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Capítulo 2: Lo que soy
Estoy caminando bajo la línea que divide algún lugar en mi mente en la frontera del filo y donde camino solo.
Boulevard of broken dreams- Green day
Me desperté sobresaltada, estaba temblando y tenía el pulso acelerado. ¿Hace cuantos años no soñaba con aquel fatídico día? ¿Y porque precisamente hoy me acordaba de eso? Era algo de lo cual no estaba orgullosa de recordar. Y si me era posible lo evitaba a toda costa.
Me fije en el reloj de la pared, eran las seis de la mañana. Y conociéndome no podría volver a dormir aunque quisiera. Cuando sueño con este tipo de recuerdos, mi conciencia me acosa y no me deja descansar.
Era como si mi inconsciente quisiera recordarme constantemente lo que había hecho. Como una manera de castigarme por lo que había hecho.
Ni yo misma me dejaba en paz.
Agarre mi ropa y me fui al baño a cambiar. Me era una costumbre de hace varios años correr unos kilómetros en las mañanas. Lo hacía por mero gusto o en días como estos intentar despejar mi mente.
Escogí un pans color negro, una blusa blanca y mi tenis para correr. Me recogí el cabello en una simple coleta. Y me lave la cara en un intento por despejar mi mente.
La persona que me devolvía el reflejo en el espejo, se veía mucho mayor; tenía unas ojeras pronunciadas, el rostro demacrado y los ojos inexpresivos.
Vaya que mal me veía. Me hacía falta tal vez maquillarme un poco.
Salí del baño y me puse a arreglar la cama. Por suerte mi cuarto era muy parecido al de Forks. Algo pequeño pero era suficiente para mí.
Mi cama se encontraba en la esquina pegado a la pared. Justo enfrente de la ventana. Ahí tenía una hermosa vista del cielo, y había días en las que me quedaba observando cómo se iba ocultando el sol en el horizonte. O como la luna resplandecía en las noches. A veces me daba envidia, como podía brillar tan majestuosamente por si sola…
Alado de mi cama se encontraba mi pequeño closet. El cual estaba atascado de ropa, la cual casi no me ponía. Junto a este estaba mi mueble con mi estéreo de música y mis discos.
Casi siempre escuchaba música, despejaba mi mente de los malos recuerdos, me relaja bastante y me permitía soñar en un mundo totalmente distinto. Era por decirlo así, un pequeño escape de la realidad.
Había gente que tenía muchos vicios malos, drogas, alcohol, sexo. Pero el mío es y será la música.
Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina. La casa la cual me había comprado estaba cerca del bosque, afueras de la ciudad de Chicago. Era de tan solo un piso. Y tenía dos habitaciones –de la cual una seguía intacta- una sala, una cocina, un comedor y un pequeño baño.
Era más que suficiente para mí.
Después de lo sucedido en Forks, decidí probar con lugar distinto. Pues estar ahí era un recordatorio constante de la partida de Edward. Y era una herida que no tenía ganas de abrir.
Mis padres estuvieron de acuerdo con mi decisión, sabían que esto me ayudaría a madurar.
Al principio viví 15 años en Boston, Massachusetts. Era una ciudad no muy tranquila que digamos, con muchos percances. Pero aun así ahí seguí con mis estudios, termine graduada con honores.
Después entre a trabajar para el FBI. Quién lo diría, ahora yo el imán de los peligros no espera a que los problemas vayan a mí, sino que yo voy a ellos.
Durante esos 15 años conocí a mucha gente, salía divertirme, a conocer nuevas experiencias y aventuras (claro cuando mi tiempo libre me lo permitía)
No era la misma persona de Forks. A medida que pasaban los años me fui dando cuenta de quién era en realidad. Descubrí muchas cosas de las cuales ni imaginaba que yo podía estar relacionada con ellas. Me hicieron madurar en muchos aspectos.
Por mi ascenso en el FBI me transfirieron a Chicago. Y desde entonces tengo 5 años viviendo aquí.
Vaya que dios me odia, justamente tenía que venir a parar en la tierra natal de mi querido exnovio vampiro. Porque por voluntad propia no hubiera venido aquí.
El karma es una perra, porque definitivamente solo esto me pasaba a mí.
Luego de mucho pensar en que prepararme me decido por un sándwich de jamón. Después voy por el periódico y mientras mordisqueo mi comida, una noticia de las locales llaman mi atención.
Al parecer encontraron varios cuerpos en las afueras de Chicago ayer en la madrugada. Según el veredicto del forense, fue "un ataque animal". Pues los cuerpos se encontraban drenados en su totalidad, al igual que descuartizados.
Genial, pensé en mi fuero interno. Tendré mucho más trabajo, de lo que por si acostumbro.
Cuando acabe mi sándwich. Fui a mi cuarto por mi reproductor mp3.
Lo sé, es algo… anticuado, pero algunas cosas no cambian. Busque mi lista de reproducción favorita. Era una extraña combinación de Rock alternativo y Heavy metal.
Seleccione mi canción favorita de la lista Numb de Linkin Park.
Oh ahora si tenía motivación para correr unos 5 kilómetros. Salí de la casa, cerré con llave y me dispuse a correr por el bosque.
Ya no era tan patosa como antes, a medida que pasaban los años fue algo que pude controlar. Hasta podría decirse que era muy buena para correr. Pues la profesión lo requería.
A medida que veía pasar los arboles alado de mí, me di cuenta, de cómo mi vida había cambiado desde que me mude de Forks.
Supere la etapa de chica indefensa y débil, la cual le tenía miedo a asomarse al mundo. Siempre era la damisela en apuros esperando a que mi príncipe azul o en mi caso (un vampiro) llegara a resolverme la vida con un beso y unas palabras de aliento.
¡Bah! Qué tontería. Las cosas así no se solucionaban. Eso me lo sabía de memoria.
Si estas esperando a que los demás resuelvan tus problemas por ti, nunca se solucionaran. Debes hacerlo por ti misma. Pues seguirás sentada esperando.
Había aprendido el significado de luchar por mí misma, salir adelante por mi cuenta. A ser independiente. Había madurado.
Después de un rato de ejercicio, decidí volver a la casa. Pues ya debería tener unas cuantas llamadas perdidas de mi equipo del FBI. Ya estaría estar circulando en la ciudad la noticia del "ataque animal".
Aunque claro, solo unos cuantos sabíamos la verdad sobre este asunto.
No eran animales lo que causaban todos estos problemas, eran vampiros. Aunque sonara muy egocéntrico mi trabajo consistía en eliminarlos a todos aquellos que atentaban contra la vida humana. El FBI estaba al tanto de su existencia y hacia todo lo posible por evitar más muertes inocentes.
Y en esta parte esencial entraba yo. Pues era una parte importante en el proyecto.
A veces ser mitad vampiro tenía sus ventajas.
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