La doctora Esme Cullen tiene problemas para poder concentrarse en el trabajo, gracias a Dios no ha tenido que hacer grandes intervenciones... Carlisle la había venido a visitar esta mañana y habían desayunado juntos, como si nada de lo ocurrido la noche anterior hubiese pasado. Ella masticó la ensaimada de crema que le había traído y tragó despacio mirando algunos informes de sus pacientes.

Cuando levantó la vista vio a una de las enfermeras con unas tijeras.

-Gracias-.

Desde que había estado aquí no se le había ido de la cabeza el cajón que no se abría y ella estaba dispuesto a abrirlo.

Metió la punta de la tijera y tras varios forcejeos rompió la cerradura del cajón y se abrió sin más.

Había unos cuantos libros polvorientos y los sacó, en ellos había dibujos sádicos sobre técnicas rudimentarias psiquiátricas, omitió eso y sacó un informe en concreto... arrugó la frente al verlo...

en él ponía... “Leah Black”.

Esme abrió ese historial y allí vio la ficha de la paciente una chica morena y joven... Black... le sonaba ese apellido, joder era el mismo que el de Billy su compañero de trabajo y el de Adam... quizás era su hermana... tenía que cerciorarse antes.

“... la paciente afirme haber visto a su hermano pequeño morir ahogado por unas grandes manos negras salidas del agua...”

Esa frase estaba subrayada con permanente amarillo...

“...habla lenguas desconocidas que no había estudiado...”, “... se habla de una posible posesión demoníaca...”, “no está claro el diagnostico pero la patología principal es una aguda paranoia y un intento suicida por parte de la paciente”

Esme pasó las hojas del informe y allí había un pequeño diario de tapa dura con encuadernación de cuero rojo, abrió el diario...

“Leah Black...

Querido diario, hoy me ha visitado de nuevo, siento el fuego quemarme por dentro cuando está sobre mi pero no para, no desiste, siento que quiero morir cada vez que me toca, pero es inutil luchar, me han atado y solo me sueltan para la hora de comer y en los momentos en los que quiero realizar alguna actividad, como escribir o pintar... ese hombre... es el diablo... viene a poseerme y viene a decirme que todo lo que ha pasado... es culpa... de mi hermano Adam...”

Ella paró de leer al leer el nombre de Adam, si era su hermano... pero de que hombre hablaba... que hombre... sería ese el cual la visitaba y la... tomaba... sonaba a que se acosaba con ella.

Miró la fecha del diario y databa de un par de años atrás... es 18 de Marzo... buscó en el ordenador el periódico de la zona de esa fecha y un titular salió a la vista...

“DETENIDO DIRECTOR DE PSIQUIÁTRICO POR ABUSO A ALGUNAS DE SUS PACIENTES”

Eso lo explicaba todo... pero un momento... ese hombre era....

-Papá-.

ҖҖ

Paula se sentía bien en los brazos de Adam , él dormía plácidamente y sus ojeras se iban borrando poco a poco. Ella besó la comisura de su labio y acarició su cabello laceo. Le gustaba su cabello, cerró sus ojos y se dejó llevar por el sueño pero no consiguió dormirse, ya había llenado todo su depósito.

Adam se removió un poco y se tumbó a su lado en el sofá boca arriba, con los labios tentadoramente entre abiertos y los pantalones abultados, era evidente que estaba excitado.

-Paula...- gimió en sueños-.

Ella no pudo resistirse y aún sin saber exactamente como debía actuar, desabrochó el pantalón de Adam y bajó su boxer. Wow, era enorme y dudó un momento en como debía hacerlo, no quería hacerle daño.

Puso su boca sobre él y cerró los ojos, lo lamió lentamente haciendo pequeños círculos sobre su longitud y vio como se ponía cada vez más dura.

Adam se sacudió y abrió sus ojos, tomó una respiración profunda y la miró fijamente, con sus ojos claros. Ella se sonrojó ligeramente y abrió su boca, la metió hasta el fondo y apretó ligeramente el inicio de su garganta haciendo presión, le miró porque le gustaba mirarle mientras lo hacía.

“Mira Adam, mira como lo hago...”-.

Subió y bajó, subió y bajó y Adam la sujetó del cabello, arqueó su espalda y gimió con voz ronca y profunda, sabía tan bien, ella cerró sus ojos y continuó con ese movimiento hasta que notó un ligero movimiento en la cabeza del miembro de su novio y luego un líquido salió de él, el cual lamió y chupó con adoración hasta que Adam estuvo totalmente relajado de nuevo, con los ojos ligeramente cerrados.

-Ven aquí nena- dijo con la voz ronca-.

Ella se sentó sobre él y le abrazó, notaba su miembro un poco más bando después de haber llegado al orgasmo pero no tardó demasiado en volverse a levantar.

Paula lo miró fijamente y él la tomó de las caderas y la sentó sobre su miembro, ella gimió por la invasión y se relamió los labios, clavó sus uñas pintadas de negro sobre los hombros de él y comenzó a moverse debajo de ella haciéndola moverse a ella arriba y abajo, intentó seguir el ritmo y lo consiguió.

-Paula... vamos... córrete conmigo- dijo con los dientes apretados-.

Y como si eso fuese un detonante todo su cuerpo colapsó sobre el de su amado Adam llegando a un torrente de sensaciones, el orgasmo más intenso, hasta ahora de su vida...