Camine completamente fuera de mi hacia el auto, no era consciente de lo que pasaba a mi alrededor, realmente no sé cómo pude recordar y llegar hasta donde había estacionado el Volvo. Las mismas palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez cada vez más fuerte. Amigos! Amigos? Amigos?
Busque la llaves en el bolsillo de mi pantalón para de una vez ya desaparecer de aquí, no encontré nada, busque en el otro con el mismo resultado. Gruñí frustrado tomando mi cabello entre mis dedos y jaloneándolo.
-Hey! Edward!- no, no podía ser esa voz la que me estuviera llamando, acababa de dejarme no? Porque me seguía?- Hey Edward!- volvió a llamar, resistí la ganas de darme la vuelta y encararla, pero a menos de que me echara a correr por la avenida no podía escapar de ella. Donde diablos estaban mis llaves? Sostuvo mu brazo tratando de ponerme de frente con ella- dejaste tus llaves en la mesa.-dijo. Oh! Así que ahí estaban mis llaves, las tenia sostenidas con sus delicados y pálidos dedos frente a mí. El mejor día para olvidar mis llaves, definitivamente- ironice en mi mente.
-Umm, gracias.- masculle entre dientes quitándole las llaves tratando de no ser demasiado brusco, aun mis sentidos estaban descolocados.
Me dispuse a abrir el auto, pero sus manos me lo prohibieron, ahora que quería? Tirar mis corazón al piso y pisotearlo?
-No te comportes así Edward- no le replique- vamos, no vas a decir nada?
-Que quieres que te diga? Eh?- masculle volteándome por fin- al parecer tu ya dijiste todo no?
-Pero porque esto tiene que terminar así? No tienes porque comportarte de esa manera.
-No tengo qué? Quien lo dice tú? Porque siempre tienes que dar por sentado lo que siento o lo que debo de sentir eh?- esto lo dije mas bruscamente de lo que quería, varias personas en la calle se nos quedaron viendo. Respire profundamente tratando de tranquilizarme sin éxito.
-Esta no es una conversación que debamos tener aquí.- dijo, reí amargamente.
-Sube al auto.- ordene mas bruscamente de lo que esperaba.
Se sobresalto un poco por mi tono, pero le dio la vuelta al auto, ambos nos subimos al mismo tiempo. Arranque y maneje hacia su departamento. No dije nada, no podía iniciar esta conversación en este momento, si no era una buena idea hacerlo en la calle, menos conmigo manejando, al parecer ella también lo entendió, no pronuncio ni una palabra en todo el camino, pero podía sentir sus constantes miradas sobre mí. En cuanto me detuve frente al edificio de su departamento apague el auto y me voltee hacia ella quitándome el cinturón de seguridad.
-Sabes que es lo que me gustaría?- cuestione mirándola, ella también se desabrocho el cinturón y volteo hacia mí.
-Que?-cuestiono de vuelta poniendo atención.
-Me gustaría, me encantaría poder ser tan frio como tú y así no poder sentir que mi estomago ardía cuando estabas rompiendo esta relación, me gustaría poder desechar esto que tenemos de la forma en que tu lo haces, como si no fuera nada, pero no puedo, no está en mi capacidad ser tan frio.- me desahogué.
-Siempre te dije mi postura sobre los sentimientos, precisamente porque no quería que esto pasara. Diablos yo sabía que esto pasaría!- mascullo pasando su mano por sus castaños cabellos ansiosamente.
-Que lo repitas una y otra vez no va a lograr que cobre efecto Bella.
-Está bien- concedió- tal vez las cosas se salieron un poco de control y se empezó a convertir en algo diferente a lo que planeamos en un principio, pero eso no cambia nada.
-Claro que lo cambia, no puedes decir que no sentiste algo Bella. Compartimos demasiado y no una simple cosa banal, compartimos algo. No estuvo solo en mi mente.- declare, todas las emociones se arremolinaban en la boca de mi estomago y comenzaban a subir formando un nudo en mi garganta, trate de tragarlo reprimiéndolo.
-Oh Edward!- murmuro cubriendo su rostro con sus manos.
-Dime en donde las cosas empezaron a ir mal Bella? En que me equivoque? En decirte que te amo? – su rostro se retrajo al escuchar esto, pero continúe.- lo que debí hacer es callarme para que todo siguiera igual? Perdóname por no poder hacer eso Bella, porque en verdad te amo y en cuanto me di cuenta, lo único que quería era gritarlo a los cuatro vientos, que todo mundo supiera lo magnifica eres y lo mucho que significas para mí. Que fue mal Bella?
-Nada fue mal, tú eres chico grandioso. – declaro volteándome a ver, su expresión era torturada y sus ojos se veían un poco cristalinos- yo soy la idiota.
-Tienes que estar bromeando- musite mas para mí- no eres tu soy yo? Enserio?- solté una risa acida.
-Acepto que todo lo que compartimos fue genial, pero no puedo corresponderte. Por eso estoy haciendo esto, soy un maldito lio que no es lo suficientemente buena para ti, no quiero lastimarte Edward, aunque parece que es lo que estoy haciendo ahora no?- rio sin una pisca de humor, yo tenía la vista clavada al frente, sabía lo que venía- esto es lo mejor. Lo siento tanto- sentí como sus suaves labios tocaron mi mejilla, yo me quede quieto.- adiós Edward. – susurro con sus labios aun en contacto con mi piel para después abrir la puerta y salir.
Con el sonido de la puerta cerrándose mi mano fue inconscientemente a donde sus labios me habían besado y voltee para verla alejarse caminando rápidamente, me quede ahí paralizado hasta que desapareció de mi vista, mi respiración era errática y el nudo en mi garganta seguía ahí torturándome, pero no podía ser tan débil.
Aunque me lo repitiera no era verdad en cuando llegue a mi casa, me serví un trago de lo más fuerte que encontré en mi alacena y me tumbe en el sillón, llevándome la botella de whisky entera y si hice lo mas cliché que hay en el mundo para estas situaciones, bebí y bebí. Ni siquiera me di cuenta cuando las lágrimas comenzaron a derramarse por mis mejilla. Rayos! Soy tan débil. Y solo me quede ahí, viendo como el whisky se consumía y yo me consumía con él. Cuando me quede dormido a altas horas de la noche estaba complemente borracho, ni siquiera lo recordaba.
Al otro día no hubo muchos cambios, el sofá fue mi base permanente, para lo único que me levantaba era para traer algo más de provisiones, tanto de alcohol como de comida chatarra. Me puse a pensar un rato que haría cuando las provisiones se terminaran, tendría que salir aunque no se me antojara para nada, en ese momento recordé que mañana seria lunes, tendría que ir a trabajar. Oh mierda! Trabajamos en el mismo lugar, mierda, mierda, mierda! Tal vez podría reportarme como enfermo. Si eso es! – Edward eres tan listo- alago mi mente. Pero ese pretexto no podría servirme por muchos días. Me encogí de hombros. Cuando expirara ya pensaría en algo más.
El alcohol por lo menos servía de algo, había deshecho en nudo en mi garganta, ya no había vuelto a llorar- por el momento- y estaba sumido en un estado catatónico, observaba las imágenes en la televisión, pero realmente no sabía que es lo que estaba viendo. Mis manos se movían por inercia solo para administrarme líquido y comida. De nuevo no recordaba en que momento me quede dormido.
Al otro día cuando desperté lo hice demasiado tarde, ya era la 1 de la tarde. No llame para reportarme, recordé que si llamaba a mi jefe ella tendría que contestarme. Que patético estaba siendo, ni siquiera tenía el valor de pronunciar su nombre. Hasta el otro día llame a Emmett para pedirle ese favor y ya aprovechando le pedí que comprara unas cuantas cervezas y las trajera a casa, por supuesto hizo preguntas, "como es posible que quieras cerveza si estás enfermo?" por supuesto no le respondí, solo volví a repetirle los favores que tenía que hacerme y colgué. Por la noche el timbre sonó, sentí alivio, la dotación de alcohol en mi alacena se estaba agotando, el timbre sonó por segunda vez pero en 3 días mi sopor era tanto que no quería levantarme.
-Se que tienes una llave, abre con ella!- le grite.
Oí como se abría la puerta y llegaba mi amigo aun con la ropa de trabajo. En cuanto me vio sus ojos denotaron sorpresa y luego hizo una mueca de desagrado.
-Diablos Cullen, que es lo que te sucedió?
-Trajiste las cervezas?- pregunte sin hacer caso a su cuestionamiento. Levanto la mano enseñándome lo que le pedí.
-Algo apesta aquí y no es solo tu actitud.- dijo apartando las cosas que estaban a lado de mí y sentándose, aventó las latas de cerveza en mi regazo.
-Gracias.- simplemente dije abriendo la lata y llevándomela a la boca, la cerveza bajo por mi garganta llevándose el nudo que había querido formarse nuevamente.
Mi amigo tomo el control y le cambio a Fox Sports, aunque los siguientes minutos ni siquiera le prestó atención a la televisión, constantemente me mandaba miradas preocupadas y curiosas.
-Quieres?- le ofrecí cerveza, asintió.
-Porque te reportaste como enfermo si no lo estás?- pregunto por fin antes de darle un trago a su cerveza.
-Que es un crimen imperdonable mentir para no ir a trabajar?- replique, mi voz vacía de emoción.
-No, cualquiera lo ha hecho alguna vez. Pero yo pensé que no habías ido por algo mas no porque estuvieras tirado en tu sofá ahogándote en el alcohol y trabajando para verte como un vagabundo. Por eso no te había llamado, pensé estaría haciendo cosas más interesantes.
-Cosas como que?- cuestione.
-Pues como Bella – me encogí al escuchar su nombre- tampoco ha ido a trabajar, intuí que estarían juntos.
-No ha ido a trabajar?- pregunte más interesado de lo que debería estar.
-No.- respondió simplemente, que no podía darme más detalles!
-Porque?- pregunte.
-No lo sé Edward, estoy diciéndote que pensaba que estaban juntos- recordó, su mueca se hizo pensativa hasta que se ilumino- espera un momento… Oh diablos! Tu…ella- balbuceo- ouh! Terminaron no es así?
-Si hubiera sido así seria todo más sencillo.- murmure. Emmett nunca había sido muy bueno para reconfortar a la gente, no era muy emocional. Se veía que no tenía ni idea que decir en estos casos.- no tienes que decir nada, las cosas pasaron y ya.- zanjé el tema, se me quedo viendo pero no dijo nada mas, ni toco el tema nuevamente.
Se fue no muy tarde y me prometió cubrirme en el trabajo. Estuvo llamando los días que vinieron para saber cómo estaba y de pasada según él de una forma sutil me informaba que Bella seguía sin ir a trabajar también. Al colgarle mis manos picaban por marcar su número, tenía que aceptarlo estaba preocupado y curioso a la vez, pero mi lado racional o el lado herido se negaba a hacerlo y terminaba hundido en el sillón de nuevo mirando la televisión si mirarla realmente.
El viernes al medio día sonó el teléfono, pensando que era Emmett conteste pero para mi sorpresa era Jasper, había hecho una apuesta en mi mente de a quién sería la primera persona a la que Emmett le chismeara sobre mí, ahora ya sabía. Hizo la preguntas habituales, como me encontraba, que había pasado y aunque no le di muchos detalles le respondí. Dijo que su siguiente cita acababa de llegar por lo que nuestra charla no duro mucho.
Ya entrada la noche el sonido de mi puerta abriéndose me alarmo pero me tranquilice al ver entrar a mis dos amigos, con bolsas en sus manos.
-Diablos Cullen, cuando tu departamento se convirtió en un chiquero?- cuestiono mi rubio amigo y cuñado arrugando su nariz.
-Y ese look de chubaka no te queda, te hace falta una rasuradita amigo.- agrego Emmett.
-Pensé que Alice no había venido- ironice- y que vinieron solo a criticarme o que?- cuestione a la defensiva.
-Ok. Dejemos eso de lado a lo que venimos es a ser solidarios contigo como buenos amigos que somos y claro traemos provisiones.- agrego sacando varias botellas de las bolsas que antes cargaban.
Y pues bueno el resto se lo imaginaran. El alcohol fue consumiéndose rápidamente, yo de por si no salía de la resaca y ya estaba nuevamente estaba borracho así que fue fácil regresar a ese estado. Emmett era rápido con las bebidas por lo que las copas se le subieron rápido, con Jasper nunca se sabía, borracho era demasiado tranquilo, al igual que cuando estaba sobrio, nunca podíamos darnos cuenta hasta que estaba completamente frito y no podía caminar bien o a veces sucedía que se ponía a reír como un maniático.
Para las 2 de la madrugada los 3 estábamos ebrios y no sé exactamente quien propuse que, pero los tres estábamos debajo del edificio que yo deje atrás hace… ni siquiera recuerdo cuantos días pasaron. Emmett traía una guitarra en las manos y Jasper unas maracas, de donde las saco? No lo sé. Los tres nos reíamos como idiotas tratando de caminar hasta la ventana que era nuestro objetivo.
-Por favor dime que no vive en el último piso.- pidió Emmett riendo al final.
-No, vive en el segundo.- le respondí entrecerrando los ojos para reconocer cual era la correcta, aja! La había encontrado, las luces estaban apagadas- es esa- señale.
-Haber, haber. Empezamos a la cuenta de tres- Jasper levanto los tres dedos- una, dos…tres!
No pude aguantarme la risa cuando los dos empezaron a tocar, dios! Ni siquiera estaba seguro de que estaban tocando la canción que habíamos quedado, o pero si lo que tocaban era siquiera una canción. Pero al diablo! Ya estábamos aquí, que había por perder. Así que empecé a cantar.
Anything to make you smile You are the ever-living ghost of what once was I never want to hear you say That you'd be better off Or you liked it that way
Rayos! Ni siquiera me moleste por empezar por el principio. Me encogí de hombres y proseguí.
But no one is ever gonna love you more than I do No one's gonna love you more than I do
Le di un golpe a mi guitarrista en la cabeza cuando había dejado de tocar, el idiota se estaba quedando dormido parado, de inmediato volvió a lo que estaba haciendo.
But someone They should have warned you When things start splitting at the seams and now The whole thing's tumbling down Things start splitting at the seams and now If things start splitting at the seams and now, It's tumbling down Hard
-Hey!- llamo una vocecilla encima de nuestros alaridos, se oía que no era la primera vez que nos llamaba.
Dejamos nuestra serenata y volteamos a la ventana del departamento vecino. Una señora ya mayor estaba asomada en esta.
-Oye ves si Bella no sale por lo menos ya conquistaste a otra dama con tu aterciopelada voz.- se burlo Emmett hablándome muy cerca para que no escuchara la señora, le di un golpe en la nuca y su risa ceso, me miro con rencor.
-Disculpe si la despertamos señora.- me disculpe tratando de hacer volver mi cordura.
-Me da gusto que el romanticismo en algunos jóvenes no haya muerto en estos tiempos, pero me temo que hay mucha gente en el edificio no le apreciara de la misma forma su ruidoso detalle romántico. Además la chica a la que le traen serenata no está.- me informo.
-Oh!- mi mente comenzó a vagar sobre donde estaría en estos momentos- en verdad lo sentimos señora, ahora nos vamos.
La señora se despidió de nosotros y nos encaminamos hacia el auto de Emmett.
-Diablos! Esto no salió como esperábamos.- comento Jasper, al subir al asiento trasero su celular comenzó a sonar.
Dejamos de ponerle atención y Emmett empezó a manejar de regreso.
-Sabes que? Hubiera sido genial ir al karaoke.- comento, yo me comencé a reír.
-Si claro, eso hubiera sido genial solo para ti. Además no, ese lugar tiene gratos y dolorosos recuerdos para mi.- murmure, Emmett golpeo mi espalda, seguramente su intención era reconfortarme, pero ya no media sus fuerzas.
-A todos nos caía muy bien Bella- lo mire amenazadoramente, eso no estaba ayudando- y por dios teníamos que darnos cuenta de lo que pasaba entre ustedes, si hasta en la oficina ya los tomaban como pareja oficial. Es una buena chica, solo un poco trastornada.
-Cual es el punto de tu largo y aburrido sermón Emmett.- lo apure.
-Pues que si tiene que volver volverá y punto.- concluyo orgulloso de sus palabra, me quede mirándolo esperando que dijera algo mas, eso era todo?
-Dios! Emmett eres tan profundo.- dije con sarcasmo, mi amigo no contaba con un detector de sarcasmo y pensó que en realidad lo estaba halagando. Ya había estacionado frente a mi edificio.
-Gracias, me alegra poder ayudarte un poco con mis palabras sabias.- tuve que morderme el labio para no reír.
-Mejor vamos a seguir bebiendo hasta terminar tirados!- sentencie.
-Oigan esperen!- llamo Jasper antes de que saliéramos del coche, lo miramos expectantes- era Alice- conto señalando su celular- les importaría que diéramos la ultima serenata de la noche? o es probable que no me case dentro de dos meses.
Emmett y yo sonreímos y nos pusimos el cinturón de seguridad antes de arrancar.
|