Edward pov
Las olas de tranquilidad que Jasper emanaba me estaban dejando en un estado casi inconsciente. Estaba postrado en el sofá con Emmet y Rosalie flanqueando cada lado como si fuera un homicida psicótico.
Llevábamos así casi un día entero, en la misma posición, por dios esto ya era pasarse.
Ese maldito chucho no merecía esto. No iba a rectificar mis actos, al fin y al cabo Reneesme podía encontrar a otra persona digna de ella y no a una babosa rastrera.
Ese maldito bastardo había provocado que hasta mi Bella se pusiera en mi contra, ¿es que nadie abría los ojos? ¡Había engañado a mi hija! Y había provocado que huyera a otro lugar sin avisar, sin dar señales, nada. Todo lo que alguna vez temí en mi existencia acababa de hacerse patente.
Todavía se me repetían las imágenes del perro en la cabeza una y otra vez, el que hubiera besado a esa mujer no me importaba en absoluto comparado con el dolor que mostraban los ojos de mi hija cuando lo vio, Reneesme sufría y yo lo hacia con ella, por eso mi rabia me cegó de tal manera que arremetí contra el aunque estuviera casi inconsciente.
Se que fue un acto cobarde, nada propio de mi el enfrentarlo cuando el estaba con la guardia baja, pero no me podía controlar tratándose de una de las dos razones por las que me mantenía en este mundo.
Estaba furioso aun pero todo se camuflaba bajo la influencia de Jasper sobre mí. Por lo menos mis ansias se habían calmado tras saber que Alice estaba con mi hija y ella se encontraba bien, al menos físicamente, porque si llegaba a pasarle algo no dudaría en buscar a Jacob Black y rematarlo.
Bella apareció por la puerta, furiosa y con el semblante demasiado serio para mi gusto.
Me dirigió una mirada significativa y me levante para seguirla, Emmet y Rosalie reaccionaron alertados.
- solo voy a hablar con mi mujer - siseé irritado por la vigilancia excesiva.
Los dos me miraron fijamente sin saber que hacer o que esperar de mí.
- dice la verdad - corroboró Jasper desde la esquina en la que me vigilaba.
Con suma lentitud la pareja me permitió el paso para que pudiera enfrentarme a Bella.
Subí las escaleras y me encerré en mi habitación con ella. Sabia que nos escucharían perfectamente, pero al menos en apariencia solo estábamos nosotros dos solos.
Ninguno de los dos rompió el silencio incomodo, ella solo se dedicaba a escrutarme con su mirada como si hubiera cometido el mayor crimen del mundo. Cosa que me hacia sentirme condenadamente miserable.
- ¿No vas a decir nada?- dijo ella rompiendo el mutismo
- No tengo nada que decir- sabia que eso era orgulloso e infantil de mi parte pero todavía estaba cabreado.
- ¿sabes lo que has estado apunto de hacer?- me bombardeaba con preguntas incriminatorias que me hacían sentir incomodo.
- Lo único que he hecho ha sido defender a mi hija , a nuestra hija Bella-
- No, has estado a punto de arruinar su vida Edward, eso es lo que has hecho-
Esas palabras dolieron como el veneno mas agonizante en mis oídos, como se atrevía a decirme eso cuando yo lo único que había hecho había sido protegerla.
- creía que eras mas sensato, todavía no puedo creer que hayas estado a punto de matar a Jacob sin ni siquiera dejar que te diera una mísera explicación- me dijo caso gritando estaba furiosa, muy furiosa.
- no hacia falta que me diera explicaciones, vi todo lo que tenia que ver en sus pensamientos-
- pues déjame decirte que tu fantástico poder fallo, y mi mejor amigo y la persona mas importante en la vida de tu hija a estado a punto de desaparecer del mapa gracias a tu "no hace falta que me diera explicaciones"- Bella estaba siendo condenadamente cruel conmigo y demasiado irónica, pero a pesar de su dura actitud podría jurar que estaría llorando de haber sido humana. Eso me hizo sentir como un desgraciado, había hecho sufrir a la persona mas importante para mi, inconscientemente me acerque a ella para acariciarle la cara, pero se aparto de mi con un gesto frío.
Mi rostro se crispó en una mueca de dolor.
Ella suspiro y se dio la vuelta para mirar por la gran ventana apartando su vista de mí.
- Jacob ama a Reneesme, y ese amor es solo comparado al que podemos sentir nosotros incluso mas, llega a rozar la locura. Métete eso en tu dura cabeza Edward porque no es más que la pura verdad, en el fondo lo sabes, lo has sabido siempre-
- El la ha traicionado, le ha hecho sufrir, por su culpa Nuestra hija se ha ido-
- Dime una cosa… ¿me odiaste aquel día que bese a Jacob por desesperación? ¿por evitar que cometiera una locura?, ¿Por qué tal vez lo fuera a volver a ver mas? ¿dudaste aunque fuera un solo segundo de mi amor por ti Edward?-
Mi seguridad y fortaleza se esfumo en un suspiro, solo ella sabia darme donde mas flaqueaba.
- contéstame – casi me ordeno, todavía sin mirarme.
- No, no lo hice- la vi asentir con la cabeza muy discretamente.
- Ahí tienes la explicación que nunca quisiste escuchar-
Me quede ahí de pie analizando la información que Bella me había mandado a borbotones, demasiado brusca, pero quizá lo hizo porque fuera necesario.
No me arrepentía de mis actos, quizá me había pasado un poco solo quizá.
- Me estas tratando de decir que…- no pude seguir
- Que aunque Leah este enamorada de Jacob, el no siente nada por ella, lo que viste es simplemente un gesto de culpabilidad que se le fue de las manos, ya sabes que se cometen actos desesperados frente a situaciones desesperadas, si juzgas a Jake por eso me estas juzgando también a mi-
Me miro fijamente mientras mi mente reaccionaba y esperaba una señal divina que hiciera abrir los ojos.
- yo…lo siento Bella, pero estoy, estoy muy confuso –
- no es a mi a quien tienes que pedirle disculpas- automáticamente se retiro, privándome de su presencia, de poder tocarla y sentirla, la necesitaba mas que nunca y ella lo sabia pero aun así se fue. Tendría que haberlo hecho realmente mal para que se comportara de esa manera conmigo. Me estaba castigando a su manera por haber sido tan necio.
Me quede solo en la habitación, con mis pensamientos y los de algunas personas mas, pero hice caso omiso para poder apartarlos.
Quizá si me había comportado hipócritamente, me había dejado llevar por mis prejuicios hacia Jacob. El no hizo nada mas grave que lo que hizo mi mujer en tiempos pasados, es mas, Bella si que sentía algo mas por el tercero en discordia, pero el no sentía nada por la licantropa.
El Solo quería a mi hija, y lo sabia, por mucho que me quemara las entrañas el tan solo pensarlo.
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Nessie Pov.
Por más que mirara ese asqueroso brebaje marrón no tenia la fuerza para beberlo.
- Ness, tomate el café de una maldita vez, te sentirás mejor- protesto mi tía
Si claro, tal vez me haría vomitar, muy a mi pesar le pegue un trago sin detenerme a saborearlo.
Mire a través de la ventana de la cafetería, solo se veía la autopista y el bosque colindante.
Habían pasado ya varias horas desde que mi tía me encontró en el bosque, sin decir mas me abrazó, cosa que me reconforto muchísimo, y seco mis lágrimas. No me pregunto nada, simplemente me consoló, sabia que se moría por saber que me pasaba, pero una de sus mayores virtudes era saber esperar el momento adecuado para hacer cualquier cosa.
Y ese no era el momento de preguntar.
Me cargo hasta su coche como una niña pequeña y arranco, mi cara se descompuso al pensar que nos dirigíamos de nuevo a Forks, no, no estaba preparada para eso.
-Tranquila cielo, no vamos a ir a ningún lugar que tú no quieras- Tarde poco en darme cuenta de que le había traspasado a Alice mi angustia a través de nuestro contacto.
Asentí y me acomode en el asiento, un poco mas tarde llegamos a esta cafetería de carretera.
Desconcertantemente el calor del café en mi estomago y en mi cuerpo me sentó bien, mi cuerpo se acciono y comenzaba a comportarse de manera habitual.
Mi tía me miraba con sus bonitos ojos clavado en mí, esperando respuestas o algún tipo de explicación por mi parte.
Carraspeé un poco antes de hablar.
- Alice, yo…- no sabia como empezar, ¿como le decía a ella que Jake había besado a otra, que me sentía engañada y que a causa de mi maldita estupidez me había emborrachado y acostado con un tipo que no conocía de nada?
No podía.
Opte por la manera mas sencilla de hacerlo, agarre su mano con cariño y mi mente dejo escapar imágenes, me moría de vergüenza al enseñarle todo eso, pero sabia que ella era la adecuada, no me juzgaría como una madre ni un padre, tal vez la decepcionaría pero sabia que ella podría llegar a comprenderme mejor que nadie.
La conexión que había entre ambas era fuerte. Retire mi mano con lentitud y agache mi mirada, no podía mirarla a los ojos.
Sus manos frías y delgadas me alzaron la barbilla para que pudiera mirarme. Y mis lágrimas no tardaron en volver a derramarse.
- la he jodido Alice, me he comportado peor que el , soy un monstruo-
- Ness, mírame, no eres ningún monstruo, solo has cometido un error, muy insensato eso si, pero al fin y al cabo un error- no pude evitar llorar mas fuerte parecía una niña estupida.
- No puedo volver, … tengo miedo –
- Reneesme, escúchame bien, no tienes porque tener miedo, nadie va a juzgarte, ¡por dios somos tu familia¡ nunca te haríamos daño, todos y cada uno de nosotros daríamos la vida por ti. Ni te imaginas lo que se nos paso por el cuerpo cuando regresamos y no estabas, ni te encontrábamos por ningún lado.-
- Lo siento- me sentía realmente mal, de solo pensar en como lo habrían pasado, reconozco que me había comportado como una egoísta, y como una desquiciada, nunca me había arrepentido tanto de mi comportamiento como en este momento.
Si alguna vez me considere lo suficientemente madura, acababa de mandarlo todo al carajo, dejando ver que era una simple niña malcriada peor incluso que una de seis años, los que realmente tenia.
- no lo sientas pequeña, todos cometemos errores- me dijo mientras me limpiaba las lagrimas. Yo aparte mi cara.
- No Alice, no merezco que me trates así, debería estar pudriéndome en el infierno o algún lugar parecido, no lo merezco.-
Mi tía suspiro con pesadez y se levanto de su asiento para sentarse en el de mi lado, sus brazos me aprisionaron fuertemente mientras yo luchaba por soltarme.
Cosa que Seria imposible.
-¡Renesme ya basta!, no te puedes torturar de esa manera por un simple error, eres tan trágica como tu padre, escúchame bien, todos y digo todos hemos tenido fallos, desde tu abuelo hasta mi, y puedo asegurarte que tenían peores consecuencias que lo que tu has hecho-
me quede mirándola expectante, no me imaginaba a mis padres haciendo algo de semejante calibre o peor, o a mis tíos o abuelos, pero sabia que Alice no me mentía ni me lo decía por reconfortarme, así que de algún modo me sentí un poco mejor.
- Nadie es perfecto, grábatelo en esa dura cabeza ¿vale?- asentí en respuesta.
- bien, ya es hora de irse a casa- me froto un poco el brazo cariñosamente y se fue a pagar la comida.
No no no, no podía regresar lo de como se lo iba a contar a mis padres o como se iban a enterar me tenia aterrada, pero aun peor no podía volver a ver a Jacob.
Su nombre me estaba carcomiendo la cabeza todo el puñetero día, no podía apartarlo, no tenía fuerzas para enfrentarlo.
Saber el daño que me causaría mirarlo y saber que todo lo que me había dicho era mentira, todas sus caricias, sus gestos, el amaba a Leah, yo solo era un obstáculo que se interponía entre los dos, era una molesta imprimación de la que nunca se podría deshacer, en eso se resumía.
Me dolía cada poro de la piel al recordarlo, el era el único hombre al que he llegado a amar y se que no podré amar a otro.
Esto era terriblemente complicado.
Me apoye en el porshe con la mirada fija en la nada, y el líquido derramándose por mis ojos.
Solo quería que Jake fuera feliz y eso significaba que tuviera que irme lejos me iría.
Alice salio y pusimos rumbo a Forks, en un trayecto bastante silencioso, ni siquiera encendió la radio que tanto le gustaba escuchar, solo el sonido cortante del viento contra el coche.
Aparco en el gran garaje y respire hondo tres veces antes de enfrentarme a mi familia y tener que dar explicaciones.
- nena, no tienes porque explicarte si no quieres ¿de acuerdo?, recuerda que te apoyare tanto si decides cotárselo a tus padres como si no, esa es tu decisión.-
Asentí con la cabeza y nos dirigimos a la gran casa.
Todos me recibieron efusivamente con numerosos besos y abrazos, no se porque me imagine que fuera a ser de otra manera, me querían demasiado.
Todos respetaron mi espacio amablemente incluso papa y mama y me permitieron ducharme y dormir.
Me despertó una luz tenue, La luz de la mañana nublada.
- Forks- murmure a regañadientes mientras me levantaba.
Escuche una risilla musical muy bajo y me gire para ver a mi madre apoyada en la pared.
- se te ha pegado ese brote psicótico de papa sabes, si, ese de espiar a la gente mientras duerme-
Su risa aumento el volumen y se acerco hasta mí para abrazarme. Su frío abrazo era reconfortante.
- Reneesme, no vuelvas a irte de esa manera, por favor-
La mire decaída, me sentía terriblemente culpable, los ánimos no estaban muy animados cuando llegue, pero tampoco era para tanto solo había estado fuera dos días y de esos dos uno y medio estuve con mi tía.
- lo siento, no quería preocuparos, pero necesitaba irme- me debatía entre contarle mi desliz o no, la decepcionaría cuando se enterara de que su hija era una zorra vengativa. Sus dorados ojos se clavaban en mí.
Decidí optar otra vez por hacerlo del modo cobarde y mostrárselo con mi don, acaricie su mejilla delicadamente mientras que los dolorosos recuerdos se transferían de mi mente a la suya.
Mama espero con la mirada clavada en la nada. Retire mi mano poco a poco cuando su rostro se crispó, pero ella no me soltó y me agarro con cariño.
- Reneesme, esto ha sido todo un malentendido, no tienes porque torturarte de esta manera.-
La mire extrañada.
- perdona mama, pero no te entiendo ¿porque me dices que ha sido todo un malentendido?-
Pude jurar que su cara se puso más blanca de lo que ya estaba.
- mama, ¿ha pasado algo?, quiero decir, a parte de lo mío-
Un sexto sentido me decía que algo la incomodaba y no me lo quería decir. Se removió un poco.
- no cielo, claro que no ¿porque iba a pasar algo?- la mire con sospecha nunca se le había dado bien mentir. –
me estaba empezando a poner nerviosa, de repente algo hizo click y lo comprendi.
-has hablado con el- le dije mirándola fijamente mientras ella negaba con la cabeza
- ya lo sabias- segui diciendole , recriminandole.
-Mama, dime que demonios pasa- casi le siseé de furia.
se debatía internamente, lo estaba pasando mal, ¿que demonios me estaba ocultando? Dios santo me iba a volver loca.
Podía ver como lo pasaba realmente mal, pero ahora mismo eso me daba igual.
- antes de nada quiero que me prometas que no vas a cometer ninguna locura- dijo cautelosa
!joder! esto era peor de lo que pensaba pintaba mal, muy mal. Mi cuerpo comenzó a estremecerse y a enfriarse a la vez.
- promételo- me dijo con voz serena
La mire con los ojos oscurecidos mientras asentí casi imperceptiblemente.
...
chicas ya llegamos al final del fic quedan muy pocos capitulos
espero q os haya gustado el fic tanto como a mi
nos leemos en el proximo y perdon por tardar tanto