Edward entro al auto y me miro mientras una sonrisa cruzaba su rostro.
-Si bebe no conduzca-repitió lo mismo que dije hoy antes de llegar.
-Pero si yo estoy bien, puedo conducir-exclame
-Mejor ni lo intentes. ¿Te das cuenta que mañana te vas a arrepentir de todo lo que dijiste hoy?-me pregunto mientras conducía de nuevo a casa.
-Pero solo dije que nos íbamos a casa, a la cama, a dormir y Charlie se enojó-le explique completamente inocente.
-Sí, ojala lo hubieras dicho con ese tono y dar a entender eso-Edward se carcajeo.
-Oh, que malpensado mi papá-me empecé a reír sin parar.
-Bueno, al menos creo que estas mejor que con el Tequila, ese si te pega fuerte.
Edward aparco en su departamento y subimos por el ascensor, cuando se abrió en el piso correspondiente yo me caí torpemente por los tacones y también por el estado en el que estaba.
-¡Edward! ¡Me caí!-grite y empecé a reír.
-¡Shh! Bella, baja la voz-se inclinó y me tomo en brazos-no puedes ni caminar.
-¡Bájame! Sí puedo caminar y no me quiero callar, la, la, la-empecé a canturrear y Edward, al no poder taparme la boca, ya que sus brazos se doblaban a mi alrededor, me callo con un beso mientras rebuscaba la llave y entraba al departamento.
Me puso en pie pero yo enrosque mis brazos fuertemente en torno a su cuello y apenas pudo cerrar la puerta ya que yo seguía besándolo. Terminamos en la cama, el sobre mí y yo empecé a desabrochar su camisa blanca pero entonces el acorralo mis dos manos con las suyas y me miro a los ojos.
-Bella, estas en mal estado, no sabes ni lo que haces, debes dormir-Edward me envolvió con sus brazos y me acurruco contra su pecho.
-No quiero dormir-proteste estirado mi cabeza para besarlo de nuevo, el me devolvió el beso pero no como esperaba.
-Cuando tú estés lista y consciente-me dijo besando mi frente y acunándome de vuelta y pasado los minutos caí completamente dormida.
Me desperté, con un dolor de cabeza algo más soportable que las demás jaquecas que tuve anteriormente, abrí lentamente los ojos y me encontré con la ropa de fiesta y a Edward a mi lado, con su traje y rodeándome con los brazos, mire la hora y vi que eran las doce del mediodía.
-¡Ay!-me queje llevando la mano a mi cabeza y Edward abrió los ojos lentamente.
-Te traeré una aspirina-dijo incorporándose y yendo al baño. Luego volvió con una aspirina y un vaso con agua. Tome ambos rápidamente y mire a Edward.
-¿Anoche estuve muy mal?-pregunte tímida.
-No, solamente me gane el odio de tu padre porque dijiste ciertas…cosas-me encogí de hombros.
-Lo siento.
-No te apenes a cualquiera le puede pasar, estabas en mejor estado que las veces anteriores, creería yo que estabas en la parte en la que dices y haces cosas sin pensar-se acercó a mí y me acaricio la mejilla.
-Aun así, perdón ¿quieres almorzar?-pregunte incorporándome.
-Sí, pero ¿no quieres cambiarte primero?-me pregunto.
-Pero no tengo ropa aquí-le conteste.
-Alice dejo anoche una muda de ropa para ti, sabía que la necesitarías después de la fiesta.
-Alice es psíquica-le sonreí-¿Dónde está la ropa?
-Busca en mi armario en una bolsa blanca, y algo para mí por favor-me pidió Edward mientras se paraba y se iba al baño.
Rebusque en su armario y encontré la bolsa y saque unos jeans y una remera para él.
Abrí la bolsa y vi que Alice había metido allí una remera al cuerpo con un jean bien ajustado de color negro y una nota diciendo que use los tacos que llevaba puesto, pero ni loca usaría eso, preferiría quedarme descalza y lo haría.
Me cambie rápidamente y guarde mi vestido en la misma bolsa mientras dejaba sobre la cama la ropa de Edward.
-¿Encontraste algo?-pregunto entrando en la habitación.
-Sí, te deje eso y mi ropa ya me la puse-le conteste.
-Me parece que dejare que Alice te vista más a menudo, amo ese pantalón-dijo seductoramente abrazándome, yo le sonreí y le bese sus labios una y otra vez.
El celular de Edward comenzó a sonar y forzadamente se alejó de mí y atendió.
-¿Hola? Hey, Alice-contesto.
-Bastante bien, aunque tuvimos que volver algo temprano-respondió Edward sonriéndome y yo me ruborice.
Edward escucho atentamente por un rato y luego pregunto casi gritándolo:
-¿¡Qué!? ¿Enserio Alice? Oh, bueno pero llevare a Bella…-escuchó y su cara se volvió sería-no importa Alice, Bella es mi presente ahora y quiero que ella venga, no sucedera Alice, está bien, adiós-colgó.
-¿Qué sucede Edward?-pregunte al verlo que se puso serio y maldecía en voz baja.
-Una familia con la que solemos pasar las fiestas viene de visita, los Denali.
-¿Y qué tiene de malo?-pregunte acercándome a él y rodeándole la cintura.
-Que…-Edward vacilo-pues en esa familia, se encuentra Tanya, mi ex novia-mis brazos soltaron su cintura.
-Pero ¿Ya todo se acabó no?-pregunte temerosa.
-Sí, definitivamente si, al menos por mi parte-Edward agacho la mirada.
-¿A qué te refieres?
-Que según Alice ella todavía no me olvida y organizo una cena familiar hoy, ya que el lunes es feriado, pero no pienso ir si tú no vas conmigo.
-Amor, te acompañaría pero es una cena familiar, no sé si debería…-Edward alzo mi mentón.
-Bella, tú eres ya parte de mi familia y algo intachable en mi vida, acompáñame por favor-me insistió.
-Está bien, si me lo pones así iremos y vigilare de cerca a esa Tanya-comente besando su mejilla.
-Así me gusta-me estrecho con sus brazos.
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