Destino

Autor: Ainely
Género: Romance
Fecha Creación: 29/01/2011
Fecha Actualización: 18/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 47173
Capítulos: 22

 

FINALIZADO!!

 

En el pasado se enamoraron, pero no declararon su amor. Ahora, cinco años más tarde el destino los vuelve a unir.

Pero cuando hay niños de por medio, las cosas no son tan faciles.

¿Serán capaces de aprovechar la nueva oportunidad que les ha dado el destino?

 

De este fic existe secuela y es : Lo que significas para mí.

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Capítulo 17: No puede ser

17. No puede ser

 

Edward POV

 

A pesar de los malos momentos que habíamos vivido los cuatro, nuestras vidas empezaban a continuar con normalidad. Aunque ahora sí que podía decir que era completamente feliz. Ya que los cuatro vivíamos como una auténtica familia, al pequeño de Seth lo quería como si fuese mi hijo y mi pequeña estaba maravillada con el hecho que Bella estaba siempre cuidándola y mimándola. Hace aproximadamente dos meses que se vinieron a vivir a mi casa, aunque ahora he de referirme como nuestra casa. Hacíamos la vida familiar que siempre soñé tener algún día.

Sophie y Seth, a pesar de tener una casa enorme, se encapricharon en la idea que querían dormir en la misma habitación, así que tuvimos que cambiar todas las cosas de sitio y trasladar a los dos pequeños. Pero ellos no querían cualquier habitación, ellos exigieron que querían la habitación de la guardilla para ellos solos. Así que después de buscar muebles que les gustasen a los dos y que cupiesen en la habitación, empezamos a montarla. Después de una intensa semana que nos dejo a Bella y a mi reventados, ya que nosotros lo montamos todo, al final todo quedó listo y la habitación he de reconocer que es preciosa (foto perfil).

-En que piensas? – me preguntó la dulce voz de Bella, mientras me abrazaba por detrás.

-Pensaba en los felices que somos desde que os vinisteis a vivir aquí – le confesé, cuando me giraba y la abrazaba para después depositar un dulce beso en sus labios. Después de unos intensos y pasionales besos unos carraspeos nos sacaron de nuestra burbuja. – Que os pasa enanos – les dije cuando los cogí a los dos en brazos y empecé a hacerles cosquillas.

-Queremos merendar crepes! – chillaron a la vez.

-Pues venga todos a ponernos el delantal – dijo Bella entre risas por la alegría de los pequeños – Y tú no te salvaras, esta vez me ayudaras con los peques a hacer las crepes – me avisó mientras me señalaba con su dedo índice, ese gesto provocó que mis niños y yo mismo estallásemos en carcajadas, Bella no tardó en unirse a nuestras risas.

Después de dos horas en la cocina, por fin acabamos las crepes. Normalmente se tardan veinte minutos en hacer las crepes pero con los dos pequeñajos tardamos mucho más rato. Finalmente, nos comimos las tan ansiadas crepes, pero lo hicimos llenos de harina. Debido a que mientras preparábamos la comida a la graciosa de Bella se le ocurrió la idea de mancharme toda la cara de la pasta de harina y huevo. Ese acto provocó que yo también le lanzase la pasta y los niños entre risas se unieron a la guerra de comida. Por lo tanto acabamos comiendo llenos de harina por el cuerpo.

-Chicos, que es eso que se escucha del piso de arriba? – dijo bella muy seria.

-Que se escucha mami? – dijeron los dos a la vez cuando se pusieron al lado de Bella para poder escuchar lo que ella decía.

-Ostras Edward tú lo escuchas? – me dijo guiñándome un ojo. En ese momento entendí a lo que se refería.

-Sí lo puedo escuchar, pero que es lo que dice? – dije provocando que la atención de los pequeños recayese en mí. Mientras ellos me miraban fijamente Bella empezó a decir.

-Seth, Sophie, soy la bañera, tenéis que venir a bañaros! – dijo, pero realmente entiendo a mis hijos, porque puso una voz irreconocible. Ellos se giraron con los ojos asustados.- Ya sabéis pequeños la bañera os llama – dijo una risueña Bella. Ellos asintieron con la cabeza y subieron las escaleras corriendo.

-Lo que tengo que inventarme para conseguir que se metan en la bañera sin quejarse – dijo muy seria, y empezó a recoger la cocina. – Amor, puedes bañarlos hoy tú, mientras yo recojo este desastre – dijo señalando la cocina que parecía un campo de guerra.

-Claro que sí princesa – dije mientras me acercaba a ella y le daba un dulce beso, antes de dirigirme al baño donde los pequeños ya me esperaban listos para sumergirse en el agua. El baño pasó entre risas. Pero el mejor momento fue cuando los dos pequeños se unieron para mojarme, provocando que me cayese en la gran bañera y acabase mojado.

Después del baño, los enanos se fueron a su habitación a jugar a un nuevo juego que le habíamos comprado para la wii, en el que tienen que bailar. Así que después de cambiarme de darme una ducha y recoger el baño, que parecía una piscina, fui hacia el comedor, donde se encontraba mi Bella leyendo un libro. Me senté a su lado y ella se acurrucó en mi pecho, mientras yo encendía el televisor. Después de unos minutos Bella rompió el silencio.

-Ha llegado una carta del juzgado para ti – me explico Bella mientras me daba la carta. En cuanto me la dio la abrí rápidamente y empecé a leer lo que ponía en su interior. Pero en cuanto comprendí lo que ponía me asusté.

-Que pasa, que pone en la carta? – me preguntó Bella nerviosa por la cara que puse.

-Es una citación del juzgado. Pone el día del juicio, para ver quién se queda con la custodia de la niña. Porque resulta ser que la asquerosa de Tanya ha pedido la custodia completa para ella – dije en un susurro, a Bella en ese momento se le descompuso la cara – no te preocupes, soy el padre de la niña y tengo los mismos derechos que ella – afirmé. Bella se levantó y llamó a mi hermana pidiéndole si podíamos cenar todos juntos.

-Bella, que es lo que pasa – le pregunté.

-Esta noche entre todos te lo explicaremos, pero tranquilízate – me dijo mientras me abrazaba.

La noche llegó y yo estaba de los nervios. Después de la cena, los niños tenían sueño y Bella fue a acostarlos y a explicarles su cuento para poder dormir.

-Me van a explicar ya que es lo que pasa? – pregunté ansioso y enfadado porque todos sabían lo que pasaba menos yo.

-Espera a que baje Bella y te empezamos a explicar lo que pasa – me dijo mi padre intentando calmarme. Después de 15 minutos bajó Bella y se sentó a mi lado mientras me cogía las manos.

-Edward te acuerdas del día del accidente de Sophie? – yo asentí, como para no acordarme de aquel horroroso día, en el que casi pierdo a mi pequeña. – Te acuerdas también, que te hicieron unos análisis de sangre? – yo volví a asentir con la cabeza sin saber a lo que querían llegar con toda esa conversación.- Pues en esa prueba no solamente salió reflejado que no eres compatible con Sophie, si no que – pero mi padre dejó de hablar.

-Si no que! Sigue hablando – chillé nervioso.

-No eres su padre – me dijo mi madre atropelladamente mientras lloraba.

-Que? – pregunté en estado de shock. No puede ser que Sophie, mi pequeña, mi princesa, no sea mi hija. Pero de repente se me cruzó por la cabeza un pensamiento.

-Entonces, el día del juicio me quitaran la custodia de Sophie y se la quedará Tanya – dije derrumbado y entre lágrimas. En ese momento lo único que pude hacer fue abrazarme a Bella, como si mi vida dependiera de ello y llorar mientras pensaba: No puede ser.

 

 

Hola chicas, espero que os guste el capítulo. Que creen que pasará en el juicio, se la quitaran? Espero sus comentarios un beso.

Capítulo 16: Vente a vivir Capítulo 18: El juicio

 
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