Odiaba esta sensación de que se te olvida algo cuando empacas para viajar, sobre todo ir repasando en el camino la lista mental esperando que efectivamente no se haya quedado nada importante, pues sería muy malo o imposible regresar por eso. Seguí repasando mi lista mental cuando recogí los boletos que Alice había reservado para mí, recordando a Alice palomee en mi lista el traje que había mandado a confeccionar para mí.
En verdad no se que hubiera hecho de no tener a mi hermana, yo era el peor hermano de la historia, mi hermana había estado organizando su boda mientras yo estaba hundiéndome en mi miseria y ni por la cabeza se me había pasado el que es el momento más feliz en la vida de mi hermana. Afortunadamente ella es la mejor de todas, no importándole que me comportara como un soquete ella había seguido con sus planes incluyéndome en ellos y haciendo las cosas de las que yo me tenía que haber ocupado, como reservar mi boleto y mandar a hacer mi traje.
Alice siempre estaba para hacerla de salvadora, aun con toda su hiperactividad y que sea tan intrusiva, siempre nos había salvado de muchas, tanto a mí como a Emmett. Ella se había ofrecido de coartada cuando nos habíamos emborrachado en alguna fiesta en la preparatoria y siempre nos ayudaba a bajarnos la borrachera y curarnos la cruda. Sonreí al recordar eso viejos tiempo. Mi pequeña hermanita ya se iba a casar, con el mejor partido tengo que aceptarlo, sabía que iban a ser muy felices juntos.
Ya había pasado a dejar mi equipaje y estaba sentado en mi asiento cuando algo me distrajo de mis pensamientos, una esencia demasiado conocida y perturbadora, que pensé nunca más iba a volver a oler llego a mí. Enseguida alce la vista como efecto reflejo, ladee mi cuello para poder ver por el pasillo, aun había gente de pie colocando sus maletas en el compartimento, repase a toda esa gente y entre un par de personas alcance a divisar una larga y ondulada cabellera castaña. Regrese a mi postura original sorprendido, confundido y dudoso. No podía ser ella, o si?
Volví a ladear mi cuello, la dueña de la cabellera tan familiar se acaba de sentar, solo alcanzaba a ver un poco de su cabello, estaba a solo un par de asientos delante de mí. Anunciaron que el vuelo estaba a punto de despegar, así que toda la gente tomo sus lugares, abroche mi cinturón cuando me lo indicaron, pero enseguida volví a inclinarme tratando de descifrar si mis sospechas estaba correctas, resople al darme cuenta de lo patético que estaba siendo y estaba a punto de acomodarme para el viaje cuando la chica llamo a la azafata y volteo su cabeza dejándome ver su perfil, en ese momento me quede en blanco…y hasta casi me caigo de mi asiento por inclinarme de mas y por la impresión. Desperté de mi asombro cuando me dedico una fugaz mirada, pero no alcance a ver si en realidad me había visto a mí o no, pues rápidamente me enderece en mi asiento clavando la vista en el respaldo del de enfrente.
Qué diablos hace ella aquí?
Estuve demasiado tentado a volver a dar un vistazo para asegurarme pero me reprimí. Cabía la posibilidad de haberme vuelto aun mas patético y alucinarla en cualquier lado, si así era prefería ya no avergonzarme más a mí mismo y si en realidad mi vista no me había engañado y ella en realidad estaba aquí, prefería de igual forma, aunque no muy convencido, resistirme a observarla y caer embobado nuevamente, prefería no ser tan débil.
Me coloque mis audífonos esperando que la música de mi ¡pod lograra distraerme, recline mi respaldo y me acomode - lo bueno es que a mi lado no había nadie más sentado- para sobrellevar el ignorar históricamente lo que se encontraba dos asientos enfrente de mí- sentía que si no la nombraba sería más fácil para mí, patético, lo sé- aunque al principio fue difícil desviar mis pensamientos, la música me comenzó a adormilar. Pero de nuevo esa esencia hizo que mi concentración se fuera la basura. Mis ojos se abrieron instintivamente, pero al voltear hacia mi izquierda solo una azafata pasó a mi lado y yo sabía que de ella no pudo haber venido ese olor. Me volví a voltear casi seguro de que todo estaba siendo alucinaciones mías, me quede mirando hacia el frente mientras tarareaba la canción que se escuchaba en mis audífonos y tamborileando con mis dedos sobre mi pierna.
Sentí un toqueteo en mi hombro y pensé que era la sobrecargo que me venía a ofrecer comida o bebida, me quite uno de los audífonos y alce la mirada, pero me quede petrificado.
No soy tan patético, no eran alucinaciones mías! Sentí alivio por saber que no me estaba volviendo loco, ella estaba aquí, a mi lado, viajando en el mismo avión que yo, cosa que tenía que averiguar el porqué. Pero aquí estaba.
-Amm… hola.- me saludo dubitativamente sonriéndome.
-Hola.- respondí y mi voz se escucho aguda por el asombro, aclare mi garganta.
-Mmm… este…hola.- volvió a repetir y rio enseguida rodando los ojos, yo también le sonreí- lo siento, yo… fui al baño y te vi… así que… decidí venir a saludar… hola.- repitió por tercera vez, retorcía sus manos y se veía indudablemente nerviosa, como no si ya había repetido su saludo 3 veces.- lo siento, estoy siendo muy torpe, es que no esperaba encontrarte aquí, me tomo por sorpresa.
-Si a mí también- coincidí.
-Creo que estoy siendo inoportuna no es así, será mejor que regrese a mi asiento.- murmuro haciendo una mueca incomoda.
-No- me apresure a decir y me reprendí mentalmente por ser tan débil y de nuevo patético, alcance a ver una pequeña sonrisa de felicidad en el rostro de Bella y eso me gusto.- yo… quiero decir… amm… para que viajaras a Texas?- inquirí lo primero que me vino a la mente, pero era una pregunta que en realidad me interesaba mucho saber la respuesta.
-Señorita, no puede quedarse parada.- llego una sobre cargo a interrumpirnos.
-Oh! Si lo siento.- se disculpo Bella con una sonrisa tranquilizadora hacia la azafata, esta le sonrió de vuelta y se alejo para seguir atendiendo a los pasajeros.
-Si quieres puedes sentarte aquí.- le ofrecí.
Ella es mi debilidad, lo acepto rotundamente. No quería que ella se fuera a su lugar y perderme la oportunidad de hablar con ella y observarla unas cuantas horas, después de tanto tiempo sin verla. Soy un ser demasiado egoísta y emotivo como para perderme esa oportunidad, la amo tanto como para dejarla ir tan pronto después de verla de nuevo. Podían pensar que yo carezco de mor propio y me dejo pisotear por ella y que es ridículo emocionarme de esta manera después de todo lo que hizo, pero así es el estar enamorado, el amor te puede convertir en un ser estúpido, al estar enamorado ya no tienes control de tus emociones ni sentimientos, te hace un ser mas impulsivo.
Pero no me importaba lucir como alguien sin amor propio si con eso podía observar la hermosa sonrisa que se instalo en su rostro al proponerle esto y cuando asintió aceptando. Enseguida quite la mochila que estaba en el asiento de junto y la subí al compartimento.
-Te importaría si voy por mis cosas y me quedo aquí? Tampoco tengo compañera de asiento y me estaba aburriendo un poco.- me comento, yo por dentro estaba bailando de felicidad.
-Claro, sin problemas.- conteste tratando de contener mi entusiasmo que por dentro se desbordaba por doquier. Bella enseguida volvió y se sentó junto a mí.
-En que estábamos?- inquirió acomodándose.
-Te preguntaba que a qué se debe tu viaje, no quiero ser indiscreto, solo es curiosidad por la coincidencia.- agregue.
-Este es la primera vez que viajo a Texas a decir verdad y no lo hubiera hecho de no ser por una pequeña duende.- con ese simple mote comprendí todo. Claro como no lo pensé, era muy lógico ahora que lo sabía.
-Vas a la boda de Alice.- asegure.
-Si! No estás emocionado por eso? Vas a ser el padrino no?- cuestiono.
-Si, así es.- respondí simplemente.
-Las bodas siempre me emocionan.-comento de manera soñadora. Se me hizo extraño su comentario, por su ideas podía deducirse que las bodas no eran de su agrado, pero me tomo por sorpresa con ese comentario, de todas formas decidí no decir nada y solo asentí. Otra duda vino a mí.
-Pero no era más sencillo para ti llegar hasta mañana que es la ceremonia?
-Pues sí, pero no quiero morir por no obedecer a tu hermana.- dijo y yo la mire confundido- un día tu hermana llegó a mi departamento- comenzó a contarme- con su expresión jovial e inofensiva, pero en cuanto la invite a pasar y nos sentamos juntas en la sala me exigió, me ordeno, usa el termino que prefieras, que tenía que ir a su boda. Yo no dije nada y acepte, sabes que me hice amiga de tu hermana y antes ella y Jasper ya me habían invitado- me recordó, asentí para que continuara- pero su amenaza no termino ahí, me entrego un sobre con los boletos de avión y me dijo que lo tomara como un regalo atrasado de navidad pero que me quería ver un día antes para que asistiera a su cena de ensayo. No me hubiera parecido raro y hasta hubiera sido halagador para mí de no ser por su expresión amenazadora. Tú crees que Jasper se moleste mucho conmigo si hago que metan a su mujer a la cárcel por intimidación?- bromeo, yo me reí junto con ella, extrañaba su humor.
-Yo creo que él ya lo ve venir, si no eras tú, era cualquier otro de la familia.- le seguí la broma, Bella rio mas.
Pero mi cabeza estaba analizando lo que Bella había contado y no se necesitaba ser un genio para saber que el que Bella y yo estuviéramos viajando en el mismo avión no era una coincidencia.
…
-Hermanito!- grito la mente maquiavélica de la familia dando saltitos para verme por encima de la gente y agitaba su mano para que la viéramos y nos acercáramos. - Bella!- le grito con el mismo entusiasmo ya cuando estábamos casi enfrente a ella y se adelanto para darle un gran abrazo, luego vino hacia mí y enredo sus menudos brazos en torno a mi.- Hola hermanito, te gusto tu sorpresa?- murmuro solo para mi, sonreí negando con la cabeza, ya sabía yo que esto había sido su obra.
-Sabía que habías sido tú.
-Pero a que te sorprendiste al principio, apoco no?- inquirió levantando sus cejas y haciendo una expresión de una niña que acaba de cometer una travesura.
-No pienso aceptar, ni agradecer nada.- le dije fingiéndome ofendido.
-Por dentro sabes que me agradecer enormemente, te morías por verla.- aseguro. Yo solo le sonreí pero ya no dije nada y me acerque para saludar a mi cuñado que estaba charlando con Bella.
-Y esto?- me pregunto bajito señalando a Bella.
-Pregúntale a tu futura esposa.- le murmure en el mismo tono, él asintió comprendiendo- estas completamente seguro que te quieres casar con ella?- le pregunte en broma y mas alto para que esta vez si me pudieran escuchar los demás y mi hermana sí que me escucho, me golpeo en el brazo antes de regañarme.
-No le metas ideas en la cabeza a mi prometido, mañana es la boda.- frunció su pequeño ceño, pero después se relajo y se rio con nosotros.
Jasper y Alice nos llevaron al rancho de la familia de mi amigo, durante el camino Alice le fue preguntando unas cuantas cosas a Bella y solo fue así que me entere que había pasado navidad y año nuevo en la nueva casa de su madre en Jacksonville. Aunque habíamos viajado juntos realmente no hablamos sobre lo que había estado haciendo ella y yo en este tiempo sin vernos y mucho menos sobre nuestra ruptura, tuvimos un agradable viaje bromeando y hablando sobre la boda de Alice y platicando sobre músico y libros. Tuvimos una larga charla sobre el libro que traía Bella en su viaje. Fue muy relajante estar con ella de esa manera, como si en el pasado no hubiera sucedido nada y estuviéramos como antes, aunque claro sin implicar otras cosas, solo charlando.
Bella se maravillo al divisar el rancho de la familia Whitlock, Jasper nos platico un poco sobre él, la antigüedad del rancho, como había pasado de generación en generación, los animales que se criaban, la extensión que abarcaba, entre otras cosas. Bella lo escuchaba interesada y curiosa como una niña pequeña. Me hizo prometerle que iríamos a dar una vuelta para ver los animales y yo por supuesto acepte gustoso. La propiedad estaba rodeada de arboles y la fachada aunque aún conservaba un toque antiguo se notaba que había sido remodelada y modernizada. De cada lado del camino hacia la entrada había dos pilares cuadrados de piedra, la fachada estaba hecha principalmente de madera y tenía grandes ventanales en la segunda planta, la planta baja estaba hecha del mismo material que los pilares que nos recibían.
Una vez que Jasper estaciono el auto me ayudo a llevar las maletas de Bella dentro de la casa. Bella estaba maravillada viendo todo a su alrededor.
-Me siento un poco intimidada.- murmuro solo para mí, yo le sonreí, la verdad es que el rancho sí que era imponente.
-Comparto tu sentir- le respondí- espero hayas traído tu cámara, ella me sonrió.
-Claro.- aseguro.
Una vez traspasamos las puertas y entramos al vestíbulo un mayordomo entro saludando amablemente a Jasper, quien nos presento y le indico que llevara nuestras maletas a las recamaras que ocuparíamos. Alice me platico que nuestro padres ya se encontraban aquí y su prometido intervino proponiendo que fuéramos al jardín donde se encontraban almorzando con sus padres. Bella y yo los seguimos y por supuesto no era nada sorpresivo que el jardín fuera igual de lujoso e imponente que la fachada. Había un gran corredor de madera rodeando la casa y el gran jardín se extendía ante nosotros, a nuestro lado izquierdo había una alberca y cerca de ella varias mesas estaban colocadas donde se encontraban mis padres y los de Jasper. (N.T. soy mala describiendo pero si quieren ver este lujoso rancho los links de las imágenes se encuentran en mi perfil)
Todos nos saludamos y presente a Bella, mi madre me dedico una mirada inquisidora reconociendo el nombre de Bella, rodee los ojos, todos iban a creer que yo la había invitado, espero que Bella no se dé cuenta y no se sienta incomoda. Todos fueron muy agradables con ella y nos invitaron a almorzar con ellos y aceptamos. Comimos mientras las mujeres de la familia platicaban como iban los preparativos de la boda y sobre la cena de ensayo que habría esta noche, que se iba a llevar a cabo en el mismo rancho.
Vi el semblante cansado de Bella al tratar de seguir la conversación de mi hermana, conocía demasiado sus expresiones como para no saber que la escuchaba más por cortesía que porque en verdad estuviera poniendo atención. Instintivamente tome su mano que descansaba en su pierna, ella volteo a verme sorprendido pero vi, o eso quise creer, satisfacción por mi contacto y un leve rubor subió a sus mejillas. Yo también me sentí complacido por tocarla después de aguantarme en todo el viaje en avión.
-Seria posible saber cuáles serán nuestras habitaciones, el viaje fue un poco cansado.- dije, Bella me sonrió y me agradeció silenciosamente.
-Claro, enseguida llamare a Peter para que los guie.- nos dijo Catherine, la madre de Jasper.
Peter nos guio por la enorme casa que a cada paso que dábamos era cada vez más lujosa, nos indico lo que se encontraba en las habitaciones, las dos eran muy parecidas, pero hubo un pequeño detalle que hizo que Bella y yo nos tensáramos. Si en todo el trascurso de la mañana no había habido incomodidad entre nosotros ahora hacia acto de presencia. La habitación compartía baño.
-Yo… bueno… -balbuceo Bella mirándome por el umbral de la puerta que daba a su habitación desde el baño- podemos manejar esto- mascullo esto mas para sí misma- tendremos que organizarnos para poder arreglarnos a tiempo.- propuso un poco más segura de sí misma.
-Claro, si quieres tu puedes bañarte primero.- comente.
-Uff, si gracias. Tú te tardas más que una mujer para arreglarte Cullen.- y con su pequeña broma hizo que el ambiente se destensara un poco. Los dos reímos.
-Tú sabes, este cabello necesita ser domado.
-Y veo que no se te da muy bien esa tarea no es así.- refunfuñe alborotando mi cabello aun mas.- bueno… pues voy a dormir un rato, nos espera una buena noche y un gran día mañana, hay que recargar pilas. Te viso cuando vaya a entrar a bañarme y cuando salga.- asentí- pues te veo al rato.- se despidió, pero unas ganas locas de agregar algo más me embargaron.
-Hey Bella!- le llame cuando casi cerraba su puerta, volvió a abrirla prestándome atención- Yo… me alegra que estés aquí.- agregue y temí que su reacción fue mala, pero me sorprendió y me alegro el ver que sonreía y de nuevo ese sonrojo aparecía en sus mejillas.
-A mi también.- murmuro y después desapareció por la puerta.
Trate de dormir un poco pero yo solo podía pensar en la pequeña persona que se encontraba del otro lado del baño.
…
-Cullen, ya puedes bañarte.- grito Bella tocando la puerta.
Yo estaba recostado en la gran cama con mis manos detrás de mi nuca, no había podido dormir nada y permanecí toda la tarde en la misma posición repasando cosas en mi cabeza y observando el techo de la habitación. En el mismo estado ausente seguí cuando me bañe un cuando me vestí, la cena iba a ser un poco elegante, por lo que me puse un pantalón de vestir azul oscuro, con una camisa azul de un tono más claro, sin corbata y dejando abiertos los primeros dos botones. El toqueteo de mi puerta me distrajo de mi inútil labor de tratar de aplacar mi cabello, voltee y Bella venia entrando dejándome con la boca abierta.
Se veía hermosa. Se había puesto un vestido negro de manga larga que le llegaba a la mitad de los muslos dejando ver sus torneadas piernas, en la cintura tenía un tipo cinturón dorado, en las mangas y en las piernas tenia holanes que hacía que el vestido tuviera más vuelo y calzaba unas sandalias dorada. (Nt. El vestido también en mi perfil) sacudí mi cabeza avergonzándome por escrutarla con la mirada de esa manera, volví mi vista a su rostro.
-Podrías ayudarme con el cierre?- me pregunto volteándose y dejándome ver su pálida espalda, en ese momento morí.
Con manos temblorosas me acerque y trate de recomponerme y que ella no notara mi temblor cuando le subiera el cierre. Recogió su cabello hacia un lado y tome el cierre subiéndolo con extremada lentitud, tengo que aceptar que intencionalmente roce mis dedos por su tersa piel y me complació sentir como se estremecía por el contacto, casi al llegar al final me acerque inspirando su esencia que seguía siendo tal y como la recordé, fresias. Bella jadeo cuando sintió el halito de mi respiración estuve tentado a acercarme aun mas a besar su cuello pero un toque nada oportuno hizo que terminara de subir el cierre y me alejara de ella abruptamente.
-Hey Edward!- saludo Emmett irrumpiendo en la habitación, ebrio los ojos sorprendido al ver a Bella aquí- Oh! Hola Bella.- saludo.
-Hola grandulón, tanto tiempo sin verte.- se acerco para saludarlo con un abrazo y un beso, Emmett le correspondió el abrazo levantándola del piso un poco.
-Que sorpresa que estés aquí, perdón no quiero arrugar tu lindo vestido- la dejo sobre sus pies de nueva cuenta- te ves preciosa.- le halago sentí un retortijón en el estomago, pero me recordé que era solo Emmett el que la halagaba.
-Gracias, tengo que ir a terminar de arreglarme en un momento los veo.- se despidió traspasando la puerta, en cuanto esta se cerró mi amigo me volteo a ver sorprendido e interrogante.
-Que hace ella aquí? Tú la invitaste? Porque no me había dicho que la invitarías?- me bombardeo con sus preguntas.
-Yo no la traje, fue Alice- le aclare- pensé que tu sabrías algo sobre sus planes, con eso de que los dos chismean juntos.
-No para nada, esa enana no me ha contado nada. Cuando llego?- pregunto.
-Viajamos en el mismo avión.- le conté, Emmett soltó una carcajada rondando los ojos.
-Eso tiene Alice escrito en todos lados.- rio más fuerte, yo asentí de acuerdo con él.
Al poco rato Bella volvió a entrar a mi cuarto y los tres salimos rumbo al comedor donde se llevaría a cabo la cena.
-Esta casa es enorme e increíblemente lujosa, nunca pensé que fuera tan grande.- comento Emmett.
-Seguro alguien se pierde aquí, por cierto alguien sabe dónde diablos queda el comedor?- cuestiono Bella.
-Yo sé, Jasper me dio un tour por la casa.
Al llegar al comedor ya había gente, algunos de ellos los conocía otros no, seguramente familia de Jasper. Alice se acerco a nosotros.
-Oh! Me encanta tu vestido Bella. – alago Alice.
-Oh gracias. A mí también me encanta el tuyo.- le dijo de vuelta. (Nt. También en mi perfil)
Alice nos presento con los tíos, tías y primos de Jasper, llegamos hasta donde estaban mis padres, mi madre, quien se veía muy bella como estaba vestida (Nt. También en mi perfil) también señalo lo hermosa que se veía Bella y yo estaba completamente de acuerdo con cada persona que lo volvía a repetir.
Fue una velada amena, cenamos y cuando estábamos comiendo el postre fue el turno de los brindis. Mi padre fue el primero en hacerlo, luego fue el turno de el padre de Jasper, Charlotte que es la amiga de mi hermana desde la preparatoria y quien es su dama de honor dijo un lindo brindis y después fue el turno de Emmett, como los dos éramos padrinos decidimos repartirnos los brindis, hoy era su turno y mañana me tocaría a mí. Hizo reír a varios de los presentes contando anécdotas de Jasper cuando estábamos en la universidad, Jasper lo taladraba con la mirada pero reía junto con los demás. Al final de la cena nos trasladamos a la estancia que no escatimaba en elegancia de igual modo que toda la casa, varios de los invitados se retiraron y los demás estuvimos charlando cada quien por su lado. Bella, Emmett y yo nos instalamos cerca de la chimenea.
-Oye, Alice me conto que ya hay una señorita en tu vida?- inquirió Bella codeándolo de manera juguetona. Emmett pudo una expresión de tonto enamorado por su mención, así es como nos veíamos todos los enamorados?
-Si, se llama Rosalie y es hermosa- comenzó-entro como tú remplazo.- prosiguió y como que el ambiente se puso un poco tenso.
-Pues me alegra que mi salida haya traído algo bueno para alguien.- comento Bella bromeando, pero me miro de manera extraña, no supe descifrar lo que escondía su mirada.
-Llega mañana, está en la boda. Ya verás que te va a agradar mucho.- intervino Emmett interrumpiendo nuestro intercambio de miradas.
Luego de eso ya no se menciono nada sobre la huida de Bella y Emmett se encargo de entretenerla contándole sobre Rosalie. Alice y Jasper se unieron a nuestra charla hasta que se hizo tarde y todos decidimos ir a dormir mañana seria un largo día. Emmett, Bella y yo nos fuimos juntos, la habitación de Emmett quedaba en el mismo pasillo que el de nosotros, pero unos cuartos más lejos, nos despedimos de él y cada quien entro a su habitación, las dos puertas del baño estaban abiertas por lo que vi cuando Bella entro en él, ya sin zapatos pero con el vestido puesto aun, estaba desenredándose su cabello y quitándose el maquillaje.
-Mañana va a ser un día muy atareado no?- me cuestiono cuando me pare en el marco de la puerta para observarla.
-Así es.- concorde.
-Emmett me dijo que tu mañana darás el discurso, ya tienes algo preparado?- me pregunto.
-Ya casi está listo, me falta darle los toques finales.- le contesto.
-Puedo escucharlo?- inquirió curiosa.
-Naa, será una sorpresa para todos.- hizo un puchero decepcionado.
-Espero que nos impresiones con tus dotes literarios.
-Claro, ya verás.- me pavonee orgulloso. Tiro la toallita con la que estaba desmaquillando al bote de basura.
-Voy a dormirme, que tengas una buena noche.- se empezó a despedir.
-Tu también.- le dije de vuelta y al parecer hoy estaba muy impulsivo- oye, no vas a necesitar ayuda con el cierre.- señale y me golpee la cabeza mentalmente cuando pronuncie las palabras.
-No creo, pero si lo necesito te aviso.- me respondió mordiéndose el labio inferior y riéndose manera juguetona, mis pantalones comenzaron a sentirse un poco apretados.
Y me quede fuera de guardia al ver como cerraba la puerta de su cuarto. Iba a ser una noche larga de solo imaginar que esa mujer que me volvía loco estaba del otro lado de esa puerta.
|