Respiré pesadamente y traté de agarrarlas, pero como era una persona pequeña, no pude con las dos maletas. Estuve peleando con ellas un buen rato hasta que una voz gruesa me asustó por completo.
-Hey pequeña- dijo un chico, cuando me volteé, tuve que levantar mi vista, un enorme chico, completamente musculoso estaba frente a mí con una sonrisa en su rostro- ¿Necesitas ayuda con eso?- preguntó señalando mis maletas.
-¿Me ayudarías?- pregunté esperando que si me ayudara.
-Claro pequeña- dijo agarrando una de mis maletas- Por cierto- comenzó y se volteó hacia mí con una mano extendida- mi nombre es Emmett Cullen- dijo sonriendo.
-Bella Swan- dije tomando su mano. La sonrisa de este chico era contagiosa- espera, ¿eres Cullen?- pregunté.
-Sí, ese es mi apellido, ¿porqué?- preguntó sin dejar de sonreírme.
-Es que me dijeron que mi compañera de piso es de apellido “Cullen”, creo que se equivocaron- dije sonrojándome un poco.
-¡Para nada!- gritó de repente muy emocionado- ¡Eres la que falta en el apartamento de mi hermanita!- gritó contento.
-¿Tienes una hermana aquí?- le pregunté a Emmett.
-De hecho tengo dos, una hermana y un hermano- dijo sonriendo- yo estoy en 2do semestre de odontología- me dijo y no me pude contener.
-¿En serio?- dije emocionada- yo voy a comenzar el miércoles el primer semestre de odontología, soy becada- solté de un golpe.
-¿Tu eres la chica genio de 15 años entonces?- me preguntó levantando una ceja.
-De hecho, tengo 16 y en 5 días cumplo 17- le dije utilizando el mismo tono que él había utilizado conmigo.
Nos reímos muchísimo por eso.
-No se me va a olvidar felicitarte el jueves pequeña, te lo prometo- dijo riendo-Bueno, subamos- dijo tomando ahora mis dos maletas- el apartamento te va a gustar mucho pequeña, de hecho, Rose me llamó para que las ayudara a mover algunos muebles- dijo mientras caminamos al ascensor- Rosalie es mi novia, la amo muchísimo- me dijo y pude ver en sus ojos aquel brillo del cual solo había leído o visto en películas- ehhh… no te importa que te diga pequeña, ¿verdad?- preguntó mientras entrabamos al ascensor.
-Claro que no- dije riendo- de hecho, cualquier persona comparada contigo es pequeña- terminé.
-En eso tienes razón- dijo riendo conmigo.
Las puertas del ascensor se abrieron y pude ver por fin aquello que llamaría de ahora en adelante “hogar”.
Estábamos en el tercer y último piso del edificio. En éste solamente había dos puertas, separadas por un amplio pasillo. Caminé detrás de Emmett con mi morral sobre mi hombro y llegamos a una puerta que estaba entre abierta y dejaba escapar las voces de algunos chicos que ya se encontraban adentro.
-Rosalie Hale, ahora somos tres personas las que vamos a vivir aquí, así que desaloja los baños por favor- gritaba alguien adentro.
-Pero vamos a esperar que llegue la nueva por favor- respondía otra voz en tono de súplica.
-Esto va a ser muy bueno- escuché que murmuraba Emmett mientras entraba al apartamento y yo entré detrás de él- Chicas les traje un pequeño regalo- dijo una vez que atravesamos la puerta.
-¡Emmett!- gritaron las dos chicas mientras sonreían.
Ambas iban vestidas con unos shorts de hacer ejercicio y franelillas y me di cuenta que era porque estaban arreglando los muebles del apartamento. Una de las chicas era totalmente rubia, alta y de ojos azules profundos. Todo lo que cualquier persona catalogaría como una “Barbie de verdad”. La otra chica era igual de hermosa, aunque no era tan alta, a decir verdad creo que yo era más alta que ella; tenía un andar de bailarina y su cabello negro apuntaba en todas direcciones y sus ojos eran de un verde esmeralda muy bonito y tenía una sonrisa muy parecida a la de Emmett…
-¡Oh!- gritó la chica pequeña- ¡tú debes ser Bella!- gritó muy emocionada- mucho gusto, yo soy Alice Cullen- dijo mientras me tendía su mano y sonreía.
-Hola- dije bajito mientras estrechaba su mano- ¿cómo sabes que me llamo Bella?- pregunté un poco más alto.
- Tu nombre aparece en el papel de asignación de apartamentos- dijo sonriendo- ¿Prefieres que te digan Isabella?- me preguntó mientras levantaba una ceja.
-Bella está bien- dije sonriendo mientras sentía como mis mejillas se iban poniendo de un rojo intenso.
-Mucho gusto Bella- dijo la chica rubia en tono seco- yo soy Rosalie- terminó mientras me tendía también su mano.
-Encantada de conocerte Rosalie- le dije sonriendo. Esta chica daba miedo, esperaba que no fuese a durar para siempre.
-Ay Rose, no seas tan dura con la pequeña- dijo Emmett riendo a mi lado. La risa de Emmett provocó que Rosalie también sonriera en mi dirección.
-Si ya Emmett te puso apodo, estás jodida- dijo Rosalie riendo- dime Rose “pequeña”- terminó riendo más fuerte que antes.
-No me incomoda el apodo, Rose- dije bajando mi mirada al suelo mientras todos reían en la entrada.
-Ven, Bella tenemos que mostrarte tu habitación- dijo Alice mientras me halaba por un brazo y me hacía caminar con ella a través de la sala- Como Rosalie ya tiene un año aquí y a mí no me importa donde duerma con tal de tener el armario más grande te dejamos la habitación con vista hacia el lago del campus- dijo sonriéndome.
-Gracias- dije sonriendo. Era difícil no sonreírle a la pequeña Alice, ella se veía como una persona muy carismática.
Seguimos caminando un poco, me mostró cual era su habitación y cuál era la habitación de Rosalie hasta que llegamos a una tercera puerta, supuse que esa sería mi habitación.
-Hemos llegado Bella- dijo Alice sonriendo- Le voy a decir a Emmett que traiga tus maletas para que te vayas arreglando, si necesitas ayuda con tu ropa o algo me avisas- terminó mientras se daba la vuelta y desaparecía por la puerta de mi habitación.
Cuando entré completamente a la habitación me sorprendí muchísimo. Era mucho más grande que mi habitación en mi casa y también tenía mi propio baño. En el cuarto había una cama, un escritorio, un estante y una lámpara. Pasé mi mano por cada una de éstas y me sorprendí mucho más cuando vi que no solo tenía un gran ventanal, sino que también tenía un mini balcón desde el cual tenía una mejor vista del lago del campus. Había varios estudiantes acostados en la grama y otros están sentados en algunos banquitos que había ahí.
-¿Disfrutando de la vista?- preguntó Emmett desde la puerta con mis maletas.
-La verdad que si- dije mientras me volteaba a verlo. Era impresionante como éste chico nunca perdía la sonrisa de su cara- Nunca había tenido una habitación con una vista como ésta- dije.
-Pues acostúmbrate, los próximos años ésta será tu vista- dijo mientras dejaba las maletas sobre la cama- Alice manda a decir que te bañes y te pongas algo cómodo, creo que quiere hacerte un interrogatorio de entrada- dijo tratando de no reírse de mi cara de desconcierto.
-¿Interrogatorio de entrada?- pregunté medio ida.
-Sip, ella le dice así al hecho de preguntarte todo acerca de tu vida- dijo riendo muy fuerte- además, Jasper y Edward van a venir a ayudarme a terminar de acomodar los muebles de la sala- terminó- ¿Te gustó como quedó tu habitación?- preguntó de repente.
-Sí, es perfecta- dije sonriendo- ¿Tu la arreglaste?- pregunté
-En realidad no- dijo- La arregló Edward, mi hermano. Te lo presento cuando termines de arreglarte pequeña, creo que algo puede surgir de esta situación- dijo mientras me guiñaba un ojo y salía de mi habitación dejándome con un montón de preguntas en la punta de la lengua.
Decidí sacar unos shorts y una franelilla y ropa interior limpia, tomé una toalla y mis cosas de aseo personal y me metí al baño. En ese momento vi muchas cosas de baño que supuse serían de Rosalie, ya que había escuchado parte de su pelea con Alice para que desalojara los baños.
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