|
3.18. Confesion
Todavía estaba un poco aturdido de la descarga que me había mandado Kate. Era increíble lo fuerte que podía ser el don de esa vampira, me había tumbado de un solo golpe. Yo había perdido completamente el control, casi mato a Nahuel… Suerte que consiguieron evitarlo, ahora que lo pienso fríamente, él todavía nos será de mucha ayuda. Sabe bastante sobre su hermana, como es lógico, así que podrá ayudarnos a saber por qué acecha a Nessie.
Ella estaba a mi lado. Se suponía que era yo el que debía cuidar de Nessie, pero últimamente nos habíamos cambiado los papeles. Al menos yo tenía una recuperación rápida, aunque desde hacía días era mucho más rápida de lo habitual. Qué extraño…
Kate me sacó de mi ensimismamiento cuando comenzó a hablar de Kahiel.
-Kahiel… es la hermana muerta de Nahuel, víctima de los atroces y brutales experimentos de Joham…
-Pero… si esta muerta… ¿por qué persigue a Nessie? – pregunté. No pude retrasar mas aquella pregunta, las dudas invadían mi mente cada vez más rápido.
-Si me dejas continuar te lo agradecería – me respondió cortantemente. – Hay algo que creo que ahora deberíais saber todos. Yo conocí a aquella niña. En los meses que duraron los experimentos de Joham, yo estuve con él.
Mis ojos se abrieron de par en par. No podía creerlo, la vampira que creía tan buena por ayudar a Nessie, resulta que en un pasado era un cruel, al menos lo suficiente para hacer sufrir a una niña…
-Joham no pretendía matar a Kahiel, al fin y al cabo era su hija. Simplemente era un vampiro demasiado curioso. Quería saber cómo funcionaba el cuerpo de su niña, por qué crecía a un ritmo tan acelerado… Para él era muy extraña, nunca había visto nada igual. Leyó todo lo que pudo sobre vampiros, súcubos, íncubos y demás mitos sobre no muertos, pero aun así no encontraba respuestas. Hasta que decidió que algún pequeño experimento no le haría daño a la niña. Cuan equivocado estaba. En cierto momento, uno de los experimentos se le fue de las manos, y en el tiempo de una semana, vio como su querida niña fallecía. Aún después de muerta, ella continuaba teniendo el aspecto de una muñeca de porcelana. Joham se resistía a creer que había muerto, que la había matado él… Pero era cierto, Kahiel ya no tenía ni una pizca de vida, yo misma fui la que la enterré. Pero ahora parece que su alma no está tranquila y quiere llevarse a Nessie…
-No lo hará – gruñí. Era increíble como una niña podía causar tantos problemas, y eso que estaba muerta.
Un grito se escuchó en la otra habitación y la puerta se abrió de par en par. Nahuel, que todavía estaba completamente ensangrentado y con una expresión de terror en la cara, apareció allí.
-La he visto… - susurró antes de dejarse caer.
|
Capitulo 1: 3.1 Consecuencias
