Otra vez esa escena, que se repetía en mi mente una y otra vez, los ojos de Leah clavados en mí mientras su boca luchaba contra la del único hombre que he amado en mi vida, un escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza y mis ojos se abrieron de par en par.
La luz de la mañana me cegó absolutamente, un momento, ¿donde estaba?, esta claro que en Forks no, ya que podría contar con la mano las veces que el sol me ha cegado al levantarme estando allí.
Cuando mis ojos se acostumbraron y mis sentidos se despejaron pude analizar el entorno.
Los coches y el trafico de la mañana se escuchaban a través de la ventana, estaba en una habitación que no conocía, en una cama donde no había dormido nunca, me estaba poniendo cada vez mas nerviosa, trague en seco para mirar debajo de las sabanas
bien, lo que mas temía acababa de confirmarse, estaba en un piso desconocido, en una cama desconocida y completamente desnuda.
Perfecto.
Mi corazón comenzó a latir como loco y mi cuerpo paso del calor al frío en dos segundos.
No sabia como demonios había llegado ahí ni lo que había hecho, lo único que quería era salir ya.
Me gire levemente pero para mi tranquilidad no había nadie en el otro lado, solo un papel.
"siento dejarte sola, tenia trabajo" justo abajo ponía un numero de teléfono junto con un "llámame".
¡Mierda, mierda mierda!
¡¿Pero que coño había hecho?¡
Salí de la cama buscando mi ropa, tenia que salir de ahí lo mas rápido posible, aunque ya que estaba me daría una ducha , no sabia cuanto tiempo iba a estar sin poder volverme a asear
Salí a la calle desorientada, no sabia a donde ir, no conocía la ciudad, estaba asustada por todo lo que estaba pasando.
Recorrí unas cuantas calles sin rumbo, no tenia ningún destino, pero estaba claro que no quería volver a mi casa, no, eso no lo haría. Finalmente me deje guiar por mi sentido del olfato, si había llegado por el bosque, en algún lugar de esta maldita ciudad estarían sus limites.
Conseguí seguir ese olor y tras pasar por violentas calles llenas de trafico y humanos desquiciados, llegue a un polígono industrial un poco abandonado, pero a lo lejos se veían ya los árboles, salte unos cuantos muros sin dificultad y me adentre en el único lugar que me daba paz y tranquilidad.
Profundicé el camino, realmente no sabia si iba hacia el norte, hacia el sur o hacia dios sabe donde, nunca en mi vida había notado mis sentidos tan inútiles como ahora, estaba turbada.
Cuando estuve segura de que nadie me encontraría, me senté en el suelo y me agarre las rodillas como cuando era pequeña, comencé a llorar y a descargar todo, absolutamente toda la angustia que me había acompañado desde ayer hasta ahora mismo.
Cuando conseguí calmarme, una serie de flashazos bombardearon mi cabeza.
Anoche entrando en la ciudad
Sentada en la barra de un bar
Un chico que se acercaba a mí
Bebiendo y riendo con el
Besándolo
No, esto no podía ser cierto, esa no podía ser yo, era imposible.
Mi mirada estaba fija en la nada mientras mis recuerdos de la noche anterior me bombardeaban sin piedad alguna.
Estábamos en la puerta de una casa, por la que yo había salido corriendo esta mañana.
Lo besaba con rudeza, lo jalaba, pero a él no parecía importarle.
Nos metimos en su apartamento.
Cubrí mi cara con mis manos, no podía creerme lo que había hecho, otra vez la humedad vino a mis ojos. Las imágenes iban y venían mostrándome como me aproveche de aquel chico, aunque a el no pareció importarle, estupido humano.
Pero cuando mas miedo sentí fue cuando una imagen mostró mi boca apoderándose de su cuello y comenzando a morder, el chico se río y se aparto para seguir con su tarea, para el había sido solo un juego, si supiera lo cerca que había estado de la muerte.
No me podía creer que hubiera estado apunto de morder a un humano, esto era demasiado para mi, demasiado.
Cuando los flashazos de mi locura me dieron una tregua, pude analizar la situación, intentaba pensar con la cabeza fría, pero era difícil.
Jacob había besado a Leah, pero yo me había acostado con otro hombre.
Jacob me había mentido, alomejor me quiso una vez, pero eso lo dejaba en duda tras ver como le dedicaba sus caricias a esa mujer.
Lo mas doloroso de todo, es que yo aun lo quería, lo quería endemoniadamente y por mucho que mis ansias de venganza y olvido se hubieran puesto en practica anoche, no habían servido de nada, solo para hundirme mi propia moral y mis principios y para hacerme sentir como un ser insignificante y rastrero.
Medite durante horas a quien podía llamar mientras miraba el móvil que había "tomado prestado" de la casa desconocida. Estaba claro que yo necesitaba ayuda, por mucho que me gustara ser autosuficiente sabía que esta no era ocasión para dejar salir mi orgullo, más bien lo enterraría.
Jacob pov.
Sentí un agudo dolor en costado, para luego entender que estaba volando por los aires.
Mi cuerpo choco contra la parte alta de un árbol, y fui cayendo en picado hasta el suelo llevándome de paso algunas ramas.
Intente usar mis habilidades para evitar que el impacto fuera catastrófico, pero mi cuerpo no respondía, no era más que un peso muerto.
Inevitablemente mi cuerpo cayó como un saco de arena. Creo un par de costillas se fueron al carajo, de mi boca solo salían jadeos de dolor.
- ¿Dónde esta?- la voz furica de Edward fue todo lo que me faltaba para terminar de despertarme.
Intente hablar pero el caer de espaldas me había hecho perder casi la respiración y el habla, solo agonizaba.
- ¡¿ donde esta mi hija?¡- su voz cada vez era mas alta y peligrosa, si hubiera estado en mi estado normal ya le habría mordido su puñetera cabeza.
- Que te jod…- intente decirle pero el aire me falto de nuevo para seguir hablando, lo vi acercarse para arremeter otra vez contra mi, cerré los ojos.
Se escucho un estruendo parecido al de dos rocas chocar a 100 Km. por hora, pero no fue mi cuerpo el del impacto.
Abrí mis ojos para ver a Emmet sobre su hermano, que se retorcía intentando escapar de su agarre, era una escena realmente grotesca.
Escuchaba movimiento a mí alrededor, un hedor insoportable a vampiro por todos lados.
Hice el intento de incorporarme pero mi costado me recibió con una intensa oleada de dolor insoportable, me volví a tumbar, y escupí algo de sangre de la boca, que me estaba ahogando.
Las voces alrededor pasaron a ser zumbidos mis ojos vislumbraban siluetas ir y venir.
- ¡Edward no!- un grito femenino rompió mi trance.
A continuación solo dolor.
La voz que no me había salido antes me salio ahora de golpe en un grito que me desgarro la garganta, notaba mi cuerpo convulsionarse para entrar en fase, lo que hacia que la agonía se hiciera mas intensa, luchaba con todas mi fuerzas para tranquilizarme, amansar a la fiera pero seguía temblando.
El peso que me oprimía ya no estaba, pero el dolor seguía en cada rincón de mi cuerpo.
Apretaba los dientes para no gritar.
Pronto unas manos frías me palparon la frente y la cara, cosa que agradecí ya que mi cuerpo ardía.
- Jake, mírame Jake- su voz me sonaba, mis parpados se esforzaron en abrirse
- así cariño, no los cierres- conseguí enfocar para ver Bella con una mueca de angustia.
- Carlisle hay que llevárselo ya-
- No lo podemos mover Bella , los huesos pueden perforar el órgano en el mínimo esfuerzo-
Uff, eso no sonaba nada bien, ese hijo de puta me había dado una buena paliza, mi respiración se agito cuando sentí un pinchazo, luego todo se volvió negro.
Mis ojos se abrieron lentamente, el olor a lobo me tranquilizo un poco y me hizo sentirme algo mas seguro. Pude distinguir la habitación, estaba en casa de Emily.
Di gracias al cielo porque no me hubieran llevado a la mía, tratar con Rebeca no hubiera sido tarea fácil.
Me mire el cuerpo intentando examinar de donde provenía mi dolor.
Tenía una venda envolviéndome el torso entero y un cabestrillo en el brazo. Esto me resultaba podidamente familiar. Trate de quitarme unos molestos tubos que salían de mis brazos, unidos a una maquina que hacia un ruido insoportable para mis agudizados oídos.
- Ni se te ocurra moverte Jacob Black- una muy embarazada Emily asomo por la puerta con el ceño fruncido.- han tenido muchas complicaciones para sanarte y ahora no lo vas a estropear ¿me has entendido?-
Asentí con la cabeza dándome por vencido, odiaba sentirme inútil postrado en una cama.
Intentaba recordar lo ocurrido, pero solo venían a mi mente las ráfagas de árboles y setos que se difuminaban a mi paso mientras corría para buscar a Ness. Dolía solo el recordar su cara cuando me miro por última vez.
Si esto era una pesadilla quería despertarme ya.
Recuerdo que estuve corriendo incansablemente durante horas y que mi cuerpo cayo casi inconsciente cuando no pude mas, después solo dolor y vampiros. Un gruñido se me escapo del pecho cuando recordé a Edward. No sabía si quería saberlo pero aun así pregunte.
- Emy, ¿Qué paso?- dije muy a mi pesar.
Ella suspiro y acorto el camino sentándose dificultosamente al borde de la cama.
- ayer te trajeron hasta aquí con dos costillas rotas a punto de perforarte un pulmón Jake-
Mis ojos se abrieron de par en par. Sabía que me habían jodido bien pero no que hubiera llegado a tanto.
- Bella vino con Carlisle y con Emmet hasta aquí, los chicos no pudieron ayudarte porque habías salido de fase, y cuando llegaron solo quedaban los demás vampiros intentando neutralizar a Edward.
Casi hay otro enfrentamiento entre Embry y la rubia, pero Seth y Jasper consiguieron apaciguar un poco las cosas.
Al llegar estabas sedado, tardaron un buen rato en traer hasta aquí lo necesario para que pudieran abrirte y reconstruir la zona dañada, si tus huesos sanaban antes de lo debido…- se quedo callada y me miro- El caso es que consiguieron curarte y ahora estas bien, eso es todo lo que importa-
Asentí con la cabeza y mire al techo como si fuera algo interesante.
- descansa Jacob, todo se solucionará, confía en mí- me apretó levemente la mano y salio por la puerta, no tarde mucho en volver a dormirme, la anestesia todavía seguía patente. Lo agradecí ya que mi mente solo la ocupaba una persona y pensar en ella dolía demasiado, mas de lo que podía soportar.
Llevaba dos días en esa asquerosa cama, aburrido, desesperado, deseando salir de ahí. El Dr. Colmillos solo venia cuando estaba sedado o dormido, por lo que no lo podía atosigar con preguntas. Suspire e impacte mi cabeza contra la almohada.
Pronto me puse alerta, ante el olor, me incorpore quedando sentado, cosa que maldecía mil veces por el dolor. El pomo de la puerta se abrió para dejar entrar a Bella con toda su imponente belleza vampirica.
Mi cuerpo seguía en tensión, seguramente querría descuartizarme hasta que no quedara nada de mi, los temblores en mis manos comenzaron.
- no me puedo creer que seas tan desconsiderado- me dijo mirándome cuando cerro la puerta detrás de mi.
La mire confuso, mis temblores cesaron un poco.
- me duele que creas que voy a hacerte algo cuando fui yo la que te ayudo contra mi propio marido -
Recordé inmediatamente el rostro contraído de mi amiga y sus manos posándose en mi cara.
- lo siento- mi cuerpo se relajo automáticamente, cosa que agradecí, aunque mi voz sonaba mas ronca y pastosa de lo normal a causa de casi no haber hablado en una semana.
- creo que acabo de tener un deja Vu- me dijo casi sonriendo mientras se acercaba a la cama.
Solté un suspiro risueño, tenia razón, me acorde de la otra vez que estuve postrado en una cama, tras una pelea con vampiros, aquella época en la que suspiraba por cada uno de los huesos de una Bella todavía humana.
- cierto, aunque ahora no hueles tan bien ¿sabes?- le dije intentando bromear
- podría decir lo mismo- dijo mirándome fijamente.
Nos quedamos en silencio, algo incomodo la verdad, pero Bella rompió el hielo.
- tenemos que hablar Jake-
- lo se-
Cuando fui a abrir la boca para preguntar lo único que me importaba de verdad se me adelanto
- esta bien , Alice esta con ella, nos llamo ayer desde Portland-
Mi cara hizo una mueca que no pude descifrar ¿que carajo hacia en Portand?
Por lo menos me quedaba el cosuelo de saber que estaba de una pieza y acompañada por Alice. Cada vez que pensaba en Ness una oleada de malestar y culpabilidad me recorrían de pies a cabeza.
- bueno ahora quiero que me cuentes que demonios ha pasado para que Reneesme este en otro estado, y tu hayas provocado que Edward te dejara postrado en una cama-
Se me escapo un gruñido al escuchar el nombre de Edward, seis años después y todavía seguía jodiendome escucharlo.
Cuando mi amiga se acomodo a la orilla de la cama, comencé a contarle esa semana inolvidable y catastrófica a la vez, omitiendo detalles obviamente, no quería poner en mi contra a la única aliada que tenia en este asunto mostrando como me aprovechaba de su hija.
- Bella , yo se que no lo he hecho bien- le dije al terminar mi historia
- Jake, no estoy aquí para juzgarte- la mire extrañado si no estaba aquí para eso entonces ¿Qué demonios hacia?
- Seria una hipócrita si te acuso por hacer lo que hiciste con Leah, a fin de cuentas yo hice algo parecido.- me dijo mientras me acariciaba la mejilla.
- quizás sea la única que pueda entenderte de verdad, esos actos conllevan muchas consecuencias, yo las sufrí y tu las sufres ahora. Se que no es la misma situación, en mi caso había sentimientos demasiado fuertes de por medio, pero yo se que tu no amas a Leah, se que solo querías cumplir-
Mi conciencia se mantuvo en calma, por fin alguien que no me hacia sentir como un traidor ni como escoria, alguien que me comprendía.
- Bells…gracias- solo pude decirle eso, su comprensión me tomo por sorpresa.
- Todos cometemos errores, pero no es a mi a la que tienes que darle las explicaciones- me beso la mejilla y se retiro de la cama
- No seas tonto Jake y lucha por lo que tienes, mereces ser feliz y ella también, no dejes que un estupido error estropee lo que tenéis-
La seguí con la mirada hasta que su silueta se perdió por la puerta.
...