19. Una película de su vida.

Jueza Davidson POV

Realmente este caso me tenía bastante preocupada e intrigada. La custodia de una niña pequeña no se puede asignar a cualquier persona sin haberla conocido previamente. Pero en mi trabajo no me permiten llegar a conocer tantos aspectos de la vida personal de las partes implicadas en la sentencia. Pero no puedo evitar que este caso me recuerde a la peor experiencia que he tenido  en toda mi vida.

A los 20 años, mientras estaba estudiando la carrera de derecho para en el  futuro poder llegar a ser lo que hoy en día soy, me quedé embarazada del chico con el que en esos momentos estaba manteniendo una relación con el que pensé que sería el amor de mi vida.

A pesar que él se negase a hacerse cargo de nuestro bebé yo lo tuve, fue lo más bonito que jamás he tenido. Yo compaginaba los estudios con el bebé y en el tema económico mis padres me ayudaban a poder mantener al bebé. El papá de mi hijo no se quiso hacer cargo, pero tampoco soporto que lo dejase. Por eso des de el momento en  el que mi hijo nació se dedicó a hacerme la vida imposible. Hasta que llegó un momento en el que la cosa se salió de control. Él me quería hacer daño  y cuando se enteró que lo que yo más amaba en el mundo era a mi bebé, empezó a maquinar un plan para herirme a través de él.

Pero lo que jamás me hubiese imaginado es lo que hizo. Un día me llegó una carta del juzgado, en la cual se me citaba para decidir quién se quedaría con la custodia total del bebé. Al principio estaba muy tranquila ya que él nunca se había hecho cargo del niño ni lo había querido. Pero en ese momento dios debería de odiarme bastante, porque él ganó el juicio y se llevó a lo que más quería en el mundo. En ese entonces estaba hundida en la miseria, ya que no podía volver a ver a mi pequeño, pero hubo una noticia que me dejo muerta en vida. Recuerdo que fue una tarde de mayo que estaba estudiando para los exámenes de la universidad cuando el teléfono de mi  casa sonó, cuando lo cogí, me di cuenta que era la policía. Me llamaban para darme el pésame, ya que el desgraciado de mi ex pareja había matado a mi querido bebé.

Desde ese momento, me prometí a mi misma que jamás permitiría que le volviese a pasar nada malo a ningún niño pequeño por culpa de una custodia mal repartida. Por esa mala experiencia es por lo que decidí realizarle este estilo de interrogatorio a la pequeña para saber quién es el acertado para criarla. Aunque después de lo que vi y escuche en el juicio, me parece que la niña elegirá al señor Cullen. A la señorita Denali no la conozco pero en la forma que tenía de referirse a la pequeña y a veces incluso con el desagrado con el que la recordaba me demostró que ella no se merecía pasar tiempo al lado de la pequeña Sophie, pero eso lo acabaría de asegurar después de escuchar a la pequeña que en estos momentos estará en la sala a la que me dirigía.

Pero lo que no me esperaba al abrir la puerta es que la niña era tan sumamente preciosa y pequeñita. Ella se encontraba en el centro de la sala jugando a los bloques con la psicóloga. Cuando cerré la puerta detrás de mí, ella giró su cabecita y me miró curiosa.

-Hola princesa, cómo te llamas? – le pregunté

-Me llamo Sophie Cullen – dijo muy flojito, por lo visto era una niña bastante tímida.

-Bueno pequeña supongo que querrás irte a tu casita – dijo la psicóloga y la pequeña asintió con la cabeza – pues primero hablaremos un ratito y luego te podrás ir – le explicó.

-Sophie, imagínate que nosotras queremos hacer una película de tú vida. Y tenemos que saber todo lo que pasa en ella. Estas dispuesta a explicárnoslo todo sin mentir? – le dijo la psicóloga.

-Vale, pero mi historia es un poquito triste al principio – nos avisó. – Antes cuando Tanya y mi papi estaban juntos, yo casi siempre estaba muy triste, pero cuando papi venía del trabajo yo volvía a estar contenta, con el siempre jugaba, cantaba, cocinaba y él me quería y me quiere mucho. Pero cuando mi papi estaba trabajando, me quedaba solita con Tanya. Ella es muy mala y siempre me chillaba o me empujaba cuando me ponía delante suyo – dijo mientras se le caían algunas lágrimas – Ella siempre decía que yo nunca debería haber nacido y que nadie me quería porque era una niña estúpida y molesta. Pero por suerte mi papi siempre venía y me protegía. Toda mi vida era así, hasta que un día en una cafetería donde estaba desayunando con mis tíos y mi papi, la vimos. – cuando menciono a esta chica una sonrisa se instaló en su rostro.

-A quien visteis Sophie? – pregunté muy interesada por la historia de la pequeña.

-Pues a mi mami!!- dijo como si fuera obvio.

-A Tanya? – dije confusa.

-No!! Tanya es la mujer que me trajo a este mundo pero no es mi mami de corazón, ya que una mami quiere a sus hijos y ella no me quiere. Mi mami, se llama Bella. Ella es la mami que siempre soñé. Ella me quiere, me cuida, me da besitos, me baña, me cuenta cuentos antes de irme a dormir y cuando tengo pesadillas, me deja dormir en la cama con ella y con mi papi. Ella es mi mami de verdad!! – dijo – pero queréis saber para la peli como la conocí? – nos preguntó. No pude evitar soltar una risita ya que ella pensaba que realmente haríamos una película de su vida. Nosotras dos asentimos – Pues como antes he dicho estábamos desayunando cuando la vi por primera vez, ella es muy bonita con el pelo largo, los ojos color marrón, como su pelo y es bastante bajita al lado de mi papi. Era la primera vez que yo la veía pero mi papi y mis tíos ya la conocían de cuando eran pequeños. Esto no se lo digáis a nadie porque es un secreto, pero mi papi y mi mami de pequeños estaban enamorados pero no se atrevían a decírselo y ahora cuando se han vuelto a encontrar se han enamorado mucho y se lo han dicho. – Así que en teoría la pareja del señor Cullen es a la que llama mami Sophie, por lo visto es una gran chica y que  adora a esta pequeña. – Si queréis os la puedo presentar cuando me venga a buscar  y también os puedo presentar a mi hermano – un momento la pequeña tenía un hermano? Eso no salía en el expediente.

-Tienes un hermano? – le preguntó la psicóloga que estaba igual de extrañada que yo.

-Si.- dijo muy contenta – Bueno en verdad no es mi hermano de sangre, pero es el hijo de mi mami Bella y nosotros nos queremos como hermanos de verdad. Incluso compartimos habitación. Porque desde hace unos meses Bella y Seth viven en mi casita – nos explico con un brillo en los ojos.

-Y sois felices los cuatro juntos? – pregunté.

-Si somos súper felices y ahora que no está Tanya de pro medio yo ya puedo pasear y correr por mi casita y tranquila. Nosotros cuatro somos como la familia que siempre soñé tener – dijo la pequeña mientras daba saltitos en su silla. – pero a veces Seth está un poco triste y se va con Bella a llorar – dijo la pequeña de repente triste.

-Porque Seth se va a llorar con Bella? – preguntó la psicóloga.

-Porque hace unos pocos meses su papa se murió, mi hermanito y Bella estaban muy tristes – nos confeso la pequeñita. En ese momento sentí unas inmensas ganas de conocer a esa gran mujer que cuidaba y quería a esta pequeña y que ayudaba a su hijo a superar la muerted e su padre. Pero una voz me sacó de mis cavilaciones.

-Bueno Sophie, muchas gracias por todo lo que nos has explicado- le dijo mi compañera.

-Me avisareis cuando vayáis a hacer la película? – nos preguntó ilusionada.

-Claro. Porque no nos presentas a tu mami y a tu hermanito? – le dije mientras salía con ella de la sala. Pero lo más importante es que salía de la sala con las ideas muy claras el señor Cullen merecía la custodia de la niña. En cuanto salimos por la puerta un pequeño de pelo negro se acercó donde nos encontrábamos y abrazó a Sophie.

-Como ha ido todo? – le preguntó.

-Muy bien Seth, sabes que van a hacer una película de mi vida? – le explico la pequeña al que supuse que sería su hermano Seth.

-Señora, yo podré salir? – me preguntó esperanzado.

-Claro que sí pequeño – en ese momento una mujer que coincidía con la descripción de la pequeña se acercó a nosotros.

-Buenos días, mi nombre es Isabella Swan. Soy la pareja de  del papá de Sophie- me explicó mientras me estrechaba la mano.

-Encantada de conocerla esta pequeña habla de usted de una manera formidable se nota que la quiere mucho. – le dije.

-Mami!!! – dijo la pequeña que abrazo las piernas de la chica.

-Hola mi amor, como ha ido todo? – le preguntó a la pequeña mientras le daba un beso y le ponía un mechón de pelo que se le había escapado de la cola detrás de la oreja.

-Muy bien, nos podemos ir a casita? – le preguntó la pequeña haciendo un puchero.

-Que os parece si vamos a buscara a vuestro padre y comemos todos juntos- propuso la señorita Swan.

-SÍ! – chillaron los dos niños.

-Bueno señora ha sido un gran placer conocerla y espero que tome la decisión correcta. Será mejor que me lleve  a estos dos monstruitos a ver a su padre o si no me comerán viva – dijo provocando que se me escapase una risa.

-Espero que pase un buen día y dígale al señor Cullen que no se preocupe que la niña es suya – la tranquilicé.

Después de ver como Isabella subía a los pequeños al coche y les ataba en las sillitas me dirigí hacia el interior del juzgado donde empezaría a escribir la sentencia a favor de Edward Cullen.