Let me be with you (+18)

Autor: MariaCullen14
Género: Romance
Fecha Creación: 08/09/2013
Fecha Actualización: 27/12/2013
Finalizado: NO
Votos: 7
Comentarios: 15
Visitas: 12785
Capítulos: 10

Bella y Edward han sido amigos desde los 12 años, ahora han pasado 12 años y su amistad es irrompible. Desde que lo conoció a estado enamorada, pero no tiene el valor para confesarlo y para ella esta bien con solo verlo feliz. ¿Pero que puede hacer cuando el empieza a celarla mas de la cuenta?  El destino de su felicidad cambiara.

Los personajes de esta historia no son mios sino de la escritora "Stephenie Meyer". Pero la historia si me pertenece.

Esta es mi 2º historia , aquí les dejo el Link de la otra:
 "Mi vida es mejor cuando estás en ella"

Mi perfil en Fanficcion: MariaCullen14

Espero que les guste

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Capítulo 3: Rechazo

Espero que les este gustando la historia, tratare de actualizar cada dos semanas, solo si me queda tiempo ya saben como es la escuela.


BPOV

No creí ser capaz de rechazar a Edward alguna vez pero lo hice y se sintió muy bien. Por primera vez me siento segura de mi misma, solo espero sentirme así más tarde en vez de estarme arrepiento de mi decisión.

Riley me llamo a la hora del almuerzo diciéndome de que vendría por mí, yo solo pude decir que lo estaría esperando...  Aunque en verdad hubiera querido estar con Edward; después de haberme dado ese beso en la frente no pude hablar con el,  porque si no estaba hablando por teléfono, estaba en una reunión o rodeado de las putas de la compañía.

-¡Bella! –grito Ángela mientras movía su mano derecha enfrente de mi rostro.

-¿Qué pasa? –dije al darme cuenta de que me había quedado sumida en mis pensamiento.

-Te estaba preguntando si estabas bien –dijo mirándome preocupada.

-Si… o no, no lo se.

- ¿Qué sucedió?

-Es Edward-dije mirando mi plato casi vacío.

-¿Qué hizo ahora? –pregunto tratando de sonar calmada, pero yo sé que a ella le molesta la actitud de Edward.

-En la mañana que fui a verlo, se encontraba… con la zorra de Gianna -dije reteniendo las ganas de vomitar por el repulsivo recuerdo.

-No…. Me digas que el muy cerdo estaba haciendo cosas- interrumpió sonrojándose solo de pensar en la palabra del acto (siempre tan inocente).

-¡Ni dios lo quiera! –exclame de una forma exageradamente dramática- si hubiera tardado unos 10 minutos mas… me hubiera encontrado con la escena mas asquerosamente-traumante  que jamás he visto, ni quiero ver.

-¿y entonces que paso? –pregunto mi amiga.

-Salí como alma que lleva el diablo…. Y entonces adivina que -dije sonriendo de oreja a oreja.

-Mmmm no se, te tropezaste –dijo haciéndome rodar los ojos.

-Milagrosamente no- dije dándome cuenta que era verdad yo la patosa Isabella Swan no se había tropezado con estos instrumentos infernales (zapatos de tacón) – Edward dejo a la estúpida plástica y me siguió para ver que me sucedía.

-¿y que te dijo?

-me dijo que estaba preocupado por mi –dije recordando lo feliz que me hizo saber que en verdad le importo- y me invito a comer.

-¿obviamente aceptaste?

-y ahí esta la mejor parte de la historia, por primera vez lo rechace -dije sintiéndome autosuficiente.

-¡wow! No te creo -dijo sorprendida y en verdad yo también tendría esa reacción- ¿entonces que dijo el?

-que hay otro día fuéramos a cenar.

-Wow Bella así se hace -dijo Ángela- yo no seria capaz de rechazar a la persona que me gusta.

-hasta el día de ayer yo tampoco.

-¿Entonces que te hizo cambiar?

-Ali y Rose me hicieron darme cuenta de que no puedo hacer siempre lo que él quiera.

-eso es genial -dijo sonriendo – espero que se dé cuenta de lo que se esta perdiendo sin ti.

-Yo también lo espero.

.

.

.

 

-Ok amor estaré en unos 10 minutos en la puerta del edificio- dijo Riley al teléfono -Adiós.

-Adiós –me despedí.

Ya era la hora de salida y Riley llegaría en 10 minutos por mí. Guarde todos los archivos que tenía abierto en la computadora de la compañía y también las hojas sueltas que tenía en mi escritorio en el segundo cajón de este. Trate de peinar mi cabello con mis dedos, pero es inútil las ondas de mi larga cabellera se hacían como por arte de magia y me es imposible hacerlas desaparecer si no utilizo una plancha, también intente planchar mi falda de tubo gris que llegaba unos 2 dedos arriba de mis rodillas, la cual había combinado con una camisa de cuello redondo rosa pálido con un adorno en el lado izquierdo (No es muy formal pero fue lo primero que encontré).

Tras el intento fallido de arreglarme un poco, tome mi cartera de mano, me puse en marcha hacia el Elevador y al parecer no era la única que se marchaba, Edward también se dirigía hacia él.

-Bella que casualidad, ¿también ya te vas? –dijo Edward de una manera muy rara, algo sobreactuado tal vez.

- Si, Riley viene para aquí- respondí.

-Mmmm y ¿Adonde te lleva? –pregunto con mucha curiosidad.

-No lo se, es una sorpresa- y ni me importaba con solo que la comida este buena.

-¿entonces para cuando nuestra cena? –pregunto mirándome a los ojos haciendo que me sonrojara.

-no lo se, cuando tu quieras.

-¿Qué te parece este domingo? –pregunto llenándome de mucha alegría.

-Ese día es perfecto -conteste sonriendo.

-Entonces paso por ti a las 6:30 PM –dijo- bueno me tengo que ir.

De alguna manera habíamos salido del Elevador y ya nos encontrábamos en la puerta de enfrente del edificio.

-ten cuidado mientras manejes –dije un poco preocupada. No quiero que te pase nada.

-La tendré -dijo mientras me daba un beso en la frente como el de esta mañana- Adiós y cuídate.

-Adiós- dije moviendo la mano en señal de despedida mientras lo veía caminar hacia el estacionamiento.

Me quede como estúpida viendo el camino que había tomado hasta que la bocina de el auto de Riley me saco del transe, camine rápidamente hacia el auto y me subí.

-Hola amor ¿Qué tal tu día? -pregunto dándome un beso en los labios.

-Bien –dije sonriendo- ¿y el tuyo?

-Fantástico- dijo devolviéndome la sonrisa- más ahora que te veo.

-¿y adonde me llevaras? –pregunte para cambiar de tema.

.

.

.

 

 

Riley me llevo a un restaurante Francés cuyo nombre no podía pronunciar pero era algo como “Le Maison Heureux”.  La comida Francesa no es mi favorita pero no la odio. No puedo entender como Riley puede soportar el que yo no lo quiera.

Desde antes que empezáramos a salir el sabia de mis sentimientos por Edward, y no le importo porque el piensa que yo podre olvidarlo; Admiro su paciencia y seguridad. Yo no podría soportar eso.

-¡Amor! –Exclamo Riley- ¿me oyes?

-¡he!  Si ¿Qué? – respondí despertándome de mis pensamientos- claro.

Riley rodo los ojos – Bella ¿hay algo que te preocupa?

-No po… - fui interrumpida por mi teléfono- Lo siento tengo que contestar.

-Claro- Respondió Riley.

Me levante de la silla y camine hacia una ventana cercana a la mesa, vi que la llamada era de Edward. ¿Que querrá?”.

-Hola- conteste- ¿Qué sucede?

-Bella, necesito que venga rápido a mi apartamento- dijo casi gritando y jadeando.

-¿Qué? ¿Por qué? No puedo.

-Es de vida o muerte, apúrate…-dijo cortando la llamada.

Sentí como  la sangre dejaba mi rostro solo de pensar que le había pasado algo malo.

 

EPOV

El día de ayer me había comportado como un idiota con Bella así que hoy iba a tratar de recompensarla. Para poder realizar mi objetivo llegue a la oficina una hora antes de lo que normalmente llego, lo que significa que Bella ya estaría en la oficina mas o menos desde hace unos 10 minutos.

Entre en el edificio y camine hacia la chica de la recepción, que es la única chica de la compañía con la que Bella se lleva bien. Una chica delgada, pelo negro, piel blanca y con lentes se me quedo viendo sorprendida.

-Ángela ¿Bella, ya vino? –pregunte.

-Me temo que no Sr. Cullen- contesto tranquilamente como siempre. Por alguna razón mis encantos no funcionaban con ella, no es que me molestara pero normalmente las chicas son las que se desvisten solas enfrente de mi.

-ok… Bueno cuando venga dile que quiero hablar con ella.

-Yo se lo comunico.

Me subí en el Elevador y me dirigí al piso 20 donde se encontraba mi oficina. Como siempre en el camino hacia mi oficina las chicas que pasan junto a mi, tratan de hacer algún movimiento para que me las lleve a la cama o a la mesa de mi oficina.

Habían pasado 15 minutos de la hora en que Bella viene normalmente y los malos pensamientos no me dejaban pensar. Alguien toco dos veces la puerta y me levante pensando que era Bella.

-Be… Gianna- dije cuando abrí la puerta- ¿Qué haces aquí?

-¿Puedo pasar? –dijo queriendo sonar seductora; Los primeros botones de su camisa se encontraban desabotonados dejando ver el encaje de su brassier y su falda era muy corta.

-Claro -dije desanimado- ¿Qué te trae por aquí? –pregunte aunque la respuesta era Obvia.

-El Sr. Cullen me pidió que le entregara estos documentos –dijo la secretaria de mi padre con un folder en su mano derecha.

-Gracias- dije tomando el folder y lo puse en mi escritorio en el cual estaba recostado- Ya te puedes retirar.

-¿En serio quieres que me retire? –Si vete de aquí perra” es lo que quisiera decir.

Se acercó a mí y enredo rápidamente sus brazos en mi cuello, ni siquiera me dejo reaccionar cuando sentí que sus labios trataban de devorar los míos. Puse mis manos en su cintura para tratar de alejarla pero tuvo el efecto contrario al que quería porque los demás botones se desabotonaron por la fuerza con la que trate empujarla. ¿Como una mujer puede ser tan fuerte? Intente otra vez, pero esta vez lleve mis manos a su cabeza y aleje sus labios de los míos.

 -No te resistas-dijo con su pelo despeinado y llevando sus manos a mi cinturón.

-Gianna de… -dije tratando de detenerla pero fue interrumpido por que la puerta se abrió. Mierda estoy muerto.

-Edward que es…-dijo una hermosa voz sin poder terminar la frase al ver tal situación- ah… ah… lo siento vendré mas tarde- dijo cerrando la puerta.

-Mierda Gianna suéltame- dije alejando las manos de esta de mi cinturón y corrí hacia la puerta.

-Edward –grito Gianna pero la ignore.

-¡Bella! –Grite y empecé a correr tras ella que se encontraba ya algo lejos- ¡mierda! ¿Como es que caminas tan rápido con esos tacones? – pregunte.

Bella me ignoro lo cual me hacia enojar.

-Bella –dije pero me volvió a ignorar, así que agarre su brazo para detenerla y que me volteara a ver- Bella, deja de ignorarme.

-No te estoy ignorando, solo quiero ir al baño-contesto sin mirarme a los ojos.

Tome su barbilla con mi mano para levantarla y que nuestras miradas se conectaran.

-Tu nunca vas al baño tan temprano –dije, sonando un poco como un acosador que sabe todo sobre la persona que acosa.

-¿Qué haces aquí? –Pregunto fríamente y fulminándome con la mirada – me pareció que estabas ocupado.

-No era nada importante –conteste y pensando en la estupidez que iba a decir- ¿o acaso estas celosa?

–No me hagas reír –dijo burlándose de la estúpida pregunta que hice- ¿que es lo que me querías decir?

-he… yo -respondí tartamudeando.

-Ángela me dijo que estabas preguntando por mí.

-ha eso… estaba preocupado por que no venias -respondí sintiéndome un poco apenado-Me preguntaba si…

-si… ¿Que? -pregunto cuando hice una pausa.

-¿te gustaría ir a cenar conmigo?

-¿Cuándo? – pregunto.

-hoy – Respondí llenándome de ilusión.

-me gustaría… pero

-¿Pero? –interrogue.

-Riley ya me lo había pedido-contestó.

-ha… bueno, quizás otro día- dije encogiéndome de hombros por la desilusión.

-Cualquier otro día seria genial.

-entonces volveré a trabajar- dije sosteniendo su rostro con ambas manos y llevando mis labios a su frente, en donde le di un beso.

Me fui a mi oficina y me sorprendió el estado de esta. Todos los papeles y lapiceros que tenia en mi escritorio se encontraban regados en el suelo.

Maldita zorra


¿Que les parecio? diganmelo en los comentarios amo leerlos (me hacen feliz) y voten.

Capítulo 2: No puedo Capítulo 4: ¡Oportunidad! Gracias celos

 
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