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Bella POV 
En toda la noche no pude dormir nada. Era lunes y tenía un maldito examen del cual no sabía nada…me frustraba sentirme temerosa como me sentía…no había duda, la presencia de James me alteraba…no sé a qué volvió…mi vida estaba bien, tranquila y justamente cuando empezaba a olvidar aparece él como por arte de magia y derrumba lo que me costó construir en dos años. 
Demonios…me levanté más temprano que de costumbre. Tomé una ducha y me vestí con el uniforme del internado. Alice aun seguía profunda, por lo que decidí ir a tomar me desayuno de inmediato, así evitaría a toda costa encontrarme con James. 
Me proponía entrar a la cafetería, cuando sentí un fuerte brazo agarrando el mío. Estuve a punto de gritar, al pensar que se trataba de James, pero para mi sorpresa se trataba de Edward… 
¿Qué haces despierta tan temprano? –preguntó con sutileza 
No pude pegar el ojo en toda la noche…así que me levanté, me arreglé y pensaba tomar mi desayuno hasta que me detuviste. –dije 
No creo que quisieras entrar ahí. –dijo él con voz expectante 
¿Por qué? –pregunté 
El hizo un gesto con su mano libre, insinuándome que asomara mi mirada a través de la puerta de la cafetería. 
Rayos…¿qué hace aquí tan temprano? –dije con voz temblorosa, una vez me percaté que James se encontraba en la cafetería junto a Emmett. 
Ellos no han dormido…pasaron toda la noche drogándose…por eso tienen cara de zombis hoy. –me respondió Edward. 
Suspiré. 
¿Todavía quieres entrar allí? –me preguntó 
Claro que no, para nada…la verdad estoy pensando reportarme enferma el día de hoy…estoy agotada, indispuesta y además no estudié nada del examen. –dije bajando mi rostro 
Perfecto…entonces salgamos de aquí. –dijo Edward 
Acaso estás loco…-pregunté al escuchar su locura. 
Necesitarás una constancia médica que justifique tu ausencia a clases…y mi padre es médico, así que por esa parte no debes preocuparte. –dijo Edward nuevamente 
Sí, pero que le diré a los demás. –seguía un poco frustrada 
Creo que la única que sabe que dormiste en el internado fue Alice, así que podemos inventar una excusa lo bastante buena para ella. –respondió 
Me sentí mal muy temprano y salí del instituto. –dije 
Ok, quizás no te crea mucho…aunque puedes decirle que te encontré en el pasillo quejándote de un agudo dolor y que lo único que se me ocurrió a mí fue llevarte con mi padre que es médico. –musitó. 
Creo que así está mejor. –dije y procedimos a salir por la rejilla que está más alejada de los dormitorios. 
Para mi sorpresa, afuera del instituto había un auto esperándonos. 
Sin duda a su lado me sentía protegida e invencible…no sé cómo ni por qué, pero le daba paz a mi alma que tanto la necesitaba. 
Cuando el auto aparcó, me di cuenta que no estábamos ni una pizca de cerca del instituto. El chofer abrió la puerta y Edward se bajó seguido de mí. 
Disculpa que te traiga a mi casa, pero es que no podía llevarte a otro lugar así vestida…a ambos no podrían llevar a la comisaría por estar deambulando por las calles en uniforme y en horas escolares, además de haber salido sin permiso del internado. –dijo Edward mirándome a la cara un tanto apenado. 
No hay problema. –dije sincera 
Entramos a aquella lujosa mansión…nada exorbitante ante mis ojos, pero tenía que reconocer que su madre tenía un buen gusto para la decoración…quizás tendría que reunirse más con Renee…por ella no contaba con un exquisito gusto por eso mi padre había gastado hace un año una gran fortuna, arreglando los desastres causados por su falta de ambientación. 
Mi niño…te extrañé mucho. –dijo una señora de edad avanzada acercándose a Edward y estrechándolo en un abrazo. 
Hola nana, yo también te extrañé…mira te presento a Bella. –dijo Edward 
Bienvenida a esta casa Bella, ¿puedo darte un abrazo? –preguntó la señora mayor 
Por supuesto… -dije, en ese momento no necesita uno solo sino una docena. 
Ya han desayunado. –preguntó la señora 
No nana…nos deleitas con un exquisito desayuno. –dijo Edward 
Por supuesto hijo…para ti lo que sea. –musitó y se fue directo a  lo que parecía la cocina. 
Caminamos por un amplio vestíbulo que daba al jardín…luego seguimos caminando por un amplio prado hasta que alcanzamos el área de la piscina…allí había un lugar para tomar el desayuno…y allí nos acomodamos. 
¿Quieres hablar? –me preguntó cauteloso, y yo asentí con la cabeza 
El tomó mis manos entre las suyas y me prestó mucha atención…luego de un rato empecé a hablar. 
Hace 2 años conocí a James…él es hijo de uno de los socios más importantes de mi padre. Estudiábamos juntos desde la escuela primaria, y aun en el internado…él siempre me gustó…pero él siempre fue un don Juan, tenía fama de mujeriego…pero eso a mí no me impedía a soñar con él, y mirarlo como el hombre que era…de veras me gustaba…un día él se me acercó y me dijo linda…ese mismo día me sentí la mujer más importante del mundo…poco a poco fuimos haciéndonos más y más unidos, hasta el día que nos hicimos novios…me sentía privilegiada y la chica más envidiada de todo el internado. 
Me quedé en silencio para poder disolver el nudo que se me hacía en la garganta a medida que iba hablando. 
Una noche me hizo escapar de casa para ir a la playa…su hermano le había dejado su auto a disposición ya que él se había ido a estudiar a Tokio…yo en ese entonces era muy ingenua, solamente era una niña…me dejé llevar por la intensidad y me salí de casa…Emmett nunca se dio cuenta…siempre ha sido una piedra mientras duerme…esa noche oscura sin luna ni estrellas…sobre la húmeda arena de la playa me entregué en cuerpo y alma a James…todo parecía marchar bien, estuvimos juntos en muchas ocasiones luego de esa primera vez, hasta…hasta que me comencé  a sentirme mal…los síntomas eran obvios…sabía lo que me estaba pasando…a pesar de saber que me iba ir mal con Charlie y Renee, no podía evitar sentirme feliz…pues dentro de mí crecía un bebé producto del amor entre James y yo…o por lo menos eso era lo que yo creía. –dije antes de hacer otra pausa. 
El día que me hice la prueba…cité a James en la misma playa donde estuvimos juntos…y cuando le di la noticia su reacción no fue la que yo me imaginaba…empezó a gritar y maldecir como loco…primero pensé que esa sería la primera reacción y que luego se controlaría. Pero en vez de que eso sucediera las cosas se pusieron peor…tienes que abortar, me dijo…aun sus palabras me golpean una y otra vez en mi mente…recuerdo que empecé a llorar a cántaros…luego pensé que por fin se había conmovido…pero me hizo ver que aun éramos muy jóvenes para tener hijos, y que si nuestros padres se enteraban lo más seguro sería que nos separarían…yo no razonaba mucho yo solo estaba muy asustada…él hizo un par de llamadas…luego de ello me prometió que todo estaría bien, y que al día siguiente pasaría por mí muy temprano…yo seguía todo lo que él me decía pero aun así me sentía aturdida. –seguía con la confesión hasta cuando fui interrumpida por la dulce nana de Edward. 
Hijos, aquí está el desayuno…que lo disfruten…ah, Edward tu padre en cualquier momento llegara, quieres que le informe que estás aquí. –cuestionó la señora. 
Claro que sí nana. –contestó Edward y la señora asintió y desapareció nuevamente. 
Comamos. –dijo Edward. 
Necesito terminar de hablar. –musité o mejor dicho casi susurré y él asintió. 
Esa mañana muy temprano, James me estaba buscando frente a la casa…como eran los últimos días del verano, le había dicho a sus padres y a los míos que pasaríamos en una finca en los Hamptons, junto a su prima Victoria…pero la realidad era otra…me llevaba a una clínica donde le pagó una fuerte cantidad a un doctor para que me hiciera un aborto…por más que rogué, imploré, grité y supliqué…no fui escuchada, de un momento a otro todo se puso negro a mi alrededor…cuando desperté fue cierto que estaba en una casa en los Hamptons junto a su prima Victoria, pero de James no había rastro alguno…según lo que me había dicho Victoria…había quedado muy débil luego del legrado y pasé casi una semana desmayada…por Dios casi me muero y él la persona que amaba no estaba a mi lado. Los siguientes días no fueron mejores…el vacio en mi pecho me hacía llorar desconsoladamente a todo momento…yo esperaba noticias de James…pero los días seguían pasando y nada ocurría, hasta que un día Victoria me entregó una carta donde James se despedía diciéndome que se iba a Tokio con su hermano y que daba nuestra relación por terminada, que tanto a Emmett como a nuestro grupo de amigos les había dicho que habíamos resuelto terminar porque ya no sentíamos amor…que mentira más cruel…cuando aquel verano acabó yo jamás volví a ser la misma dulce e inocente Bella…y tampoco les aclaré a ninguno de los chicos de nuestro círculo de amistades lo que había sucedido en realidad…aun Emmett sigue pensando que se nos acabó el amor… -dije con lagrimas saliendo de mis ojos 
Tranquila Bella…puedes confiar en mí…yo te protegeré con mi vida si fuese necesario. –dijo Edward apretando más mis manos. 
Chicos, ¿Qué hacen fuera del internado? –nos interrumpió la voz dulce del padre de Edward. 
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Mi preciosa gente....aqui les dejo un regalito por ser tan buenas conmigo....subi tres capitulos en vez de 2....en compensación porque......(aquí viene la parte que no les va a gustar)....bueno en realidad voy a estar lejos de mi pc x unos días porque voy a ver a mi Edward Cullen personal, así que me tomaré unos días de vacaciones con e´l....espero me entiendan....cuando regrese espero tener muchos votos y comntarios  
besos 
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