Me encontraba en el departamento de Edward, algo habitual, duchándome, Jacob se casaba hoy y Alice había dejado mi vestido en casa de Edward por lo que me pareció más conveniente alistarme aquí e irnos a la boda. Salí de la ducha y me envolví con una toalla mientras que con otra secaba mi pelo, me coloque la ropa interior que había dejado sobre la mesada del baño y salí dirigiéndome a la habitación. Al entrar vi el perfecto vestido que Alice dejo y que usaría esta noche.
-Bella, necesito que…-Edward entro a la habitación y me observo a mí, con solamente una toalla, bastante corta a decir verdad, sus ojos me examinaron de arriba abajo y pude observar como trago en seco-perdón, debí golpear.
-Está bien, el baño ya está libre-le dije pero él no dejaba de mirarme por lo que me acerque y le di un tierno beso en los labios-no sabes disimular.
-Eres hermosa-me susurro con su voz de terciopelo y mi cuerpo recibió una descarga eléctrica, volví a besarlo con un poco de intensidad, pero él se separó de mi agarre-iré a ducharme-me dio un pico y se fue de la habitación.
Yo suspire y me propuse a vestirme, el vestido negro era muy lindo, la espalda era toda de encaje y adelante sencillo con algunos detalles. Me termine de vestir y salí de la habitación, los malditos tacos que Alice me había dejado, de unos dieciséis centímetros ya me empezaban a molestar. Planche mi cabello y me maquille mientras Edward se cambiaba en la habitación.
Faltaba media hora para la boda por lo que decidí buscarlo para irnos.
-Edward, falta media hora, vamos ya-entre en la habitación y lo vi vestido pero no tenía puesta la camisa.
-Lose es que no puedo prender los botones de esta maldita camisa.
-Déjame ayudarte-me acerque a él y aprecie su pecho desnudo a medida que iba prendiendo los botones-listo-le sonreí.
-Gracias amor-me beso fugazmente.
Subimos al preciado Audi de mi novio y tomamos rumbo al pueblo de Forks, aunque la boda sería en las afueras, antes de llegar al pueblo por lo que el viaje no fue tan largo.
-Tratemos de estar lo más cuerdos posibles al terminar la fiesta, manejar por la ruta es un problema-mascullo Edward mientras nos adentrábamos en un sendero rodeado por árboles y luces.
-Si bebe alcohol no conduzca-rio ante mi comentario.
Llegamos a la fiesta y Edward aparco donde estaban los demás autos y pude distinguir el de mi madre y mi padre. Nos bajamos y le tome de la mano mientras entrabamos a la ceremonia, todo estaba completamente decorado con telas rojas y blancas que se entrelazaban por la carpa en la que Jacob y Carlie dirían el sí. Tomamos asiento casi al frente y pude ver a Billy, el padre de Jacob, a sus hermanas y a su primo Sam… ¿Sam? No me extrañaba ver a la familia de Jacob en su boda pero Sam, mi ex novio de la secundaria, aquel que hasta hace un año me pedía una oportunidad la cual yo no quería darle, la vez que estuve con él me engaño con Leah y eso no pude soportarlo por lo que no quise volver a verlo nunca más, pero él seguía insistiendo.
Trate de parecer desapercibida pero Billy me vio y saludo en mi dirección haciendo que Sam se volteara a verme y cuando me vio podría jurar que sus ojos salían de sus cuencas, me sonrió y yo asentí en su dirección.
-¿Quiénes son?-pregunto Edward y yo me encogí de hombros.
-Él es Billy Black, el padre de Jacob y el otro es Sam Uley, su primo y…-¿debía decírselo?
-Y…-me ínsito Edward.
-Pues, él era algo así como mi novio, pero ya no hay nada, el me engaño y lo olvide por completo-Edward se tensó y miro a Sam con los dientes apretados.
-Tú me dijiste que no habías tenido novio antes de mí-murmuro con voz seca.
-Lo siento, es que ni siquiera me acordaba de él, no fue nada importante, no seas celoso Eddy-le recordé sonriendo y el suspiro.
-No estoy celoso, solo cuido lo que es mío-entonces me beso en la mejilla.
La música comenzó a sonar y todos nos pusimos de pie para ver entrar a Carlie, con un hermoso vestido blanco y su pelo largo y ondulado hasta la cintura sonriendo en dirección a Jacob que la esperaba totalmente nervioso, ambos se tomaron de las manos y el cura recito las palabras que testificaba su unión, ambos dijeron el sí quiero y se fundieron en un tierno beso, yo no pude evitar emocionarme al ver a mi amigo tan feliz, su sonrisa no tenía límites. Cuando llego la hora de los abrazos corrí hacía Jacob y lo abrace lo más fuerte que pude.
-Felicidades-le susurre al oído-te lo mereces Jake.
-Gracias Bells, espero algún día que tú seas la de blanco-me sonrío.
-Espera sentado a que ocurra-le conteste devolviéndole la sonrisa.
Edward felicito a Jacob y a Carlie, al igual que yo y seguimos a los invitados a la fiesta, no sin antes bañar de arroz a los recién casados.
La fiesta era en otra carpa aparte y estaba llena de luces, mesas, un dj, globos y una gran torta que decía Jacob y Carlie. La música del primer vals empezó a sonar y los invitados se iban animando con sus parejas a danzar por la pista, Edward y yo estábamos sentados en la mesa con Billy, las hermanas de Jacob y mis padres mientras charlábamos y bebíamos una copa de champagne.
-Vamos a bailar-me susurro Edward al oído.
-Yo nose bailar y menos un vals, te voy a pisar-le conteste.
-Conmigo es fácil, ven por favor, no importa que me pises solo quiero bailar contigo-Edward aplico todo el poder de su mirada y yo suspire rendida.
-Iremos a bailar un rato-comunique a los integrantes de la mesa y me incorpore a la vez que Edward lo hacía y nos dirigimos a la pista de baile
-Veras que es muy fácil-me hizo pasar mis brazos por su cuello y el me tomo de la cintura mientras nos balanceábamos al ritmo de la canción. No era tan complicado como temí, Edward bailaba de maravilla y me guiaba por toda la pista sin dejar de sonreírme y derretirme con su mirada. Acerco su rostro al mío y entonces yo bese sus labios suavemente, sin dejar de bailar. Cuando me separe pude ver a Sam al otro lado de la pista mirando con la boca abierta y una expresión de enojo, entonces me percaté de que se acercaba a nosotros.
-¡Bella! Hacía mucho que no te veía-Edward dio un respingo y observo a Sam parado frente a nosotros.
-Oh, hola Sam ¿Cómo has estado?-pregunte sin mucho ánimo, Edward y yo dejamos de bailar pero el paso su brazo alrededor de mi cintura y me aferro a su cuerpo, Sam lo noto y chasqueo la lengua.
-Muy bien la verdad, soy Sam Uley-Sam le extendió la mano a Edward y este la presiono una vez.
-Edward Cullen-le respondió.
-Veo que estas con Bella-adivino Sam con cierto disgusto.
-Pues así es, somos pareja-le respondió Edward remarcando la palabra “pareja".
-Bueno, me alegra mucho, esto… iré a bailar, me alegra mucho que estés bien Bella, adiós Edward-asentí con la cabeza al igual que Edward.
Sam se alejó y yo mire a Edward que tenía una expresión divertida.
-Fuiste muy duro con el pobre Sam-le recrimine volviendo a pasar mis brazos por su cuello.
-Se repondrá, creo yo es un chico fuerte aunque en vez de ir a bailar creo que se fue a llorar al baño-no pude evitar reír.
-Tonto-le bese.
-Tonta-murmuro sobre mis labios-pero sexy.
Edward y yo bailamos casi toda la noche y no pudimos evitar decirle no al champagne que servían, llego un momento en el que ya empecé a decir pavadas y Edward lo noto por lo que me llevo a sentar a la mesa en la que estábamos antes, pero yo me pare y me senté en sus piernas.
-Será mejor que vayamos a casa-me recomendó ya que yo reía sin parar, mis padres, en especial Charlie me miraban no muy felices por mi actitud.
-Sí, vamos a casa, vamos al cuarto a “dormir”-le insinué a la vez que le besaba y luego me reía.
-¡Bella!-grito mi padre molesto y pude notar como Edward se enogía de hombros, mi madre solamente miraba la escena aguantando la risa.
-¡Papá!-le grite en el mismo tono de voz.
-Ya vámonos Bella-Edward se incorporó y me ayudo a ponerme en pie y también a entrar en el auto, al menos tan mal no estaba…creo.
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