Helena

Me molestaba mucho eso, la verdad es que me molestaba aun más el hecho de que no confiaran en mi, lo que había pasado con la amiga de Rebeca realmente no había sido completamente mi culpa y todos sabían eso. La amiga de rebeca era la que había cometido el error de haberse cortado el dedo frente a una manada de vampiros, a cualquiera le pudo ocurrir, pero claro como era de costumbre solo a mí me había ocurrido.

El hecho de haber pasado tanto tiempo encerrada me hacía desear mucho la fiesta de matrimonio de mi hermana, aunque la verdad es que tardaría algunos días más, ya que mí tía había mandado a hacer la torta y la comida a algún lugar desconocido.

Demian pasaba casi todo el tiempo conmigo, el jamás hablaba demasiado de los Volturis, lo más probable es que le molestaran lo suficiente como para no querer verlos más, a mí no me molestaban tanto, aunque odiaba a uno de ellos, Alex me iba a pagar muy caro lo que me había hecho, lo mordería tanto y lo disfrutaría tanto como el lo había hecho con mi cuerpo aun humano, y a Jane la descuartizaría por hacerme creer que era parte de ellos y que les debía la vida.

Mis días eran completamente tediosos a pesar de pasar todo el día encerrada me di cuenta de que ya no era buena jugando juegos de video, sino que una excelente jugadora de video, me imagine en un campeonato y la verdad es que estaba mucho más segura que me dejarían salir antes de participar en un campeonato donde todos los que estaban hay eran humanos.


Por fin solo quedaba un día para la boda, casi todos los Quileutes y la ciudad estaban invitados, estaban todos vueltos locos y los novios estaban completamente desaparecidos, mi tía los había enviado a no se donde para que no supieran los arreglos, mi padre me aseguro que todo resultaría sensacional aunque realmente me pareció que no lo decía enserio y era solo para que me calmara.
La mañana de la boda fue como todas, solo que mi tía Alice, Mi abuela, Mi tía Rosalie, e incluso mi madre estaban vueltas locas arreglando cada detalle con sumo cuidado.

Mi padre, mi abuelo y mis tíos salieron temprano para buscar las cosas de la merienda de después de la boda así que no tenia nada que hacer, y por primera vez en casi un mes me dejaban completamente sola o más bien dicho solo con Demian quien se encontraba a mi lado en todo momento.

Cuando la novia llego estábamos ya todas dentro de nuestros vestidos enormes y por ende un poco difícil de usar, aunque como para variar éramos perfectas a ninguna le incomodo en lo más mínimo para trasladarse de un lugar a otro.

Entre en la habitación donde se encontraba mi hermana, estaba atestada de gente, incluso mi abuelo quien tomaba fotos de recuerdo, aunque todos sabíamos muy bien que realmente no las necesitábamos él decía que era para mantenerlas en privado para la próxima boda.

Baje en cuanto pude, si en esa habitación estaba atestada de gente realmente el ver el vestíbulo me impresiono aun más, la gente estaba completamente pegada la una a la otra, buscando un lugar donde sentarse, incluso algunos Volturis estaban hay, mi abuelo me había prevenido que era solo como muestra de que podíamos convivir en paz, aunque realmente me enfureció el ver a Alec sentado justo al lado de su hermana, Demian estaba a mi lado en el momento preciso en que había decidido que no me importaba lo que realmente pasara y que los mataría.

-Relájate mi vida, recuerda que esto es una fiesta -. Le lance una mirada enfurecida y rió.

-Si, celebremos junto a los que trasforman a la gente que no lo necesita ni quiere que lo hagan… -. Me miro y rió, realmente no lo entendía.

-Pero si eras tu la que quería transformarte en cuanto te enteraste -. Me enfurecí, es que no entendía que quería que me trasformara alguien a quien yo conocía y no un estupido que casi abusa de mí.

Camine enfurecida, tome el ramo de Reneesme que lo habían ido a dejar y subí, me encontré con varías personas de mí familia que iban bajando para ubicarse en sus respectivas posiciones.

Mi madre ya había bajado cuando me encontré de frente con mi tía Alice, quien era la más histérica con todo lo que estaba pasando.

-Mira, tú tienes que caminar por la escalera y mostrarle el camino a Reneesme…

-Como si no lo conociera-. Estaba algo frustrada, no sabía que iba a ser la madrina realmente asta muy poco tiempo antes de la boda y me molestaba por que a pesar de que era mi hermana quien se cazaba, de seguro que algunas miradas también estarían en mí, eso me molestaba.

-Reneesme te eligió, en vez de elegir a cualquier otra, y tienes que comportarte -. La mire y asentí, después de todo tenía razón que Reneesme hubiera podido elegir a cualquier persona, pero quería que fuera yo, aunque casi me rogó para que lo fuera.

Entre en la habitación de Reneesme, mi padre se encontraba con ella, el llevaba un traje negro completamente casual aunque se veía completamente estupendo, como siempre.

Mi hermana llevaba un vestido blanco con pintitas rozadas, se veía completamente hermosa, además de que lo era, realmente se veía espectacular.

Camine lentamente con un ramo en mi mano y vi como lentamente toda la gente quedaba anonadada, mi tía Rosalie estaba tocando la marcha nupcial, y detrás de mi venía mi hermana y mi padre de su brazo.

Vi a la cara a los gemelos quienes estaban riendo cuando me vieron, eso me molesto mucho, pero no podía hacer nada, por que a pesar de que eran muy pocos humanos la verdad es que se vería muy mal que la madrina se trenzara a golpes con los invitados.

El cura, ya muy viejo se demoro horas diciendo los dichosos votos, creo que los que si podían dormir se quedaron profundamente dormidos, y no se dieron cuenta que había terminado hasta que todos aplaudieron cuando el perro con corbata beso a mi hermana.

Mi tía Alice había adornando toda la casa y se veía completamente espectacular cuando la gente comenzó a entrar a la sala de banquete en donde podías encontrar de todo para comer… solo esperaba que hubieran algunos venados, pero mi tía no pensó mucho en nosotros, más bien pensó en la gente que comía como los lobos que no dejaron nada y en los humanos que estaban hay.

-Hola preciosura -. Me agarro con la guardia baja, después de todo de lo único que estaba pendiente era de él. Alec se encontraba casi susurrando a mi lado, aunque mi garra no alcanzo a hacer contacto sentí placer al ver como se corría -. Soy tu invitado se supone que debes tratarme bien.

-La verdad no, Alec, te aborrezco por que sigues aquí si solo era una visita de cortesía.

Pude ver como algunos miembros de mi familia se encontraban mirando a donde me encontraba preparados para una pelea.

-Me gustaban mucho más tus ojos rojos.

-A mi no, me parece que son falsos -. Estaba utilizando todas las formas para insultarlo, pero al contrario de lograr eso parecía muy complacido al verme molesta.

-    Sabes algo, me parece que como vampiro eres mucho más hermosa, te parece que bailemos… -. Me dijo mientras me ofrecía una mano, sonreí y me fui con él.

-    ¿Por qué yo Alec? -. Le dije molesta, sabía bien a lo que me refería.

-    No lo sé realmente, quizás por la excitación que veía en tus ojos cuando me mirabas… eso me encantaba… -.

Sonreí, el si estaba loco.

Seguimos bailando como si nada importara, el era tan estúpido que incluso intento acercarme a su cuerpo, era lo único que quería, así no se notaría el hecho de que le faltara un pedazo de su garganta…

-    ¡Helena! -. Mire a mi lado y Lizbeth se encontraba hay, Alec sonrió y la muchacha quedo anonadada con la belleza del idiota.

-    Hola Lizbeth… -. Me acordaba de su nombre puesto que lo había puesto en la tarjeta de invitación que escribí durante días para cada uno de los invitados de mi hermana.

-    Huau… te vez espectacular… -. Dijo mientras yo sonreía. -. ¿Tu amigo es?

-    El es Alec Volturies, es uno de los familiares más lejanos de todos en mi familia.

No era nuestro familiar... pero que le iba a decir "Mira él es el riduculo que me transformo y destruyo mi vida como Humana"... Lo odiaba y buscaría la forma de vengarme de él aunque fuera lo ultimo que hiciera... mire a mi lado y se encontraba recostado en una pared la razón de mi vida mientras sonreía.

Lizbeth

No lo creía, pero me había llegado una invitación al casamiento de Reneesme Cullen, la hija mayor de los Cullen, solo a algunas personas del pueblo le habían llegado y yo era una de las afortunadas, no perdería la oportunidad de llevar mi cámara y de ver a cada uno de los Cullen otra vez.

Iba con un vestido arrendado de una tienda muy costosa, no era feo y me pareció perfecto para la ocasión, aunque al entrar me pareció tan poca cosa… no había visto a Helena durante meces, creo que no volvió de nuevo a la escuela, me imagine que por miedo a que estábamos cerca de la verdad.

Al entrar la cantidad de flores era espectacular aunque hasta ese momento la pequeña prima de Helena se encontraba arreglando todo, estaba sobre una silla buscando algo, la verdad es que no le importaba que el vestido que usaba fuera de todo el sueldo de una persona durante décadas.

-    Bienvenida… eres una de las primeras en llegar, por favor siéntete como en tu casa, están los bocadillos por allá y después de la ceremonia la recepción se hará al aire libre.

Me dijo mientras comenzaba a poner los ojos fijos, ella si era rara, mucho más que Helena, me tenía un tanto intrigada que la pequeña Helena no hubiera vuelto a el colegio, después de todo pensé que le gustaba.

Él muchacho que siempre estaba con ella el tal Demian Aragón se encontraba sujetando una cantidad enorme de copas mientras que la otra prima de Helena la tal Bella se encontraba ordenándolas una por una en una perfecta torre de copas.

-    ¿De verdad ella estará bien? -. Le dijo el muchacho mientras Bella solo sonreía.

-    Lo de la última vez fue solo coincidencia, aunque más vale que nos mantengamos atentos además de que los Volturies estarán aquí… de verdad no entiendo ese afán de querer hacernos sus amigos por parte de Carlisle… listo -. Dijo cuando puso la ultima copa en la cima haciendo de verdad una replica idéntica de las pirámides de Egipto.

Me senté en uno de los asientos que daban al altar, la cantidad enorme de gente que hay se encontraba no me sorprendió, eran tan excéntricos que encontrar gente al igual que ellos era algo normal, aunque dos niños me parecieron más peculiares que todos los demás, los niños solo jugaban con una cantidad enorme de papeles.

Seguí caminando y repentinamente me encontré como en las playas de Cancún, todas las personas que se encontraban hay estaban casi transpirando, y podías sentir un gran calor proveniente de sus cuerpos, me senté al otro lado de ellos y me encontré en un lugar completamente alejados de ellos, más bien parecía el polo norte… y sus personalidades eran completamente opuestas, mientras que en un extremo estaban todos riendo y bromeando en el extremo que me encontraba se encontraban murmurando y no prestando demasiada atención.

Una rubia espectacular digna de la portada de una revista entro, el escote de su vestido no dejaba mucho a la imaginación, ella se sentó frente a un gran piano blanco mientras todos los presentes comenzaban a mira.

Un muchacho enorme se encontraba junto al altar, era tan bello, tenía el cabello largo, debía ser un rebelde sin causa… se sentía incomodo, supe que era el novio por que uno de los hombres que irradiaban calor comenzaron a gritarles que aun estaba a tiempo de arrepentirse, a lo que el solo sonreía.

La dama de honor era Helena, quien caminaba con paso firme mientras que guiaba a los novios, ella venía del brazo de Edward (Me pregunte por que no venía del brazo de su padre, el doctor cullen, pero quizas este no estuviere deacuerdo o estaba demaciado entusiasmado en tomar fotografias), el esposo de Bella, se veían tan espectaculares, inclusive Helena quien no parecía la misma… ella tenía… ella estaba muy diferente, su cara, sus ojos, su piel… ella no era la misma a la que había conocido.

Era un padre realmente anciano el que los estaba casando, no se en que momento me quede dormida, pero hay me encontraba como la peor de las invitadas mientras que toda la sala estallaba en gritos de euforia mientras que los novios se besaban…

Abrí los ojos rápidamente, iba a sacar muchas fotos, pero el maldito cura estaba demasiado retrasado… Helena me miro un par de veces, con odio creo, pero en un momento me di cuenta de que no era a mí a quien me estaba mirando sino que al muchacho que se encontraba a mi lado…

Pero quien no lo haría, tenía los ojos de un violeta hermoso, mientras que sus facciones eran hermosas, como la de las mejores estrellas de cine… a su lado se encontraba una pequeña de las mismas características aunque tenía el cabello completamente rubio.

-    ¿Por qué crees que el amo nos mando…? -. ¿Amo?

-    Creo que para demostrar que no les tememos… los Cullen son muy inferiores a nosotros hermana. -. Como me lo imaginaba, pero serían enemigos en los negocios o quizás serían miembros en una mafia rival a la de los Cullen… por eso hablaban de esclavitud.

-    Sabes que estamos en terreno enemigo y Bella me bloquea en cuanto intento algo…

-    Pues no intentes nada y disfruta de la fiesta… -. Se levanto cuando todos comenzamos a irnos -. Nos veremos en un rato iré a ver a nuestra Bellatrix.

-    Alec por favor no te metas en problemas…

-    Tranquila hermana o de verdad crees que intentaran matarnos frente a humanos… -. Ella comenzó a tocarse la cabeza y a los pocos segundos se dirigía a la puerta arrugando la nariz.

Todos comenzaron a saludar a los novios y yo también, cuando llego mi turno un muy agitado hombre me tomo en sus brazos agradeciéndome el que viniera a su fiesta, después la muchacha de cabellos cobrizos me abrazo con lagrimas en los ojos mientras que yo solo sonreía.

Estaba todo el mundo feliz, aunque en cierto modo me sentí algo observada cuando me puse a bailar con un muchacho que parecía relativamente normal, entre toda la gente que se encontraba hay…

Mire a mi lado y Helena se encontraba con el muchacho que estaba hace pocos minutos a mi lado… podía escuchar algo de su conversación, pero no entendía nada.

-Me gustaban mucho más tus ojos rojos. -. Bueno Helena parecía andar con lentes de contacto por lo que me imagina que ella usaba otros rojos.

-A mi no, me parece que son falsos -. Le dijo molesta mientras el muchacho solo sonreía.

-    Sabes algo, me parece que como vampiro eres mucho más hermosa, te parece que bailemos… -. “VAMPIRO”… a que demonios se estaba refiriendo…

Sentí una mano en mi brazo y un hombre demasiado grande parecido a un oso me estaba tomando para bailar.

-    Hola Lizbeth, hace mucho que no nos vemos… -. Er Emmet… un familiar de Helena aunque no me acordaba del parentesco.

-    Hola…

-    Por que no viniste a la fiesta de disfraces de la semana pasada… Helena se veía espectacular como vampira… -. Respire así que eso era todo, Helena solo se había disfrazado de vampira…

-    Te molesta… -. Debía conocer a ese chico aunque me costara la vida, era tan hermoso.

Solté a Emmet quien miro a Edward quien negó con la cabeza.

-    ¡Helena! -. Él muchacho me miro y sonrio, estaba hiperventilando, pero que podía hacer, era tan bello.

-    Hola Lizbeth… -. Me dijo como si no me reconociera la verdad, la mire un tanto molesta, pero en ese momento me di cuenta de que el vestido que tenía estampados de diamantes.

-    Huau… te vez espectacular… -. Dije mientras ella sonreía, nos movimos al lado del banquete para hablar mejor -. ¿Tu amigo es?-. No lo pude evitar, el muchacho me sonrió mientras que yo solo sonreía en su dirección.

-    El es Alec Volturies, es uno de los familiares más lejanos de todos en mi familia.

A los pocos minutos ellos se fueron, Helena al lado de Demian quien solo sonreía en su dirección mientras que Alec se encontraba con la muchacha pequeña que parecía ser su hermana... me encontraba algo mareada, de verdad las Margaritas estaban haciendo un efecto espectacular en mi… además este helado tenía… algo parecido a Oro…

-    ¿De que es este helado? -. Le pregunte a Alice quien se encontraba a mi lado en ese momento.

-    A es de chocolate… se llama “Frrozen haute chocolate” -. Casi me atragante mientras que una pequeña pelotita de oro pasaba por mi garganta…- . ya probaste el “Golden Opulance Sundae” Dicen que es delicioso… -. Dijo como molesta…

El “Frrozan haute chocolate” es el postre más caro del mundo… y el “Golden Opulance Sundae” el batido igualmente de caro y en esta casa por lo menos habían suficientes como para alimentar a un ejercito… y eso que en el libro de Guinness aun nadie en el 2007 lo había podido comprar.

Camine lentamente a donde se encontraban los canapés y me encontré con los más caros, además de Sushi, y Calamares…

Estos seres si que eran espectaculares… quizás solo había una solución a todo esto… Eran inmortales con talentos tales que les proporcionaban una gran cantidad de dinero que mantenían oculto y solo los ocupaban para saciar sus propios gustos… Me reí de mis propias ocurrencias mientras que del otro lado Edward sonreía de algo que no entendía…

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Lamento mucho haber restado ausente tanto tiempo, pero estuve algo enferma y me obligaron a ir a el maldito medico... T-T no quería ir, pero me llevaron casi a rastras, no tengo nada en particular, solo un resfrio, pero por ende no puedo estar mucho tiempo despierta, yo creo que por los medicamentos... Mis niñas lo siento mucho...

Espero que les aya gustado el capitulo por que a mí me encanto además de que los postres que puse aqui si existen de verdad y se me hizo agua la boca cuando escuche hablar de ellos... aunque claro solo un cullen podría comprarlos jajajaja...

mis niñas espero actualizar pronto y quiero saber si les gusto el capitulo bexos las quiero mucho cuidence....

Helena_cullen