Mi Princesa Gitana (+18)

Autor: aliceancuhal
Género: Romance
Fecha Creación: 02/08/2013
Fecha Actualización: 13/12/2013
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 67
Visitas: 26313
Capítulos: 21

California del siglo XIX.

Alice es una gitana a la que han cogido presa y es vendida a un burdel. Jasper Whitlock, el soltero más codiciado de la ciudad. Al encontrarse el la comprara y la convertirá en su esclava. ¿Pasara algo más entre ellos?

Edward Whitlock casado con su joven esposa Isabella, estan esperando un hijo. ¿Todo ira como tenian planeado o el futuro les deparara otra cosa?

Rosalie Hale, despues de ser violada es repudiada por su familia y empieza a trabajar en el negocio "más antiguo" conocido. Emmett será su salvacion... o su perdicion.

 

Todos los personajes son de Stephenie Meyer, excepto alguno que he sacado yo.

 

Mi twitter: @Angy_sp07

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Capítulo 17: Acontecimientos inesperados

Chicas siento haber tardado tanto en subir capi pero tiene una explicación.

Mi bisabuela lleva malita toda la semana pasada y el viernes por la mañana ella murió y he estado fatal :'(. 

Gracias por vuestra paciencia ;)

 


Aro siguió al soldado Montero quien le había pedido que entrase justo en el momento en el que iba a ver a Alice.

 

-¿Qué pasa soldado? –pregunto una vez habían llegado a la biblioteca de la casa.

 

-Mi comandante –respondió haciendo el saludo –Jasper Whitlock lleva viniendo por aquí ya dos meses. He escuchado como dos soldados hablaban de ello. Lo han visto más de tres veces en esta semana.

 

Aro ya lo veía todo rojo. Así que Mari Ángeles tenía razón. Hijo de la gran puta, se las pagaría muy caro. Seguramente ya sabía que ese bebe era suyo. Se dio la vuelta sin decirle ni una sola palabra cuando otro de los soldados se le cruzo.

 

-Mi comandante alguien le espera en su despacho. –Aro asintió y fue hasta el despacho de malas maneras.

 

-¿Quién osa interrumpirme? –Pregunto en voz alta sobresaltando al hombre rubio que le esperaba.

 

-Carlisle Cullen comandante. Recuerdo haberle encontrado más amable en mi recibimiento y la boda de mi hija Mari Ángeles. –Aro quedo en blanco en cuanto vio al influente hombre al que acababa de gritarle.

 

-Señor Cullen acepte mis disculpas he sido un maleducado, pero es que mis hombres me ponen de los nervios –mintió rápidamente. -¿Qué le trae por aquí? ¿Alguna denuncia quizás?

 

-Nada de eso. Quisiera hablar con… su esposa.

 

-Ella no puede hablar con nadie, debe estar en absoluto reposo por el embarazo, ella está a punto de dar a luz. –Siguió con sus mentiras

 

-Ayer mismo la vi con dos de sus hombres por la plaza.

 

-Vaya… así que esta esposa mía salió a pesar de lo que le tengo dicho. Las mujeres son unas cabezotas Carlisle, si me permite decirle así.

 

-Claro hombre. Te tengo que pedir que me dejes verla es una cosa muy importante.

 

-No puedo no voy a poner en peligro la vida de mi esposa y de mi hijo.

 

-Tranquilo Aro, sé que esto la va a alegrar.

 

-¡He dicho que no y si están amable puede largarse por donde ha venido!

 

-¡No entiendo porque se tiene que poner usted así, he dicho que es urgente y quiero verla! Es más lo exijo.

 

-¡USTED NO ES NADIE PARA VENIR A EXIGIR NADA!

 

-¡PUES DE MOMENTO SOY SU PADRE ASÍ QUE USTED VERÁ!

 

Aro se quedó en estado de shock con aquellas palabras. No podía ser verdad lo que el hombre rubio de media edad le estaba diciendo.

 

-He dicho que no puede verle. –Y se fue.

 

De inmediato llego a su habitación donde Alice le estaba esperando. Le había dicho a uno de sus hombres antes de entrar al despacho que la hiciesen ir a la habitación.

 

-Hola Aro, ¿querías verme? –Pregunto Alice temerosa. Algo en la expresión de Aro le daba miedo, más que de costumbre.

 

-¿Cuántas veces te has acostado con él?

 

-No sé de qué me estás hablando…

 

-Lo sabes perfectamente se que todo este tiempo te has visto con Jasper. Sé que García os ha ayudado y te juro por mi santísima madre que ya no le volverás a ver.

 

Aro abrió la puerta de la habitación y grito los apellidos de dos de sus hombres.

 

-Que desea mi comandante. –respondió el primero de ellos.

 

-Quiero que llevéis a mi esposa a los calabozos… y a García también.

 

Alice quedó totalmente pálida. Sabía que ella había estado con Jasper, que García les había ayudado. La iba a mandar a los calabozos estando a punto de dar a luz a su bebe. Tenía que escaparse antes de que eso pasase o seguro que por el enfado lo mataría.

 

Intento persuadir a los soldados, que la arrastraban por todo el pasillo y la ayudaron a bajar las escalerillas hasta la prisión, pero no consiguió absolutamente nada. La metieron en una de las celdas y al poco rato estaba bajando también García que lo encerraron junto a ella.

 

-¿Se puede saber cómo se ha enterado García? –pregunto Alice al borde de la histeria.

 

-No tengo ni la menor idea mi señora, pero ya le digo yo que este que usted ve no ha sido.

 

 

 

 

Carmen estaba llevándole a Rosalie unas mantitas para los mellizos. Todavía no acababa de creerse lo que le había contado Rose. Si, había visto a Emmett irse del burdel borracho como una cuba, pero no espera que hubiese hecho semejante estupidez. ¡Y TODAVIA ERA MÁS GRAVE HABIENDOLO HECHO CON LA HERMANA DE TU ESPOSA!

 

Abrió la puerta de la habitación y vio como Rosalie se limpiaba las lágrimas con el dorso de la mano para que ella no viese que había llorado… de nuevo.

 

-Mi niña preciosa, tiene que dejar de llorar de esas maneras. Si los bebes notan que estas mal ellos estarán mal y no queremos eso. ¿Verdad? –Dijo en tono maternal acariciándole la rubia cabellera.

 

-Tienes razón Carmen, pero duele tanto aquí dentro. –Dijo mientras posaba su mano a la altura del corazón.

 

-Carmen el señor McCarty pregunta por ti. –Dijo Jessica interrumpiendo sin haber llamado si quiera a la puerta.

 

-Ya voy –antes de salir por la puerta Carmen le dio un beso en la mejilla a Rose y les hizo una carantoña a los mellizos.

 

Con que Emmett estaba allí. A saber que quería. Estaba harta de estar llorando por las esquinas. Ahora él iba a saber lo que había perdido por estar con su hermana.

 

Salió de la habitación y dejo a los niños a cargo de alguien que llevaba un tiempo viviendo allí. Esme Brandon y según le habían dicho la Vieja Sounya. Se había enterado cuando había llegado que ella era la madre de Alice y se habían hecho inseparables.

 

Rebusco en los armarios viendo los vestidos que había usado antes de irse del burdel y escogió el más provocativo que encontró. Dejaba ver un generoso escote de sus ahora más hinchados pechos a causa de la leche que contenían para los pequeños.

 

Cuando salió se escondió tras una cortina y escucho a Carmen discutir con Emmett. Rosalie observo que estaba desaliñado sin afeitar, mal peinado y la camisa la llevaba la mitad por

 

-Es mejor que te vayas. No me puedo creer que hicieses eso Emmett. Vete.

 

-No de aquí no me voy hasta verla a ella y a mis hijos.

 

-Déjalo Carmen. Le dije que a sus hijos los podría ver cuando quisiera. Están con Esme y Sounya.

 

Ella sonrió para sí misma cuando vio como Emmett no podía dejar de mirarla. Puso su mejor sonrisa y se la dirigió a otro hombre que también la miraba.

 

Fue muy amablemente hasta él y le sirvió un par de tragos. Justo cuando ella se iba a apartar porque ese hombre la iba a tocar, sintió como alguien tiraba de ella hasta el pasillo donde estaban las habitaciones. Seguidamente se metió con él a una habitación.

 

-No te voy a dejar que actúes de esa manera. –Dijo con los ojos ardiendo por la furia Emmett

 

-Señor McCarty simplemente estoy haciendo mi trabajo –dijo ella con indiferencia.

 

-No eres ninguna puta. Eres mía y no voy a permitir que ningún otro te toque a su antojo…

 

-Pero yo debo permitir que te acuestes con mi hermana. Lo llevas claro McCarty. Ahora si me disculpas.

 

-No no te disculpo. –La agarro antes de que cogiese la manilla de la puerta y la estampo suavemente contra la puerta.

 

Seguidamente empezó a besarle el cuello bajando por la clavícula y finalizando en su escote. Rosalie estaba controlándose para no lanzar un gemido. Intento alejarse de él pero no podía y tampoco quería. Finalmente sucumbió a sus deseos y acabaron en la pequeña cama que había.

 

 

 

 

-¿No son preciosos Sounya? –Dijo sonriéndoles a los bebes Esme

 

-Si niña lo son. ¿Oye pequeña no te has sentido rara últimamente? –Esme pasó a mirar a la vieja.

 

-Pues no, porque lo dices.

 

-He notado unas vibraciones extrañas. Supongo que si no han salido todavía a relucir estarán a punto de hacerse notar…

 

En el momento que acababa de hablar la gitana más mayor, Esme sintió unas terribles nauseas. Corriendo alcanzo una palangana y vomito allí mismo. Unos minutos después se tumbo exhausta en la cama.

 

Sounya le cogió la cabeza entre las manos, sus ojos se quedaron en blanco antes de que los cerrase. Hubo unos momentos de tensión en los que ella pareció haber quedado inconsciente, solo que Esme no se asusto, sabía que le estaba mirando el futuro.

 

La mujer mayor volvió en sí y sonrió con las arrugas marcadas en los ojos.

 

-¿Qué has visto Sounya?

 

-A ti te lo voy a decir… -respondió burlándose la vieja.

 

 

 

...

 

Leticia entro en el burdel, le había llegado una carta esa misma mañana. Era de un anónimo decía que tenía información para ella. Fue totalmente tapada con una capa con capucha que conseguía taparle el rostro.

 

Cuando Carmen descubrió a lo lejos que era una mujer, y quien era esa mujer casi se cae al suelo del susto. Salió disparada de la barra hacia ella.

 

-¿Qué hace aquí señorita? ¿Quiere que me fusilen?

 

-No, es que verá me han citado aquí para contarme algo… -Le conto todo a Carmen. Finalmente esta suspiro sabiendo de quien se trataba y la llevo hasta donde le esperaban.

 

Cuando salió del burdel solo podía pensar en las únicas palabras que le había dicho ese hombre. Él iba también totalmente tapado por lo que no pude verle la cara.

 

“Tu amante sólo quiere robar, aléjate de él” –sin más se levanto y se fue.

 

Llego a casa y subió sin cenar a su habitación. Le había dicho a su padre que estaba indispuesta y eso pareció haber apaciguado a Carlisle.

 

Entro a su habitación y él estaba esperándola con la misma sonrisa de siempre. Pero en esta ocasión eso le causo un tremendo asco.

 

-Quiero que te largues. –En ese momento la sonrisa se borro del rostro de Alexander.

 

-¿Qué te pasa mi amor? –Intento acercarse a ella, pero al ver que retrocedía se paró en seco.

 

-Se querías robar no hacía falta jugar con mis sentimientos. Pero tranquilo eso es lo de menos –le corto cuando vio que iba a hablar. –Lo peor de todo es que el hombre que se llevo mi honra fuiste tú.

 

Bajo de nuevo las escaleras y cuando llego al comedor se lanzo a los brazos de su padre que la recibieron afectuosamente.

 

-¿Hija que te pasa?

 

-Papá sabes que te quiero ¿Verdad? –Carlisle se echo a reír.

 

-Claro que lo si mi pequeña florecita. ¿Y por eso te tienes que poner a llorar?

 

-Es que estoy un poco tonta hoy…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo 16: Noticias y visitas Capítulo 18: Muerte Inesperada¿?

 
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