Regreso a los recuerdos +18 (nocturnia19)

Autor: kelianight
Género: + 18
Fecha Creación: 13/02/2010
Fecha Actualización: 18/09/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 21
Visitas: 35575
Capítulos: 22

 

TERMINADO

Reneesme y su familia se mudaron de forks hace tres años, dejando atras muchas cosas ¿ que pasará cuando vuelvan?

 

Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, yo solo aporto mi version de la continuacion

Bueno como veis este fic no es mio sino de Nocturnia19 que me  a dado permiso para subirlo aqui.

Aqui os dejos el link de mis otras historias en LNM

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=964   (corazon de diamante)

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=550     (el jardin de los senderos que se bifurcan)

 

 

 

 

 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 21:

 

Reneesme pov.

Mire el espantoso vendaje rodeándole su cuerpo. Me acorde inmediatamente de lo que mi madre me dijo, lo había visto con la muleta pero no sabia lo que guardaba debajo de su camiseta.

- Jake…- susurre mientras mi mano rozaba cuidadosamente su torso, como intentando creérselo. Por dios santo era mi hombre lobo, Ahora entendí que al contrario de lo que había metido en mi cabeza desde pequeña, Jacob si sufría y se hacia daño.

Eso me hizo pensar, a Jacob no lo dañaba cualquier cosa, el causante de eso solo podría haber sido otro licántropo o…un vampiro. Mi corazón empezó a palpitar más rápido.

Me aclare la garganta antes de hablar.

- Jacob, ¿has tenido algún problema con la manada?- le dije mirándolo a los ojos fijamente. El me miro algo confuso y negó con la cabeza

- No, por qu…- me contesto, pero su voz se corto en cuanto vio mi expresión.

La que se acaba de poner al comprenderlo todo.

Solo quedaba una opción, vampiro.

Podría haber pensado que era un vampiro nómada, o algún otro que no perteneciera a mi aquelarre, pero mi familia estaba muy extraña, mis padres estaban muy extraños, eso fue lo que termino de confirmarme mis sospechas y Jacob lo sabia.

- Ness- me llamo con calma, y algo de inquietud

Un fuego interno se prendió por dentro en mi cuerpo, aguantaba muchas cosas, pero que lo dañaran a el no lo iba a permitir bajo ninguna circunstancia. Y ya lo había demostrado una vez.

- Reneesme- me llamo por mi nombre completo, evidencia de que ya estaba demasiado nervioso y ansioso.

- ¿Quién?- pregunte con voz ronca. Jacob negó con la cabeza, el sabía exactamente a que me refería con mi pregunta.

- Jacob, dímelo- y volvió a negar, mientras con cuidado agarraba mis brazos, intentando aparentar una simple caricia, pero yo sabia que me estaba sujetando para evitar algún desastre.

- Tienes que tranquilizarte, no voy a decirte nada hasta que te calmes-

- Estoy muy tranquila- le dije, y era cierto, al menos aparentemente, pero en mi interior mis sentidos asesinos naturales se estaban activando lentamente, colmándome poco a poco con un fuego que me quemaba hasta los ojos.

- No lo estas, tus ojos están negros, y tu piel me esta quemando a mi-

¿Pero que hacia? ¿Defender a mi familia?, no lo entendía, porque la anteponía a mi, porque la defendía, si estuviera encubriendo solo a mi madre lo entendería, era la única con la que tenia un lazo afectivo mas fuerte, había sido así siempre, pero mi madre no le había hecho eso.

La saliva se acumulaba en mi boca, sustituyendo lo que hubiera sido ponzoña y notaba mis dientes mas afilados.

-¿Por que los defiendes? Te han hecho daño- le dije elevando el tono notablemente. Mi impotencia ante la duda me estaba volviendo loca.

- Porque no quiero que cometas una locura, ni hagas algo de lo que luego te vayas a arrepentir, todo esto ha ido demasiado lejos Ness- suspiro y me miro a los ojos- y no estoy muerto, afortunadamente estoy bien, mejor que bien y tu estas aquí conmigo-

Sus palabras me proporcionaron una calma desconcertante

"

Aquí conmigo"

Si, estaba con el.

Mi tono muscular se relajo notablemente, y mi respiración volvió a ser normal, mis ojos seguían clavados en los suyos, demandantes todavía de una respuesta, que no me dio.

Sus manos subieron acariciando mi piel desde mis brazos hasta mi cuello y se acerco a mí hasta que note su aliento caliente al hablar.

- mi pequeña…, no sabes cuanto te he echado de menos- sus ojos me miraban con tristeza, con suplica, con necesidad.

Y yo sabia que los míos reflejaban los mismo, por un momento me olvide de todos mis tormentos y problemas, solo existíamos el y yo.

Cerré los ojos saboreando el aliento ardiente que entraba en mi boca entreabierta, dejando que su esencia inundara mi cuerpo, sintiendo su sabor sin probarlo aun.

Lo nuestro era algo mágico, fuera de normal, de eso no me quedaba duda alguna.

Pronto sus labios tocaron los míos proporcionándome un agradable cosquilleo, que me provocaba mas.

Presione su boca con más fuerza, con más ansia de sus besos. Jacob capturo mi labio inferior delicadamente dejando así un glorioso paso a su lengua, que me hizo sentir fuera de mi, porque solo el me provocaba esas sensaciones, solo el.

La necesidad por respirar se hacia patente, por mucho que quisiéramos ignorarla, juntamos las frentes para coger el aire que nos faltaba. Mis ojos seguían cerrados, por lo que mi sentido del tacto se agudizó, haciéndome sentir como nunca sus labios rozar suavemente los rasgos de mi cara, mi nariz, mis ojos, mis mejillas, la curva de mi mandíbula, el cuello…y seguía, mientras sus manos descendían de nuevo explorando mi cuerpo con suma delicadeza, como si fuera la primera vez que lo hiciera.

Mis suspiros salían ansiosos, nunca había sentido a Jake de esa manera, tan intensa y profunda, podría decir existía una conexión entre los dos, que nos hacia tocar en el punto exacto el uno del otro, proporcionándonos el mejor de los placeres.

El momento que nuestra piel dejo de rozarse mi mente volvió a la tierra, me daba cuenta de que debíamos parar, no era el momento, ni el lugar, pero lo necesitaba como nunca, las nuevas sensaciones que yo estaba descubriendo y estoy segura que el también, me habían enganchado, si solo con un roce lo sentía de esa manera no podría ni imaginarme como seria sentirlo dentro.

El mismo cielo.

Acerque a Jacob hasta el borde del sofá, mientras le quitaba su camiseta lentamente para no dañarle, sabia que era egoísta, pero lo necesitaba como nunca, y el también a mi.

El hizo lo mismo conmigo. Mis besos viajaban de su cuello a su clavícula y saboreaban la piel de los músculos de su pecho bien formado, recorriendo cada centímetro que no tapaba el maldito vendaje.

- Jake, no deberíamos seguir- conseguí decirle entre beso y beso

- Cállate- me dijo mientras su boca conseguía adueñarse de la mía otra vez

Entonces si en mi mente quedaba algún motivo por el cual no seguir con esto desapareció, su orden con voz ronca y suplicante me dejo desarmada, lo deseaba tanto como el.

Lo senté delicadamente mientras me deshacía de mis pantalones, quedando solo en ropa interior ante su presencia.

Sus ojos me miraban deseosos y con ternura, con amor. Me agarro de la cintura acercándome a el, su nariz rozaba mi estomago y sus labios besaban mi ombligo como si fuera el mejor tesoro del mundo, mis brazos lo abrazaron automáticamente, en un instinto.

- te amo- me susurro lanzando su aliento caliente en mi piel, haciéndome sentir millones de sensaciones distintas.

Era la segunda vez que decía esas palabras, y también la segunda vez que me hacia llorar al escucharlas.

Me sentía más llena de vida que nunca, y a la vez la persona más miserable del mundo, por haber dudado alguna vez de sus palabras, por haberle traicionado.

Intentaba contener mis sollozos desesperadamente.

-Jake, tengo que decirte algo- porque si no se lo decía me sentiría una arpía por el resto de mi vida.

El me miro a los ojos desde su posición, pero sin quitar sus manos de mi cintura.

- ¿es algo que va a destrozar este momento?- me dijo serio. asentí con la cabeza lentamente, intentando no derramar mas lagrimas y mantenerme serena.

- Entonces no digas nada- casi me lo suplico. Otra vez los ríos se desbordaban por mis ojos, no podía hacerme esto ¡no podía!

- Pero yo…- intente seguir, y el volvió a cortarme.

- Por favor, no digas nada- cerré los ojos y asentí, tal vez me merecía vivir con mis remordimientos eternamente, por ser una mala persona.

Su frente volvió a posarse en mi estomago, mientras sus manos descendían hacia mi cadera, y por mis piernas, arrastrando mi ropa interior con ellas, que finalmente cayo al suelo por si sola.

Me acerque mas y me senté cuidadosamente encima de sus piernas, mientras el seguía desnudándome, pronto quito el broche de mi sujetador y retiro los tirantes lentamente, observándome, como queriendo grabar a fuego en sus ojos cada rincón de mi cuerpo.

Mis manos que hasta ahora habían estado quietas rozaban su piel con cuidado hasta llegar a su pantalón, y poder desabrocharlo, y con un poco de esfuerzo bajarlos hasta la altura necesaria, notaba su sexo rozar el mío con una intensidad asfixiante, no podía recibir tanto placer después de hacer lo que había hecho, no me lo merecía.

- tu te mereces todo lo que pueda darte Reneesme- me susurro en mi oído, haciendo erizar cada fibra de mi maldito cuerpo. Por un momento me desconcerté, pero al otro supe que Jacob estaba sintiendo cada uno de los pensamientos que yo no lograba mantener controlados.

Mis palabras no eran capaces de salir, abrace a ese hombre con fuerza, como si en ese abrazo quisiera fundirnos en una sola persona, bese su frente mientras Jake se apoderaba de mis caderas hundiéndose en mi, esa unión que hizo estremecerme entera, apretar los ojos y suspirar profundamente.

Acaricie su cara con delicadeza, y me acerque a el saboreando sus labios, su lengua con suma lentitud, movía mis caderas al ritmo que Jacob me marcaba, sintiendo una explosión en mi interior con cada embestida.

Su boca me recorría hasta donde podía llegar, beso entre mis pechos mientras mi espalda se arqueaba, dejándole mejor acceso a sus abrasadores labios llenos. Era un placer extremo, que me hizo rendirme a un éxtasis indescriptible. Mágico y especial.

Quise que el también experimentara tal sensación, y deje a mi cuerpo fluir haciéndole suspirar y gemir roncamente, mientras cerraba sus ojos, clavando sus dedos en la piel de mi cintura.

Me apretó a el una ultima vez, llegando hasta lo mas profundo, y sentí como estallaba en mi interior, llegando al cielo al igual que yo lo había hecho segundos antes. Dejo caer su cabeza en el respaldo del sofá, con una respiración agitada, y el pecho sudoroso subir y bajar . Mi cabeza reposo en su hombro y entrelace sus manos con las mías.

Te amo

Deje actuar mi poder al contacto con sus manos.

- Ness, cuando salgas de aquí, quiero que me prometas que no harás nada insensato- su voz me sobresalto un poco después de haber escuchado solo suspiros y jadeos durante tanto tiempo.

Asentí con la cabeza todavía posada en su hombro, era lo menos que podía hacer por el. Aunque no supiera a que me enfrentaba.

- Y también quiero que me prometas que no te vas a volver a separar de mi-

Los sollozos sin lágrimas me salieron solos, y volví a asentir con la cabeza.

No me merecía a un hombre así en mi vida, volví a repetirme, pero esta vez Jacob no me dijo nada, aunque no se si estaba prestando demasiada atención a lo que yo pensaba.

.

.

.

Hacia unos minutos que había dejado a Jacob en el salón de Emily, prometiéndole muchas cosas, entre ellas que no lo volvería a dejar. Simplemente me moriría si me separaba de el.

Caminaba a velocidad casi humana hacia mi casa, estaba nerviosa, no sabia que iba a pasar y tenia miedo por saber la verdad, mucho miedo.

Un olor a lobo, demasiado intenso me penetro la nariz, era extraño nunca lo había olido así, hedía demasiado mal para mi. Notaba la presencia, pero no veía nada, lo que me podía demasiado nervioso, miraba hacia todos lados, sin vislumbrar un alma.

Hasta que por mi lateral los arbustos cedieron dejando ver un lobo color marrón con alguna mancha blanca apareció frente a mí, sus dientes estaban expuestos y su cuerpo aparecía en posición de ataque, era un lobo enorme, mi corazón pálpito con fuerza, estaba demasiado asustada para pensar nada, comencé a caminar de espaldas intentando no hacer un movimiento demasiado brusco, pero el lobo se agazapo aun mas listo para saltar, gruñía en un tono grave y escalofriante, e instintivamente expuse mis dientes en un siseo, cosa que lo cabreo aun mas.

No podía creerme que en un solo día hubiera tenido dos enfrentamientos con licántropos, pero algo me decía que en esta ocasión no iba a salir muy bien parada.

Intentaba ponerme en posición de ataque, pero estaba cansada, agotada, y una semi-vampiro no tenia nada que hacer contra semejante bestia, mis músculos se relajaron exponiéndose al peligro, y cerré los ojos justo cuando el lobo impulso su cuerpo hacia mi.

Un gimoteo escalofriante rompió del silencio abrí mis ojos al notar que mi cuerpo no padeció dolor ni contacto alguno.

La escena que vi me devolvió a la realidad, un lobo arena peleaba fieramente contra el que estaba apunto de hacerme papilla, reconocí instantáneamente que ese lobo era Seth.

Solo se veía una mole de pelaje marrón rodar de un lado a otro, de vez en cuando unas fauces a punto de morder, y los bestiales animales desaparecieron de mi vista perdiéndose entre los árboles.

Mi corazón volvió a latir, ya que se había quedado paralizado. Pase mis manos por mi pelo intentando retirarlo de mi cara, y aterrice en el suelo apoyando mi espalda contra un tronco roto. Me agazape como una niña pequeña, pensando en lo cerca que había estado de desaparecer.

No tardaron mucho en escucharse unas pisadas fuertes, pero humanas.

- Nessie- exclamo la voz amable de Seth, note como se acercaba y me levantaba del suelo manteniéndome de pie.

- ¿estas bien?, no sabes cuanto lo siento debería haber llegado antes,- sus brazos calientes me envolvieron reconfortándome un poco, aunque los sentía protectores no eran los que mi cuerpo demandaba.

- Tranquilo Seth- conseguí articular con voz entrecortada- estoy bien no te preocupes-

El chico suspiro fuertemente y apretó un poco el abrazo.

- debí controlar un poco mas a los chicos, lo siento-

- Seth, no te lamentes mas estoy bien en serio, gracias por salvarme-

Negó con la cabeza

- no tienes que agradecerme nada, mi deber es proteger Ness, aunque sea una contradicción lo que acabo de hacer- soltó una carcajada carente de alegría, mas bien irónica

- todo es demasiado contradictorio- suspiro liberándome de su calido abrazo.

Lo mire extrañada.

- Comprenderé que le guardes rencor a Embry, si es que lo haces, pero le ha afectado demasiado lo de Jake y tu padre, se que no debería haberte atacado a ti , tu no le has hecho nada, pero ya sabes que cuando se esta dolido no se piensan las cosas…- la voz de Seth se fue perdiendo en la lejanía, ya hacia un rato que había dejado de escucharlo a decir verdad, mi cuerpo estático miraba a un punto fijo, en mi cabeza solo retumbaba " lo de Jake y tu padre" había sido el.

Por eso Jacob no había querido decirme quien era y por eso mostraba tanta insistencia en que no hiciera nada estupido. Dios santo esto era demasiado.

- Nessie-

- Reneesme, contéstame ¿que te pasa?- Seth me zarandeaba ya que no reaccionaba. Parpadee un par de veces y sacudí la cabeza.

- Fue mi padre- el chico frunció el ceño al no comprender mis palabras, pero no tardo mucho en descubrir lo que había hecho.

- joder- murmuro por lo bajo, - Ness, yo… dios, no deberías haberte enterado así, Jacob va a matarme- siguió soltando una retahíla de maldiciones y obscenidades variadas hasta que alce una mano para hacerlo callar.

- Nadie te va a matar, tranquilízate- estaba desconcertantemente calmada, al enterarme de eso debería estar igual o peor que cuando descubrí el vendaje de Jake.

Comencé a caminar dirección a mi casa, iba a acabar con esto de una maldita vez.

Escuche a Seth llamarme desde lo lejos, pero no lo escuche.

Comencé a correr cada vez más rápido y disminuí mi velocidad cuando me encontraba a unos metros de la casa. Desconcertantemente el olor a vampiro me enfureció un poco más. El olor se intensifico, y una silueta odiosamente elegante apareció frente a mí.

Lo mire a los ojos unos segundos que me parecieron eternos, sus orbes dorados parecían arrepentidos pero aun así acorte la distancia en dos zancadas e impacte mi mano en su rostro de mármol, le di lo suficientemente fuerte como para que ladeara su cabeza.

Y otra vez las malditas lágrimas bajando por mi cara.

Estaba enfadada con el si, pero era mi padre, y me dolía pegar a mi padre. Estaba enfadada, por que le hiciera eso a Jake y porque no podía guardarle rencor ni podía vengarme, lo quería demasiado, lo peor de todo es que sabía que lo hizo por defenderme a mí.

Fui hasta el árbol más cercano y le pegue un puñetazo, y otro intentando desahogar toda la ira que había en mi, para no cometer una locura.

-se lo prometí, se lo prometí- decía para mi misma mientras seguía haciendo añicos el maldito árbol, mis manos sangraban , y me dolían, no pare hasta que unas frías me aprisionaron las muñecas apartándome de allí y sus brazos me apretaron con fuerza, formando un agarre irrompible.

- Suéltame- le grite, aunque no quería que lo hiciera, ni el lo hizo.

- Suéltame- volví a repetir intentando deshacerme de sus brazos, y seguí repitiendo lo hasta que mi tono de voz dejo de escucharse y mi cuerpo se quedo estático, solo se escuchaba mi llanto desenfrenado, que a estas alturas ya debería de haberme deshidratado.

Sentí sus labios fríos sobre mi cabeza, su agarre se aflojo, mi cuerpo parecía de trapo, me llevó en brazo hasta sentarme en el tronco que yo misma había tirado, sentándose a mi lado pero sin romper nuestro abrazo. Mi voz ya simplemente, no salía.

Nos quedamos en silencio, quizá un minuto o quizás fue una hora hasta que su voz rompió el silencio.

- lo siento- apretó un poco su agarre a mi alrededor

- se que no es suficiente con eso, se que me he equivocado, que me merezco el peor de los castigos, pero no puedo volver atrás, y créeme que lo haría, así que si quieres odiarme… estas en tu derecho, es mas merezco que me odies por haberte hecho eso-

¿por que eres siempre tan catastrófico?

Le pregunte mentalmente, ya ni siquiera me esforzaba en usar mi poder. Mi padre soltó un suspiro risueño.

- porque soy Edward Cullen- me respondió a la pregunta silenciosa.

No se como pero mi padre me tenia en sus rodillas mientras me abrazaba y mecía como cuando era una niña

 

También eres, sobre protector, victimista, posesivo y un imbecil

. Concluí con mis pensamientos, mi padre alzo una ceja escéptico, aunque no protesto,

pero…no te odio, nunca podría odiarte.

Su ceño se trasformo en una mueca de sufrimiento.

- ¿por que?- pregunto a mis pensamientos.

Porque he prometido a Jacob que no haría ninguna estupidez, y odiarte seria una estupidez, ya que simplemente no soy capaz de hacerlo, eres mi padre y te quiero incondicionalmente, por mucho que me cueste admitirlo se que lo que hiciste fue por mi, aunque te equivocaras completamente.

- ¿eso quiere decir que me perdonas?- me pregunto cauteloso

- No- le respondí esta vez con mi voz

- He dicho que no te odio, no que te haya perdonado, quizás con el tiempo…-

Mi padre asintió con la cabeza, se notaba visiblemente mas calmado

- entonces tengo una eternidad para esperar a que lo hagas-

Asentí con la cabeza.

- eso espero- sentencie

Mi padre se levanto y desapareció por donde había venido.

Me limpie las lágrimas de mis mejillas y me adecente un poco más. Me levante del tronco y comencé a caminar sin un rumbo concreto, admirando cada rincón, cada animal, cada partícula del paisaje que me rodeaba, viajando a mis mas lejanos pensamientos, reviviendo como mi corta existencia había pasado en apenas unos años, regresando a esos recuerdos que había vivido en este pequeño e insignificante pueblo de color verde.

Aquí nací, y casi soy exterminada por el simple hecho de hacerlo.

Aquí experimente el principio de mi vida.

Mi niñez.

Aquí conocí a la persona más importante de mi vida

Conocí el amor.

Y no pensaba irme en mucho tiempo.

Capítulo 20: capi... 19 Capítulo 22: Epílogo

 
176699 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11240 usuarios