Alice se echó a reír con el comentario de su esposo.

-Señor Whitlock sabe perfectamente que para usted soy simplemente la señora Whitlock.

Después soltó un pequeño grito cuando su esposo se metió bajo las sabanas para luego aparecer de nuevo por la cabecera de la sabana.

-Pues bueno señora Whitlock, creo que deberíamos darles otro hermanito a nuestros diablillos y a mi princesita.

-Está bien, pero yo quiero que sea una niña otra vez. –dijo con voz de niña caprichosa.

-¿Te cuento el secreto de cómo se hacen las niñas querida? –Alice asintió y él le susurro algo al oído que la hizo reír.

-Te amo Jasper.

-Y yo también mi amor, pero será mejor que nos pongamos en marcha para hacer a esa preciosa niña de ojos grises y pelo negro.

Y ambos desaparecieron por entre las sabanas.

Capítulo 20: Final feliz (ya solo queda el epílogo)

 
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