18. El juicio.
Edward POV
Desde que me dieron la desagradable noticia que Sophie no era mi hija ya han pasado dos semanas, no hay noche que no me ponga a llorar, pero por suerte tengo a mi Bella que me consuela y me recuerda con amor que aunque no sea su padre de sangre, para ella siempre sería su padre. Aunque parezca mentira esas palabras siempre conseguían tranquilizarme un poco. Pero la simple idea de poder perder a mi pequeña y que ella tenga que estar con esa mala mujer me hace volver a romper en llanto.
Esa tarde era el juicio, y aquí estaba yo delante del espejo, con los ojos hinchados después de haber estado parte de la noche llorando mientras veía a mi pequeña princesita dormir. Esa noche preferí pasarla con Sophie ya que no sabía si sería la última que pasaría a su lado.
Pero he de hacer frente a esta situación y luchar todo lo que pueda por mantenerla a mi lado. De los nervios que tenía en el cuerpo no me salía bien ni el nudo de la corbata. Pero en el momento en el que por quinta vez intentaba hacérmelo unas blancas manos consiguieron hacer un perfecto nudo de corbata.
-Debemos ser fuertes amor- me dijo mientras acariciaba mi cara dulcemente. – Tenemos que irnos, si no llegaremos tarde – me recordó.
Después de media hora conduciendo, llegamos al temible edificio donde se realizaría el juicio. Con paso decidido entramos y dentro nos encontramos con mi familia, que me daba fuerzas con la mirada. Pero cuando desvié la vista de mi familia me encontré con unos fríos ojos azules que me miraban fijamente. Allí se encontraba Tanya junto con un chico que se parecía bastante a Sophie, así que pensé que él sería el verdadero padre, contuve mis ganas de pegarle una paliza a ese muchacho y quitarle esa cara de suficiencia, simplemente por el hecho, que eso podría contar a su favor en el veredicto.
Una vez dentro de la sala, Bella junto con mi familia se sentaron en las gradas donde se encontraban unos bancos para la familia. Yo me presenté y salude con todos mis respetos a la jueza Davidson, y me senté junto a mi abogado.
-Se inicia el juicio, programado para sentenciar a cuál de las dos partes se le entregara la plena custodia de la menor Sophie Cullen.- empezó a relatar la jueza – Señorita Tanya desea aportar algún comunicado para defender la postura que la custodia debería ser para usted. – le ofreció a Tanya.
-Simplemente quiero decir que la custodia la tengo que tener yo, ya que soy la madre de la niña, en cambio ese hombre – dijo con desprecio mirándome – de ahí no es el padre de Sophie, sino que lo es mi actual pareja. Si quieres tengo las pruebas de paternidad, donde se puede demostrar que tengo razón- ese fue uno de los aspectos que afectó más a la sentencia.
Después de dos horas de intensas discusiones entre los dos abogados, llegó el momento de la deliberación de la jueza. Así que en cuanto la jueza salió de la sala yo me dirigí hacia la salida sin esperar a nadie. En estos momentos quería estar solo y se lo hice saber a mi familia con solo una mirada. Una hora más tarde tuve que volver a la sala.
-Después de pensarlo detenidamente, y después de haber reflexionado sobre los puntos de vista de cada una de las partes. He decidido que la niña será sometida a una sesión con la psicóloga del juzgado, en la que yo estaré presente. Y por lo tanto la niña se irá con quien ella se encuentre más cómoda feliz y a quien quiera más.
-Pero porque si nosotros dos somos sus padres no él – chilló Tanya señalándome con un dedo.
-Señorita, no sé si lo sabe pero hay un refrán que en este caso parece el acertado y es que padre no es el que engendra si no el que cría. – dijo la jueza mientras me miraba con una sonrisa. Ese gesto me hizo saber que ella estaba de mi lado. – También me baso, en la forma que tiene cada una de las partes al referirse a la pequeña, el amor y cariño con el que el señor Cullen se refiere a la pequeña es incalculable al lado de la frialdad con la que usted se refiere a Sophie. Por lo tanto, mañana mismo la pequeña será sometida a esa hora conmigo y con la psicóloga, por lo tanto mañana por la tanto la pequeña de momento seguirá viviendo con el señor Cullen hasta que salga el próximo juicio. Y con esto doy por finalizado esta sesión – dijo la jueza mientras se levantaba de la sala. Nada más escuché esas palabras corrí hacia Bella y la levante entre mis brazos y los dos dábamos vueltas.
-Mi amor, te dije que todo saldría bien! – me dijo mientras reía. – Nuestras pequeña será para nosotros y no tendrá que soportar nunca más a esa bruja – dijo Bella mientras miraba a Tanya con odio.
-Jamás me llegué a imaginar que iba a salir tan bien – confesé – pero venga, vamos a casa, tengo ganas de estar con mis dos pequeños – le dije. En ese momento toda mi familia se acercó a nosotros y me dio la enhorabuena. Después de recibir una multitud de abrazos nos fuimos hacia casa, donde jugamos los cuatro juntos durante toda la tarde.
Ya te nía una cosa menos de la que preocuparme. Pero justo cuando estaba contándoles un cuento a los pequeños recibí un mensaje al móvil.
<No te creas que te voy a dejar tranquilo tan fácilmente. Espero que disfrutes de tu nueva familia, porque yo misma me voy a encargar que te dure muy poco >
El mensaje era de Tanya y esas palabras consiguieron helarme el corazón y realmente asustarme. Que es lo que esta loca mujer estaría tramando? Es que no ha tenido suficiente con el daño que me provocó que ahora quiere seguir haciéndome sufrir?
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